Un mes con lo último de OnePlus: este móvil parece más de lo mismo, pero no lo es
A primera vista, el OnePlus 13 parece otro buen móvil chino sin demasiadas sorpresas. Bajo el capó tiene algún truco que otro a los que merece la pena dedicarles algo de atención
No llevamos ni siete días de 2025 y ya ha empezado el baile de teléfonos móviles que, año sí y año también, se repite. Ya tenemos el primer peso pesado que ha decidido saltar a la pista: el OnePlus 13. Aunque está a años luz de la cuota de mercado que manejan Xiaomi, Apple o Samsung, necesita poca presentación. Antaño se hizo popular porque sus móviles venían con prestaciones superiores al precio con el que se ponían en circulación. Pero esos tiempos quedaron atrás y la compañía optó por jugar en lo más alto de la tabla. Tras un par de ejercicios en los que sus propuestas pasaron sin excesiva gloria y sin excesiva pena, el pasado curso hizo bastante ruido, especialmente con su plegable y con el Nord 4, un terminal de gama media que le ha devuelto a la primera fila de la batalla de la calidad-precio.
Pero hoy toca hablar del OnePlus 13, el que aspira a ser la punta de lanza de su catálogo. Un móvil de 1.029 euros (por su versión de 256 GB; la de 512 asciende hasta 1.179 euros) que llega a España y al resto de Europa justo pasada la temporada navideña. En China se estrenó hace unas semanas, pero en esta parte del mundo han preferido retrasar su salida para competir a lo largo de este año. Si en tus propósitos de 2025 te has marcado renovar tu dispositivo y no te corre demasiada prisa por cumplirlo, mantenlo en el radar porque es probable que, en la segunda mitad del año, sea carne de oferta.
He podido probar este teléfono durante un tiempo antes de su estreno. Es lo que se dice un telefonazo. Pero también tengo la extraña sensación de que es una propuesta más orientada a retener a los actuales seguidores de la marca que a atraer un torrente de compradores, aunque alguno que otro seguro que cae. Vamos, que la cosa va de evitar que, si alguien viene de un OnePlus de hace unos años, se sienta tentado por los cantos de sirena de propuestas fuera de los grandes como la del Pixel, la de un Nothing o, sencillamente, por el iPhone, un peligro siempre presente.
Tras estas semanas con este móvil entre manos, también estoy convencido de que su principal peligro es pasar desapercibido, otro buen móvil chino como otros tantos con el toque de OnePlus, que, no olvidemos, pertenece al grupo BBK, propietaria de realme, Oppo y Vivo. Pero hay algunos elementos que nos pueden quitar esa imagen de que lo que tenemos entre manos es algo más de lo mismo. Elementos que pueden pasar algo desapercibidos en un primer vistazo, pero que pueden ayudar a hacer que nuestro móvil dure más, en todos los sentidos.
Un diseño que no debería ser una sorpresa
El diseño del OnePlus 13 no debería sorprender ni para bien ni para mal a nadie. Quizá lo más destacable sea la posibilidad de optar por un acabado de imitación de piel azul marino y un acabado de cristal blanco con destellos, además del clásico negro, que, en esta ocasión, luce con cierto aspecto satinado. El aluminio es el ingrediente escogido para el armazón que, entre otros botones, incluye el clásico control para pasar al modo silencioso o vibración en un abrir y cerrar de ojos. El puerto es USB tipo C 3.2 y el terminal cuenta con altavoces estéreo, por cierto, con un resultado bastante llamativo y una potencia destacable.
Pero hasta aquí es probable que nada te llame la atención de la construcción de este terminal, que se estira hasta tener 6,82 pulgadas de pantalla. Es probable que hayas escuchado hablar de la protección IP68, esa que certifica contra el polvo y el agua y que es la norma en la gama alta y parte de la media desde hace varios ejercicios. Los terminales con esta etiqueta pueden sumergirse hasta metro y medio de profundidad en agua durante media hora.
Eso no significa que usted necesite hacerlo, pero le da un colchón para evitar esos episodios del pasado en los que la solución pasaba por meter el terminal en arroz y rezar un buen rato para que su dispositivo sobreviviese a la inmersión accidental en la piscina o en la taza del váter. Ahora OnePlus ha introducido la coletilla protección IP68/IP69 en la ecuación. ¿Qué significa eso? Pues, básicamente, que ahora también puede resistir el impacto de líquidos calientes de hasta 80 grados. Si le enchufasen un chorro a esa temperatura desde cuatro ángulos diferentes, el terminal podría aguantar hasta medio minuto. No es algo revolucionario y quizá no lo necesite nunca, pero igual le puede salvar de daños ocasionales.
