Es noticia
No existe un 'botón secreto' para desactivar las armas. Pero comprar a un EEUU poco fiable sí tiene riesgos
  1. Tecnología
trump y el 'botón rojo' de los f-35

No existe un 'botón secreto' para desactivar las armas. Pero comprar a un EEUU poco fiable sí tiene riesgos

Ahora, los estrategas militares de Occidente deben introducir en sus cálculos las dudas que infunde Washington sobre la estabilidad de su apoyo en hipotéticos tiempos de guerra. Nada mejor que el F-35 como ejemplo

Foto: F-35 noruego en una base polaca. (EFE/Jakub Kaczmarczyk)
F-35 noruego en una base polaca. (EFE/Jakub Kaczmarczyk)

Entre todo el ruido estratégico que ha generado estes meses la Casa Blanca de Donald Trump, ha habido una señal clara y muy preocupante que han recibido todos los clientes (y potenciales clientes) militares de Estados Unidos. En una de sus decisiones más controvertidas, el presidente republicano retiró de forma temporal el apoyo bélico a Ucrania, lo que se materializó en una paralización momentánea del suministro de municiones e información de inteligencia. Ahora, estrategas militares y diplomáticos en todo Occidente deben introducir en sus cálculos las dudas que infunde Washington sobre la estabilidad de su apoyo en hipotéticos tiempos de guerra.

Estas consideraciones tienen un impacto directo en las decisiones de compra de material militar estadounidense. Y no hay mejor ejemplo que el Lockheed Martin F-35 Lightning II, el único —y caro— avión de quinta generación probado y disponible en el mercado occidental. Ya hay naciones, como Alemania y Canadá, que este factor, aunado a las amenazas de aranceles, están sopesando cambiar su opción de compra y buscan otras alternativas en el mercado.

En este debate, un concepto ha aparecido repetidamente (y de forma equívoca) en los medios: el llamado 'botón rojo'. Una suerte de accionador físico que, de manera remota, desactive el sistema de armas. En realidad, este botón no existe como tal. Pero eso no quita que haya varias maneras de que el fabricante (o nación fabricante) limite la efectividad y funciones de un equipo, ya sea restringiendo las actualizaciones, repuestos, municiones o redes de comunicaciones más allá del horizonte, entre otras.

Foto: Un F-35 Israelí. (Reuters)

En el caso concreto del F-35, la incertidumbre surge alrededor del sistema ODIN, un software en la nube necesario para las labores de mantenimiento y que toma como base el antiguo ALIS. Aunque debe conectarse al fabricante por internet para operar, en teoría no tiene capacidad de desactivar ni realizar acciones sobre el avión. Pero esta funcionalidad ha despertado ciertas suspicacias entre los clientes e interesados. Los servidores se encuentran en suelo estadounidense y, por tanto, están sujetos a su jurisdicción. Esto ha provocado que Noruega haya comenzado a trabajar en un software que filtre dichos datos. Asimismo, esta conexión también abre la puerta a posibles vulnerabilidades que puedan ser explotadas mediante ciberataques.

Existen otras vías para comprometer la eficacia del sistema de armas. Continuando con el ejemplo del Lightning II, el avión precisa de unos ficheros conocidos como Mission Data File (MDF), los cuales incluyen información acerca de los radares enemigos y permiten al caza evitar acercarse a ellos. Las actualizaciones de estos ficheros son cruciales para la ejecución de las misiones. Esta caso de desavenencias con el Pentágono, este podría restringir el acceso. Además, tampoco se permite —salvo a Israel— efectuar operaciones de ensayo independientes con el avión fuera de su territorio nacional.

¿Por qué aceptar un sistema con estas áreas grises? Primero, a día de hoy, no hay ningún caza disponible en occidente con capacidades similares a las del F-35. Ni en su variante Alfa, de despegue y aterrizaje convencional, ni en su variante B, de despegue corto y aterrizaje vertical. En el caso de España, es la única alternativa real para sustituir al McDonnell Douglas EF-18M Hornet y al McDonnell EAV-8B Harrier II+, que pueden operar desde el portaaeronaves LHD Juan Carlos I. Estos modelos, sirva de recordatorio, llegaron a las Fuerzas Armadas Españolas a través del programa FACA (Futuro Avión de Combate y Ataque) del Ministerio de Defensa, que en su momento supuso un paso adelante para la industria de defensa nacional y abrió las puertas a proyectos posteriores como el Eurofighter.

