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Probamos los AirPods que muchos estaban esperando: solo hay una cosa a tener en cuenta
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UNA RENOVACIÓN ACERTADA

Probamos los AirPods que muchos estaban esperando: solo hay una cosa a tener en cuenta

¿Odias esos auriculares que te obligan a meter un trozo de silicona en tu oreja? Apple actualiza sus cascos más mundanos con una versión abierta con cancelación de ruido

Foto: Foto: EC Diseño.
Foto: EC Diseño.

Son los auriculares más vendidos del mundo. Hablamos de los AirPods de Apple, esos cascos inalámbricos que fueron lanzados al mercado en 2016 como la pareja del iPhone y que se han acabado convirtiendo en un auténtico negociazo para los de la manzana. Con el paso de los años, el catálogo se ha ido diversificando, apareciendo primero los Pro y, posteriormente, la versión de diadema, los AirPods Max. Todos ellos tuvieron su ración de protagonismo en la presentación que la compañía celebró hace unas semanas en Cupertino, aunque quedaran eclipsados por los iPhone 16 y el posterior debate de si estaban a la altura de lo esperado.

Hubo mucha tela que cortar. Por ejemplo, los AirPods Pro 2, que llevaban ya un tiempo en el mercado, se iban a convertir en audífonos de grado clínico gracias a una actualización de software. Los AirPods Max abrazaron por fin la conexión USB Tipo C e incluyeron nuevos colores en una renovación considerada menor para este dispositivo de gama alta. Pero la gran novedad fueron los AirPods más mundanos.

Foto: Foto: M. McLoughlin.

Un modelo que llevaba ya tiempo pidiendo una actualización a gritos. En la tercera generación, la anterior, lo intentaron cambiando el diseño e incluyendo audio espacial. Pero se quedó algo corta, probablemente en un intento de mantener distancia con los AirPods de más quilates. Con la cuarta generación parecen no haberse andado con estos malabares y, por fin, han traído cancelación de ruido activa a los AirPods más básicos, algo que muchos usuarios llevaban tiempo pidiendo.

En realidad, lo que han hecho es crear una nueva categoría en el catálogo, ya que han sacado una versión con esta funcionalidad y otra, más barata, sin ella. Habrá algunos que ya tengan bastante claro, por presupuesto o por lo que sea, qué modelo comprar. Pero en los últimos días me he encontrado con bastante gente que no tiene claro por dónde tirar.

placeholder Vista de los AirPods.
Vista de los AirPods.

Silencio sin silicona

La gran ventaja que algunos van a encontrar en estos AirPods de 4ª generación es el factor de forma. Particularmente, el tema de tener que introducir la almohadilla de los AirPods Pro en la oreja nunca me ha resultado especialmente molesto, pero es cierto que después de un par de horas con ellos puestos notaba cierta fatiga. La cuestión es que hasta ahora esto era un peaje obligatorio si se quería disfrutar de la cancelación de ruido. No sé si saben cómo funciona esta tecnología, pero, sin entrar en demasiados detalles técnicos, basta con decir que analizan los sonidos que nos rodean tanto fuera como dentro del oído y emiten una onda opuesta para anularlos.

Para lograr que sea efectivo también entra en juego el aislamiento pasivo. Es por eso que los auriculares de diadema ofrecen un nivel superior. En el caso de los true wireless, las almohadillas y esos diseños que se acomodan en el conducto auditivo son los que ejercen ese bloqueo. Por eso sorprende el nivel de cancelación de ruido que han conseguido con un sistema que hay que fijar tanto en la oreja. Por ponerlo en perspectiva, me atrevería a decir que el nivel de cancelación de ruido es similar al de los AirPods Pro de primera generación. Es decir, es capaz de silenciar el ruido de un avión, un tren, un aire acondicionado, el murmullo de la oficina o incluso un aspirador en casa. Eso sí, si alguien está hablando a tu lado con otra persona a cierto volumen, es probable que ese sonido se te cuele si no tienes la música a cierto volumen.

placeholder Vista de los nuevos AirPods 4.
Vista de los nuevos AirPods 4.

