Golpe a Cabify: Auro le gana una batalla legal millonaria y no tendrá que operar con ellos
Tras una pelea legal de más de 5 años de duración, el Tribunal Constitucional da la razón a Auro y le libera de tener que trabajar con Cabify. El desenlace es un duro golpe legal y de negocio para la empresa
Una nueva sentencia del Tribunal Constitucional acaba de asestar un duro golpe a Cabify en la batalla legal que mantenía desde hace años con su ex socio Auro, la principal flota de coches VTC del país. El Constitucional, en un fallo al que ha tenido acceso este diario, acaba de dar la razón a Auro y libera a la empresa de tener que operar en el futuro con Cabify, tal y como estaba estipulado por contrato. Auro podrá a partir de ahora trabajar legalmente con alguno de los otros dos grandes operadores del mercado VTC, Uber y Bolt. La sentencia afecta a unas 1.100 licencias VTC propiedad de Auro que, hasta hace año y medio, estaban siendo operadas parcialmente por Cabify.
"No es que sea un palo para Cabify, es un palazo. Hemos demostrado que teníamos razón todo este tiempo. Le deseo a Cabify mucha suerte a partir de ahora, espero que consigan algunas de las licencias que están reclamando y que la Comunidad de Madrid les está tumbando, una tras otra. Porque, como no lo logren, después de la sentencia de hoy del Constitucional, Cabify no tiene futuro", señala a este diario Félix Ruiz, fundador de Auro y máximo accionista de la empresa.
Fuentes de Cabify han señalado a este diario que “esta sentencia del TC no impacta en ningún sentido al negocio de Cabify, que seguirá operando igual que hasta ahora, puesto que Auro no colabora con la compañía desde hace más de un año”. De haber ganado la sentencia en el TC, sin embargo, Cabify podría haber obligado a Auro a continuar operando con ellos, accediendo de un plumazo a 1.100 licencias VTC más (sobre las más de 2.000 que ya opera en Madrid), con la inyección de negocio que eso hubiera supuesto. En la sentencia, el Constitucional ordena al TSJ de Madrid dictar un nuevo fallo, pero ajustándose a los límites marcados por el alto tribunal.
La disputa legal entre ambas organizaciones se retrotrae a un laudo arbitral dictado en 2020 a favor de Auro, que le liberaba de toda exclusividad de operar con Cabify. Esta recurrió al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que en octubre de 2021 dictó una sentencia anulando el laudo. Auro, a su vez, impugnó la sentencia del TSJM (en febrero de 2022) ante el Tribunal Constitucional al considerar que el TSJM se había metido a juzgar el fondo del asunto, cuando solo puede dar luz verde o anular un laudo arbitral por defectos de forma. Ahora, casi tres años después, el Tribunal Constitucional da la razón finalmente a Auro al considerar que, efectivamente, el TSJM se excedió en sus responsabilidades, entrando a juzgar el fondo del asunto, algo que en este tipo de laudos no se ajusta derecho.
La sentencia, que es firme y contra la que no cabe recurso, supone que Cabify ya no podrá tener acceso a esas 1.100 licencias VTC que hasta 2021 había tenido en exclusividad y que le habían servido para competir con Uber y Bolt. Con un valor aproximado de mercado de 100.000 euros por licencia, la victoria de Auro supone además en el fondo una victoria millonaria, de unos 110 millones de euros, cantidad que podría embolsarse Félix Ruiz y sus socios si deciden vender todo ese paquete a Uber o Bolt.
"Llevamos 5 años pleiteando con Cabify y por fin la justicia nos ha dado la razón. Ahora tenemos que digerir todo esto y ver qué queremos hacer. Pero la realidad es que ya no estamos atados a ellos y vamos a trabajar con el operador con el que nos sintamos más a gusto", explica Félix Ruiz. Auro, asesorada por los letrados Miguel Moscardó, José María Codes y José Antonio Jordano, ha logrado una rara victoria legal, ya que el Tribunal Constitucional solo suele admitir a trámite un 1% de los recursos de amparo presentados. El TC no solo admitió el de Auro, sino que además le ha dado la razón, dando a su vez un 'tirón de orejas' jurídico al TSJM por excederse en sus funciones.
Guerra judicial entre Cabify y Auro
La disputa entre Cabify y Auro es solo uno de los numerosos frentes que ambas compañías tienen abiertos. A este arbitraje se suma otro iniciado por Cabify contra Auro por el presunto incumplimiento de la cláusula de exclusividad que impide a Auro trabajar con Uber. El laudo de este arbitraje declaró la cláusula inválida, pero confirmó el resto del contrato. Cabify ha presentado una acción de nulidad ante el TSJM, pendiente de resolución.
En un tercer procedimiento entre Cabify y Cibeles, otra sociedad del Grupo Auro, el laudo declaró válida la cláusula de exclusividad. Cibeles intentó impugnar el laudo, pero el TSJM rechazó la acción de anulación y la sentencia es firme. Este arbitraje también surgió tras el lanzamiento de Auro Travel.
Un cuarto procedimiento es un arbitraje iniciado por Cibeles contra Cabify, en el que busca que se declare la finalización del contrato entre las partes. El tribunal arbitral todavía no ha dictado el laudo. Por último, Cabify presentó una demanda en los juzgados de primera instancia contra Auro, que permanece suspendida hasta que se resolviera el recurso de amparo sobre el que acaba de pronunciarse el Constitucional.
Los límites en el control de laudos
En su sentencia, el Constitucional refuerza su doctrina recordando los límites de los tribunales al anular laudos arbitrales. Durante años, los Tribunales Superiores de Justicia, especialmente el de Madrid, revisaron el fondo de los laudos, lo que provocó una oleada de anulaciones que puso en duda la capital como plaza segura para el arbitraje.
En sucesivas sentencias, el Constitucional ha taponado la sangría de arbitrajes con diferentes sentencias en las que, en resumen, declara que los laudos arbitrales no pueden ser valorados como sentencias revisables y deben ser considerados como decisiones firmes. El control de laudos por parte de los tribunales debe limitarse a las garantías procesales, pero en ningún caso pueden volver a rejuzgar los asuntos ni valorar si están bien motivadas o no las resoluciones.
Una nueva sentencia del Tribunal Constitucional acaba de asestar un duro golpe a Cabify en la batalla legal que mantenía desde hace años con su ex socio Auro, la principal flota de coches VTC del país. El Constitucional, en un fallo al que ha tenido acceso este diario, acaba de dar la razón a Auro y libera a la empresa de tener que operar en el futuro con Cabify, tal y como estaba estipulado por contrato. Auro podrá a partir de ahora trabajar legalmente con alguno de los otros dos grandes operadores del mercado VTC, Uber y Bolt. La sentencia afecta a unas 1.100 licencias VTC propiedad de Auro que, hasta hace año y medio, estaban siendo operadas parcialmente por Cabify.
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