Necesitaba un nuevo PC y al final compré uno en miniatura. Tal vez tú también deberías
Más pequeños, más silenciosos, más baratos, y con toda la potencia que necesitas. Esto es todo lo que necesitas saber antes de comprar un mini PC que te puede cambiar la vida sin apretarte el bolsillo
Es hora de cambiar de PC. Lo que no esperaba era que al final iba a acabar comprando uno en miniatura. Acostumbrado como estoy a cajas de computadora capaces de albergar una colección de zapatos, me ha sorprendido descubrir que todo lo que necesitaba cabe en una caja de bombones. Es más. Sospecho que no soy el único al que le encajaría un Mini PC. El nombre de esta categoría de computadoras es engañoso. En su pequeño tamaño pueden llevar un hardware tan poderoso como el de una CPU de tamaño convencional. Hasta llegar al modelo que quería he aprendido unas cuantas cosas que quizá te sean de utilidad.
Debo aclarar que mi batalla comenzó en el televisor. Estoy hasta el gorro de mi dispositivo de streaming (un Apple TV). La razón es que no se lleva muy bien con el wifi de casa, y ello resulta en un bitrate terrible en servicios como Netflix. El televisor, un QLED de 2023, no sufre de problemas de conexión, pero el sistema operativo de los televisores Samsung no es precisamente como para echar cohetes. No es la primera vez que tengo que reiniciarlo a las bravas (desenchufando el cable de corriente) porque sus aplicaciones se traban aquí y allá.
Tras mucho mirar Chromecast y similares, acabé volviendo a la que siempre ha sido la solución definitiva a los problemas de streaming: conectar un PC al televisor. Sí. Hace falta tener un teclado y un ratón a mano en la mesa de centro, pero hasta eso es una ventaja a la hora de hacer búsquedas. Los servicios de streaming corren de forma nativa en el navegador, y raro es el Netflix de turno que no tiene app propia para Windows. No hay formato de vídeo que se resista a un PC. Además, si necesitas consultar el correo, abrir un PDF, o recordar las fotos de la abuela, puedes hacerlo con el software que quieras y a tu manera, no dándote de cabezazos contra una app que ofrece solo la mitad de las funciones en una interfaz pensada para la pantalla de un móvil.
La situación dista mucho de ser exclusiva del salón de casa. Con cada vez menos espacio para una mesa de oficina, niños pequeños que necesitan silencio para dormir, o facturas de la luz disparadas, cada vez tiene más sentido optar por un Mini PC.
Pocas ventajas, pero importantes
El tamaño no es la principal ventaja de los mini PC. Ni siquiera es la única. Más importante aún que las dimensiones es el tema del ruido, o mejor dicho, de la falta de él. La mayor parte de mini PC tienen sistemas de refrigeración pasiva, o con pocos ventiladores. Incluso si los hay, estos emiten menos decibelios. Eso los hace ideales para entornos en los que el silencio sea importante. Bien sea el sacrosanto espacio del salón durante una película de estreno, una biblioteca, o una oficina.
Por supuesto, la posibilidad de llevarnos con nosotros la CPU a todas partes es un factor a considerar, aunque para eso probablemente sea mejor un portátil. Solo contemplo viajar con un mini PC en los contados casos en los que sabemos que vamos a encontrar una pantalla a la que conectarnos en nuestro lugar de destino. Incluso con esta pantalla, no nos libraremos de llevar teclado y ratón, lo que complica bastante la portabilidad en comparación con un laptop convencional.
El bajo consumo eléctrico sí que es una ventaja que los mini PC comparten con los portátiles. Incluso aunque lleven dentro procesadores de última generación y gráficas discretas, suele tratarse de componentes de portátil que en ningún caso consumen tanta energía como sus primos de sobremesa de gran tamaño. Donde una fuente de PC convencional consume 500, 700 o 1.000 vatios, una fuente de mini PC ronda los 85 o 100.
Una configuración para cada cosa
La decisión más importante a la hora de comprar un mini PC es la misma que la que afrontas al comprar un sobremesa convencional y es elegir los componentes internos. La cantidad de RAM, el procesador, la existencia (o no) de tarjeta gráfica, así como el tipo de disco duro y su capacidad son todos factores que alteran mucho el rendimiento del equipo. También son la razón por la que algunos mini PC cuestan solo 200 euros, y otros superan los mil.