El aspecto es prácticamente idéntico al de los AirPods de tercera generación, aunque ha sido ligeramente retocado para conseguir un ajuste ligeramente más cómodo. Por lo demás, hay pocos cambios: pesan poco más de 4 gramos cada uno, tienen el bastoncillo que asoma por fuera de la oreja y cuentan con resistencia IP54. Es decir, soportan salpicaduras y el sudor de una sesión de entrenamiento. Si estás pensando en utilizarlos para hacer deporte, es recomendable que dediques unos minutos a limpiarlos para mejorar su esperanza de vida.

Teniendo en cuenta que es un auricular abierto, el nivel del ANC sorprende para bien

Si estás pensando dar el salto, por ejemplo, de los AirPods Pro de primera generación a este diseño, tienes que pensar en esto. Yo estoy acostumbrado a auriculares que se fijan con gomas y, cuando iba a correr los primeros días, ha sido habitual que me llevase la mano en algunos momentos a la oreja porque el agarre me daba la sensación de que no era lo suficientemente firme. No se me ha llegado a caer en ningún momento, pero tenía la sensación de que se me iba a escapar.

Donde se me han caído más a menudo es a la hora de practicar actividades más intensas, como saltos de comba. Todo depende del tipo de ejercicio que vayas a practicar. Para alguien que esté pensando en utilizarlos en el gimnasio haciendo máquinas o fuerza y cardio ligero, no creo que el diseño suponga ningún problema. En resumen, si te gustaba el agarre de los AirPods clásicos, este te va a gustar. Si lo odiabas, lo vas a odiar. Particularmente, me ha sorprendido en mi entorno la cantidad de gente a la que los auriculares que se introducen en el conducto auditivo les resulta tremendamente molestos.

placeholder Vista del estuche de los AirPods 4.
Vista del estuche de los AirPods 4.

La caja mantiene el estilo tradicional de las anteriores ediciones, aunque se ha hecho mucho más pequeña y cuqui, hasta el punto de entrar perfectamente en un monedero pequeño. El conector para la carga es USB tipo C, aunque se puede utilizar también con cargadores inalámbricos Qi o el cargador del Apple Watch. La autonomía total, entre los auriculares y las veces que la funda permite recargarlos, se supone que asciende a unas 20 horas con cancelación activa de ruido y unas 30 sin ella. En cifras totales, la promesa es la misma que en el caso de los AirPods Pro. Eso sí, cuando hablamos de autonomía con una sola carga, en este caso tenemos una pequeña pérdida. Una vez los sacamos al cien por cien del estuche, tenemos 4 horas con ANC, eso es una hora menos que lo que ofrecían los Pro. En mi día a día normal no utilizo tantas horas los auriculares, pero en un vuelo o un viaje en autobus largo es probable que tengas que meterlos en el estuche en algún momento. Creo que esta es una tarea pendiente: Apple debería acercarse a las 6 horas de autonomía con cada carga, por lo menos.

La horquilla de las 20 a las 30 horas es para el modo escucha. Como manos libres, la batería da para 20 horas de conversación. Lo normal es que nadie alcance estas cifras, porque al final este es un dispositivo al que se le da un uso mixto. Durante mis pruebas, yo he necesitado cargarlo una vez cada cinco o seis días. Eso depende mucho del uso que le vaya a dar cada persona. También cabe mencionar que si tu prioridad es la batería y la cancelación de ruido te da igual, tu compra es el modelo más básico, que siempre va a apuntar a la horquilla alta de la autonomía. Aunque la cancelación de ruido es la principal diferencia entre los AirPods de 4ª generación de 149 euros y los de 199 euros, hay otras. Por ejemplo, en el estuche, el modelo más caro incorpora la posibilidad de hacerlos sonar para localizarlos más fácilmente.

Algunas sorpresas adicionales

Ambos modelos cuentan como cerebro con el chip H2, que se estrenó en los AirPods Pro de segunda generación, pero cada uno lo utiliza de forma diferente. El superior, al contar con cancelación de ruido, también cuenta con modo transparencia y una función que deja pasar algunos sonidos clave, como pueden ser sirenas, timbres o alarmas. Aunque el diseño sea abierto, es interesante contar con este sistema, ya que si uno acostumbra a llevar el volumen un poco alto, puede no escuchar estos avisos.

