Digitalización desde la planificación urbana para reinventar la 'smart city'

Si bien se habla de smart cities o ciudades inteligentes desde hace varias décadas, es ahora cuando la tecnología tiene un grado de penetración suficiente como para valorar el concepto en su justa medida. Sin embargo, la realidad es que, más allá de la monitorización de datos y la digitalización parcial de procesos y servicios, cabe preguntarse cómo de inteligentes son nuestras ciudades. Y la respuesta de los expertos en la materia es que hay varias velocidades, tanto para las propias urbes —unas tienen más capacidad que otras para transformarse—, como para los ciudadanos. Además, la irrupción de nuevas tecnologías emergentes, la ciberdelincuencia o la brecha de talento son elementos que complican más si cabe a los ayuntamientos tanto su adaptación a los nuevos tiempos, como la incorporación de una vida digital realmente eficaz.

Para entender cómo deben continuar los consistorios españoles con la transformación digital y qué puede esperar la ciudadanía de todo este proceso, El Confidencial y EY organizaron una mesa redonda titulada C³: Co – Creación – Ciudadana. El panel de expertos estuvo conformado por Manuel Márquez Ortiz, socio responsable del Sector Público en Consultoría de EY; Fernando de Pablo, director de la Oficina de Transformación Digital del Ayuntamiento de Madrid; Silvia Tomillo, concejala de Innovación y Digitalización del Ayuntamiento de Valladolid; May Escobar Lago, concejala de Turismo, Innovación, Digitalización Urbana y Promoción Económica en Ayuntamiento de Segovia; José Antonio Ondiviela, asesor tecnológico de Zaragoza y profesor Universidad Francisco de Vitoria; y Beatriz Herranz Casas, directora General Territorio Centro de Telefónica.

Como punto de partida, Manuel Márquez Ortiz expuso una visión renovada del concepto ciudad inteligente, en la que “se debe trascender la mera sensorización y monitorización”. Para lograrlo, “el futuro urbano implica la integración activa de ciudadanos y empresas en la configuración del desarrollo”, algo que “requiere repensar los planes urbanísticos desde su propio diseño”. Más allá de “mapas estáticos”, esta planificación “debe incorporar tecnología desde el inicio” y permitir “ajustes constantes en función de las necesidades emergentes”, señaló.

En toda esta renovación de las smart cities, “la ciberseguridad debe estar en el centro de la estrategia y no como un complemento secundario”, agregó. En paralelo, el socio de EY subrayó “la importancia de la experiencia adquirida en la Administración local” y que sirve, según sus palabras, “como vivero para el desarrollo de directivos públicos que comprendan tanto el día a día como la visión estratégica”.

"Hay que repensar los planes urbanísticos para ajustarse a las tecnologías y necesidades emergentes", M. Márquez Ortiz (EY)

En su turno, Fernando de Pablo detalló cómo se está acometiendo la transformación digital en Madrid, poniendo énfasis en que “la tecnología es un medio para lograr un cambio organizativo y cultural”. En su opinión, “la digitalización no se limita a la implementación de tecnologías de última generación, sino que busca mejorar la eficiencia, la sostenibilidad y la inclusión social a través de una estrategia que agrupa —en el caso de la capital— más de 100 proyectos”. Destacó la utilización de innovaciones como el 5G, la IA, la automatización, la robotización o el uso de gemelos digitales, “herramientas que están orientadas a optimizar procesos internos y a anticipar incidencias mediante el análisis de datos en tiempo real”. El experto también remarcó “la importancia de una gobernanza que conecte estos proyectos con el ciudadano para resolver problemas cotidianos y mejorar la calidad de vida de los habitantes”.

Pero ¿cuáles son los hándicaps en la transformación digital de ayuntamientos de tamaño medio? En el caso de Valladolid, Silvia Tomillo resaltó que “existe un reto dual: adaptarse al ciudadano moderno y, al mismo tiempo, ser capaces de atraer talento joven con habilidades innatas en tecnología”.

Para hacer frente al primer desafío, desde el consistorio vallisoletano se impulsan iniciativas “para renovar la imagen tradicional del ayuntamiento y hacerlo más dinámico, colaborativo y transversal”, aclaró. “Esta estrategia incluye romper compartimentos internos y potenciar la cooperación entre departamentos —continuó la concejala—, lo que permite acercar la tecnología a la ciudadanía sin excluir a los grupos vulnerables”. Respecto a la segunda preocupación, reconoció que “es complicado competir en la captación y retención de talento con grandes ciudades”, aunque “intentamos reinventar el atractivo del empleo público y modernizar la gestión administrativa”.

