Me recomendaron estos auriculares para dormir mejor. Para mi sorpresa han funcionado

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Vivo en un céntrico barrio de Madrid. En un primer piso. Como muchos de los edificios de la capital, el aislamiento dista de convertir mi casa en un monumento de homenaje al silencio. Entre semana, suelo levantarme a las 6 de la mañana, si no antes. Eso me obliga, si quiero sumar todas las horas de sueño necesarias, a irme a dormir bastante antes de lo que acostumbra la gente de mi entorno. Si el reloj marca las 10.00 de la noche y yo no estoy encamado, me empiezo a poner nervioso. El problema es que a esa hora mi calle se encuentra en pleno bullicio. Hay algún que otro bar y un restaurante filipino bastante frecuentado, que de vez en cuando monta karaoke. En verano, cuando duermo con las ventanas abiertas, no hay semana que no escuche a uno de los camareros cantando Whitney Houston.

A esto se le suma un vecino que suele llegar ya de madrugada de trabajar y se pone a ver la tele y a ducharse antes de dormir. No digo que todos los días me haya despertado, pero más de un día me he desvelado por el ruido. Por si fuera poco, el camión de la basura se detiene siempre debajo de mi ventana sobre las tres de la mañana. Más posibilidades de perturbar mi sueño, que suele ser en su mayoría ligero, tal y como me indica el reloj inteligente con el que duermo. Por si todo esto resulta poco, hubo varias semanas en que de noche se escuchaba un cuco. Sin embargo, una nota algo amenazante en el portal lo silenció. Prometo, si el susodicho que se le ocurrió poner el artilugio en su casa está leyendo este artículo, que no fui yo quien la puso, aunque respaldo al autor.

Seguro que más de uno se siente identificado con mi caso. Yo he probado varios remedios. A los tapones no terminaba de acostumbrarme y, además, no me permitían escuchar bien el podcast o el ruido blanco que muchas veces programo durante una hora en los altavoces de la habitación para ayudarme a conciliar el sueño. El silencio de una habitación a oscuras suele dar pie a que dé vueltas a la cabeza, y no es una buena idea. Lo de prescindir de tapones me deja escuchar, sí, pero me deja expuesto a que algo de lo descrito anteriormente sea capaz de perturbar mi descanso.

Empecé a probar auriculares y, aunque la fórmula parecía funcionar, rápidamente empezaron los problemas. Cuando aguantaban en mi oreja toda la noche, acababa con cierto dolor dependiendo del modelo. Otras veces se acababan perdiendo entre las sábanas o, en el peor de los casos, se caían por una rendija que me obligaba a mover la base de la cama.

Pero se cruzaron en mi camino unos auriculares de Anker, esa marca de accesorios de energía y sonido que se ha hecho especialmente fuerte vendiendo en Amazon, un tanto peculiares: los Soundcore Sleep A20. Como su propio nombre indica, están pensados para aquellos que necesitan aislarse del ruido mientras intentan caer dormidos. No son milagrosos y tienen alguna cosa que podría mejorar, pero han funcionado. Según el reloj inteligente que utilizo y que mide la calidad de mi descanso, mi sueño profundo ha aumentado una media de 1 hora en las semanas que los he utilizado, y la vigilia e interrupciones han disminuido.

Una de las cosas por lo que destacan los Soundcore Sleep A20 es su diseño. El cuerpo central es un pequeño disco que se acomoda en la oreja gracias a varias piezas de silicona. Una de ellas, una especie de aleta, ayuda a fijarse entre los pliegues del cartílago. A diferencia de auriculares que incluyen esto, aquí no ha existido molestia alguna porque el material que utilizan es francamente suave.

Es importante dedicar un rato a esto para lograr el mejor ajuste posible y, con ello, el mejor aislamiento. Este dispositivo de Anker no cuenta con tecnología de cancelación de ruido activa, sino que lo hace de forma pasiva. Es decir, de forma física, como lo harían los tapones. Eso sí, me han resultado más cómodos de usar. El tacto o la forma en que se fijan en la oreja no me parece tan agresivo.

