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El sustituto del Chromecast pintaba a fracaso: un mes después me trago mis palabras
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GOOGLE TV STREAMER

El sustituto del Chromecast pintaba a fracaso: un mes después me trago mis palabras

Google mata su dispositivo más vendido y lo cambia por uno más grande, más caro y totalmente diferente. La renovación es mucho más acertada de lo que pueda parecer si vas a tener la casa llena de aparatos conectados

Foto: Foto: EC Diseño.
Foto: EC Diseño.

El Chromecast ha muerto. Quizá ya lo hayan leído, pero hace unas semanas Google puso el último clavo en el ataúd del que ha sido, sin lugar a dudas, su dispositivo más exitoso y vendido. Cualquiera podría haber pensado que el motivo detrás de este entierro era la popularización de las smart TVs, un hecho que le habría restado terreno de juego a este dispositivo que, tras enchufarlo al HDMI de nuestra tele, permitía enviar contenido desde nuestro móvil fácilmente. Era una solución socorrida para dar una segunda vida a una pantalla vieja o que no tuviese opciones inteligentes, o para conseguir alguna app que no ofreciese el fabricante de turno. Y, además, era relativamente barato.

Una renovación ambiciosa
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Google TV Streamer
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Pero lejos de mandarlo al cementerio, los de Mountain View han cambiado el Chromecast por un aparato más completo: más grande, más capaz y más caro. Su nombre, Google TV Streamer, para que no haya muchas dudas sobre para qué sirve exactamente este invento. Si no lo tienen claro, sirve para lo mismo que un Apple TV Plus. Se trata de una caja que contiene un sistema operativo completo. Basta con enchufarlo a nuestra tele y a internet para poder acceder a él, con sus aplicaciones y funcionalidades diferentes a las que ofrece nuestra televisión.

Lo primero que ha cambiado es el diseño. Ya no es un apéndice que cuelga de un puerto. Ahora es un disco ovalado que puede pasar desapercibido perfectamente entre la decoración de tu salón. Aunque ha salido a la venta en dos colores, en nuestro país solo se comercializa el color blanco. Por lo demás, no tiene mucho misterio: un puerto para HDMI 2.1 (no incluido), uno para Ethernet y otro para la toma de corriente. En general, se puede decir que Google ha seguido el lenguaje de diseño al que nos tiene acostumbrados en los últimos años, y es un dispositivo bonito. Aunque ya no se puede colgar discretamente detrás de la tele, se puede ocultar fácilmente en cualquier esquina o, incluso, en la parte trasera si tenemos una pantalla con patas en nuestro salón.

placeholder El Google TV Streamer cambia su factor de forma. (M. Mc.)
El Google TV Streamer cambia su factor de forma. (M. Mc.)

Una gran novedad (y un gran acierto si me preguntan) ha sido incluir un botón para hacer sonar el mando si no lo encontramos, una función que también podemos activar si tenemos un altavoz con Assistant o un teléfono Pixel. Para probarlo, lo oculté en las rendijas de mi sofá. Sonaba lo suficientemente fuerte como para localizarlo en unos pocos segundos. No sé ustedes, pero esta es la típica función que acaba siendo una auténtica bendición para alguien tan despistado como yo. No saben la cantidad de veces que me duermo en el sofá y el mando se cuela por una de las innumerables rendijas sin que se vea fácilmente a simple vista. Y no saben la cantidad de veces que tengo que parar la reproducción porque tocan el timbre, me llaman por teléfono o simplemente porque me voy a dormir y dejo el mando en cualquier esquina de casa. Les aseguro que más de una vez me he despertado intentando recordar dónde lo dejé y he apagado la regleta.

