OpenAI deja de "censurar" ChatGPT para hacerte más "libre" (y agradar a Trump y Musk)
La compañía ha modificado sus reglas de moderación para incluir contenido hasta ahora considerado polémico, como pornografía, violencia o orientación política. Es justo lo que Donald Trump exigía desde hace tiempo
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OpenAI ha anunciado una actualización significativa en la forma en que entrena y regula el comportamiento de ChatGPT, su popular chatbot de inteligencia artificial. La empresa ha declarado que su nueva política busca promover la "libertad intelectual", permitiendo que el asistente genere respuestas sobre una gama más amplia de temas, incluyendo aquellos considerados controvertidos o sensibles, como contenido violento o pornográfico.
En el centro de este cambio se encuentra la reciente versión del "Model Spec", un documento de 187 páginas que establece las reglas de conducta del chatbot. Entre los puntos más destacados se encuentra la eliminación de restricciones sobre ciertos temas considerados sensibles, incluyendo la generación de contenido erótico y gore en contextos adecuados. Además, los cambios favorecerán que no hay "manipulaciones políticas" de los usuarios, algo de lo que el presidente de EEUU, Donald Trump, se venía quejando desde hace años en su relación con las tecnológicas de Silicon Valley.
Según OpenAI, la nueva política busca garantizar que ChatGPT no adopte una postura editorial, ofreciendo múltiples perspectivas sobre temas polémicos en lugar de rehusar responder. Esto se traduce en una mayor flexibilidad en sus respuestas, pero también en un desafío para equilibrar la precisión con la neutralidad.
El documento especifica que el chatbot deberá evitar generar contenido explícito, salvo en casos donde sea "apropiado", como contextos educativos, históricos, médicos o artísticos. Sigue existiendo una prohibición total de cualquier contenido relacionado con menores de edad, además de restricciones sobre información peligrosa, como instrucciones para fabricar explosivos o manipular elecciones.
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Millones de usuarios ya se han puesto a experimentar para comprobar hasta qué punto afectan los cambios a los resultados. En Reddit, cientos de usuarios ha demostrado que los filtros de contenido de ChatGPT se han relajado, permitiendo que algunos generen escenarios explícitos de índole sexual o violenta sin advertencias de contenido. OpenAI señala que sus Políticas de Uso siguen vigentes, prohibiendo la creación de herramientas de IA para menores que incluyan contenido sexual. En los casos más extremos, como si le preguntas a ChatGPT cómo crear una bomba, le dices que "quieres disparar a alguien" o que "quieres suicidarte", ChatGPT no ofrecerá información o sugerirá formas de que busques ayuda con las autoridades para evitar suicidios o actos violentos.
La presión de Trump y Musk
El cambio en la postura de OpenAI ha despertado especulaciones sobre si la compañía está tratando de congraciarse con la nueva administración de Donald Trump en Estados Unidos. En los últimos meses, figuras influyentes de Silicon Valley cercanas al expresidente, como David Sacks, Elon Musk y Marc Andreessen, han acusado a OpenAI de "censurar" contenido y favorecer posturas de centro-izquierda en sus respuestas automatizadas.
"David Sacks, Elon Musk y Marc Andreessen han acusado a OpenAI de censurar contenido y favorecer posturas de centro-izquierda".
OpenAI niega que estos cambios respondan a presiones políticas y defiende que su objetivo es brindar a los usuarios más control sobre la información que reciben. "El principio de la inteligencia artificial no es moldear la humanidad, sino asistirla", señala la empresa en el documento. Asegura además que estos cambios se venían fraguando desde mayo de 2024. Sin embargo, se han implementado justo semanas después tras la toma de posesión de Trump y el anuncio de Mark Zuckerberg en la misma dirección: cambiar las políticas de moderación para permitir todo tipo de contenidos de tipo político, erótico o con escenas consideradas violentas.
La compañía argumenta que ciertas restricciones previas limitaban el uso de ChatGPT en sectores profesionales como la criminología, la medicina forense o el periodismo. Bajo las nuevas directrices, ChatGPT podrá generar descripciones explícitas si estas tienen un propósito legítimo, aunque seguirá prohibido el contenido ilegal, no consensuado o dañino.
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El giro de OpenAI hacia una mayor libertad de expresión se inscribe en un contexto de cambio en Silicon Valley. Empresas como Meta han abandonado progresivamente sus políticas de moderación de contenido más estrictas, mientras que compañías como Google y Amazon han reducido sus iniciativas de diversidad e inclusión.
Sin embargo, esta nueva era de apertura podría enfrentarse a retos importantes, especialmente en términos de confianza del usuario y de regulación, sobre todo en Europa. La flexibilización de normas sobre contenido polémico podría generar resistencia en ciertos sectores, mientras que la neutralidad total en temas políticos sigue siendo un objetivo difícil de alcanzar.
A medida que OpenAI busca consolidarse como la principal fuente de información online y competir con gigantes como Google, la evolución de sus políticas será clave para determinar hasta qué punto los usuarios y las instituciones aceptan este nuevo enfoque. Quien seguro lo va a aceptar de buen grado es Donald Trump y Elon Musk.
OpenAI ha anunciado una actualización significativa en la forma en que entrena y regula el comportamiento de ChatGPT, su popular chatbot de inteligencia artificial. La empresa ha declarado que su nueva política busca promover la "libertad intelectual", permitiendo que el asistente genere respuestas sobre una gama más amplia de temas, incluyendo aquellos considerados controvertidos o sensibles, como contenido violento o pornográfico.