Ni el iPad ni el Galaxy S24 Ultra: los mejores dispositivos para escribir son aún mejores
¿Eres un obseso de tomar notas? Pues atento porque Remarkable y Amazon han renovado los mejores cuadernos digitales que hay en el mercado. Los probamos a fondo y vemos cuál te conviene más
Si hay dos lápices digitales -les confieso que odio esa forma de llamarles- que son conocidos son el Apple Pencil y el S-Pen de Samsung. El primero de ellos ha sido diseñado para dibujar y anotar cosas en las tabletas de los de Cupertino, los iPads. El segundo es un accesorio que se ha granjeado especial popularidad tras acompañar a los Galaxy Note durante años y, cuando este modelo fue enterrado, a los móviles Galaxy Ultra. A pesar de esa fama, estos dos dispositivos no son los mejores para escribir. Es más, yo no se los recomendaría a una de esas personas que no pueden vivir sin notas manuscritas y que van estampando decenas de comentarios en el papel durante una reunión, una conferencia o mientras leen un libro.
Yo he sido durante mucho tiempo una de esas personas. Si alguien busca una alternativa al cuaderno de toda la vida la respuesta pasa por un aparato con pantalla de tinta electrónica. Y algunos de los más recomendables acaban de ser renovados.
Quizá hayan oído hablar de Remarkable, una pequeña empresa de Noruega que diseña y fabrica localmente sus dispositivos y que ha conseguido convertirse en la referencia en este mercado. Pues bien, hace unas semanas lanzó al mercado Remarkable Paper Pro que, entre otras novedades, ahora permite utilizar el color, tanto para leer documentos como para escribir y subrayar. Poco después fue Amazon quien movió pieza y renovó su Kindle Scribe, que surgió hace un par de años como una prueba y ahora parece que se consolida en su catálogo de lectores de libros electrónicos.
Ambos modelos han pasado por nuestra mesa de pruebas para saber en qué destacan, qué hemos echado en falta y qué hay que saber para que la compra se ajuste al uso que le demos, porque ambos tienen sus trucos y sus particularidades.
Sencillez por bandera
Remarkable Paper Pro
Compra en la web oficial
Remarkable Paper Pro: viva la simplicidad
El apellido Pro suele significar que el dispositivo que tienes entre manos puede hacer mucho más que la versión estándar.Con Remarkable esto se cumple, pero hay que tener en cuenta que este dispositivo es un homenaje a la sencillez. Si alguna vez has intentado ponerte a leer un documento en tu tableta o en tu móvil y las notificaciones han hecho que una y otra vez te acabes distrayendo, procrastinando y retrasando la tarea en cuestión, y te has desesperado, los aparatos de esta compañía van a ser un remanso de paz para ti.
No hay navegador, no hay redes sociales, no hay juegos y no hay notificaciones. Es decir, si intentas estudiar, trabajar o leer un libro y te desconcentras, no vas a poder echar la culpa a este producto. Un producto que, sin funda, pesa algo más de 500 gramos. Si estás acostumbrado a llevar un iPad encima o en la mochila, no se te va a hacer raro. El dispositivo es francamente elegante y sus acabados están a la altura de su precio.
El modelo Pro se estira hasta las 11,8 pulgadas y ofrece una densidad de 229 píxeles por pulgada, lo que es más que suficiente tratándose de una pantalla de tinta electrónica. Tanto escribir como leer (textos o novelas gráficas) resulta una experiencia satisfactoria. No esperes colores vivos como en un panel LCD o una OLED, sino que verás acabados más bien pastel.
Foto: M. Mc.
Cuando subrayas, por ejemplo, no se emula el color de los fosforitos, sino que el efecto es más sutil. A la hora de consultar documentos en color, me ha recordado al papel del periódico o de algunas revistas. A esto se le suma la retroiluminación frontal, una de las novedades de esta nueva generación, que permite ajustarse entre cinco niveles distintos de intensidad y la posibilidad de tocar la temperatura de color para adaptarla a tu entorno. Sin pegas en este sentido, pero tampoco sin grandes alabanzas. Hasta ahora cumple lo esperado.