Foto:
TE PUEDE INTERESAR
Entendiendo el FCAS: un supercaza, un enjambre de drones y una nube de combate
Juanjo Fernández Enrique Andrés Pretel Formato: María Mateo Formato: Luis Rodríguez Diseño: Emma Esser Diseño: Laura Martín

Uno de los argumentos repetidos hasta la saciedad fue el de la Guerra de Ifni, en la que hubo que recurrir a material de la Segunda Guerra Mundial contra el vecino del sur ante la imposibilidad de emplear armamento estadounidense. Sin embargo, en este caso es necesario precisar que dicho armamento fue cedido a España en base a los Acuerdos de Madrid y, como tal, estaba sujeto a otras consideraciones legales distintas a la del material comprado.

Otro capítulo, quizás más clarificador y más cercano en el tiempo, tuvo lugar el incidente del islote de Perejil. En aquella situación, se empleó un número importante de material estadounidense, incluyendo las fragatas F-80, aviones cazabombarderos McDonnell Douglas EF-18 Hornet o aviones de patrulla marítima Lockheed P-3 Orión.

No obstante, la República Francesa —uno de los mayores promotores de la industria europea de defensa— le negó a España el uso de un satélite compartido, achacando una supuesta avería, y ejerció todas las presiones posibles en favor del país alauita. Eso no impidió que se utilizaran helicópteros franceses para desplegar a los efectivos de operaciones especiales. Es cierto que dicho período de crisis fue breve y no hubo lugar a la imposición de restricciones.

Foto: Soldados españoles tras el desembarco de Sidi Ifni (Cassowary Colorizations-CC)
TE PUEDE INTERESAR
Los españoles perdidos de la guerra de Ifni: "Nos regalaron a Marruecos y se olvidaron"
Enrique Andrés Pretel Rebeca Hortigüela. Rabat

Desactivar a largo plazo

Pero tampoco hace falta cortar de manera completa el suministro de repuestos para restringir el uso de un sistema de armas. Con ralentizar el suministro o negar un solo recambio sería suficiente para limitar el rango de misiones a ejecutar. Algo perjudicial en situación de paz, pero crítico en situación de conflicto.

Ciertas empresas imponen, además, requisitos difíciles de cumplir en tiempos de crisis. Por ejemplo, un suboficial del Ejército de Tierra mencionó en un artículo publicado en 2024 el nº 6 del Memorial de Aviación (revista profesional del Arma de Aviación del Ejército de Tierra) la necesidad de desplegar a personal civil del fabricante en zona de operaciones para ciertas labores de mantenimiento del helicóptero NH-90, lo cual incrementa el coste de hora de vuelo y reduce la operatividad de los aparatos.

Así, una cadena de suministros lenta, como la que cita el suboficial en su artículo, puede provocar que se opte por dejar de operar el sistema de armas. De hecho, una de las razones que ha esgrimido Australia para dejar de utilizar el helicóptero europeo en pos del estadounidense Blackhawk es que requieren tener disponible un número alto de piezas almacenadas que complican su operación.

Foto: Un motor en la planta de mantenimiento de ITP Aero en Ajalvir, Madrid. (M. G. O.)
TE PUEDE INTERESAR
Así pasan la ITV los aviones de combate: "Aquí todo es urgente, complejo y caro"
Enrique Andrés Pretel Fotografías: Marina G. Ortega

Un recordatorio, en estos momentos de transformación, de que la industria europea debería aspirar a una cadena de suministros más eficaz y un mantenimiento más orientado al mundo militar para facilitar el trabajo de los suboficiales especialistas, y del personal de apoyo en general, de las fuerzas armadas usuarias.

Así, el suministro seguro de piezas en tiempo y forma es un requisito crucial a la hora de explorar posibles adquisiciones o alianzas con otras industrias de defensa, como la turca o la coreana. ¿Puede garantizar Corea del Sur el suministro de repuestos en caso de que estalle un conflicto con el Norte? ¿Y qué sucede con el material turco si escalan las tensiones con Grecia y nos alineamos con nuestro socio europeo?

