Balas de 300 euros: los francotiradores 'no tripulados' de la guerra siembran el terror en el frente
Ucrania recurre a la fabricación masiva de drones para suplir su falta de efectivos. La industria local ya fabrica cuatro millones de aparatos al año y los utilizan para abatir objetivos individuales
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* Algunos videos y enlaces incluidos en esta noticia contienen imágenes angustiosas y de violencia extrema no aptas para todos los públicos.
En la Batalla de Saratoga, en 1777, un certero fusilero llamado Timothy Murphy recibió la misión de dar muerte al elegante general británico Simon Fraser durante la guerra de la independencia norteamericana. Armado con un fusil Kentucky y a unos 275 metros, el francotirador alcanzó a Fraser, que murió ese mismo día. Las tropas británicas se retiraron desmoralizados. Para muchos, este es el primer episodio de francotirador moderno; un soldado altamente cualificado y capaz de alcanzar objetivos seleccionados a grandes distancias con una sola bala.
La guerra de Ucrania parece haber inaugurado una nueva versión del francotirador. En este caso, son jóvenes entrenados con videojuegos, pero maestros a la hora de perseguir objetivos en el frente utilizando drones control remoto de bajo coste. Comenzaron cazando grandes carros de combate, vehículos blindados o concentración de tropas. También Rusia ha ampliado su flota de drones y su uso masivo desde el inicio de la guerra. Y ambos bandos se ven con serias dificultades para contrarrestarlos.
Pero, cada vez más, los ucranianos están utilizando estos aparatos para abatir soldados aislados, uno a uno, dándoles muerte con pocas posibilidades de escapatoria. En las últimas semanas, más de una decena de videos publicados en redes sociales registran estos metódicos y certeros ataques con drones guiados por fibra óptica.
Esto confirma cómo el uso de los denominados vehículos no tripulados (UAV o unmanned aerial vehicle) del modelo visión en primera persona (first person view o FPV) en el teatro de operaciones ucraniano es una de las estrategias más baratas, innovadoras y exitosas de Kiev en el campo de batalla, espoleada por su falta de efectivos.
En las trincheras son especialmente complicados de neutralizar los que están controlados a distancia por fibra óptica (FPV), ya que son inmunes a la guerra electrónica (soft kill), principal arma para defender grandes espacios ante esta amenaza. Las Fuerzas Armadas ucranianas han incorporado en su arsenal todo tipo de UAV controlados remotamente; desde los más pequeños para atacar soldados individuales; medianos y poderosos, contra vehículos blindados o grandes, y pesados drones capaces de penetrar en territorio ruso cientos de kilómetros buscando objetivos estratégicos.
Su integración en el arsenal militar ucraniano no solo ha sido de forma cualitativa sino también cuantitativa. El presidente Volodímir Zelenski aseguró que la debilitada industria nacional fue capaz de fabricar más de un millón de drones en 2024 y, el pasado octubre, aseguró que se incrementó esta cifra hasta los cuatro millones de unidades anuales. Para poner esta cifra en perspectiva, representa casi el doble del número de proyectiles de artillería facilitados por la Unión Europea durante el año pasado. Se estima que cerca de cien tipos diferentes de drones están operativos en Ucrania.
El terror de la trinchera
Las imágenes, grabadas y difundidas por los militares ucranianos, muestran el uso de UAV en acciones militares de todo tipo a lo largo de los 1.500 kilómetros de frente activo. Desde mini-drones armados con pequeños artefactos explosivos sujetos con cinta adhesiva (como una granada) que dejan caer sobre objetivos en movimiento (vehículos o convoyes) o fijos (trincheras), hasta grandes aeronaves con más de 20 metros de envergadura y amplia autonomía para operaciones suicidas (kamikazes) y de reconocimiento.
En esta permanente evolución, ahora los ucranianos arman los drones con rifles o cañones capaces de derribar UAVs o, simplemente, los estrellan contra atemorizados soldados rusos a los que acosan durante varios minutos hasta atacarlos. Uno de los videos publicados en redes sociales por blogueros pro-ucranianos muestra un dron a tiros que derriba en el aire a varios UAV rusos armados con granadas que se estrellan contra el suelo completamente indefensos. Otro de los clips muestra un dron persiguiendo a un espantado soldado que logra evitar el primer ataque, pero cae en la segunda acometida del UAV.
"Es increíble. Es la primera vez que se ve desde la perspectiva de un dron del tipo FPV un ataque de este tipo", afirmó Sergej Sumlenny, fundador del Centro de Iniciativa Europea de Resiliencia. En este caso, las imágenes fueron grabadas cerca de la ciudad de Kúpiansk, en el norte ucraniano, que los rusos quieren capturar. Otros videos aparecidos en Telegram muestran a un soldado norcoreano disparando su rifle de asalto contra un dron FPV ucraniano que le persigue.
El video fue distribuido por el diario Kyiv Post, que reconoció haber sido incapaz de localizar el lugar concreto de la grabación, previsiblemente en la región de Kursk (Rusia), que termina con unas duras imágenes del soldado en el suelo con la cara ensangrentada. La grabación lleva la marca de Favorite, una unidad ucraniana especializada en ataques con drones liderada por Denis Perch, vicepresidente de la Liga de Profesionales de Artes Marciales (WWFC).
Según distintas fuentes, los soldados de Corea del Norte han recibido adiestramiento para defenderse de los drones. Trabajando siempre en equipos de tres, usando un soldado como cebo mientras los otros dos intentan derribar la amenaza, como si se tratara de un tiro al plato.