Lo diferencial de este dispositivo es que probablemente sea el que mejor imita la sensación física del papel a la hora de escribir. Y eso es posible gracias a una tecnología conocida como E Ink Gallery 3. Es curioso, pero a pesar de estar escribiendo en una pantalla tienes la sensación de que existe una fricción que recuerda mucho a la de pasar la punta de un lápiz por una hoja de un cuaderno. Está en el punto de cocción justo. Además, la latencia (el tiempo entre que deslizas el puntero y el trazo se dibuja) es cuestión de unos pocos milisegundos, así que todo fluye y resulta muy natural.
Además, cuenta con una función que reconoce solo la punta del lápiz y no cuando apoyas parte de la mano al escribir o garabatear.
El problema es que la mayoría de procesos están pensados para hacerse con el lápiz. Esa dependencia hace que muchas veces sientas que estás atado al puntero para procesos que se podrían hacer con el dedo. Por cierto, no hay compatibilidad con accesorios de terceros o los de anteriores generaciones. O usas el que viene en la caja o pagas 50 euros más por el premium, que permite utilizar la parte superior como goma de borrar.
Foto: M. Mc.
Si estás pensando en crear documentos debes saber que cuenta con múltiples plantillas, así como la posibilidad de emular diferentes bolígrafos, rotuladores, lápices o plumas de diferente grosor.
Tus documentos se organizan en una biblioteca bastante lógica e intuitiva, pudiendo asignar etiquetas para agruparlos por temas relacionados o similares. La función para convertir tus apuntes manuscritos a texto mecanografiado funciona bastante bien, aunque de vez en cuando se cuela alguna errata o error en los signos de puntuación. Si son textos bastante largos, lo que suelo hacer es pasarle el premium de ChatGPT y acelerar bastante el trabajo.
Foto: M. Mc.
Uno de los puntos fuertes del sistema Remarkable es la sincronización entre dispositivos. Su app ofrece soporte multidispositivo, permitiendo compartir al instante tus notas entre la tableta, el móvil y el ordenador. Incluso puedes compartir la pantalla en vivo mientras haces bocetos en una videollamada. Se puede cargar una imagen en la app y que se añada a nuestro dispositivo. También, si eres usuario de Office 365, puedes hacer un proceso (un poco complicado la primera vez) para añadir tanto documentos como presentaciones.
Además, la suscripción ofrece almacenamiento ilimitado en la nube. Si estás harto de esos gastos hormiga en forma de suscripción, también puedes utilizarla sin pagar. Tus notas se guardan mes y pico en la nube únicamente, pero podrás cargar documentos en Google Drive y en OneDrive. Para la transferencia de archivos, puedes tirar del cable y acceder introduciendo una URL en el navegador cuando está conectado. Si te estás preguntando por la autonomía, te dará para dos semanas con uso medio cuando lo desenchufes del cargador.
Foto: M. Mc.
También hay algunas cosas que podrían mejorar. El almacenamiento, por ejemplo, solo es de 64 GB. Algo que puede quedarse corto si no tiras de la nube y almacenas documentos de todo tipo, desde libros. El rendimiento es correcto, con una RAM de 2 GB y un procesador de ocho núcleos, aunque en algunos momentos el cuerpo te pide más brío. Por último, los formatos que admite son PDF, EPUB, SVG y PNG, además de PPT y DOC si eres suscriptor de pago. Esto deja fuera estándares como CBR, que son utilizados en novelas gráficas o cómics. No es el fin del mundo, pero supone tener que tirar de un conversor para pasarlo a PDF.
Si quieres utilizarlo para escribir textos mecanografiados puedes comprar la funda con teclado, pero eso supone engordar bastante una factura que ya es elevada, porque parte de 600 euros. Ser muy bueno en algo muy concreto supone un desembolso, digamos, importante.
