15 días con el móvil de Google que más he recomendado: hacerlo ahora es más fácil

Uno de los móviles que más he recomendado en los dos últimos años a quienes buscan un teléfono resultón sin dejarse 800, 900 o 1.000 euros es el Pixel A, que es como Google llama a sus terminales más asequibles. Las razones han sido claras: una cámara imbatible en su segmento de precio, una experiencia general muy buena, Android limpio y, especialmente, las ofertas que suelen aparecer a lo largo del año. Ahora, la compañía ha hecho una propuesta todavía más redonda con el Pixel 9A. En definitiva, recomendar su compra es ahora más fácil que nunca.

Hemos pasado un par de semanas con este smartphone entre manos para ver qué cosas cambian y si se ajusta a lo que estás buscando o qué alternativas hay en una línea parecida.

Las sensaciones son las mismas que cuando se presentó hace poco más de un mes: Google tiene en su catálogo el iPhone SE que muchos esperaban. Porque, además de mejorar aspectos clave, la compañía ha optado por no subir el precio en esta generación. Sale al mercado por 549 euros, y es probable que tarde o temprano aparezca alguna promoción que lo deje en una franja aún más competitiva.

El Pixel 9A toma elementos del diseño de sus hermanos mayores, el Pixel 9 y el Pixel 9 Pro, presentados el pasado verano. Pero, a diferencia de otros años, tiene su propio carácter. Los puntos en común son los laterales planos que tanto dieron que hablar por su innegable parecido con los del iPhone.

La razón de ser de este formato es sencilla: resiste mejor los golpes que los teléfonos con bordes curvados. El cuerpo crece ligeramente (un par de milímetros en altura y anchura), a cambio de una pantalla que pasa de 6,1 a 6,3 pulgadas. A pesar del aumento, sigue siendo uno de los terminales más cómodos de su tamaño. La resistencia al agua y al polvo se mantiene en IP68 y el cristal templado ha sido reforzado.

Mejor pantalla y batería bestial

Sin embargo, este Pixel 9A tiene un cambio que llama poderosamente la atención: Google ha rediseñado el módulo de cámara. Ya no sobresale esa barra característica en la parte trasera, sino que se ha aplanado. Era un rasgo muy identificativo, que aportaba personalidad al diseño.

Habrá que ver si este cambio marca una diferenciación clara entre la gama media y los modelos más caros, o si se extiende a toda la familia. Aunque algunos puedan pensar que se pierde identidad, personalmente lo veo como una ventaja. Estos diseños más planos acumulan menos polvo y suciedad en los bordes de la funda.

Como es habitual en la serie A, el Pixel 9A apuesta por colores más llamativos que se salen de lo habitual. Además del clásico negro y el blanco crema de los Pixel, este modelo está disponible en un rosa vibrante y un nuevo violeta que resulta realmente bonito si buscas algo que rompa con lo habitual.

La pantalla sigue enmarcada por unos bordes razonables, aunque más visibles y gruesos que en los modelos superiores. Se trata de un panel OLED de 6,3 pulgadas, con una densidad de 422 píxeles por pulgada y una tasa de refresco de 120Hz.

En general, la resolución es buena para la categoría del teléfono. Los colores están bien calibrados y los ángulos de visión son correctos. ¿Y el brillo? Pues alcanza picos de hasta 2.700 nits, aunque el valor típico es de 1.800. El brillo automático, que en versiones anteriores dio más de un quebradero de cabeza, responde ahora perfectamente y se adapta con rapidez a cada situación.

Antes de meternos con los componentes, la IA y, por supuesto, la cámara, vamos a detenernos en la batería, que es una de las grandes novedades del Pixel 9A. Monta una batería de 5.100 mAh, una cifra superior incluso a la del Pixel 9 Pro XL, que se queda en 5.060 mAh.

Teniendo en cuenta que hablamos de una pantalla más pequeña y con menor resolución, el resultado es una autonomía que aguanta sin problemas un día y medio. En muchos días, he llegado al final de la jornada con un 45% de batería restante. Una de las críticas al 7A era su escasa duración, así que el trabajo de Google en este sentido es muy destacable.

