Rizarme el pelo era mi peor pesadilla: ahora estos moldeadores hacen el trabajo por mí

¿Sabes eso que dicen de que siempre queremos lo que no tenemos? Pues algo así me pasó a mí durante una buena temporada de mi adolescencia con el pelo. Ondulado por naturaleza, parte de mi juventud transitó por la obsesión de tener la melena rizada y lo intenté todo para conseguirlo: desde hacerme un moldeador a comprarme las típicas tenacillas y achicharrarse el pelo a base de bien. Con el tiempo esta pequeña fijación por parecerme a Shakira se me pasó y cambié literalmente al bando del alisado, pero no niego que en más de una ocasión he vuelto a pedir en la peluquería que me dejen el pelo con unas buenas ondas.

Porque, oye, ya sea con una plancha de placas estrechas o con unas tenacillas, la virtud de saber hacerse los rizos nunca me ha caracterizado precisamente, siendo una tarea que, tanto por falta de tiempo como de destreza, he terminado siempre dejando de lado.

Por suerte, el mundillo de la belleza evoluciona y hace un tiempo empezaron a surgir rizadores con el llamado efecto Coanda, un fenómeno aerodinámico que atrae el mechón de pelo hacia el propio moldeador, haciendo que prácticamente no tengas que trabajarlo tú. No solo eso. Existe una propuesta en el mercado que incluso utiliza una aplicación móvil para decirte cuánto tiempo debes estar peinando cada mechón, algo que no podía dejar de probar.

Vamos, que si ahora no salgo de casa a diario como si fuera directa a la boda de mi prima... es porque no quiero.

Dyson Airwrap i.d.: el secreto está en su app

No sé si fue el primero, pero de lo que sí estoy segura es que Dyson se encargó de popularizar el concepto. Me refiero a la idea de emplear el efecto Coanda en este tipo de herramientas para el pelo, y es que con su Airwrap, la firma británica facilitaba enormemente la tarea de rizar el cabello con un moldeador que atraía el pelo, lo envolvía y le aplicaba así el calor necesario para su peinado. Yo tuve oportunidad de probarlo por entonces, y ya de por sí me pareció una propuesta increíblemente cómoda y que, aunque contaba con cierta curva de aprendizaje —al principio eso de que pille el mechón no es tan fácil—, ofrecía unos resultados fantásticos.

Nada de esto ha cambiado con el Airwrap i.d. Este no deja de ser una versión conectada de esa primera generación, que ofrece la misma efectividad (cuenta con un motor interno que gira a 110.000 revoluciones por minuto), solo que con una app con la que se sincroniza y nuevos accesorios que consiguen nuevos acabados de peinado. Pero vayamos por partes.

El Dyson Airwrap i.d. cuenta, como decía, con la particularidad de disfrutar de una aplicación móvil (compatible tanto con iOS como con Android). De primeras te puede parecer algo bastante innecesario, pero probablemente, si te digo que ha sido clave para el disfrute de mi experiencia, seguramente tu perspectiva sobre ella cambie.

La app no es otra que MyDyson —la misma que se usa para gestionar los auriculares OnTrac o cualquiera de sus purificadores de aire— y en ella vamos a tener acceso a varios parámetros de configuración del moldeador, como puede ser la temperatura predefinida de calor o el tiempo establecido para la secuencia de rizado. Esto es especialmente útil si te consideras más bien torpe en esto de peinarse, ya que el Airwrap lo hace todo por ti: te da 10 segundos para atrapar el mechón; siete para moldear con calor; y 5 extras de aire frío para fijar el rizo. El aparato irá cambiando solo (avisa además mediante una suave vibración) y baja de potencia una vez acaba, soltando el rizo. Sí, por fin puedes olvidarte de hacerlo a ojo o de contar mentalmente.

Como digo, estos tiempos se pueden modificar y si son dichas cifras y no otras es porque previamente se responde a una pequeña encuesta en la que indicas el tipo de cabello que tienes, el largo o si suele moldearse con facilidad para crear así tu perfil capilar y que el moldeador actúe en consecuencia. En mi caso, creo que ha dado bastante en el clavo, logrando lo que se espera de este Airwrap: que me haga un rizo definido, bonito y que se mantenga.

