Compré una pistola de masaje sin estar convencido. Ahora soy un creyente

Todo empezó paseando por un centro comercial. Mi hija de ocho años se paró frente a una tienda de tecnología y productos relacionados con la salud, pegó la nariz al cristal y señaló un artefacto en el escaparate. —¡Papá! ¿Qué es eso?— Me preguntó. —Una pistola de masaje— repliqué mirando la copia china de una Theragun que reposaba bajo los focos.

A mi hija le dio un ataque de risa pensando que existía una pistola que disparaba masajes a los malos, e inmediatamente la rebautizó con el nombre del masajón. Mientras tanto, yo meditaba sobre la fascitis plantar que añadía una capa más de molestia a la ya de por sí engorrosa tarea de levantarme todas las mañanas desde hacía más de 6 meses. —¿Por qué no?— Concluí tras unos minutos haciendo cuentas mentalmente. Aquel día salimos del centro comercial con el masajón bajo el brazo. Eso fue hace ya un año.

El verdadero nombre de las pistolas de masaje es masajeador por percusión o masajeador percusivo. El nombre es perfectamente descriptivo, porque dentro llevan un motor que propulsa el cabezal de masajes adelante y atrás, dando pequeños pero intensos golpecitos sobre la zona a tratar. Un sencillo selector permite ajustar la velocidad del dispositivo, y con él, la frecuencia del golpeteo. Los niveles más elevados son tan rápidos que el efecto es más como una vibración fuerte.

¿Para qué sirve esto de aporrear los músculos con una especie de taladro? Si consultas la literatura de los fabricantes, sirve hasta para dormir mejor, pero no hace fata llevar tan lejos sus virtudes. Los masajeadores por percusión ya hacen una cosa, y la hacen muy bien, y es relajar los músculos. Mi amor por ellos comenzó precisamente con la fascitis plantar que mencionaba arriba. La fascitis es un mal muy común en corredores, y se pone especialmente fea por las mañanas porque la fascia plantar (el tejido fibroso que recubre la planta del pie) está entumecida de pasar toda la noche en la misma posición.

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Levantarse con fascitis supone tener que masajear cuidadosamente la planta del pie y hacer estiramientos para desentumecer la fascia antes de dar un solo paso si no queremos sentir un dolor agudo al pisar. El masajón que compramos aquel día efectivamente ayuda a hacer ese tratamiento más rápido y efectivo. ¿Significa que puedes dejar de hacer estiramientos o cancelar la visita al fisioterapeuta? No, pero es de gran ayuda. ¿Me curó la pistola de masaje percusiva la fascitis? No puedo asegurarlo, pero probablemente ayudó a que sanara más rápido.

La Theragun Relief es el modelo más asequible de Therabody, pero cuenta con la calidad de fabricación de la marca, funcionamiento silencioso y un diseño ergonómico fácil de sujetar. Se maneja con un único botón y cuesta 149 euros.

Aplicar un masaje percusivo sobre una zona del cuerpo hace varias cosas. Por una parte, moviliza los músculos en profundidad, lo que ayuda a flexibilizarlos y a relajarlos. Hay poca literatura médica al respecto, pero un estudio realizado en 2020 en la Universidad de Graz, en Austria, constató una mejora en el rango de movimientos de los músculos tras aplicar una pistola de masaje percusivo durante 5 minutos. Además, incrementa el flujo sanguíneo en la zona, y eleva un poco la temperatura, de nuevo a nivel local.

Todo esto ayuda a desentumecer los músculos, y contribuye a hacer que las molestias musculares producto de hacer ejercicio se vayan más rápido. Las pistolas de masaje percusivo no adelgazan, ni queman grasa, ni eliminan el dolor, ni mejoran el rendimiento deportivo. Tampoco curan lesiones, pero ayudan a preparar los músculos antes de hacer ejercicio (lo que ayuda a prevenir lesiones), y ayudan a relajarlos y a mitigar las agujetas después de una sesión especialmente dura. Por cierto, no es que diluyan los cristales de ácido láctico responsables de las agujetas, pero mover el músculo ayuda a que estos se disuelvan de manera natural, igual que lo hace un paseo a ritmo suave.

La Bob and Brad D6 Pro hace todo lo que hacen las pistolas masajeadoras de alta gama, pero a buen precio. Su recorrido es de 16m para un masaje más intenso y viene con un montón de accesorios. Cuesta 199 euros.

