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Petardos 'bomba': la nueva afición ilegal de los turistas que trae de cabeza a España
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FANÁTICOS DE LAS EXPLOSIONES

Petardos 'bomba': la nueva afición ilegal de los turistas que trae de cabeza a España

Grupos organizados de jóvenes alemanes y holandeses viajan a Valencia para tirar petardos manipulados e ilegales, aterrorizando a los vecinos. Las autoridades hablan de un nuevo turismo peor que el de borrachera

Foto: Un policía local revisa productos pirotécnicos decomisados en Valencia durante las Fallas. (Policía Local de Valencia)
Un policía local revisa productos pirotécnicos decomisados en Valencia durante las Fallas. (Policía Local de Valencia)

El reloj marca las 0:44 horas de la madrugada. La noche en la Avenida de Francia, en el Corazón de Valencia, es apacible y parte del vecindario, si no lo ha hecho ya, se prepara para conciliar el sueño. El día siguiente es viernes y toca trabajar. De repente, un estruendo ensordecedor resuena en toda la calle. Los cristales de decenas de edificios tiemblan, algunos se rompen en pedazos. Un pitido se cuela en el oído de los residentes que, incrédulos, no saben qué está pasando. "¿Qué demonios ha sido eso? ¿Habéis escuchado esa explosión? Parecía una bomba", comenta Javier en el grupo de WhatsApp de sus amigos. En Twitter, apenas dos minutos después del estrépito, empiezan a aparecer los primeros comentarios de gente nerviosa: "Ha explotado algo gordo en Parque del Lebón, ¿alguien sabe algo?", dice un usuario. "Se ha escuchado hasta en Campanar, qué miedo", comenta otro.

El caos y la incertidumbre se apoderan de los vecinos. "Mi madre está llorando del susto, parece que ha sido un bar que ha reventado por el gas", dice Raquel por teléfono mientras habla con su primo Toni, que vive en la calle de al lado. La explosión registrada la noche del pasado 20 de marzo en la calle Tomás Montañana de Valencia, solo dos días después de la Cremà de las Fallas, no se trataba de una fuga de gas, en realidad fue provocada por un enorme petardo casero. La deflagración se escuchó en casi toda la ciudad y no tardó en viralizarse en redes sociales, dejando a los ciudadanos y fuerzas de seguridad estupefactos. En la zona se personó hasta un equipo de los TEDAX, la unidad de explosivos de la Policía.

Tras inspeccionar con una cámara termográfica el enorme socavón de dos metros de ancho provocado por la detonación, los bomberos y las fuerzas de seguridad determinaron que se trataba de la explosión de un artefacto pirotécnico de gran intensidad que alguien había lanzado en un parque. Los autores se dieron a la fuga, pero un trabajador de la limpieza que se encontraba trabajando cerca tuvo que ser atendido por el SAMU. Miguel Muñiz, que vive en el edificio frente al lugar de los hechos, recuerda bien esa noche: "No pudimos pegar ojo. A la mañana siguiente, bajé a comprar el pan y vi que estaba todo el rellano lleno de cristales que reventaron tras el estallido. Las ventanas de la otra finca estaban igual. Pasamos miedo de verdad", relata este vecino a El Confidencial.

placeholder Dos agentes estudian el socavón en el suelo tras el estallido de un petardo casero. (Policía Local de Valencia)
Dos agentes estudian el socavón en el suelo tras el estallido de un petardo casero. (Policía Local de Valencia)

La principal sospecha del Ayuntamiento y de la Policía es que detrás de esta explosión se encuentra un grupo organizado de alemanes y neerlandeses fanáticos de la pirotecnia ilegal que cada año aterrizan en España para acudir a las Fallas y llevar a cabo actividades delictivas. Pocos días antes del suceso, la Policía Nacional había detenido a 12 hombres de entre 21 y 44 años por pertenencia a grupo criminal, tenencia ilícita, manipulación y fabricación casera de explosivos, desórdenes públicos y atentado contra la autoridad. Durante las detenciones, los agentes tuvieron que hacer frente al lanzamiento masivo de material pirotécnico por parte de algunos miembros del grupo y, tras su arresto, se decomisaron más de 2,5 kilos de material pirotécnico de alta peligrosidad.

