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El 'manitas' que está reparando gratis la montaña de electrónica destruida en Valencia
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El 'manitas' que está reparando gratis la montaña de electrónica destruida en Valencia

Portátiles, tablets, consolas, ordenadores de mesa, discos duros, altavoces… la DANA ha dejado inutilizados miles de aparatos electrónicos. Un informático ha aparecido para devolverlos a la vida

Foto: Dispositivos electrónicos llenos de barro tras el paso de la DANA en Valencia son reparados en la tienda Microelectrónica de Manises. (Juanjo Moyano)
Dispositivos electrónicos llenos de barro tras el paso de la DANA en Valencia son reparados en la tienda Microelectrónica de Manises. (Juanjo Moyano)

Son las 10 de la mañana y varias personas se agolpan en la entrada de una tienda que reza en su fachada “Microelectrónica”. En el interior, montañas de dispositivos hasta arriba de barro han sido apiladas en un mueble, formando una imagen pictórica nunca vista en la historia de este negocio del barrio de Manises, Valencia. Portátiles, tablets, consolas, ordenadores de mesa, discos duros, altavoces… un reguero marrón de tierra húmeda y olor a escombro se abre paso por el mobiliario mientras Juanjo Moyano, encargado de la tienda, y su equipo inspeccionan toda esa tecnología como si fueran artefactos de la Segunda Guerra Mundial.

En realidad, son el resultado de la DANA y su devastación. Mientras muchos se resignaban a dar miles de aparatos electrónicos por perdido, esta tienda ha decidido tomar cartas en el asunto reparándolos de forma altruista.

“Los primeros días tras la DANA fueron caóticos y empezó a llegar mucha gente. Traían de todo, ordenadores, PlayStation, portátiles… totalmente cubiertos de lodo. Sus casas y sus oficinas han sido anegadas, y muchos de ellos buscaban recuperar documentos, discos duros con cosas importantes, fotos familiares… todo eso se ha perdido con el agua. Al principio intenté echar una mano con mi 4x4 retirando escombros, pero me di cuenta de que aquí en la tienda también podía echar un cable desinteresadamente. Nos dijimos: ‘Vale, tenemos estos conocimientos y estas herramientas, vamos a aportar nuestro grano de arena’”, cuenta a El Confidencial Moyano.

Entre las pérdidas más notables de las lluvias torrenciales, además de las vidas arrebatadas, están los cientos de objetos personales y dispositivos electrónicos. José María Vilar, vecino de Aldaia, lo ha vivido en su propia piel. Cuando el agua empezó a arramplar todo a su paso en la calle donde reside, pasaron pocos minutos hasta que se filtró por su puerta. “El agua entraba a borbotones, creciendo muy rápidamente. Mi mujer y yo nos subimos al piso de arriba, intentando salvar lo que podíamos. Iba corriendo con el agua hasta las rodillas, llevando la tele bajo un brazo y la torre del ordenador bajo el otro, pero se cayeron y todas nuestras cosas iban flotando de aquí para allá. Fue un desastre”, relata a este diario.

Para los afectados como Vilar, iniciativas como la de Microelectrónica está siendo un faro de luz en la oscuridad. El equipo de Moyano se pasa las horas revisando tecnología con la esperanza de ‘devolverla a la vida’. “Hemos conseguido arreglar más del 70% de todo lo que nos han traído”, cuenta. Lo hacen sin cobrar. Moyano, que lleva retransmitiendo en TikTok toda esta aventura, publicó un mensaje en el que ofrecía sus servicios de forma gratuita. “Todos los presupuestos para los afectados son gratis. Tanto la mano de obra, como la limpieza y reparación”. Matiza que sólo cuando hay que cambiar alguna pieza (que hay que pedir a un proveedor), se aplica un precio. Y claro, ese gesto ha hecho que aumente considerablemente la clientela, con cada vez más gente presentándose con una tableta o un portátil de aspecto deplorable bajo el brazo.