No solo los deportistas pueden sacar provecho a una pistola de masaje percusivo. Las personas mayores como yo (yo prefiero el término seminuevo) se benefician de un efecto adicional, y es que los masajeadores por percusión son especialmente buenos para deshacer esos nudos musculares que aparecen tan frecuentemente a partir de cierta edad. ¿Eres de esos que estornudas y te da una tortícolis? ¿Estás en esa edad en la que te giras para hablar con alguien en el asiento de atrás y te da un tirón en la espalda que te dura tres días? Entonces eres candidato a que los masajeadores por percusión se conviertan en tu nuevo mejor amigo? Siempre por detrás del perro, claro.

Cómo elegir una buena pistola de masajes

En el mercado hay masajeadores por percusión de 150, 200 y hasta 500 euros. Junto a ellos hay un mar de copias chinas a precios que van desde los 60 euros en adelante. ¿En qué se diferencian? Fundamentalmente en la calidad de los materiales. Las buenas pistolas de masaje percusivo son ligeras, tienen mejor ergonomía, y son silenciosas. El peso y la ergonomía son especialmente deseables porque es probable que tengas que sujetar el dispositivo en ángulos raros, como por encima del hombro, durante varios minutos. No es cosa de que nos acabe dando una contractura por intentar quitarnos otra.

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Los masajeadores de marcas reconocidas como Therabody también tienen mejor rango de percusión. En otras palabras, que el cabezal tiene un recorrido más largo entre su máxima y su mínima extensión, alcanzando los 16mm en los modelos para masaje deportivo. Eso significa que los golpes son más intensos y por tanto sus beneficios alcanzan mayor profundidad dentro del tejido muscular. Por supuesto, un motor que se mueve con un rango tan amplio debe estar mejor protegido contra desgaste, de ahí el precio más elevado. Algunos modelos de alta gama también añaden programas de masaje variables y conexión Bluetooth para poder gestionar el masajeador desde una app móvil.

Las mejores pistolas de masaje hasta combinan la percusión con tratamientos de calor por infrarrojos o de frío. Es el caso de la Theragun Pro Plus, que cuesta 599 euros.

La Theragun Pro no solo tiene una pantalla OLED desde la que programar diferentes rutinas de masaje. Además se beneficia de un cabezal basculante y de su mango ergonómico cómodo de manejar en diferentes ángulos. La mejor pistola de masajes de Therabody (con el permiso de la Pro Plus) cuesta 599 euros.

La buena noticia es que nada de esto es estrictamente necesario. Puedes comenzar comprando una pistola masajeadora de marca ignota y usarla sin problemas con los mismos efectos beneficiosos. La mía, de marca Naipo, me sigue sirviendo como el primer día después de más de un año. Tan solo tienes que asegurarte de que venga con una buena batería recargable para que dure más tiempo sin tener que conectarla a su cargador. De todas maneras, las sesiones recomendadas para terapia percusiva no suelen pasar de los 5 minutos.

El mundillo de los masajeadores percusivos ha ido más allá del formato pistola y ahora podemos encontrar dispositivos que aplican esta técnica adaptándose a diferentes formas del cuerpo como la cara. La razón de ser de estas variantes es que las pistolas de masaje percusivo no deben aplicarse sobre ciertas zonas sensibles en las que hay poco tejido muscular o este es delicado.

La cara es una zona sensible y no se puede usar cualquier masajeador percusivo sobre ella. La Theraface Pro más que una pistola de masaje facial es una herramienta multiuso que incluye limpiador, electroestimulación, tratamiento por calor infrarrojo y masaje percusivo. Cuesta 399 euros.

Un último elemento a tener en cuenta es la cantidad de accesorios que trae. Encontrar este tipo de cabezales no es precisamente sencillo, por lo que es mejor asegurarnos de que el modelo que elijamos tiene todo lo necesario para acceder a músculos complicados o en zonas pequeñas. A continuación te ofrecemos algunos de los modelos que nos han parecido mejores para diferentes tipos de usuario.

La Mebak 5 es la opción básica de buena calidad en pistolas masajeadoras. Incluye seis cabezales y su autonomía es de seis horas. También funciona de manera razonablemente silenciosa. Cuesta 99 euros.

Lo bueno de la Renpho Reach es que integra un extensor de mango que la permite llegar a todas partes, incluyendo a zonas remotas de la espalda. Cuesta 65 euros.

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