Algunos de los integrantes de estos grupos que ahora investiga la Policía tienen canales de YouTube, Instagram o TikTok dedicados a esta actividad. Uno llamado StreetFireworker acumula más de 150.000 seguidores. En él, los creadores se graban recorriendo ciudades españolas, acudiendo a espectáculos de fuegos artificiales y manipulando diferentes tipos de pirotecnia casera con el fin de crear grandes deflagraciones. "4,2 kilos de petardos + Policía", reza el título de uno de los vídeos, que tiene más de 200.000 visualizaciones y se ve a varios jóvenes reventando un artefacto lleno de pólvora en la Ciudad de las Artes y las Ciencias mientras corre de los agentes.

"Explotamos una mochila llena de petardos polacos", dice otro rótulo en un vídeo de TikTok en el que se puede ver a un grupo de extranjeros preparando una traca en los jardines próximos al Palau de la Música, en la Alameda. En las imágenes, puede verse cómo sacan petardos del tamaño de un ladrillo y los apilan en el suelo separándolos con una larga mecha. Se trata de una zona donde por el día juegan cientos de niños, pero que por la noche se convierte en un escenario casi bélico. “Weg, weg” (“apartad”, “apartad”), dice en alemán un hombre que aparece en el vídeo mientras se abre paso entre algunos locales que se aproximan a la zona. Acto seguido, detonan los artefactos, llenando la zona de humo.

placeholder Petardos manipulados y de fabricación casera intervenidos por la Policía Local de Valencia.
Petardos manipulados y de fabricación casera intervenidos por la Policía Local de Valencia.

En otros vídeos se les puede ver con banderas de su país realizando cánticos, colocados en primera fila de la Mascletá de la Plaza del Ayuntamiento o junto a la Cabalgata del Ninot. No se esconden de las autoridades, que han empezado a hacer rondas en el antiguo cauce del río Turia, lugar que se convirtió el mes pasado en una batalla campal, con jóvenes neerlandeses dándose cita para lanzarse entre ellos material pirotécnico ilegal y propinándolo también contra agentes de Policía cuando estos acudieron tras varias llamadas al 091, poniendo en grave riesgo su integridad física.

El concejal de Seguridad, Jesús Carbonell, ha explicado en una rueda de prensa que este año hasta 200 personas han sido identificadas por el uso ilegal de petardos, la mitad de ellas de fuera de España. "No vamos a tolerar el disparo de material prohibido, la protección de nuestros vecinos es prioritaria y vamos a seguir vigilantes", comentaba. Carbonell incide en que es sorprendente que "haya agencias que programan viajes y paquetes turísticos de pirotecnia en Valencia".

El otro tipo de turismo que Valencia no esperaba

"Es un turismo que tiene como objetivo lanzar productos pirotécnicos ilegales que ellos mismos confeccionan de forma artesanal, con una gran cantidad de pólvora y que son extremadamente peligrosos", explicaba Antonio Castro, intendente de la Policía Local de Valencia en un programa de A Punt TV. "Este tipo de turismo está principalmente promocionado por holandeses, belgas y alemanes, que han creado vínculos y quedan a través de las redes sociales para venir a nuestro país", añadía. Los investigadores creen que se está creando un nuevo tipo de turismo pirotécnico durante los últimos años, aprovechando la festividad de las Fallas, publicitándolo en las plataformas de streaming y generando cierto 'efecto llamada'.

placeholder Captura del canal de YouTube StreetFireworker.
Captura del canal de YouTube StreetFireworker.