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Kindle Scribe: abarcar más, a menor precio
Hace un par de años, el mayor vendedor de lectores electrónicos del mundo decidió explorar una nueva vía: la de que además de leer, uno de sus aparatos sirviese para escribir. De ahí nació el Kindle Scribe, un aparato que tenía cierta aura de experimento pero que ahora parece que se consolida en el catálogo. La compañía ha dado una vuelta de calcetín a todos sus modelos y este es el último que se estrena en nuestro país.
El Kindle Scribe es un aparato mucho más tranversal que lo que puede ser el Remarkable Paper Pro, enfocado en hacer las delicias de aquellos que toman notas compulsivamente pero sin perder el espíritu natural de los Kindle, que es la lectura. Este mix tiene cosas positivas, negativas y alguna cosa que puede mejorar. Pero una cosa avanzo: esta propuesta está notablemente más refinada que la que vimos hace dos años e incluye alguna sorpresa muy inteligente.
Foto: M. Mc.
Cuando pregunto a mis colegas por los Kindle me he encontrado reacciones de todo tipo. Hay gente que está encantada leyendo en 6 pulgadas y que una pantalla de 7 ya le parece demasiado grande y hay gente que siempre me ha dicho que necesita más espacio. El Scribe de 2024 está dirigido a estas personas. Es el lector de ebooks de Amazon más grande que puedes comprar, con un panel de 10,2 pulgadas. El peso se queda en unos 400 gramos, lo que lo hace manejable con una mano, aunque no parezca lo más cómodo.
En este punto es bastante útil la franja lateral, que nos permite sujetar con firmeza el aparato sin necesidad de tocar la zona de lectura. Un pequeño pero: a diferencia de sus hermanos menores y al igual que el Remarkable no se puede utilizar cerca de la bañera, ya que no tiene certificación con polvo y líquidos.
En lo que se refiere a la calidad visual del panel hay poco que descubrir que no se sepa ya sobre estos aparatos: cuenta con 300 ppp de densidad de pantalla, es un panel monocromo, cuenta con una buena retroiluminación y un modo oscuro. El brillo automático, que se ajusta a las condiciones de iluminación, funciona correctamente. Para leer, la calidad es más que suficiente. La carta de formatos es algo más amplia que en otros modelos admitiendo: Kindle 8 (AZW3), Kindle (AZW), TXT, PDF, MOBI sin protección, PRC de forma nativa; PDF, DOCX, DOC, HTML, EPUB, TXT, RTF, JPEG, GIF, PNG, BMP por conversión.
Foto: M. Mc.
Otra cosa es para escribir. La sensación en este Kindle Scribe es mejor que en un iPad o cualquier pantalla LCD,pero lo cierto es que la imitación del papel no está tan lograda como lo está en el Remarkable. Sin embargo, la latencia y la velocidad de entrada es más que satisfactoria y tengo el convencimiento de que ha mejorado mucho frente a lo que vimos hace dos años.
A diferencia del modelo original, aquí no hay opción de escoger un lápiz pagando más. Vienen todos con el mismo. Un modelo rediseñado de arriba a abajo, que hace las veces de borrador al utilizar la parte superior. Es agradable que. a diferencia del Paper Pro que hemos analizado antes, Amazon haya decidido que no hay que pasar por caja para tener esta función. Por lo demás, el lápiz se siente bastante cómodo. Es cierto que no necesita ni carga ni configuración, pero se agradecería que se adaptase magnéticamente por miminizar posibilidades de perderlo. En este sentido, la funda oficial tiene un pequeño enganche para tenerlo bien sujeto.
El Kindle Scribe tiene una caja de herramientas, tanto para escribir, destacar y organizar las notas, algo menor a la de Remarkable, que deja jugar más con los tipos de trazos y, además, ofrece color. Pero hay un factor que puede ser decisivo para muchos: el poder tomar notas en libros. Y a diferencia de otros modelos, donde lo que hacemos es tomar un PDF como lienzo, aquí todo se reorganiza una vez introduces tu comentario. Tambien incluye la función de convertir notas a texto sin formato para enviarlo por mail. lo hace con una precisión bastante alta, aunque como en el anterior caso, también se le cuela alguna errata.