Uno de los puntos fuertes de este terminal es su pantalla. Se trata, como decía, de un panel de 6,82 pulgadas que, si bien tiene los bordes redondeados, no cuenta con unos laterales curvos tan pronunciados como en anteriores modelos. Particularmente, cualquier cosa que sea cambiar las pantallas curvas por pantallas planas o casi planas, como es el caso, me parece un acierto tremendo.
Muchos fabricantes lo han hecho y han demostrado lo que muchos decían: que esos paneles eran como huevos de Fabergé, piruetas decorativas con poca o ninguna utilidad. Una de las cosas que sorprende (y mucho) es cómo han trabajado en este OnePlus 13 el uso de este panel tanto con guantes como cuando está mojado. En esta generación esos aspectos han sido mejorados y hay que darle un sí rotundo a la marca. Puede parecer una nimiedad, pero ahora que el frío empieza a apretar por las mañanas les aseguro que ha sido de agradecer el poder utilizar el móvil con guantes con prácticamente la misma respuesta que si lo hiciésemos con las manos desnudas.
Hasta 4.500 nits de brillo
Sobre la calidad del panel, tenemos resolución 1.5K con una tasa de refresco variable de 1 a 120 Hz. Es lo mínimo que se puede pedir a un terminal de alta gama que pretende venderse por encima de los mil euros. El brillo alcanza picos de 4.500 nits, una cifra que le coloca en la parte alta de la tabla del mundial de constructores móviles. ¿En qué se traduce? En que, en días luminosos e incluso con la luz solar impactando, va a poder ver lo que hay sin tener que buscar provocar una sombra con un gesto raro. Por cierto, que debajo de la pantalla OnePlus estrena un nuevo sensor de huellas ultrasónico. Lo único que cabe decir es que cumple su función con eficacia mayúscula.
A los mandos de este modelo, tenemos el último caballo de Qualcomm, el Snapdragon 8 Elite. A estas alturas de la vida, ya sabemos lo que significa la palabra élite. Es el top del fabricante estadounidense de chips y se nota. Lo cotidiano y lo sencillo no suponen ningún reto en absoluto, incluso cuando tienes varias aplicaciones corriendo en paralelo. Cuando le toca esforzarse, con edición de vídeos o con juegos pesados, tiene pulmón de sobra. Además, en el caso de las versiones que llegan a nuestro país, se apoya en 12 GB de RAM y hasta en 512 GB de almacenamiento interno del estándar UFS 4.0, el que permite una escritura y lectura de archivos más veloces a día de hoy. La buena noticia es que han trabajado para que las apps de sistema ocupen bastante menos que lo que ocupaban hasta ahora.
Todo en este terminal está orientado para que lo sientas francamente rápido y lo logra. Pero es que eso ya lo lograban en la anterior generación.
Si hablamos de rendimiento y funcionamiento, donde destaca el OnePlus 13 es en la batería. Le han calzado un depósito de 6.000 mAh. Cuando se habían consolidado los 5.000 mAh como cifra de referencia en la alta gama, viene esta marca y establece un nuevo techo a romper. Además, lo ha hecho sin penalizar en exceso el diseño. El peso está en unos 200 gramos y el grosor del terminal en 8,9 mm. Son medidas más que aceptables para un teléfono de talla grande.
La autonomía y el rendimiento son los grandes estandartes de este teléfono. Históricamente es lo que ha caracterizado a OnePlus
Si eres un usuario que no está colgado al móvil, fácilmente puedes llegar a prácticamente dos jornadas de uso. Es decir, durante mis pruebas, más de un día he terminado con un 40 % de batería restante. Eso son palabras mayores si eres un usuario, digamos, no muy intenso. Sin embargo, la cosa cambia si estás en el otro extremo. Si exiges al Snapdragon con juegos o con mucha carga de trabajo multimedia y de grabación, es probable que llegue a una marca de más de 6 horas de pantalla. Ojo, que no es una mala marca si hablamos de forzar el músculo del procesador, pero está bien para no llevarse a equívocos y pensar que 6.000 mAh es algo infinito.