El mando mantiene su característico diseño, aunque ahora se estira ligeramente para incluir nuevos botones y distribuirlos de otra manera. No hay nada que resulte llamativo ni antinatural. Tenemos un nuevo control para acceder a opciones de configuración tanto del dispositivo como de Google Home, que permite ver dispositivos conectados o la imagen de cámaras que tengamos configuradas fácilmente. Tenemos accesos directos a Netflix y a YouTube, así como un botón personalizable. Particularmente, entiendo que haya un acceso directo a esta última plataforma, propiedad de la compañía, pero no entiendo por qué Netflix tiene que seguir teniendo un control dedicado. ¿Qué pasa si tengo Disney+ y Apple TV+? Yo preferiría tener dos opciones personalizables, pero supongo que existe algún tipo de acuerdo para que sea así. Lo más sorprendente es que siga funcionando con pilas. No pido un mando como los de Samsung que se pueden cargar con energía solar, radiofrecuencia y por cable, pero sí uno que tenga un USB tipo C para darle un chute.

No sé si han configurado alguna vez un Android o un televisor con Google TV, pero poner a punto el aparato cuando lo sacas de la caja es muy parecido. Eso sí, el HDMI no está incluido, así que tendrás que buscarte uno para poder utilizarlo. Algo más de diez minutos en tenerlo listo, ya que me obligó a hacer una actualización nada más sacarlo de la caja. El proceso no esconde mucho misterio. Lo más raro fue que, a pesar de tenerlas almacenadas en mi llavero de claves de mi cuenta de Google, tuve que hacer la sincronización de algunas de mis apps de streaming. Pero, siendo sinceros, es una molestia menor.

¿Cañerías poco ambiciosas? Sí y no

Una de las cosas más criticadas desde su presentación han sido sus cañerías. Un procesador de Mediatek, una RAM de 4 GB, 32 GB de almacenamiento y que, en un momento en que todo el mundo, incluso la propia Google, está vendiendo ya aparatos y routers con Wifi 6, Wifi 6E o Wifi 7, este dispositivo solo soporta Wifi 5. Salvo el caso del procesador, el resto de debates me parecen bastante secundarios. 32 GB, teniendo en cuenta que la mayoría de las personas vamos a instalar las apps de streaming y algún juego casual, me parece una cifra que, sin ser una locura, se ajusta bastante a la realidad.

¿Que sería mejor el doble, teniendo en cuenta que estas compras se suelen hacer pensando en usarlo durante varios años? Pues es cierto, pero el almacenamiento interno me parece suficiente para el uso que tiene. No estamos hablando de un dispositivo que vayamos a usar para sacar fotos, ni de uno con el que vayamos a grabar videos ni descargar contenidos para verlos offline. Sobre la conectividad, he utilizado el dispositivo sin conectarlo a internet con el cable Ethernet y ha funcionado todo relativamente bien. Muchas personas no tienen el router cerca de la pantalla donde van a utilizar el Chromecast o el nuevo Google TV Streamer. Pueden estar tranquilos, no van a tener problema por tener Wifi 5 en lugar de Wifi 6. También es cierto que la conexión Ethernet va a dar más estabilidad a la comunicación y a la señal, especialmente para consumir streaming y muchos contenidos en 4K. Como decía, el procesador sí puede generar algo más de controversia.

placeholder Los puertos del Google Tv Streamer. (M. McLoughlin)
Los puertos del Google Tv Streamer. (M. McLoughlin)

Según Google, el Mediatek que ejerce como motor de este dispositivo es capaz de rendir un 20 % más rápido que su predecesor, el Chromecast que funcionaba con Google TV. Yo he hecho pruebas con los dos y lo cierto es que hay diferencias a la hora de moverse por los menús, hacer peticiones de voz o abrir aplicaciones. Pero no son diferencias brutales. Creo que la compañía podría haberse apuntado un tanto optando por un chip algo más capaz y menos discreto, especialmente para dar tranquilidad a quienes buscan exprimir este dispositivo durante años. ¿Ha sido mala mi experiencia? En absoluto. El rendimiento, sin ser una locura, es correcto. En lo que se refiere a la imagen, el Google TV Streamer puede gestionar y procesar imagen 4K (60 fps) y es compatible con tecnologías como HDR 10, Dolby Atmos o Dolby Vision. Pero cabe recordar, para quien no sepa de qué va la vaina, que es necesario que la pantalla a la que se conecte este aparato sea compatible con estas tecnologías. Es decir, no va a convertir una tele vieja en HD en una tele 4K.