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Vienen acompañados de un estuche de almacenamiento y de carga. Es importante colocarlos todas las mañanas en esta funda. La autonomía de los auriculares da para casi 14 horas escuchando los sonidos de la app, mientras que unas diez horas en el modo Bluetooth, que te permite usarlos como unos auriculares normales. Te dan para más de una noche entera (a excepción de que el fin de semana te intentes pegar una panzada o cura de sueño), pero difícilmente lleguen a cubrir tu tiempo de sueño de dos noches seguidas si no les das un chute de energía. El estuche ofrece 8 cargas adicionales, así que, si eres un poco cuidadoso, nunca te quedarás sin poder utilizarlos.

Multitud de sonidos

Para hacer uso de estos Soundcore Sleep A20 solo hace falta vincularlos al teléfono como cualquier auricular Bluetooth. Eso sí, si quieres desbloquear todo su potencial, conviene hacer una cuenta en la app oficial. Eso nos permitirá usar decenas de sonidos y ruidos pregrabados y hacer nuestras propias mezclas, además de utilizar otras funcionalidades como el sistema para hacerlos pitar si se nos han caído entre las sábanas por la noche, programar un tiempo de apagado o consultar los datos de descanso.

Porque, al igual que un reloj o un anillo inteligente, estos auriculares pueden darnos referencias de la calidad de nuestro sueño u ofrecernos datos como cuántas veces cambiamos de posición o de qué lado dormimos principalmente. Resalto lo de referencia porque estos dispositivos no suelen ser súper exactos y conviene tomarlo como algo orientativo y no como algo escrito en piedra. Son datos que te pueden ayudar a comprender por qué te levantas tan machacado a la mañana siguiente, pero si consideras que hay perturbaciones de tu sueño prolongadas en el tiempo, deberías acudir al médico.

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La última función que particularmente me ha gustado mucho es la de la alarma. Es agradable despertarse con un sonido ligero que te saca poco a poco de tu letargo y puede ser especialmente útil para parejas o compañeros de piso que se despiertan a horas diferentes y no quieren recurrir al escándalo de la alarma del móvil.

El sonido de estos auriculares no es especialmente rico. No tienen el paisaje sonoro que pueden tener unos cascos tradicionales no excesivamente caros y, por eso, no se pueden utilizar como auriculares de cabecera.

Pero ese no es su objetivo. La calidad es suficiente como para reproducir bien un pódcast o la biblioteca de ruido de la aplicación, que cuenta con múltiples recursos: desde tipos de lluvia, fogatas, ronroneos de gato, ríos, sonidos de la naturaleza y demás. Se puede optar por una mezcla predeterminada o hacer la tuya propia combinando tres elementos diferentes. Yo he sido un clásico y he optado por el sonido de lluvia. Si te estás preguntando por las especificaciones técnicas, utiliza BT 5.3 y es compatible con los códecs AAC y SBC.

¿Pueden con los ronquidos?

Es importante recalcar lo de la cancelación de ruido activa: no la hay, y esto significa que se puede colar algún sonido puntual. Pero el aislamiento pasivo es bastante bueno y te ayudará a tamizar todos esos sonidos. Uno de los últimos fines de semana fui a visitar a un amigo en Barcelona y me tocó dormir en su sofá.

Se me ocurrió echar los auriculares al neceser porque recuerdo que, en otras ocasiones, el ruido del ascensor o el zumbido de la bomba de calor era algo molesto. Estos auriculares han podido tamizar ese tipo de ruidos hasta hacerlos imperceptibles con el sonido a un 40%. Sin embargo, los intenté utilizar para echarme una siesta en el salón cuando la lavadora-secadora estaba a tope de revoluciones, y es cierto que tuve que elevar el sonido notablemente para que ese ruido no fuese molesto.

¿Pueden silenciar los ronquidos? Cuentan con dos pistas de enmascaramiento que ayudan a disimularlos. Yo no he tenido a nadie a mano que ronque todas las noches para comprobarlo, pero una compañera de gremio que los utiliza y que suele recriminar a su marido la potencia de sus pulmones cada amanecer afirma que los disimula lo suficiente como para conseguir que no sean algo tan molesto que le impida conciliar el sueño nuevamente cuando se despierta brevemente a mitad de la noche.

El precio es uno de los puntos que puede echar para atrás a algunos, ya que gastarse 150 euros en unos auriculares que solo sirven para utilizarse en la cama puede ser una inversión alta. A nadie se los recomendaría utilizar como su dispositivo de cabecera porque su sonido es bastante plano. Eso sí, por el Black Friday y el Cyber Monday han caído hasta los 109 euros, así que puede ser una buena opción si eres de los que recurren a ayudas sonoras para dormir.

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