AceMagician AM06 Pro
Nuestra primera propuesta es un mini PC para oficina con procesador AMD Ryzen 7, 5700U, 16GB de RAM, y 512GB de SSD M.2. Es capaz incluso de manejarse con vídeo 4K a 60HZ, pero donde más brillará será en una pequeña oficina. Su precio es de 399 euros.
Toda la configuración interna depende de para qué vayamos a usar el equipo. Si su destino es servir como CPU para una oficina o tienda nos basta con un procesador Intel Core i3 o un AMD Ryzen 3. La memoria típica en estos casos es de 8GB de RAM, pero mi recomendación es optar por unos sanos 16GB. Además, ahora mismo no hay tanta diferencia entre 8 y 16 en lo relativo al precio, y la diferencia en cuanto a rendimiento sí que es importante.
En cuenta al disco duro, no debería tener menos de 256GB, pero es mejor subir esta cifra a 512GB. Normalmente, los mini PC no tienen espacio suficiente como para un disco duro convencional. Lo que llevan en su lugar es un disco en estado sólido o SSD y formato M.2 NVMe sobre puerto PCIe. Estos pequeños chips de almacenamiento son ideales porque son mucho más rápidos que los discos duros convencionales y se calientan menos. Como guinda al pastel, y al igual que ocurre con la RAM, se pueden cambiar manualmente en casa con solo soltar un par de tornillos.
Normalmente, los mini PC usan memorias y SSD de formatos convencionales que se pueden extraer simplemente abriendo la caja de la CPU y soltando los anclajes. Esto es ideal para alargar la vida útil del equipo instalando componentes más potentes en el futuro. Los mejores equipos cuentan con doble ranura para memorias, y doble ranura PCIe para discos SSD. En cualquier caso, es bueno chequear los límites de ampliación de cada modelo antes de comprar.
Beelink SER8
El SER8 es uno de los topes de gama de Beelink, que es una de las compañías más veteranas y con mejor nombre en esto de los mini PC. Lleva un procesador AMD Ryzen 9 6900HX con 16GB de RAM DDR5, y 500GB de disco SSD en formato M.2 PCIe4. La gráfica es una AMD Radeon 680M integrada y lo bastante potente como para juegos sencillos o vídeo 4K. Cuesta 599 euros. Si buscas algo más asequible, el Beelink EQR6 ofrece AMD Ryzen 5 por 399 euros.
Las posibilidades de ampliación son también la razón por la que omito en esta guía uno de los mini PC más conocidos por el gran público: el Mac Mini de Apple. Desde 2013, los Mac Mini vienen con la memoria integrada en la placa. Una vez eliges la configuración de memoria al comprarlo, ya no puedes ampliarla a menos que pases por el servicio técnico, con el consecuente incremento de coste sobre hacer esta operación en tu propia casa. Para añadir insulto al agravio, los Mac Mini traen el SSD soldado a placa desde 2018, por lo que si quieres aumentar su capacidad tienes que pasar de nuevo por una Apple Store. Por si esto fuera poco, un Mac Mini con 16GB de RAM y 512GB de almacenamiento cuesta 1.568 euros, que es una cifra muy por encima del objetivo de esta guía, que no es otro que recomendar un mini PC bueno, bonito y barato.
Zanjado el tema Apple, volvamos a la configuración interna de nuestro mini PC con el siguiente nivel de potencia. Si quieres un mini PC como centro de entretenimiento doméstico, mi recomendación es un Intel core i5 o un AMD Ryzen 5 con un mínimo de 16GB de RAM, y 512GB de SSD. No obstante, si vas a reproducir contenidos en 4K mediante archivos en tu disco duro es mejor optar por un Intel Core i7 o AMD Ryzen 7 con 24 o 32GB de RAM, 1TB de SSD, y a ser posible con gráfica independiente a la del procesador. En estos casos es bueno comprobar a qué resolución de salida máxima opera el dispositivo y cuál es la tasa de refresco de pantalla. El mínimo debería ser 4K a 60Hz, pero es preferible que soporte una tasa de refresco de 144Hz sobre HDMI 2.1. Esta misma configuración es también la indicada en caso de que quieras un PC de oficina capaz e manejarse con programas de edición de imágenes o diseño 3D como Photoshop o Blender.
Intel NUC 11
Los NUC son la familia de mini PC de Intel. No son especialmente baratos, pero cuentan con el respaldo del gigante de los microprocesadores. El NUC 11 es ideal como mini PC de oficina con un procesador Intel Core i7-1165G7, 16GB de RAM, 512GB de SSD y Windows 11 Pro. Su único punto débil es la gráfica integrada Intel Iris Xe, que vale para diseño 3D, pero no es muy musculosa para videojuegos. Cuesta 579 euros.
