La bofetada de Trump al 'e-commerce' que amenaza el imperio de Temu y AliExpress
El 'Día de la Liberación' también ha sido un duro golpe para el comercio electrónico. Trump firmó una orden ejecutiva que ha pasado desapercibida y amenaza con desestabilizar un modelo de negocio que afecta a millones de personas
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"En muchos casos, el amigo es peor que el adversario, en términos de comercio". Las palabras las pronunciaba Donald Trump en la Rosaleda de la Casa Blanca, frente a una multitud de obreros, y mientras medio mundo contenía la respiración. Con un cartel gigante entre manos, el presidente de Estados Unidos reveló ayer un nuevo conjunto de aranceles que se comparan con las políticas de la época de la Gran Depresión. "Hoy es un día histórico. Será la era de oro de EEUU", dijo. Un 34% para China, un 46% para Vietnam, 20% para la UE, 49% para Camboya... El pánico cundió en los mercados. Sin embargo, tras el evento, Trump también firmó una orden ejecutiva que ha pasado desapercibida y que también supone un duro revés para el comercio electrónico y los consumidores.
El republicano ha dado luz verde a la eliminación a partir del 2 de mayo de la conocida como exención de minimis. Para quien no esté familiarizado con este término, se trata de una norma que hasta ahora permitía que los paquetes con un valor inferior a 800 dólares entraran a EEUU libres de impuestos. De esta manera, los minoristas de productos ultrabaratos, como Shein, Temu o AliExpress, utilizaban esta exención como una laguna legal para mantener los precios bajos, ya que los compradores no tienen que pagar los impuestos que de otro modo se aplicarían a sus compras. Ahora, al eliminarla, Trump está desestabilizando un modelo de negocio que ha cambiado el consumo de millones de personas.
Esa excepción, con casi un siglo de antigüedad, fue la impulsora de que multitud de proveedores chinos se expandieran rápidamente en EEUU y ampliaran su cuota de mercado. Según el Servicio de Investigación del Congreso, sólo Shein y Temu juntas controlan el 17% del comercio electrónico de moda rápida, juguetes y otros bienes de consumo en EEUU. En 2016, el Congreso elevó el umbral de entrada de 200 a 800 dólares y desde entonces, el número de paquetes libres de impuestos se ha multiplicado por diez. Los datos son imponentes: el año pasado, se registraron 1.360 millones de envíos de minimis a EEUU, según la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
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Temu es un buen ejemplo de cómo una empresa puede abrirse camino en un país como EEUU con jugosos descuentos en productos, siempre y cuando los clientes estuvieran dispuestos a esperar al menos una semana de tiempo de entrega. Y resultó que a la gente no le importaba esperar unos días de más, convirtiéndose en una alternativa al modelo de entrega rápida de Amazon y otras cadenas minoristas como Hobby Lobby, Party City y Dollar Stores. Sin embargo, y ante la amenaza de los republicanos, los gigantes de e-commerce chinos ya se preparaban para un escenario como este y, para mitigar el impacto, empezaron a procesar un mayor número de pedidos en tierra estadounidense, abriendo almacenes allí y trabajando con más vendedores locales.
En febrero, Trump ya hizo un amago de suspender la cláusula y esa maniobra causó gran confusión entre los operadores logísticos, haciendo que el Servicio Postal de EEUU suspendiera temporalmente la aceptación de paquetes procedentes de China y Hong Kong. No pasó ni una semana hasta que Trump pospuso la medida hasta que el Departamento de Comercio pudiera establecer un sistema para procesar las inspecciones y los gravámenes sobre los envíos. Ahora es oficial.
¿Por qué arremete contra esta exención?
Según su gabinete, la avalancha de paquetes procedentes de China es difícil de controlar y podría contener mercancías ilegales o peligrosas. De hecho, en alguna ocasión ha mencionado que la intención de eliminarla forma parte de sus esfuerzos por frenar el envío de opioides, como el fentanilo, al país. También afirman que ha perjudicado duramente a empresas estadounidenses como Amazon o la cadena de moda Forever 21, que recientemente comenzó a liquidar sus tiendas en EEUU tras atribuir en parte su caída al auge de Shein y Temu. "La posibilidad de que los minoristas no estadounidenses vendan sus productos a precios drásticamente más bajos a los consumidores estadounidenses ha afectado significativamente la capacidad de la empresa para retener a su base de clientes tradicional", decía su codirector Stephen Coulombe.