La carga alámbrica soporta hasta 100 W, lo que hace que, en el tiempo que preparas la mochila para ir al trabajo o al gimnasio, tengas energía para dos o tres horas y que en media hora puedas recuperar hasta el 80 %. Soporta carga inalámbrica de hasta 50 W y han introducido un sistema similar al MagSafe. Han creado un cargador rápido con ventilador que se vende por separado para pegarlo en la parte trasera (hace falta una funda concreta). Particularmente, me parece una idea que puede funcionar sobre el papel pero que ha sido bastante mal ejecutada. Además de necesitar estar conectado (no es una powerbank), es demasiado grueso, lo que obliga a tener la pantalla contra la mesa.
Aunque no es tan singular como hace unos años, el software de OnePlus, OxygenOS 15, sigue siendo un soplo de aire fresco en lo que se refiere a Android. Cuando lo saquemos de la caja, llegará con Android 15 de serie. La compañía sigue huyendo de las promesas de siete años de actualizaciones que han abanderado Samsung o Google. En este caso, se ofrecen cuatro años en lo que se refiere al sistema operativo y cinco de seguridad. En lo que se refiere a conectividad, destacar sobre el Wi-Fi 7.
El teléfono sigue teniendo cosas como el modo Zen y herramientas bastante particulares a las que ahora se añaden algunas nuevas, dedicadas a la personalización de la pantalla de bloqueo, la multitarea y la más interesante: poder compartir archivos directamente y fácilmente con dispositivos de Apple. En mis pruebas, el sistema ha funcionado, la mayoría de las veces, de una manera sencilla y fluida.
OnePlus se ha subido a la ola que todos están intentando surfear: la de la IA. Pero ningún truco que no se haya visto ya. Edición de reflejos en las fotos, enfoque y zoom asistido por IA, transcripción de grabaciones, sugerencias y redacción de respuestas. Y Rodea para Buscar, una función de búsqueda visual de Google presente en los Pixel y en los Samsung Galaxy que yo utilizo prácticamente a diario.
Una cámara buena, pero no la mejor
El OnePlus 13 cuenta con una cámara triple que viene firmada junto a Hasselblad, una casa de fotografía que también trabaja con Oppo. Tiene un sensor Sony LYT-808 de 50 megapíxeles con estabilizador electrónico como pieza principal. Lo completan un sensor ultra gran angular Samsung JN5 de 50 megapíxeles y un teleobjetivo LYT-600 de 50 megapíxeles con zoom óptico. En la parte frontal, hay una de 32 megapíxeles.
La cámara me ha dejado sensaciones encontradas. El sensor principal y el gran angular están a la altura de lo esperado, el retrato funciona bien, el modo nocturno también, la velocidad de obturación en el sensor principal es buena y es capaz, disparando una ráfaga, de congelar objetos en movimiento. La colaboración con Hasselblad se traduce, entre otras cosas, en un puñado de filtros que vienen bien para aquellos usuarios que quieren dar un toque diferente a las fotos sin meterse a Lightroom o similar. Los selfis son correctos y nítidos.
¿Qué es lo que me causa esa sensación? El teleobjetivo. Aunque creo que es una herramienta muy versátil y que ofrece un buen resultado en tres aumentos, creo que el procesado es muy agresivo, ofreciendo resultados poco naturales en situaciones complicadas. A eso se le suma que, en cuanto se le aprieta relativamente, el resultado está un poco por detrás del Find X8 Pro, de los Galaxy y otros competidores. Ese es su pequeño talón de Aquiles.
Hasta aquí la reseña del OnePlus 13, el primer alta gama de 2025. Creo que es un teléfono que, si vienes de un modelo anterior de esta marca y estás satisfecho, te recomendaría con los ojos cerrados. También es cierto que su peor enemigo está en casa, porque el OnePlus 12 está a un precio más asequible (unos 730 euros) y creo que, a la hora de la verdad, en el día a día, no creo que vayas a notar enormes diferencias, salvo por el punto de la autonomía.
Si no eres un exquisito que busca la matrícula de honor cada vez que utilice la cámara y no perdonas el mínimo error, aquí tienes un terminal con un rendimiento bestial, una pantalla espectacular y una autonomía más que destacable por un precio un poco menor que el de los alta gama habituales. Además, promete aguantar bien el paso de los años. ¿Logrará OnePlus resistir y mantener a su comunidad de fieles?
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