Por su parte, May Escobar Lago mencionó que, cuando su equipo entró a liderar el ayuntamiento de Segovia, “el ámbito de la digitalización se presentaba como un auténtico desierto”. Esto planteó un doble desafío: “Por un lado, necesitábamos impulsar la innovación económica, mientras que, por otra parte, era obvio que había que transformar internamente la Administración”. En el ámbito económico, “ya existen políticas orientadas a promover la innovación en el tejido empresarial segoviano, no solo apoyando a startups mediante acuerdos con compañías punteras, sino también facilitando que las pymes escalen utilizando tecnologías emergentes”, explicó. Al mismo tiempo, “queremos fomentar la innovación social —aseguró la edil—, orientada a generar un impacto positivo en la ciudad y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, poniendo la tecnología al servicio de la comunidad”.

"Las administraciones tenemos el reto dual de adaptarnos al ciudadano moderno y atraer talento joven", S. Tomillo (Ayto. Valladolid)

El tercer ayuntamiento presente en la mesa redonda fue el de Zaragoza. José Antonio Ondiviela inició su intervención exaltando que la quinta ciudad de España “atraviesa el mejor momento de su historia, con una calidad de vida inmejorable, situada entre las ciudades más seguras del mundo y con una movilidad envidiable con desplazamientos inferiores a los 15 minutos”. Para el profesor universitario, estos logros han servido para que la gran inversión tecnológica se fije en la capital maña: “Los proyectos de gigantes tecnológicos como Amazon Web Services, Microsoft y Blackstone dejarán más de 40.000 millones de euros en los alrededores de Zaragoza”, precisó. “Todo ello se suma a nuestro potencial en logística, generación de energía renovable o los ambiciosos proyectos medioambientales que tenemos en marcha, como la transformación urbana mediante el bosque de los Zaragozanos", enumeró el asesor del consistorio.

La tertulia se completó con la participación de una de las compañías que trabaja codo con codo con la Administración local para fomentar su digitalización. Así, Beatriz Herranz Casas relató la experiencia de Telefónica en materia de innovación urbana: “Tras más de 15 años de trabajo en las ciudades, hemos conseguido desarrollar una plataforma abierta y escalable que integra IA, IoT y big data para recoger datos y tomar decisiones que mejoren la sostenibilidad y la calidad de vida”, concretó. La experta explicó que “gracias a una de las mejores infraestructuras de red, con fibra óptica y 5G de alta cobertura, se han conectado millones de dispositivos: desde contadores de agua hasta farolas inteligentes y sistemas de parking”, confirmó. Sin embargo, también advirtió que “no se debe desatender la ciberseguridad, sino que ha de ser parte integral del diseño, puesto que cada dispositivo conectado puede ser vulnerable a ataques”.

Hacia una digitalización homogénea

Continuando con el análisis, Manuel Márquez Ortiz profundizó en la transformación de las administraciones, resaltando que “los proyectos de back-office, aunque opacos para el ciudadano, son fundamentales para mejorar la calidad de los servicios públicos”. Por esta razón, el socio responsable del Sector Público de EY destacó “la necesidad de hacer más transparente la estructura interna mediante el uso de IA, lo que facilitará la participación y reducirá la percepción de verticalidad”.

También recomendó que continúe la colaboración entre ciudades, aunque alertó de que “no bastará para evitar que ciertas urbes queden rezagadas en la digitalización; serán imprescindibles políticas estructuradas que garanticen una digitalización homogénea”. En definitiva, abogó por “un cambio que sitúe al ciudadano en el centro del proceso, rediseñando los servicios públicos para que sean intuitivos, participativos y eficaces”.