Los AirPods 4 con cancelación de ruido presumen también de un modo de conversación que ya hemos visto en otros fabricantes. El funcionamiento es sencillo (y bastante efectivo): cuando detecta que estás hablando, entiende que quieres charlar con alguien y baja el volumen de la música. Es una herramienta socorrida, según mi experiencia, por si tienes que hacer un comentario a alguien en la oficina y no quieres ni parar la música ni quitarte el auricular. Responde bastante bien, pero también hay que tener en cuenta que si la conversación va a durar más de 45 segundos, estaría bien retirar el auricular.

placeholder Vista de los nuevos AirPods. (M. Mc.)
Vista de los nuevos AirPods. (M. Mc.)

Hay varias maneras de interactuar con los AirPods de 4ª generación. Por supuesto, puedes convocar a Siri con comandos de voz. También puedes controlar la reproducción o responder o rechazar llamadas utilizando los controles táctiles que hay en cada bastoncillo. Lo cierto es que es cómodo y el feedback háptico que dan los auriculares es agradable y tienes la certeza de que está funcionando. La pena, en este punto, es que no sirven para subir o bajar el volumen. No es algo que vaya a estar utilizando todo el rato, pero en algún momento sí puede ser útil poder deslizar el dedo por el auricular para moderar un poco la intensidad de la música. Buscándole una razón a esta decisión, quiero pensar que Apple haya decidido obviar esto al entender que esa necesidad ya está cubierta por el modo transparencia o por la detección automática de conversaciones.

El control gestual llega a estos AirPods. Di sí o no con la cabeza para aceptar o rechazar la llamada

La guinda es el control gestual. Una grata sorpresa que está presente en las dos versiones de los nuevos AirPods. Basta con asentir o negar con la cabeza para gestionar una llamada entrante que te ha anunciado Siri. ¿Han intentado alguna vez rechazar una llamada en el reloj cuando iban con dos o tres bolsas de la compra en cada mano? Pues yo sí. Y les aseguro que no es fácil. Un sí rotundo a la manzana en este punto.

Los AirPods sencillos no han destacado nunca por tener un sonido excelente. Es más, siempre he creído, que teniendo en cuenta el precio que tenían, estaban cubrir el expediente con un audio que diese el pego (sin fallos pero tampoco sin cosas brillantes) y que cubriese las exigencias de un usuario normal y corriente. Su valor estaba en que cumplían en este punto, ofrecían una experiencia buena como manos libres y se integraban bien en el ecosistema de Apple, conectándose rápidamente y ofreciendo conexión multipunto entre los diferentes dispositivos de la compañía. Todo esto sigue igual.

Con los AirPods Pro dieron un salto notable en la calidad del audio, aunque por el precio que pedían, probablemente los que tienen un oído algo sibarita puedan encontrar algo que se ajuste más a sus gustos y a la fidelidad que suelen exigir. Ahora, los californianos han hecho un esfuerzo por mejorar el sonido de sus auriculares más sencillos. No hablamos del audio espacial ni del seguimiento de cabeza (ambas cosas las vimos en la anterior edición), sino que hablamos de su desempeño general, en donde ha mejorado en todos los rangos.

Por ejemplo, en la zona templada, la de los rangos medios, se nota mucha claridad y una gran separación entre voces e instrumentos, pero a la vez se mantiene todo natural. Con los agudos me sorprende la cantidad de detalles que se pueden percibir en la reproducción, que no se distorsiona ni cuando el volumen está al máximo. Pero donde creo que hay un salto mayor es en los graves. Al igual que ocurre con la cancelación de ruido, sorprende cómo estos auriculares gestionan las notas más bajas a pesar de tener formato abierto. No van a ser unos graves de esos que hacen retumbar el oído, pero que se hayan acentuado ayudan a tener una escena más completa.

Los AirPods de entrada nunca destacaron por el sonido. Aquí se notan mejoras frente a otros años

Si estuviésemos hablando de fotografía, los anteriores AirPods serían una fotografía lavada, sin mucha diferencia entre las zonas más y menos iluminadas. En el caso de los AirPods 4, las sombras estarían más marcadas y habría mayor contraste y mayor dinamismo. No sería la foto perfecta, pero se acercaría más a la realidad.

