Esta empresa española quiere cambiar la moda masculina con el primer poliéster transpirable

Ocio Moda, una pequeña marca de ropa especializada en camisetas, utiliza plástico reciclado para crear poliéster transpirable. Nació en Venezuela y ahora es española. Su dueño huyó del chavismo y luego aquí se vio limitado por las políticas restrictivas que frenan el desarrollo económico de estudiantes extranjeros. Ahora intenta reinventarse desde un apartamento de Malasaña sin dejar de vender en EEUU. El reto es "darle sabor" latino a unas prendas únicas que se diseñan para resaltar las características del cuerpo masculino. Los "usuarios", así le gusta llamarles a sus clientes Joaquín González, tienen que superar los estereotipos de ser varón, como ocurrió en Machos Alfa, la serie española de Netflix que utilizó sus prendas como vestuario.

La idea de Ocio surge en el verano de 2012 en la ciudad de Valencia, Venezuela. "Antes de que Hugo Chávez falleciera (marzo de 2013), todavía en mi país se podía hacer dinero", cuenta González a El Confidencial en el lobby de un hotel de Chamberí. "Mi mejor amigo y yo queríamos hacer algo porque el gobierno estaba limitando el uso de ropa importada para potenciar la industria textil local. Venezuela prácticamente se quedó sin ropa y ese era el momento ideal para emerger con un proyecto como el mío".

Tras hacer un estudio de mercado, González detectó que las camisetas son el producto textil que más compran los hombres durante todo el año. "El problema estaba en que yo no me sentía identificado con ninguna de las camisetas del mercado", recuerda. "Todas eran para chicos flaquitos y con cuerpos normados. Ninguna marca iba a preguntarles a los hombres cómo estaban o qué necesitaban para luego representar sus intereses en la ropa que vendían. Por eso también nos cuesta un poco abrirnos y terminamos forjando una masculinidad tóxica. Uno de cada cuatro hombres se autolesiona (sobre todo los más jóvenes), porque no se sienten cómodos consigo. Otro ejemplo es que la mayoría de obesos e indigentes son hombres, gente que la pasa muy mal. Y esas tendencias son similares en muchos países de América y Europa".

"No solo mejoramos la imagen del cuerpo, sino también la mentalidad del usuario"

Partiendo de ese contexto, González creó un patrón de diseño que realza la figura del cuerpo masculino y se enfocó en las camisetas, su producto premium. La máxima que persigue es resaltar esa figura de 'uve' que no se presenta de forma pronunciada en muchos hombres. "De esa manera no solo mejoramos la imagen del cuerpo, sino también la mentalidad del usuario", explica González, quien en 2014 tuvo que salir de Venezuela por el estallido social antichavista que dinamitó cualquier esperanza de futuro para él.

Dejó atrás su familia y renunció a todo lo que había logrado: Sus creaciones vistieron a concursantes de belleza venezolanos, llegaron a utilizarse en producciones televisivas y se labraron un nicho de mercado fiel. El primer año en España fue duro, pues llegó "con una mano delante y otra detrás".

Mientras González cuenta su historia, deja ver un entusiasmo innato que ha sido truncado por su accidentado recorrido vital. Aun así, alza las manos y la voz cuando habla de sus sueños. En 2015, este persistente joven consiguió una ayuda que tenía parte de capital público, y con ella sacó su primera colección en España. Le fue muy bien. "Más tarde saqué otra colección, pero como yo tenía en ese momento visa de estudiante, el Estado español me dijo que tenía que parar porque estaba produciendo mucho dinero. Ocurrió eso, paré, en vez de facilitarme obtener una residencia de verdad. Son cosas que nunca voy a entender de este país", lamenta.