¿De dónde sacan los petardos? Es la pregunta que se hacen las autoridades y funcionarios, que han comenzado a sugerir que estos productos ilegales se envían a Valencia a través de servicios de paquetería. "Creemos que tienen apoyos en el terreno para recoger los envíos", explicó la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, en una reunión de urgencia que se produjo tras la explosión de la Calle Montañana y a la que se convocó a Bomberos, Policía Local, Junta Central Fallera y empresarios del sector pirotécnico para determinar qué hay que hacer para frenar este fenómeno que está yendo a más.

En el mismo encuentro, la presidenta de la Asociación de Pirotécnicos de la Comunidad Valenciana, María José Lora Zamorano, hacía hincapié en que los productos que se venden en la ciudad cuidan las medidas de seguridad y que los 'megapetardos' que se están disparando no se venden en sus fábricas y tiendas, sino que llega desde fuera: "Estamos en contra de este turismo de la pólvora que afecta muchísimo a nuestra imagen", señalaba Zamorano. En la misma línea se posiciona Samuel Albiñana, representante de la Asociación de comerciantes de pirotecnia, quien defiende que venden sólo productos certificados por la Unión Europea, y que en ningún caso superan los niveles de pólvora permitidos (1,8 gramos por petardo), no pasando de los 120 decibelios cuando se detonan".

placeholder Petardos intervenidos por las autoridades durante las Fallas en Valencia. (Policía Local)
Petardos intervenidos por las autoridades durante las Fallas en Valencia. (Policía Local)

El furor por la pirotécnica tanto en Alemania como en Países Bajos es más que conocido. Al menos cinco personas fallecieron en accidentes relacionados con fuegos artificiales en el país germano durante la víspera de Año Nuevo, donde también hubo numerosas detenciones e incendios en varias ciudades. En las afueras de la ciudad de Geseke, en Renania del Norte-Westfalia, un joven de 24 años murió a causa de un petardo de fabricación propia. Según testigos, la potente explosión se pudo oír hasta a 500 metros de distancia. En Oschatz, cerca de Leipzig, un hombre de 45 años murió después de hacer estallar fuegos artificiales de categoría F4, cuya compra está limitada a autorización oficial. Falleció en el hospital debido a graves heridas en la cabeza.

En Países Bajos, la cosa se pone mucho más fea. En los últimos años, se ha llegado a prohibir el uso de pirotecnia durante las celebraciones de Nochevieja. Sólo en las festividades de 2024 se produjeron 8.292 incidentes que se saldaron con 245 arrestos, según el informe oficial del Ministerio de Justicia. En total, más de 1.100 personas sufrieron algún tipo de lesión por la detonación de petardos. Se trata de comunidades de fanáticos de la pirotecnia que crecen muy rápidamente y que ahora, con el objetivo de evadir las leyes en sus países, han comenzado a trasladar sus actividades a otros sitios como España. Las Fallas valencianas parecen el lugar y momento perfecto donde camuflar lo que ellos creen que es un juego. Y quien lo está pagando con creces son los vecinos.

El reloj marca las 0:44 horas de la madrugada. La noche en la Avenida de Francia, en el Corazón de Valencia, es apacible y parte del vecindario, si no lo ha hecho ya, se prepara para conciliar el sueño. El día siguiente es viernes y toca trabajar. De repente, un estruendo ensordecedor resuena en toda la calle. Los cristales de decenas de edificios tiemblan, algunos se rompen en pedazos. Un pitido se cuela en el oído de los residentes que, incrédulos, no saben qué está pasando. "¿Qué demonios ha sido eso? ¿Habéis escuchado esa explosión? Parecía una bomba", comenta Javier en el grupo de WhatsApp de sus amigos. En Twitter, apenas dos minutos después del estrépito, empiezan a aparecer los primeros comentarios de gente nerviosa: "Ha explotado algo gordo en Parque del Lebón, ¿alguien sabe algo?", dice un usuario. "Se ha escuchado hasta en Campanar, qué miedo", comenta otro.

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