El caso de Ucrania es paradigmático. Quizás el elemento más visual es la cantidad de equipo que se está consumiendo, como los cañones M777 que Kiev consume a mayor velocidad de los que EEUU puede producir. Pero otros menos conocidos, y también vitales en cualquier conflicto moderno, es el acceso a inteligencia militar y a comunicaciones a través de constelaciones satelitales. Washington tiene la potestad —y lo ha hecho de manera momentánea— de impedir el acceso a información de inteligencia y dejar ciegas las operaciones militares de Kiev.

Foto: El avión de patrulla marítima Kawasaki P-1 en una maniobra. (Reuters/Issei Kato)

En España, el elemento de inteligencia militar ha sido dejado descartado. A día de hoy, no hay información pública acerca de la parte aérea —conocida como Sistema de Captación Aérea (SCAPA)— del Programa Santiago que sustituya a la añorada Reina del Espectro, aquel mítico Boeing 707 (matrícula militar TM.17-04) modificado para labores de captación de información electrónica y de imágenes a gran distancia. Aunque, para esto último, se dispone de los cuatro MQ-9 Predator B con base en el Ala 23, insuficientes para labores de inteligencia electrónica a pesar de la adquisición del pod SOAR de L3Harris.

Dicho problema también está patente en la Armada, cuya rama naval del citado programa —Sistema de Captación Naval (SCAN)— está representada por el Rey de los Hunos, el A-111 Alerta; un buque de segunda mano, procedente de la República Democrática Alemana, y con más de 30 años de servicio en la Armada.

Satélites que guían munición

Con respecto a la parte satelital, se está trabajando de manera algo más avezada. Las grandes empresas aeroespaciales europeas (Airbus, Thales y Alenia) se han unido para lanzar una constelación similar a Starlink denominada Proyecto Bromo. Asimismo, hay otro proyecto clave, conocido como Constelación Atlántica, cuyo objetivo es lanzar al menos 16 satélites para monitorear, entre otras cosas, el cambio climático.

Es evidente que hay que incrementar la independencia con respecto a Estados Unidos. Pero dicha independencia viene asociada a una gran inversión que puede ahogar a los estados europeos y que, en algunos casos, ni siquera se pueda aprovechar. Tampoco hay que olvidar la presencia de la tecnología norteamericana en productos europeos. Por ejemplo, el avión de transporte Airbus A400M cuenta con componentes estadounidenses. Lo mismo ocurre con el misil de construcción francesa SCALP-EG, el cual requiere de autorización americana para su venta.

Foto: Cara a cara con la Defensa: autoridad de diseño & potencia industrial. (Pepo Herrera)
TE PUEDE INTERESAR
Cara a cara con la Defensa: autoridad de diseño & potencia industrial
Enrique Andrés Pretel. Córdoba Fotografía: Pepo Herrera Diseño: Laura Martín Diseño: Sergio Beleña Desarrollo: María Mateo y Luis Rodríguez

Estas constelaciones satelitales también se emplean para el guiado de munición. Tanto el GPS, el cual Rusia está tratando de neutralizar para minimizar el efecto de las municiones guiadas a través de él; como las necesarias para mantener las bibliotecas de los misiles de crucero actualizadas. En concreto, el guiado de estos misiles -como el Taurus KEPD-350- se efectúa mediante la comparación de la imagen captada por el vehículo con la existente en una biblioteca precargada.

Aunque no existe un ‘botón rojo’ que permita desactivar el uso de armamento militar de manera remota, es cierto que existen mecanismos para impedir el acceso a información vital para la ejecución de las operaciones o el suministro de piezas esenciales para las tareas de mantenimiento de cualquier plataforma. Cuando dicen America First es literal: América (y sus intereses) primero.

Entre todo el ruido estratégico que ha generado estes meses la Casa Blanca de Donald Trump, ha habido una señal clara y muy preocupante que han recibido todos los clientes (y potenciales clientes) militares de Estados Unidos. En una de sus decisiones más controvertidas, el presidente republicano retiró de forma temporal el apoyo bélico a Ucrania, lo que se materializó en una paralización momentánea del suministro de municiones e información de inteligencia. Ahora, estrategas militares y diplomáticos en todo Occidente deben introducir en sus cálculos las dudas que infunde Washington sobre la estabilidad de su apoyo en hipotéticos tiempos de guerra.

Defensa Tecnología militar
El redactor recomienda