En 1916 se encontró la momia del 'Niño de Oro'. Ahora, se ha desvelado cómo era su rostro
Este infante fue momificado hace 2.300 años y, desde su descubrimiento, despertó la curiosidad de científicos y arqueólogos. El modelado 3D de su cráneo ha permitido conocer su cara
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El ‘Niño de Oro’ es el nombre dado a una momia descubierta en 1916 en el yacimiento de Edfu, Egipto. Este adolescente, momificado durante el período ptolemaico (305 a.C.-30 a.C.), representa un ejemplo excepcional de los rituales funerarios de las élites egipcias de la época. Su apodo proviene de los amuletos de oro que acompañaban su cuerpo, que fueron cuidadosamente colocados para garantizar su protección y resurrección en el más allá, reflejando la compleja cosmovisión religiosa de la antigua civilización egipcia.
Ahora, un equipo de investigadores han desvelado el rostro del llamado ‘Niño de Oro’, una momia de un infante que se estima que tiene en torno a 2.300 años de antigüedad. Este adolescente, momificado durante el citado período ptolemaico, fue enterrado con un elaborado ritual funerario que incluía 49 amuletos. Su cráneo ha sido clave para que los científicos puedan reconstruir su rostro gracias a tecnologías avanzadas.
'Golden boy' mummy is revealed after 2,300 years: Scientists recreate the true face of a mysterious teenager who was buried with 49 amulets - including one next to his PENIS https://t.co/wiZqAasnJs
— Daily Mail Australia (@DailyMailAU) November 13, 2024
El proceso de recreación estuvo liderado por el especialista brasileño Cicero Moraes, quien aplicó la técnica de deformación anatómica. Este método consiste en ajustar un modelo digital al cráneo de la momia, permitiendo obtener un rostro compatible con sus características físicas reales. El resultado incluye dos versiones: una en escala de grises con los ojos cerrados y otra a color con los ojos abiertos, la cual muestra una apariencia mediterránea.
Un entierro cargado de simbolismo
La riqueza de este entierro sugiere que el joven pertenecía a una clase social alta. Los amuletos colocados sobre su cuerpo tenían funciones específicas, como garantizar su resurrección o protegerlo en la otra vida. Por ejemplo, uno situado en su boca pretendía asegurar su capacidad para hablar en el más allá, mientras que otro junto a la zona pélvica protegía la incisión del embalsamamiento.
Además, el adolescente fue enterrado con sandalias doradas y rodeado de guirnaldas de helechos, elementos rituales que simbolizaban su preparación para el tránsito hacia el más allá. Los órganos internos fueron extraídos, salvo el corazón y el cerebro, y sustituidos por resinas y paquetes de lino, siguiendo las prácticas funerarias más avanzadas de su época.
El estudio completo ha sido publicado en la revista científica OrtogOnLineMag, destacando el impacto de la combinación de arqueología y tecnología en la exploración de civilizaciones antiguas. El ‘Niño de Oro’, conservado desde 1916 en el Museo Egipcio de El Cairo, sigue fascinando a los expertos y al público por el misterio y la complejidad de su historia.
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El ‘Niño de Oro’ es el nombre dado a una momia descubierta en 1916 en el yacimiento de Edfu, Egipto. Este adolescente, momificado durante el período ptolemaico (305 a.C.-30 a.C.), representa un ejemplo excepcional de los rituales funerarios de las élites egipcias de la época. Su apodo proviene de los amuletos de oro que acompañaban su cuerpo, que fueron cuidadosamente colocados para garantizar su protección y resurrección en el más allá, reflejando la compleja cosmovisión religiosa de la antigua civilización egipcia.