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Wikipedia es la última fortaleza contra la cruzada de Musk: "Las amenazas han comenzado"
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"NO DONÉIS A 'WOKEPEDIA'"

Wikipedia es la última fortaleza contra la cruzada de Musk: "Las amenazas han comenzado"

Elon Musk ha intensificado el boicot contra Wikipedia, acusándola de falta de imparcialidad, ser "woke" y cuestionando su financiación. Ahora la Fundación Wikimedia ha empezado a proteger a sus editores ante el acoso digital

Foto: Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, en el Despacho Oval de la Casa Blanca. (Reuters)
Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, en el Despacho Oval de la Casa Blanca. (Reuters)

"¡Dejen de financiar Wikipedia!". Elon Musk, el hombre detrás de Tesla y SpaceX, lanzó esta arenga a sus seguidores después de descubrir que la enciclopedia online más consultada del mundo había actualizado su biografía con un dato que no le hizo ninguna gracia. Se mencionaba que, durante la toma de posesión de Donald Trump, Musk hizo un gesto con el brazo que “fue comparado con un saludo nazi o fascista, aunque él negara cualquier significado”. La descripción no era una acusación, solo una descripción de lo que ocurrió, pero el magnate explotó: "Wikipedia es una extensión de la propaganda mediática tradicional", escribió furioso. Jimmy Wales, cofundador de la plataforma, no tardó en responderle: "¿Hay algo inexacto en esa descripción? Es un hecho que hiciste el gesto (dos veces), que la gente lo comparó con un saludo nazi (mucha gente) y que tú lo negaste. No es propaganda, son hechos”.

Más allá del pataleo momentáneo, estas críticas son solo una pequeña parte de una guerra más grande que él y de su círculo llevan librando durante los últimos meses para deslegitimar a Wikipedia, sugiriendo que está "controlada por activistas de extrema izquierda" y llamando a sus seguidores a “dejar de donar a Wokepedia”. Este último adjetivo se lo adjudica tras retuitear en X una publicación que decía que la Fundación Wikimedia dedica 50 millones de dólares al año a proyectos de "diversidad e inclusión", aunque en realidad esta suma engloba también los salarios de los abogados y la infraestructura de ciberseguridad, entre otras cosas. Sus aliados también comparten esa misión. "Wikipedia ha sido capturada ideológicamente durante años", publicó Shaun Maguire, socio de Sequoia Capital. "Wikipedia miente", escribió Chamath Palihapitiya, inversor tech de Social Capital.

Pero la verdadera batalla que están librando contra Wikipedia parece tener menos que ver con el sesgo y más con el control. En su meteórico ascenso como el César de internet, Musk ha convertido X en su propio megáfono, un canal donde sus opiniones políticas se amplifican sin límites. Incluso otras plataformas que no le pertenecen han seguido su ejemplo: en enero, Mark Zuckerberg anunció que Meta dejaría de contar con verificadores de datos y moderación. Pero a diferencia de otras redes sociales donde el dueño puede moldear la narrativa con algoritmos, la enciclopedia sigue funcionando bajo un sistema colectivo de verificación, basado en fuentes y consenso editorial. No es perfecta, pero sigue siendo uno de los pocos rincones de Internet donde la información no se pliega al antojo de un multimillonario. Y eso, para Musk y su círculo, es un problema.

"Wikipedia es algo de todos, no se puede controlar por una gran multinacional. Es importante garantizar ahora más que nunca el acceso a la información sin publicidad, de manera altruista. Hay fallos, hay vandalismo, pero lo que ha construido durante todas estas décadas es un compendio de conocimiento que ha sido catalogado de bien público digital por la ONU, que tiene una puesta en valor como el software libre. Es algo que supera el interés comercial privado. Cualquier magnate soñaría con controlar eso, pero el dinero no puede comprarlo todo", explica a El Confidencial Mentxu Ramilo Araujo, secretaria de la Asociación Wikimedia España.

Foto: Elon Musk, realizando el saludo nazi esta semana. (Reuters)

Por eso, la estrategia del multimillonario ha ido derivando poco a poco en erosionar la credibilidad de la enciclopedia. Si convencen a sus seguidores de que es un simple brazo de la "propaganda woke", pueden justificar la necesidad de una alternativa. De hecho, no sería la primera vez que lo intentan: en octubre del año pasado, Musk llegó a sugerir la creación de X-pedia, una versión de Wikipedia "más objetiva".