Aquí hemos venido a hablar de rizar el cabello, pero lo cierto es que el Airwrap i.d. viene en una preciosa caja acolchada de tacto increíblemente suave y con cierre magnético en cuyo interior encontramos no solo el mango central (en mi caso, en color pátina cerámica y topacio, que me parece precioso) y dos moldeadores (uno ancho, de 40mm, y otro más delgado, de tipo cónico para llegar mejor a la raíz); también hay espacio para un cepillo voluminizador grande, un alisador suave, un secador alisador Coanda y un secador pre-moldeado. Respecto a este último, es cierto que no le tenía mucha fe por lo pequeño que es, pero debo decir que es bastante efectivo secando el pelo, un paso previo necesario, ya que se recomienda que el cabello esté un 80% seco antes de proceder con el moldeado —yo añadiría aquí el uso de un buen protector térmico y/o crema de peinado para ayudar a fijar mejor aún—.

En cuanto al manejo de la herramienta, es imposible ponerle ninguna pega. El mango se maneja de manera cómoda, los botones tienen una resistencia perfecta y los accesorios se acoplan y desacoplan con facilidad. Es difícil pedirle más.

Dreame AirStyle Pro: el punto medio

En mi búsqueda por el rizador de pelo perfecto, me encontré con que Dreame también cuenta con una propuesta de este tipo. La firma asiática ha ido poco a poco conformando un catálogo cada vez más interesante y variado, y, entre sus múltiples ofertas centradas en el hogar, encontramos el moldeador AirStyle Pro.

Negar que está inspirado en el Airwrap de Dyson sería una osadía, aunque eso tampoco debe ser necesariamente algo malo. Si un producto es bueno, resulta interesante que otras firmas se animen a reinterpretarlo o intentar mejorarlo de alguna forma, algo que, en este caso, se podría ver reflejado en un precio bastante más ajustado —aunque del acto de desenfundar la cartera hablaré unas líneas más adelante—.

Su diseño no pasa indiferente. Se ve que Dreame le ha puesto bastante mimo y cariño al proyecto y nos presenta también un cofre con textura de cuero en color marrón muy elegante y del mismo tamaño que el de Dyson. En su interior encontraremos el mango, del mismo color, pero textura granulada (lo que ayuda al agarre) con detalles en dorado que le dan un toque más premium, y prácticamente los mismos accesorios que en el Airwrap: un cepillo redondo voluminizador, un cepillo de alisado blando, otro de alisado duro, un secador alisador y dos cilindros de 32 mm, uno para rizar hacia adentro y otro hacia fuera.

Personalmente, creo que hubiera sido mucho más cómodo tener un solo cilindro al que cambiar la dirección (como ocurre en el Airwrap), pero también reconozco que se tarda segundos en intercambiarlos, por lo que tampoco voy a llevarme las manos a la cabeza.

En cuanto a su rendimiento, me ha encantado cómo trabaja el pelo. El tamaño de rizo me parece ideal —aunque ya sabes que eso va en cuestión de gustos— y se mantiene bastante bien. ¿Pegas? Pues que aquí me he visto obligada de nuevo a contar mentalmente o estar mirando un reloj para calcular cuánto tiempo dejar calor —Dreame recomienda unos 10 segundos—.

Tras ello, hay que pasar al golpe de frío, algo que tendrás que hacer de nuevo manualmente, poniendo el botón en dicho modo y manteniéndolo en esa posición de 5 a 10 segundos. Una vez finalizado este tiempo, tienes que bajar el botón al modo Off (sí, tienes que apagarlo), y el pelo se soltará. Para mi gusto, me parece que la marca se ha complicado un poco la existencia con este procedimiento. Primero, eso de estar encendiendo y apagando el aparato con cada mechón me parece terrible. Segundo, depende de cómo te pille el rizo, puede ser que los botones queden hacia adentro y te cueste dar con ellos a tientas —sobre todo las primeras veces— para activar el frío, por ejemplo.

No dejan de ser detalles pequeños y que con la práctica se olvidan, pero es justo señalarlos para que sepas a qué te vas a enfrentar a la hora de peinarte con esta propuesta, en especial en esas primeras veces en las que te familiarizas con el dispositivo.

Create Ion Styler Pro: la locura a bajo precio

Lo de tener un moldeador de pelo en cada catálogo que se precie parece que empieza a ser una moda y la española Create no se iba a quedar fuera de ella. La compañía sorprendió hace muy poco con el lanzamiento de su propio cepillo de aire y moldeador iónico Ion Styler Pro, una propuesta que sorprende sobre todo por el ridículo precio que tiene.

Aquí el diseño se siente, eso sí, más modesto y sencillo, aunque la marca lo intenta suplir con la oferta de varios colores diferentes para hacerlo más atractivo. En mi caso, he probado el menos lucido de todos (el grafito), pero eso no quita para valorar que el aparato se siente bien en la mano, es cómodo y trabaja de forma eficaz, que es lo importante.