La tercera y última categoría es la de los pesos pesados en miniatura. Hablamos de equipos con procesadores Intel Core i9 o AMD Ryzen 9 y 32GB de RAM ampliables a 64. Estos mini PC suelen traer ya por defecto doble ranura NVMe y 512GB de SSD como poco (preferiblemente 1TB). La gráfica discreta es aquí obligatoria porque hablamos de dispositivos pensados para tareas pesadas como edición de vídeo o videojuegos.
MinisForum NAD9
La misma propuesta que el NUC 11, pero con un potente chip Intel Core i9-12900H, 32GB de RAM y 512GB de SSD. Su tamaño un poco más grande lo hace más sencillo de actualizar hasta 64GB de RAM y 2TB de espacio en disco. Cuesta 647 euros.
Una nota final sobre esto último. Incluso aunque nos vayamos a una configuración muy potente, los mini PC no son exactamente la mejor opción para videojuegos. Especialmente si hablamos de lanzamientos triple A que consumen un montón de recursos gráficos. El tamaño de los componentes en los PC no es un capricho. Los componentes más grandes son más grandes y consumen más, sí, pero también son más potentes y se refrigeran con más efectividad. si buscas un PC muy potente y los videojuegos son el principal uso que le vas a dar es mejor optar por una CPU de tamaño ATX hecha y derecha.
A vueltas con los puertos
El último detalle en el que tenemos que fijarnos al comprar un mini PC son los puertos y conexiones. En el primer caso, es bueno contar con al menos dos salidas HDMI 2.1 para el televisor o monitor, o un HDMI y un DisplayPort. En algunos casos puede que necesites USB-C compatible con Thunderbolt y, desde luego, al menos un puerto Ethernet para conexión de red por cable y al menos 3 puertos USB 3,0 de tamaño convencional si no quieres saturar el equipo con solo un teclado y un ratón.
Es importante considerar cuántos y cuáles de estos puertos necesitamos en la parte frontal del mini PC. En general es bueno tener al menos dos puertos USB frontales para poder conectar discos duros o memorias USB. Así mismo, el conector de auriculares es mejor que esté en el frontal.
Cierran el apartado de puertos las conexiones inalámbricas. Incluso aunque planeemos conectar el mini PC por cable Ethernet es bueno que cuente con wifi sobre al menos el estándar 6e. La versión más reciente de la conexión Bluetooth es la 5.4, pero podemos optar por la versión 5.3 sin problemas.
MinisForum Neptune HX99G
Con un chasis en formato vertical, el Neptune es un mini PC para videojuegos o trabajo pesado de oficina. sus 64GB de RAM y su chip AMD Ryzen 9 6900HX se encargan de ello. La gráfica es una AMD Radeon RX 6600M y cuenta con 1TB de almacenamiento en SSD PCIe 4.0. Su precio, eso sí, no es de los más baratos: 875 euros. Si buscas algo similar, pero más barato, este Acemagician ofrece el mismo procesador, pero con 16GB de RAM y 500GB de disco por solo 499.
Comprobado todo esto, solo queda asegurarnos de que el equipo que estamos mirando no es un bulk o barebone. Estos términos suelen referirse a mini PC que se venden para ser ensamblados con componentes propios y por ello generalmente solo traen la caja con la placa y el procesador, pero sin discos duros ni memoria. En último lugar, no viene mal comprobar si el equipo viene con Windows 11 preinstalado y si este es su versión profesional o la doméstica (Home). El sistema operativo siempre se puede actualizar más tarde, pero cuanto más completo venga el equipo, menos lo tendremos que afinar después. Dicho todo esto, solo queda elegir el modelo que más nos convenga. A lo largo de esta guía tienes algunas recomendasciones, pero no son las únicas ni de lejos. Tan solo date un paseo por tu tienda online favorita armado con la información que has leído aquí.
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Es hora de cambiar de PC. Lo que no esperaba era que al final iba a acabar comprando uno en miniatura. Acostumbrado como estoy a cajas de computadora capaces de albergar una colección de zapatos, me ha sorprendido descubrir que todo lo que necesitaba cabe en una caja de bombones. Es más. Sospecho que no soy el único al que le encajaría un Mini PC. El nombre de esta categoría de computadoras es engañoso. En su pequeño tamaño pueden llevar un hardware tan poderoso como el de una CPU de tamaño convencional. Hasta llegar al modelo que quería he aprendido unas cuantas cosas que quizá te sean de utilidad.