Las críticas de Musk a Wikipedia también encajan con sus ataques habituales a los medios de comunicación tradicionales. "Dado que Wikipedia considera que la propaganda de los medios tradicionales es una fuente 'válida', ¡naturalmente se convierte simplemente en una extensión de la propaganda de los medios tradicionales!", despotricó. Pero, irónicamente, Wikipedia se parece cada vez más a la versión de Internet en la que Musk se está inspirando. Por ejemplo, la función Community Notes de X, que permite a los usuarios corregir y contextualizar publicaciones engañosas, es presentada por el magnate como la mejor solución para combatir la desinformación. Lo irónico es que, según el propio vicepresidente de producto de X, esta herramienta se inspiró directamente en Wikipedia.

"Es curioso que, desde que Trump y Musk llegaron al poder, muchas más personas han empezado a hacer donaciones a Wikipedia y a otro tipo de proyectos similares", señala Ramilo. Este fenómeno lleva acrecentándose desde que Mark Zuckerberg y Meta han empezado a imitar políticas similares a las de X.

Los editores, preparados para un "aumento de amenazas"

El asedio a Wikipedia no es solo un berrinche más de Musk, sino que se está convirtiendo en una ofensiva con amenazas. Si no puede controlar la enciclopedia libre, el siguiente mejor movimiento para los que quieren derribarla es intimidar a quienes la editan. Por eso, la Fundación Wikimedia ha comenzado a repensar medidas para proteger a sus colaboradores. Durante años, ha desarrollado herramientas para mantener el anonimato de los editores en países donde editar Wikipedia es ilegal o peligroso. Ahora, esas mismas estrategias deben aplicarse en países democráticos, donde los ataques no provienen de regímenes autoritarios, sino de empresarios.

"Estamos viendo un aumento en las amenazas, tanto de regulación como de litigios en todo el mundo", afirmó recientemente la CEO de la Fundación Wikimedia, Maryana Iskander, a los miembros de la comunidad. La filtración de un documento interno de la Fundación Heritage, titulado Wikipedia Editor Targeting, revela el nivel de sofisticación de estos ataques. En él, se detallan estrategias para identificar y acosar a editores de Wikipedia, desde rastrear sus patrones de escritura hasta usar herramientas avanzadas para descubrir sus identidades. También se menciona la infiltración en la comunidad de Wikipedia mediante cuentas falsas, con el objetivo de generar caos.

placeholder Maryana Iskander, CEO de la Fundación Wikimedia.
Maryana Iskander, CEO de la Fundación Wikimedia.

La magnitud de la amenaza ha llevado a Wikimedia a replantearse cómo funciona la edición anónima en la plataforma. Actualmente, cuando un usuario no registrado realiza una edición, su dirección IP queda expuesta públicamente, lo que lo convierte en un blanco fácil para el acoso digital. Para mitigar este riesgo, Wikimedia está implementando un sistema de "cuentas temporales", que asignará un nombre de usuario genérico a los editores sin cuenta, ocultando así su IP a cualquiera que no sea parte del equipo de lucha contra el vandalismo. También ha puesto en marcha un programa legal para proteger a sus colaboradores de demandas estratégicas que buscan silenciarlos.

"Wikipedia es un repositorio abierto y libre para albergar la suma de conocimiento. Y en esa suma, entran diversos puntos de vista sobre los hechos. Cualquier persona puede escribir en Wikipedia, pero no de cualquier manera. Hay unas políticas y convenciones acordadas por cada comunidad wikimedista de cada una de las más de 350 wikipedias en lenguas diversas. Y son estas políticas las que guían lo que se puede y no se puede hacer en Wikipedia. Injerencias desde fuera de la comunidad, tengo la esperanza de que serán neutralizadas por las personas voluntarias que se encargan a diario de velar porque los contenidos de Wikipedia sigan estas políticas", señala Ramilo.

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"Es muy fuerte lo de 'editar sin miedo'. Confieso que yo comencé editando Wikipedia metiendo la pata de forma inconsciente. Pero es muy triste y terrible que, por un lado, se persiga (desde entidades que no son la propia comunidad wikimedista) a personas que escriben determinados contenidos; y también es muy triste que haya personas que invierten su tiempo para vandalizarla", añade. El temor a una posible presión legal ha llevado a Wikimedia a considerar incluso el traslado de su sede fuera de Estados Unidos. Sin embargo, como explicó la Fundación, esta medida sería extremadamente costosa y probablemente ineficaz, ya que el acceso a los proyectos seguiría estando sujeto a la legislación estadounidense.