La carga rápida se queda en 23W. No es especialmente veloz, pero Google, como Apple o Samsung, prefiere no apurar este apartado para preservar la salud de la batería. Además, se puede activar un límite de carga al 80%. El dispositivo también tiene carga inalámbrica, aunque con una potencia algo baja: 7,5W.

El Tensor G4 ya no es una duda

Todos los Pixel 9 montan el Tensor G4, un procesador diseñado por la propia Google que levantó polémica el verano pasado al quedar por detrás de otros chips de gama alta en los benchmarks.

La compañía defendió que lo importante era la personalización que permite para sus funciones de inteligencia artificial, más que la fuerza bruta. El Pixel 9A monta el mismo chip que los modelos superiores, pero sus rivales son otros. Y para la gama media, el rendimiento es excelente.

En este caso tenemos 8GB de RAM, en lugar de los 12 o 16 de los otros Pixel. El rendimiento diario ha sido muy bueno. El teléfono va fluido con cualquier tarea, no se calienta y rara vez se cuelga. Está disponible con 128 o 256GB de almacenamiento. El estándar es UFS 3.1, que sin ser el más rápido, ofrece una buena velocidad de lectura. En conectividad, trae WiFi 6E, 5G, Bluetooth 5.3, NFC y USB-C 3.2.

Uno de los atractivos de los Pixel es su arsenal de funciones de inteligencia artificial. Y este no es una excepción. Tenemos el editor de imágenes, que permite borrar elementos no deseados o seleccionar zonas para transformarlas. También está la opción de escoger la mejor cara en una serie de fotos, o el modo "Inclúyeme", ideal para quienes siempre hacen las fotos y nunca salen en ellas.

Otras herramientas incluyen la transcripción de notas de voz (hasta 15 minutos), la identificación de canciones o el uso de Gemini —tanto en su versión web como en la de voz, que puede entender lo que hay en pantalla o a través de la cámara— aunque esta última está limitada a usuarios de pago.

También podemos usar Rodea para Buscar, una de las funciones más útiles que ha sacado Google últimamente. ¿Qué se queda fuera? Por ahora, la opción de transcribir llamadas y la app Screenshots, que aún no ha llegado a España y que promete ayudarnos a organizar y encontrar nuestras capturas.

En general, la IA está bien integrada y ofrece una experiencia muy sólida. Si a eso le sumamos Android puro y 7 años de actualizaciones, el Pixel 9A es una gran opción para quien busca un móvil que envejezca bien.

Una cámara 100% Pixel

A diferencia del iPhone SE, el nuevo Pixel 9A —como sus predecesores— incluye doble cámara: un sensor principal de 48 megapíxeles con estabilización óptica y una ultra gran angular, además de una cámara frontal de 13 megapíxeles que también sirve para el desbloqueo facial.

La cámara del Pixel rinde muy por encima de lo que cabría esperar en esta gama de precios. Aunque el sensor es algo más pequeño que el del Pixel 9, el procesamiento permite obtener muy buenos resultados incluso en condiciones complicadas. La resolución del sensor principal también permite hacer fotos con dos aumentos digitales con una calidad similar al zoom óptico.

Una de las cosas que más valoro de los Pixel es que han desbancado al iPhone como ese móvil que hace buenas fotos sin necesidad de saber mucho más que encuadrar.

Es cierto que en algunas escenas, sobre todo con contraluces muy fuertes, puede que haya que repetir una toma o ajustar la exposición porque el procesado es demasiado agresivo. Pero no ha sido habitual. El vídeo permite grabar en 4K a 60 fps.

Hasta aquí, la review del Pixel 9A. Como decía, creo que ha habido mejoras acertadas sin que repercutan en el precio. Es probable que algunos se sientan tentados por el Pixel 8A, que ahora está bastante más barato. Es una buena compra, pero personalmente valoro mucho el extra de batería del modelo nuevo.

Si quieres ahorrarte un pellizco, te doy dos opciones: esperar unas semanas, que seguro aparece alguna buena oferta, o consultar el plan renove, que permite entregar tu viejo móvil y obtener un reembolso. Esta misma semana, una conocida ha conseguido 200 euros entregando un Pixel 4A. A 349 euros, el Pixel 9A es un terminal imbatible.

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