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La Unión Europea planea hacer algo similar para tratar de poner coto a ese agujero fiscal del que se están beneficiando compañías como Temu o Shein. Según las normas actuales, los productos de menos de 150 euros pueden importarse al bloque libre de impuestos desde países no pertenecientes a la UE. Se trata de una propuesta que recogida en la reforma de la Unión Aduanera que impulsó en 2023, pero la intención es que se acelere su tramitación en el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo y que se adelante su entrada en vigor a 2028.
Al otro lado del globo y tras el discurso de Trump, las empresas chinas ya han empezado a notar las consecuencias de este giro de los acontecimientos en la bolsa. El anuncio provocó que las acciones de PDD Holdings, propietaria de Temu, se desplomaran un 6% al cierre del mercado. Las acciones de Alibaba, operadora de AliExpress, cayeron un 5,1% y las de JD.com se dejaron un 4,7%.
¿Y qué ocurre con los pequeños vendedores y consumidores? Es probable que aquellos comercios que se abastecen de China también se vean afectados. Aproximadamente, una cuarta parte de los vendedores más grandes de la plataforma Shopify (mucho más pequeños que Shein y Temu) también utilizan la laguna legal de minimis para enviar a bajo coste muchos de sus productos desde China. "Creemos que protecciones como esta son cruciales para las pequeñas empresas que se dedican al comercio. Al eximir de impuestos y aranceles a estos envíos de bajo valor, se reducen los costes y se permite a los empresarios competir a una escala mucho mayor", afirmaba Harley Finkelstein, presidente de Shopify. Además de las ventas directas a los clientes, muchas pequeñas marcas también han optado por enviar productos con un valor inferior a 800 dólares a la vez a Amazon para evitar pagar impuestos.
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"En general, cualquiera de estos vendedores que enviaba directamente desde China se verá definitivamente afectado. Algunos minoristas, incluidas las empresas más pequeñas, podrían eventualmente optar por pedidos al por mayor y establecer centros de distribución en Estados Unidos, si los cambios persisten", señalaba a The New York Times, Santiago Gallino, profesor de la Universidad de Pensilvania que investiga las cadenas de suministro minoristas.
Tampoco podemos obviar el gran coste que asumirán los consumidores. Según la Casa Blanca, los bienes que se acojan a la exención de minimis estarán sujetos a un arancel del 30% de su valor o de 25 dólares por artículo. Esta tasa aumentará a 50 dólares por artículo el 1 de junio. El Instituto Cato, un centro de estudios de libre mercado, se ha pronunciado diciendo que eliminar la exención “aumentará los impuestos a los consumidores”. Una camiseta de Shein de 12 dólares podría reflejar una subida hasta llegar a los 15 dólares. Un juguete de Temu de 20 dólares, podría subir a 26 dólares. Y un secador de pelo de AliExpress de 30 dólares alcanzaría fácilmente los 40 dólares. En total, una medida así podría resultar en costes de entre 11.000 y 13.000 millones de dólares sólo para los consumidores, perjudicando sobre todo a los hogares más pobres y a las minorías.
"En muchos casos, el amigo es peor que el adversario, en términos de comercio". Las palabras las pronunciaba Donald Trump en la Rosaleda de la Casa Blanca, frente a una multitud de obreros, y mientras medio mundo contenía la respiración. Con un cartel gigante entre manos, el presidente de Estados Unidos reveló ayer un nuevo conjunto de aranceles que se comparan con las políticas de la época de la Gran Depresión. "Hoy es un día histórico. Será la era de oro de EEUU", dijo. Un 34% para China, un 46% para Vietnam, 20% para la UE, 49% para Camboya... El pánico cundió en los mercados. Sin embargo, tras el evento, Trump también firmó una orden ejecutiva que ha pasado desapercibida y que también supone un duro revés para el comercio electrónico y los consumidores.