Foto: Embalse de Forata. (Europa Press/Eduardo Manzana)

No es una misión sencilla. Si los circuitos internos han sido dañados, muchas veces es imposible revivir estos dispositivos. “El agua y la electrónica no se llevan nada bien. Y mucho menos cuando entra en juego tanto residuo como barro, ramas, polvo, suciedad… Conforme van pasando los días, todo eso va creando óxidos y sulfatos. Y eso lo complica todavía más”, señala. “Lo primero que hacemos es limpiar los aparatos usando agua ionizada, que no es conductora de la electricidad, para evitar cortocircuitos. Una vez se retira todo el barro, se repasa cada parte con alcohol isopropílico, que tiene un 99,9 de pureza, no deja residuo y además es de evaporación rápida. A partir de ahí, cuando está todo impoluto, es cuando comenzamos a testear cada pieza en orden: placas base, tarjetas gráficas…”, cuenta.

Los vídeos en los que muestra esos procesos de limpieza y recuperación de equipos han corrido como la pólvora y ya acumulan miles de reproducciones y comentarios: “Eres un héroe”, “Esto es empatía de verdad”, le dicen. Moyano también se ha puesto a disposición de empresas. Asegura que muchas tiendas del Centro Comercial de Bonaire han llevado a su local los ordenadores de los mostradores y cajas. También empresas a pie de calle de Catarroja o Alfafar, como centros de estética y clínicas dentales. “Lo principal para ellos es salvar la información dentro de sus discos duros. La mayoría de veces no es tanto salvar el dispositivo, sino conseguir recuperar lo que hay dentro, sobre todo documentación”, explica.

El INCIBE y el CCN-CERT se vuelcan en salvar datos

Según un informe de la Cámara de Comercio de Valencia, hay más de 48.000 empresas afectadas, con una incidencia directa e indirecta sobre más de 400.000 trabajadores. Y eso se traduce en una pérdida intangible brutal de información. Ante esa problemática, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), junto con el Centro Criptológico Nacional CCN-CERT y un equipo de instituciones, empresas y voluntarios del sector IT, se han movilizado para ofrecer ayuda en la recuperación de datos.

Para centralizar y coordinar estas iniciativas, se ha puesto en marcha un servicio solidario para quienes hayan perdido información en dispositivos electrónicos como ordenadores, teléfonos móviles y discos duros. Ambas instituciones subrayan que, para evitar mayores daños, es crucial que los equipos afectados no se conecten a la corriente si aún están húmedos o tienen signos de humedad. Advertencias como esta se encuentran en una guía básica, que han compartido y que detalla los pasos iniciales a seguir antes de manipular los dispositivos.

Alejandro Blasco, presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana y SomDigitals, una asociación de tecnología de tecnologías de la información, decía que la DANA ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las entidades que todavía “no están lo suficientemente preparadas” frente a situaciones sobrevenidas que pueden destruir información valiosa.

Y recalcaba que un sistema automatizado de copias de seguridad en la nube, por ejemplo, “puede marcar la diferencia” en momentos de crisis, ya que la pérdida de información crítica puede tener “repercusiones profundas y prolongadas” para continuar con su actividad. El impacto ha sido muy grande y sus consecuencias ya se sienten en el tejido empresarial. Costará mucho reponerse, pero siempre es una buena noticia que personas como Juanjo estén al pie del cañón, aunque sea reparando toda tecnología insalvable de la DANA.

Son las 10 de la mañana y varias personas se agolpan en la entrada de una tienda que reza en su fachada “Microelectrónica”. En el interior, montañas de dispositivos hasta arriba de barro han sido apiladas en un mueble, formando una imagen pictórica nunca vista en la historia de este negocio del barrio de Manises, Valencia. Portátiles, tablets, consolas, ordenadores de mesa, discos duros, altavoces… un reguero marrón de tierra húmeda y olor a escombro se abre paso por el mobiliario mientras Juanjo Moyano, encargado de la tienda, y su equipo inspeccionan toda esa tecnología como si fueran artefactos de la Segunda Guerra Mundial.

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