Es noticia
Ni hormigón ni acero: los rascacielos del futuro serán de este material
  1. Tecnología
Ya ha empezado a probarse

Ni hormigón ni acero: los rascacielos del futuro serán de este material

El hormigón y el acero son los dos grandes protagonistas del sector de la construcción. Sin embargo, resultan tan contaminantes que es necesario buscar otras alternativas

Foto: El edificio Ascent de Milwaukee dejando ver su estructura de madera maciza (Ascent)
El edificio Ascent de Milwaukee dejando ver su estructura de madera maciza (Ascent)

El hormigón ha sido uno de los materiales más importantes en la construcción moderna, consolidándose como la base de innumerables edificios, puentes e infraestructuras desde el siglo XX. Su durabilidad, resistencia y capacidad para adaptarse a diversas formas y tamaños lo han convertido en el material predilecto para la edificación de grandes estructuras en todo el mundo. Desde rascacielos hasta presas, el hormigón ha sido clave en el desarrollo urbano y el crecimiento de las ciudades.

No obstante, el uso masivo de hormigón está asociado a importantes problemas medioambientales. Como indican en Ars Technica, es responsable del 15% de las emisiones anuales de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, a nivel global. Además, la extracción de los materiales necesarios y el alto consumo de energía en su fabricación agravan su impacto ecológico. Estos problemas han impulsado la búsqueda de alternativas más sostenibles en la construcción moderna. A veces, en materiales que se conocen desde hace siglos o milenios.

Es el caso, en concreto, de la madera maciza, que está empezando a ser considerada como un elemento clave en la construcción sostenible y respetuosa con el medioambiente a la hora de sustituir al hormigón y al acero. Uno de los ejemplos más claros y destacables de las posibilidades de este material es el edificio Ascent situado en Milwaukee, Estados Unidos. En total, alcanza los 25 pisos de altura, lo que le ha permitido convertirse en un auténtico referente.

La técnica predominante incluye el uso de madera laminada encolada (glulam) y madera laminada cruzada (CLT), materiales que ofrecen una resistencia similar a la del acero, pero con un menor impacto ambiental. Además, esta tecnología aporta una estética más cálida y natural, lo que está atrayendo la atención de arquitectos y constructores de todo el mundo.

Ventajas de la madera maciza en la construcción

El diseño de edificios con madera maciza no solo supone un avance en términos de sostenibilidad, sino que también optimiza los tiempos de construcción. Gracias a técnicas como el diseño integrado, los elementos de estos edificios se fabrican fuera del lugar de construcción, lo que permite ensamblarlos en una cantidad de tiempo hasta un 40% menor que los métodos tradicionales. Esto hace que proyectos como el emprendido por la Universidad de Toronto, que ha iniciado la edificación de un bloque de madera de 14 pisos, sean ejemplos de eficiencia en el sector de la construcción.

No obstante, a pesar de sus múltiples beneficios, la madera maciza también presenta algunos inconvenientes, como el control de la humedad. La exposición al agua puede provocar daños por hongos o insectos, por lo que es crucial aplicar un riguroso plan de gestión de la humedad. Esto incluye la instalación de sistemas de ventilación y calefacción que mantengan los niveles de humedad bajo control, asegurando la durabilidad de las estructuras.

Según la científica Diana Ürge-Vorsatz, el uso de madera maciza y otros materiales de origen biológico podría ser clave para reducir estas emisiones. La construcción del edificio Brock Commons en Canadá evitó más de 2.400 toneladas métricas de emisiones de CO₂, lo que demuestra el potencial de este tipo de edificación. Eso sí, otros colectivos de científicos hacen énfasis en la necesidad de gestionar la madera de forma sostenible, ya que de lo contrario podría ser peor el remedio que la enfermedad.

El hormigón ha sido uno de los materiales más importantes en la construcción moderna, consolidándose como la base de innumerables edificios, puentes e infraestructuras desde el siglo XX. Su durabilidad, resistencia y capacidad para adaptarse a diversas formas y tamaños lo han convertido en el material predilecto para la edificación de grandes estructuras en todo el mundo. Desde rascacielos hasta presas, el hormigón ha sido clave en el desarrollo urbano y el crecimiento de las ciudades.

Arquitectura
El redactor recomienda