La interfaz que nos encontraremos al empezar a utilizar este aparato será la que podemos encontrar en televisores que funcionan con Google TV, aunque con algunos cambios. En general, es una pantalla intuitiva y en la que es fácil navegar. Durante la configuración, tienes que escoger los servicios de streaming a los que estás suscrito para que el sistema los tenga en cuenta de cara a las recomendaciones. Hay una pestaña que se llama “Para ti” que aglutina todas esas sugerencias, que se van afinando según vas consumiendo contenidos de los diferentes servicios. Una de las cosas que me gusta es que también me recomienda videos de YouTube en base a lo que he visto en el móvil o en el ordenador.

Prefiero mil veces la interfaz de Google TV que la de mi tele de 2023

Diré que gran parte de las pruebas las he hecho en un televisor Samsung de 2023 y he preferido mil veces esta interfaz, porque acierta bastante en las recomendaciones y porque aglutina muy bien el contenido de las diferentes plataformas que estoy consumiendo en una sola pantalla. Es cómodo y me ahorra bastante tiempo.

Algunos de los trucos de inteligencia artificial que supuestamente hace este Google TV Streamer todavía no están disponibles en España. Es el caso de los resúmenes de IA elaborados por Gemini. Cuando busquemos una serie o una película, mostrará, además de avisos de contenido para adultos, comentarios que resumen tanto el argumento como la opinión de espectadores o de críticos. Seguro que a más de uno le resultará útil. Pero habrá que esperar. Por el momento, habrá que conformarse al hacer estas búsquedas con la referencia de Rotten Tomatoes. Gemini también se supone que ha ayudado a hacer de Assistant una herramienta más natural.

placeholder El sustituto del Chromecast ya no es como te acordabas. (M. McLoughlin)
El sustituto del Chromecast ya no es como te acordabas. (M. McLoughlin)

Yo no suelo utilizar mucho los asistentes de voz en casa (salvo cuando quiero poner una alarma o pedir que apague las luces que me he dejado en el salón), pero lo cierto es que le he cogido gusto a encender la tele y pedirle que me reproduzca esta serie o aquella. Hay que coger el tranquillo y saber cómo se le piden las cosas, pero una vez lo pillas, es bastante fácil. Lo mejor es que te ahorra el tiempo de tener que deslizarte por las ventanas hasta encontrar lo que quieras o entrar en tu app de streaming. También es cierto que, según mi experiencia, funciona mejor con Max, Netflix o Disney+ que con Prime Video. Pero aun así, me ha ahorrado tiempo. Por ejemplo, al pedir que reproduzca Los Anillos del Poder, me devolvía un listado de resultados de YouTube, pero justo debajo había un acceso directo a la serie. Hay posibilidad de descargar juegos de la Play Store. Aquí me he encontrado con un problema: te pide emparejar un mando externo. La cuestión es que hay juegos (como Reigns o Crossy Road) que se podrían jugar perfectamente con el mando del Chromecast. Una actualización podría solventar perfectamente este problema.

Otra función es que podrás convertir la pantalla en un marco de fotos digital gigante o en un cuadro cuando no estés viendo nada. Podrás escoger entre tus fotos de Google Fotos, algunas imágenes predeterminadas o fondos generados por IA. Más allá de esto, solo hay un par de cosas más que comentar. Por una parte, se pueden crear perfiles diferentes para los distintos miembros de la casa, de manera que cada uno tendrá su contenido. Si hay menores, se podrán establecer filtros y restricciones. Por otra parte, si quieres reproducir videos o fotos desde el móvil en la tele, podrías hacerlo. Pero muchas de estas cosas ya las hacía su predecesor.