Aunque el producto se presenta en una especie de cofre, este no deja de ser una especie de packaging de plástico para su presentación, ya que la idea es que guardemos todo en un estuche de base rígida y con cremallera que ya te digo que me ha parecido una maravilla. Y es que es verdad que los cofres premium de Dyson y Dreame son ideales para tener en casa y guardarlo todo, pero si tienes poco espacio o quieres llevarte el moldeador de viaje contigo, vas a agradecer enormemente contar con un estuche como el que Create ha incluido en su caja.

En cuanto a los accesorios de peinado, encontramos 5 intercambiables: una boquilla de secado (para secar el pelo/eliminar la humedad), una de peinado, un cepillo alisador y dos cabezales de rizo (uno pequeño y uno grande). Estos, de nuevo, hacen uso del efecto Coanda para atraer el mechón de pelo, pero de nuevo, tendrás que calcular mentalmente el tiempo de calor y frío que quieres darle. El cambio de temperaturas también se hace manualmente, aunque a diferencia de la Dreame, no tienes que mantener pulsado el botón, solo deslizas hacia arriba una vez y pasa a echar aire frío.

Ni qué decir tiene que riza perfectamente el pelo, aunque reconozco que en mi caso concreto, es la herramienta con la que más me ha costado lograr un rizo definido y duradero. Además, los cabezales de rizo son algo más cortos que los de los otros modelos que he probado, algo que para mi largo de pelo (dos dedos por debajo de los hombros) ha resultado algo justo.

¿Qué rizador comprar?

Dejando fuera de toda duda la utilidad de esta clase de rizadores para el pelo, su compra dependerá, sin lugar a dudas, de la destreza que tengas peinándote. Si llevas años usando la plancha y te va bien, la verdad es que encontrarás cierta comodidad extra dando el salto, además de múltiples accesorios de peinado que pueden venirte genial, pero quizás no sea la apuesta de tu vida y puedas seguir tirando con tu herramienta alisadora.

En caso de que vayas a animarte con el moldeador sí o sí, no dudo que agradecerás la comodidad de la tecnología Coanda, el cuidado que hacen estos aparatos de tu pelo (recuerda que moldean con aire caliente, mucho menos agresivo) y la versatilidad que ofrecen el resto de accesorios que trae (como puede ser un cepillo alisador o uno para dar volumen, por no hablar de la propia boquilla de secado).

¿Qué modelo elegir? Pues el bolsillo manda. Y me atrevería a decir que de nuevo influye un poco la destreza que tengas peinándote. En caso de que el presupuesto no sea un problema y además seas tan torpe como yo, la Airwrap i.d de Dyson es perfecta. Soy consciente de que su precio es muy elevado (549 euros, se dice pronto), pero pagas calidad, marca, tecnología, diseño, eficiencia y una aplicación inteligente que a mí, personalmente, me ha cambiado la manera (y las ganas) de rizarme el pelo. Esto es alta gama y no hay discusión en ello.

En caso de que quieras hacer una apuesta firme por este concepto, pero la etiqueta de Dyson te parezca una pasada, creo que Dreame es una opción bastante interesante. Peina genial, tiene un acabado premium fantástico, una buena cantidad de accesorios y es lo más parecido a Dyson que vas a encontrar con garantía de buena calidad. Ojo, barata no es (hablamos de 349 euros), pero me parece un kit de herramientas completísimo.

Create por su parte, tiene la opción tirada de precio. El coste oficial de la Ion Styler Pro es de 99,95 euros, pero es que ahora ha bajado incluso más, y en el momento de escribir estas líneas, la puedes encontrar por 69,95 euros. Es de risa. Por semejante cifra, te llevas a casa un rizador que, sin ser el mejor, cumple, con varios accesorios extra y encima con un práctico estuche para guardarlo todo —el estuche, no olvidemos el estuche—.

¿Ninguna de estas alternativas termina de convencerte? Pues no te preocupes porque, como te digo, el mercado se está poniendo las pilas con esta clase de herramientas. Shark también cuenta con el FlexyStyle 5 en 1, con tres ajustes de temperatura, opción frío, estuche rígido y varios accesorios (destaca el difusor, que es raro de ver en estos packs).

Cecotec tiene un kit de moldeado con nada menos que 8 cabezales diferentes. Te van a faltar días de la semana para estrenar nuevo look con el CeramicCare AirGlam, con tecnología Coanda, por supuesto, y una etiqueta bastante ajustada.

Finalizamos por la propuesta de Italian Design, que cuenta con el Multistyler Cyclone 5 en 1, bastante compacto en tamaño y que ha bajado estrepitosamente de precio. A tenerlo en cuenta.

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