Foto: M. Mc.
Otra de las fortalezas de Amazon es la integración con los servicios de la compañía, tanto Kindle Unlimited como Audible, por lo que sus pódcast y audiolibros también pueden ser escuchados en este dispositivo. También se integra con los servicios de almacenamiento en la nube de la compañía para tener backups regulares y automáticos de todos nuestros cuadernos. Tienes navegador, pero tiene tantas limitaciones a la hora de funcionar y cargar las páginas, que hace que la experiencia no sea nada fluida.
En EEUU, la compañía ha liberado algunas funciones de IA que aquí aún no han llegado así que ya actualizaremos esta pieza cuando eso ocurra.
Sobre su rendimiento, me vuelvo a encontrar con la misma sensación que en el Remarkable. Cambiar entre páginas o capítulos o navegar por tus carpetas de notas no es lo más rápido del mundo. Le falta un poco de soltura, aunque su funcionamiento es más que aceptable. En lo que se refiere a la autonomía, la compañía promete hasta tres meses en modo lectura. Una marca que se reduce notablemente si se utiliza el modo escritura, hasta las 2 o 3 semanas, dependiendo la intensidad de uso que tengas.
Hay versiones de 16,32 y 64GB. El precio de salida es de 429 euros y el precio del modelo de mayor capacidad es de 479 euros. Las fundas oficiales suponen, por lo menos, 60 euros adicionales de inversión. Pero también es posible encontrar fundas de terceros fabricantes. Es una inversión alta, pero interesante para quienes quieren un plus a su lector y que le sirve de muleta en reuniones, conferencias o a la hora de apuntar ideas mientras lee un documento del trabajo o un libro. Si buscas algo donde la escritura sea lo principal, igual te conviene dar el salto al Remarkable.
Foto: M. Mc.
El Remarkable Paper Pro y el Kindle Scribe son dos dispositivos que, aunque comparten algunas funciones, están diseñados para públicos muy distintos. El Remarkable está pensado para quienes necesitan escribir, dibujar o tomar notas sin distracciones, ofreciendo una experiencia que se acerca muchísimo a trabajar con papel. Es ideal para estudiantes o profesionales creativos que quieran un refugio de productividad lejos de notificaciones y navegadores. Pero esa especialización también es su mayor limitación: no es un lector de ebooks convencional ni sustituye a un tablet. La inversión solo tiene sentido si la escritura es parte central de tu día a día.
El Kindle Scribe, por su parte, apuesta por la versatilidad. Es un lector de ebooks que no renuncia a funciones para escribir y anotar, aunque sin llegar al nivel de detalle del Remarkable. Tiene el respaldo del ecosistema de Amazon, que facilita la sincronización de libros, audiolibros y notas, y es una buena opción para quienes buscan un dispositivo que combine lectura y escritura ocasional sin complicarse. Si tu prioridad es leer con algo más de espacio y tener un extra para reuniones o ideas rápidas, el Scribe es una apuesta interesante.
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Si hay dos lápices digitales -les confieso que odio esa forma de llamarles- que son conocidos son el Apple Pencil y el S-Pen de Samsung. El primero de ellos ha sido diseñado para dibujar y anotar cosas en las tabletas de los de Cupertino, los iPads. El segundo es un accesorio que se ha granjeado especial popularidad tras acompañar a los Galaxy Note durante años y, cuando este modelo fue enterrado, a los móviles Galaxy Ultra. A pesar de esa fama, estos dos dispositivos no son los mejores para escribir. Es más, yo no se los recomendaría a una de esas personas que no pueden vivir sin notas manuscritas y que van estampando decenas de comentarios en el papel durante una reunión, una conferencia o mientras leen un libro.