Un cerebro para el hogar conectado

Lo diferencial es que ahora el Google TV Streamer se convierte en un gran hub para controlar tus aparatos conectados. Se ha incorporado los estándares Matter y Thread. ¿Por qué es importante? Hay algunos enchufes y lámparas inteligentes que suelen necesitar lo que se llama puente o bridge. Además del dinero adicional que hay que invertir en estos accesorios, te ocuparán espacio en la regleta. Yo mismo tengo varias tiras de luz, bombillas y lámparas de Signify (antiguamente Philips) y he podido prescindir de los dos puentes que tenía gracias a este aparato. En definitiva, contar con estos dos estándares hace que no tengas que preocuparte por compatibilidades en el futuro y que todos se puedan manejar desde una misma interfaz. En ese intento por convertir al sustituto del Chromecast en la piedra angular de nuestro hogar conectado, Google también ha diseñado un nuevo panel lateral en el que podremos controlar los aparatos rápidamente en unos pocos segundos con el mando sin salirnos de la serie o la película que estemos viendo.

placeholder El nuevo mando del Google Tv Streamer. (M. McLoughlin)
El nuevo mando del Google Tv Streamer. (M. McLoughlin)

Puedes apagar luces o atenuarlas, activar la climatización y, si tienes cámaras Nest (por ejemplo, en el cuarto del bebé o un timbre inteligente), puedes ver una miniatura con la imagen en vivo. En general, me parece una herramienta visualmente efectiva y, sobre todo, extremadamente sencilla de utilizar. Va a ser especialmente útil si no te gusta pedirle cosas por voz a Assistant y tienes algo de repelús a los altavoces inteligentes.

Google aumenta las opciones

Hasta aquí el repaso de este Google TV Streamer. Es cierto que ha pecado de falta de ambición en algunos puntos, pero en general es una renovación mucho más completa de lo que parecía en un primer momento tras conocer que el precio había escalado hasta los 119 euros.

Es cierto que el valor que le vas a dar depende mucho de lo que estés buscando. Si tienes una tele 4K reciente, es probable que no le encuentres mucho sentido, a excepción de que tengas la casa llena de aparatos conectados de distintas marcas y busques un control que los unifique y los coordine sin mucha complicación. También es posible que ese sea tu caso, pero que seas usuario del entorno Alexa o de HomeKit. En ese caso, mi consejo es que te busques un Fire TV o un Apple TV, respectivamente.

Opción con menos parafernalia
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Chromecast con Google TV
Compra el modelo 4K Compra el modelo HD

Obviamente, si no tienes interés en el hogar conectado, todo cambia bastante y un Chromecast con Google TV puede ser suficiente para ti. Si es una tele HD de hace unos cuantos años, mi consejo es que te vayas directamente a la opción más barata que cuesta 40 euros. Si tienes una tele de Xiaomi, TCL o HiSense que te compraste por cuatro duros hace un par de años, el sistema operativo va a pedales; no hay apps oficiales de servicios como Apple TV, pero tienes calidad 4K, así que igual te interesa irte al Chromecast con Google TV que procesa esta resolución, que cuesta 70 euros. En este caso, lo que hay que valorar es qué trauma te supone la pérdida del puerto Ethernet, así como la ausencia de poder encontrar el mando rápidamente, que para mí, como decía, ha sido una bendición. Sea como sea, el producto que sustituye al Chromecast tiene poco o nada que ver con lo que en origen era. Pero Google ha conseguido mantenerse muy viva en esta pelea.

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El Chromecast ha muerto. Quizá ya lo hayan leído, pero hace unas semanas Google puso el último clavo en el ataúd del que ha sido, sin lugar a dudas, su dispositivo más exitoso y vendido. Cualquiera podría haber pensado que el motivo detrás de este entierro era la popularización de las smart TVs, un hecho que le habría restado terreno de juego a este dispositivo que, tras enchufarlo al HDMI de nuestra tele, permitía enviar contenido desde nuestro móvil fácilmente. Era una solución socorrida para dar una segunda vida a una pantalla vieja o que no tuviese opciones inteligentes, o para conseguir alguna app que no ofreciese el fabricante de turno. Y, además, era relativamente barato.

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