"La tecnología permite un cambio organizativo, pero también mejora la eficiencia y la inclusión social", F. de Pablo (Ayto. Madrid)

Fernando de Pablo, por su parte, aterrizó algunos proyectos desarrollados en la ciudad de Madrid. De esta forma, puso el ejemplo de iniciativas que “integran IA para priorizar la atención en servicios sociales”, lo que permite “una respuesta más rápida y personalizada ante incidencias”, tales como “la gestión de emergencias o el control de infraestructuras críticas”. Igualmente, subrayó “el papel de la cooperación interadministrativa y el intercambio de buenas prácticas” y admitió que “la pandemia evidenció tanto el potencial como las limitaciones tecnológicas; nos hizo ver desafíos como la brecha de telecomunicaciones, la capacitación del personal y la interoperabilidad”. Bajo su perspectiva, “la transformación ha de estar al servicio de la ciudadanía, facilitando trámites y mejorando la eficiencia, de manera que cada proyecto contribuya a un Madrid más ágil y humano con resultados palpables”, reclamó.

En el apartado de casos prácticos, Silvia Tomillo confirmó que el consistorio que representa “está transformando su intranet, agilizando procesos burocráticos, informando mediante notificaciones móviles, impulsando la coordinación interdepartamental o permitiendo el pago a través de plataformas como Bizum”. Además, “la inteligencia artificial nos está permitiendo categorizar y gestionar quejas ciudadanas, garantizando respuestas rápidas y eficientes”. Todo, con un objetivo claro: “Mejorar la atención al ciudadano y democratizar el acceso a la tecnología, superando incluso las barreras de hardware y lingüísticas”, afirmó. Eso sí, sin perder el foco en la ciberseguridad: “Es imprescindible proteger bien los datos sensibles que maneja cualquier ayuntamiento frente a los ataques que se producen a diario y las vulnerabilidades en sistemas. De hecho, se erige como prioridad para nosotros”, sentenció.

"Es necesario formar y atraer talento que entienda la tecnología y el funcionamiento de la Admon.", M. Escobar Lago (Ayto. Segovia)

May Escobar Lago explicó que en Segovia la digitalización está sirviendo “para implementar soluciones orientadas al sector turístico”, como, por ejemplo, “el análisis de datos de gasto de turistas extranjeros, lo que nos ayuda a optimizar políticas y servicios”. Pero no siempre ha sido fácil, ya que “existe una notable resistencia y temor entre algunos profesionales a aceptar la transformación. Esto evidencia la necesidad de formar y atraer talento que entienda tanto la tecnología como el funcionamiento interno de la Administración”, reconoció.

Respecto a la evolución de la ciudad inteligente como concepto, desde su punto de vista, “es esencial retomar el punto de partida inicial, centrado en la persona, y aprovechar las redes de colaboración entre ciudades españolas, que facilitan el intercambio de experiencias y refuerzan el liderazgo nacional en innovación digital puesta en práctica”, constató la concejala.

En el caso de Zaragoza, “ya se provee a la población de servicios mediante agentes digitales o se optimiza la eficiencia del personal con asistentes virtuales”, aseguró José Antonio Ondiviela. El asesor del ayuntamiento expuso que “la incorporación de IoT y los gemelos digitales nos sirve para comprender el entorno físico de la ciudad”.

Al mismo tiempo, “se han implementado diferentes análisis de vulnerabilidades con más de 50 parámetros por distrito, lo que permite adaptar las políticas públicas a las necesidades reales de los ciudadanos”. Pero para alcanzar el éxito, “es importante integrar nuevas tecnologías, como el metaverso, a medida que estén disponibles, siempre manteniendo el enfoque en el para qué de cada aplicación, es decir, en el servicio al ciudadano”. Entre los retos y desafíos, destacó uno que se repitió a lo largo de la jornada: “Atraer y retener talento en la Administración, dada la brecha salarial frente al sector privado”.

Para cerrar la mesa redonda, Beatriz Herranz Casas reiteró “la relevancia de que la tecnología esté al servicio del ciudadano y no se limite a ser una herramienta técnica”. Citó como ejemplo su uso para combatir la soledad no deseada, en el que “se utiliza un humanoide con voz natural que contacta a personas en riesgo y genera una base de datos para que los servicios sociales intervengan oportunamente”.

La directora General Territorio Centro de Telefónica también destacó cómo “la integración de datos de operadores de telecomunicaciones y administraciones ha permitido desarrollar herramientas para medir la afluencia turística y optimizar la oferta de servicios en destinos de gran atractivo”. Para ella, “esta colaboración es vital para impulsar proyectos de innovación que faciliten una descentralización y eviten que la tecnología contribuya a la desigualdad social”, finalizó.