"Obtuvimos un poliéster que transpira bien. No existe otro con esas características"

Tratando de continuar con su proyecto, González rehizo el plan de empresa durante la pandemia. Sabía que tenía que regresar con alguna novedad y encontró una compañía catalana que pretendía lograr en poliéster reciclado un tacto similar al algodón. "Cuando me entregaron la tela era un desastre, el poliéster es una tela de mala calidad", detalla. "Entonces me propuse transformar esa tela que ellos tenían en algo similar al algodón pima peruano, la tela con la que yo había triunfado anteriormente. Busqué a un químico de la Universidad Autónoma de Barcelona y comenzamos a probar diferentes fórmulas de suavizado hasta que encontramos la correcta. El resultado superó mis expectativas, porque obtuvimos un poliéster con la capacidad de transpirar bien. No existe otro poliéster con esas características, es un invento 100% español y lo tenemos nosotros aquí. Si existe un producto igual, son de otras marcas que no lo han hecho trascender".

Brenda Chávez, una periodista e investigadora especializada en sostenibilidad y consumo, declara a El Confidencial sobre este tipo de tejidos: "El poliéster es del mismo material que las botellas de plástico, el tereftalato de polietileno. Lo que pasa es que cuando adopta forma de botella, se le incorporan unos aditivos, como el color y otros componentes. Cuando se utiliza para hacer tejidos, el plástico se vuelve fibras y con ellas se hace la ropa. Se trata de un material muy versátil".

Además de la calidad de la tela, que también logró emular el tacto del algodón, González se enorgullece de crear unas camisetas únicas en el mercado. "Los patrones de diseño que yo desarrollé no los tiene ninguna marca en el mundo", explica. Su objetivo es mejorar la silueta del hombre, para que los obesos, por ejemplo, también puedan lucir bien y sentirse cómodos con su ropa. "Al final esa es la esencia de Ocio Moda, no tanto la tela. A nosotros nos interesa alegrar y confortar a la gente", insiste.

"Muchas multinacionales están aumentando el uso de tejido de origen reciclado para cumplir con sus supuestas metas de sostenibilidad"

Más allá de las peculiaridades de Ocio Moda, se trata de una de las muchas empresas que están apostando por los tejidos generados a partir de plástico reciclado. Dicha tendencia, alerta Chávez, no es completamente sostenible: "En la industria de la moda cada vez hay más tejidos de origen reciclado. Muchas multinacionales están aumentando su uso para cumplir con sus supuestas metas de sostenibilidad. Según un informe de Changing Markets, Inditex es una de las multinacionales que más ha aumentado su volumen de tejido de origen reciclado. Ese aumento no es bien visto por los ecologistas, porque uno de los mayores problemas que tiene la industria es la sobreproducción. Cada vez venden, fabrican y, por ende, generan más residuos. Lo que hay que hacer es reciclar esos residuos textiles. La industria tiene que resolver sus propios problemas y no concentrarse en reciclar botellas que vienen al final de otros sectores".

González no ideó su marca como un proyecto 100% sostenible, pero al menos se alegra de contribuir a darle una segunda vida al plástico reciclado. Ahora Ocio está pasando por un rediseño interno que le permita avanzar. El objetivo de su líder es conquistar más mercado interno: "Estamos vendiendo en EEUU y no nos está yendo tan mal allá, pero ahora somos una marca española y queremos afianzarla más aquí. La idea es evolucionar para humanizar más nuestra identidad, y darle un nombre propio a nuestro lifestyle".

Las prendas de Ocio parecen delicadas al tacto, pero en realidad son muy duraderas debido a las propiedades de la tela. En estos momentos, González trabaja en una nueva colección que potenciará las camisetas unicolor, siempre respetando los patrones base. También quiere retomar la producción de pantalones cortos, camisas y accesorios que resalten la masculinidad. La originalidad de su proyecto le permitió presentarlo hace poco ante autoridades europeas en Bruselas, y pronto pudiera concretar acuerdos de colaboración con una destacada empresa del sector.

González tiene otro emprendimiento para ayudar a personas migrantes en la búsqueda de alquiler en Madrid, pero sueña con la posibilidad de dedicarse en cuerpo y alma a Ocio: "Mis metas son desarrollar la marca y poder vivir plenamente de ella, pero sobre todo siendo una persona responsable y feliz. A veces solo pensamos en el dinero, aunque no nos detenemos en qué estamos ofreciendo realmente o qué problema le estoy solucionando a la gente. Cuando no le estás solucionando un problema a las personas entonces tienes un producto vacío".