Un problema que ha sido ampliamente señalado es que no incluye un ecualizador al uso, que permita hacer personalizaciones de manera sencilla. A través de las opciones de accesibilidad, tenemos la posibilidad de tocar un poco el audio de los AirPods, con opciones para indicar si queremos potenciar los sonidos más suaves y cómo queremos afinar el sonido, pero son opciones predeterminadas y muy limitadas.

El audio espacial funciona bastante bien, aunque es probable que sea una función que no decida la compra. El problema es que, dependiendo de tu plataforma de streaming musical, le sacarás más provecho o no. Amazon Music o Apple Music tienen parte (pequeña) de su catálogo todavía en Dolby Atmos y, probablemente, la gran mayoría de canciones que meterías en tu playlist no están preparadas en este formato. Incluso si lo están, es probable que la mezcla no sea la más fina posible y no se exploten las ventajas de esta tecnología de audio espacial.

placeholder El estuche de los AirPods.
El estuche de los AirPods.

Pero siempre que me pongo a comprobar cómo funciona, siempre encuentro o redescubro alguna pieza que me sorprende. En este caso ha sido Don’t Go Yet de Camila Cabello. Es muy curioso notar cómo los coros y los instrumentos de esta canción se posicionan en el espacio. También se puede utilizar en películas, series o videojuegos. No va a convertir un mal contenido en uno bueno, pero lo cierto es que la experiencia acústica es algo diferente e inmersiva. Se puede utilizar de forma fija o con seguimiento de cabeza. Este año, además, se puede utilizar una función de audio espacial personalizado, que nos permite escanear nuestras orejas y nuestra cabeza para que funcione mejor.

¿Qué AirPods escoger?

Los AirPods 4 parten de 149 euros, por la versión sin ANC. Particularmente, no recomendaría este modelo tan básico. Es cierto que han mejorado el sonido, pero creo que hay opciones como los Ear (2) de Nothing que te ofrecen un menú de características más completas por 20 euros menos. También es cierto que pierdes la integración con los dispositivos de Apple, que suele ser el principal argumento para los que escogen unos AirPods.

Si eres de los que no pueden renunciar a algo de la manzana y el tacto de la goma en tus oídos es algo que te molesta enormemente, aquí vas a encontrar algo que se ajusta perfectamente a ti y que, además, ahora consigue ofrecer una cancelación de ruido con un buen rendimiento a pesar de su diseño abierto. Si te parecen caros, mi consejo es el de siempre: espera unas semanas, porque es probable que en Black Friday seguro que puedes obtener un descuento que los deje en mejor lugar.

Personalmente, descartaría los AirPods 4 sin ANC y optaría por el modelo que si tiene esa función

Creo que los AirPods 4 con cancelación de ruido ofrecen una serie de características que pueden encajar a la perfección con personas que quieren controlar el grado de aislamiento más allá del modo transparencia y que no quieren estar completamente desconectadas de lo que les rodea. Además, se ganan funcionalidades como el timbre de la caja para ayudar a buscarlos o el modo conversación.

Si lo que buscas es una mayor fijación (para utilizarlos haciendo deporte intenso) o una cancelación de ruido más potente, tu opción son los AirPods Pro de segunda generación. El precio oficial es 279 euros, pero ya se pueden encontrar por mucho menos (en el entorno de los 220 euros) en muchas webs de internet. La mayor duda es la del ajuste, así que mi consejo, si no lo tienes claro, es que te acerques a una tienda de Apple y los pruebes. Así de paso podrás comprobar si el aislamiento de la nueva generación es suficiente.

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Son los auriculares más vendidos del mundo. Hablamos de los AirPods de Apple, esos cascos inalámbricos que fueron lanzados al mercado en 2016 como la pareja del iPhone y que se han acabado convirtiendo en un auténtico negociazo para los de la manzana. Con el paso de los años, el catálogo se ha ido diversificando, apareciendo primero los Pro y, posteriormente, la versión de diadema, los AirPods Max. Todos ellos tuvieron su ración de protagonismo en la presentación que la compañía celebró hace unas semanas en Cupertino, aunque quedaran eclipsados por los iPhone 16 y el posterior debate de si estaban a la altura de lo esperado.

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