La enemistad entre Elon Musk y Jimmy Wales, el cofundador de Wikipedia y ahora presidente emérito de la Fundación Wikimedia, es conocida. En mayo de 2023, Wales acusó a Musk de doblegarse ante el gobierno turco al restringir contenido en X. El magnate, en su estilo provocador, respondió ofreciendo "1.000 millones de dólares" si la enciclopedia cambiaba su nombre a "Dickipedia" (en referencia a la palabra "pene", en inglés), con un emoji de excremento incluido. Wales le confrontó más tarde diciendo que X está plagado de "trolls y lunáticos". En una entrevista en la CNBC argumentaba que, por eso, "mucha gente seria y reflexiva de la red social está huyendo". "Lo que Musk llama censura, nosotros lo llamamos juicio editorial reflexivo", añadía.

También la persona detrás de la enciclopedia ha arremetido contra Donald Trump, diciendo en el pasado que debería haber sido baneado de Twitter “hace mucho tiempo": "Es un fanfarrón y dice cosas falsas. Ha atacado a las personas de maneras que otra gente no podría salirse con la suya. Quiero decir que han dejado muy claro que están aplicando las reglas de manera diferente".

placeholder Jimmy Wales, cofundador de Wikipedia. (Hugo Amaral/SOPA Images)
Jimmy Wales, cofundador de Wikipedia. (Hugo Amaral/SOPA Images)

Si bien Wikipedia está lejos de la perfección, no hay pruebas contundentes de que funcione como un instrumento de propaganda para la izquierda o para cualquier otro partido político. Si hablamos de quiénes contribuyen a la enciclopedia, sí encontramos cierto sesgo. Según una encuesta de 2020 de la Fundación Wikimedia, el 87% de quienes editan Wikipedia son hombres, y más de la mitad vive en Europa. También hay una fuerte presencia de profesionales con alto nivel educativo, como profesores, periodistas e informáticos.

Pero, más allá de las inclinaciones políticas de cada uno, la esencia de Wikipedia es dar cabida a todas las voces, siempre que se respeten sus reglas: mantener la neutralidad y respaldar cada edición con fuentes verificables. Prueba de ello es lo que ocurrió en las elecciones presidenciales de Francia en 2022. Uno de los editores más activos de la versión en francés —con 170.000 ediciones en su haber— fue expulsado tras descubrirse que había intentado manipular contenidos para favorecer al político de extrema derecha Éric Zemmour. "Era una figura conocida en la comunidad, y su ideología nunca fue un problema. Lo que llevó a su expulsión fue que no siguió las normas", señalaron desde la comunidad.

Foto: Varios manifestantes sostienen pancartas en contra del presidente de EEUU, Donald Trump. (ZUMA Press Wire/Gina M Randazzo)

"Es importante que cada persona seamos conscientes de que nuestro tiempo y nuestras decisiones cotidianas de consumo tienen incidencia, más de la que nos creemos. Resulta más sencillo escribir un mensaje en una plataforma comercial que dedicar un tiempo a mejorar un artículo en Wikipedia. Lo segundo, tiene un impacto mayor en la construcción colectiva de conocimiento. Con lo primero, regalamos nuestro tiempo, atención y datos a multinacionales. Está en nuestras manos decidir qué hacemos con nuestro tiempo", concluye Ramilo.

El valor de Wikipedia, al final, es que no depende de una sola persona. Miles de voluntarios en todo el mundo crean, revisan y actualizan los artículos sin que haya una figura central que dicte qué se publica y qué no. En una red cada vez más polarizada, donde las grandes plataformas se pliegan a intereses particulares, la enciclopedia sirve de espacio colectivo y abierto. En palabras del escritor Alexis Madrigal, es "el último bastión de la realidad compartida". Y es precisamente eso lo que la está convirtiendo en el blanco de algunas de las personas más poderosas del mundo.

"¡Dejen de financiar Wikipedia!". Elon Musk, el hombre detrás de Tesla y SpaceX, lanzó esta arenga a sus seguidores después de descubrir que la enciclopedia online más consultada del mundo había actualizado su biografía con un dato que no le hizo ninguna gracia. Se mencionaba que, durante la toma de posesión de Donald Trump, Musk hizo un gesto con el brazo que “fue comparado con un saludo nazi o fascista, aunque él negara cualquier significado”. La descripción no era una acusación, solo una descripción de lo que ocurrió, pero el magnate explotó: "Wikipedia es una extensión de la propaganda mediática tradicional", escribió furioso. Jimmy Wales, cofundador de la plataforma, no tardó en responderle: "¿Hay algo inexacto en esa descripción? Es un hecho que hiciste el gesto (dos veces), que la gente lo comparó con un saludo nazi (mucha gente) y que tú lo negaste. No es propaganda, son hechos”.

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