El diario gubernamental ucraniano UNITED24 publicó recientemente un reportaje sobre las acciones del batallón K-2 de la Brigada 54 del Ejército ucraniano, una de las unidades especialidades en operar los UAV. Su video, publicado asimismo en la red Telegram, dura más de 18 minutos y recoge las expresiones faciales de dolor de un soldado ruso herido y sus marcas de sangre. La escena habría ocurrido en el Donbas, la región del este de Ucrania donde, desde hace meses, arrecia la presión ofensiva de las tropas del Kremlin.
La pieza audiovisual muestra la forma de operar de la unidad. Los drones ucranianos reconocen una trinchera rusa después de un ataque en búsqueda de supervivientes, y, tras identificar soldados rusos, les dan muerte sin contemplaciones. En este caso, el piloto ucraniano del dron se apiada de uno de ellos y deja caer una botella de agua y una nota con instrucciones de cómo puede alcanzar las líneas ucranias, tras lo cual abandona la zona. El soldado ruso se vuelve y mira al dron sabiendo que le están observando. Con cara de sorpresa, mueve la mano como dando las gracias.
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Varios reportajes publicados recientemente con permiso de las autoridades ucranianas (como este de CNN) muestran algunos centros de control de los UAV a poco más de 30 metros de la línea de contacto en refugios improvisados. En otro (de la radio pública estadounidense NPR) se muestra a los operadores de estas unidades especializadas operando en móviles donde los soldados, en la mayoría muy jóvenes, fabrican o reparan drones usando impresoras 3D y herramientas personalizadas por ellos mismos.
En enero, un artículo del diario Kyiv Independent revelaba la composición y funcionamiento del equipo de FPV del batallón Achilles Strike Drone, de la brigada de asalto 92 que opera cerca de Kúpiansk, el óblast de Járkov. Formado en mayo de 2022, fue la primera compañía de drones que obtuvo la capacidad operativa a principios de 2023. Según este periódico, la unidad, que trabaja desde un subterráneo, contaba con más de 150 UAV kamikazes, la mayoría dirigidos por fibra óptica.
Drones como balas
Ante la relativa escasez de cazas y helicópteros por la concentración de los sistemas antiaéreos, los drones FPV -originalmente diseñados para uso civil- han sido modificados para atacar y destruir cualquier objetivo, muchos de los denominados de fortuna (es decir, por suerte o coincidencia al encontrarse en misiones de observación y supervisión del frente de ataque). Dependiendo de su tamaño, batería y carga, cuentan con una autonomía de entre 5 y 20 kilómetros. En la mayoría de los casos, la opción de ataque es estrellarse directamente contra el objetivo.
El reducido precio de coste para Ucrania permite incluso gastar dos o más contra un solo soldado u objetivo, aunque su valor militar sea relativo o escaso. De acuerdo con fuentes ucranianas, el coste total medio de estos drones -incluido el explosivo y la fibra óptica- rondaría entre 300-500 euros. Muy baratos en comparación con el modelo civil más popular, el cuadricóptero DJI Mavic de fabricación china usado en todo el mundo para filmar paisajes o eventos como bodas, y cuyo precio puede rondar entre los 1.500 y 3.000 dólares.
Este uso masivo de drones para abatir enemigos uno a uno es, según expertos, una de las estrategias de Kiev para sortear la creciente escasez de efectivos en sus Fuerzas Armadas. El objetivo principal es ralentizar el avance ruso y seguir golpeando el músculo militar del Kremlin, arriesgando en el proceso el menor número posible de sus soldados. Al menos según una métrica, la estrategia está funcionando.
Según cálculos del think-tank ISW (Institute for the Study of War), los comandantes rusos pierden casi 60 soldados, entre muertos y heridos, por cada kilómetro cuadrado de terreno capturado en el este de Ucrania. De acuerdo con esta información, Rusia podría haber perdido hasta 3.000 soldados sólo en el área de Pokrovsk durante dos semanas el pasado mes de diciembre.
El ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, ha asegurado que más del 96% de todos los UAV utilizados el año pasado fueron fabricados localmente, tanto aéreos como navales, aunque una gran cantidad de las bobinas de fibra óptica se adquirieron en China. "Nuestra industria alcanzó un volumen de producción sin precedentes el año pasado", afirmó el alto funcionario el pasado mes de diciembre.
Y la evolución no se detiene. En los últimos meses, las empresas ucranianas han desarrollado localmente los llamados drones-misiles, mejorando los UAV estándar con motores turbojet que pueden servir como alternativa a los misiles cruceros. Estos fueron bautizados como Palianytsia y Peklo.
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El proceso de implementación de esta tecnología en el campo de batalla comienza con drones de reconocimiento y obtención de información equipados con cámaras de altas capacidades. Estas imágenes son transmitidas en tiempo real a las pantallas de control de los operadores remotos para que puedan buscar y atacar objetivos enemigos con precisión. Sus coordenadas se transmiten a los comandantes a través de mensajes seguros y se ingresan en Kropyva, un mapa digital que contiene datos agregados sobre objetivos rusos. También se usan como señuelos (para engañar o agotar las defensas aéreas enemigas), retransmisor de señales, transporte de equipos y colocación minas.
En febrero del año pasado, Zelénski anunció la creación una nueva rama de las Fuerzas Armadas (Tierra, Mar y Aire) denominada Fuerza de Sistemas No Tripulados con el objeto de intensificar su adquisición, doctrina, táctica, logística e integración en todos los ejércitos y dominios. La decisión fue inusual porque el resto de países, como España, cuentan con decenas de UAVs operativos, pero repartidos entre sus ejércitos.
"Israel fue el primero en utilizar los drones en zona de combate", aseguró Bruce Riedel, experto del Instituto Brookings, "pero Ucrania ha sido el primero en crear un Ejército propio".
* Algunos videos y enlaces incluidos en esta noticia contienen imágenes angustiosas y de violencia extrema no aptas para todos los públicos.