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Primero 'buscas', ahora 'walkie-talkies': por qué no hay dispositivo a salvo de sospecha
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¿PODRÍA AFECTAR A MÓVILES?

Primero 'buscas', ahora 'walkie-talkies': por qué no hay dispositivo a salvo de sospecha

Nadie esperaba que se fuera a repetir, pero las explosiones simultáneas afectan ahora a ‘walkie-talkies’ y otros dispositivos inalámbricos. ¿Es el mismo mecanismo? ¿Podría ocurrir también con móviles corrientes?

Foto: Las autoridades del Líbano reciben ayuda médica y militar de Irák tras los recientes ataques a Hezbolá. (EFE/EPA/Ahmed Jalil)
Las autoridades del Líbano reciben ayuda médica y militar de Irák tras los recientes ataques a Hezbolá. (EFE/EPA/Ahmed Jalil)

El mundo pareció paralizarse este martes cuando, a las 15:30 hora local de Líbano, más de 3.000 ‘buscas’ estallaron simultáneamente, matando a al menos 12 personas e hiriendo a miles de gravedad. Los vídeos en los que veíamos a operativos de Hezbolá con extremidades mutiladas y ropas llenas de sangre se sucedían durante los momentos siguientes al ataque, en una de las operaciones militares encubiertas más ingeniosas y destructivas de los últimos tiempos. Nadie esperaba que se fuera a repetir, pero eso es justo lo que acaba de ocurrir en las últimas horas, solo que ahora con ‘walkie-talkies’ y otros dispositivos inalámbricos. ¿Es el mismo sistema de explosión simultánea? ¿Podría afectar también a móviles corrientes? ¿Qué está pasando?

Una fuente cercana a Hezbolá ha declarado este miércoles que los 'walkie-talkies' utilizados por miembros del grupo explotaron simultáneamente en su bastión de Beirut, y los medios de comunicación estatales informaron de explosiones similares de “otros dispositivos”, sin especificar cuáles, en el este y el sur de Líbano provocando otras 25 muertes. La agencia de noticias oficial de Líbano, la NNA, ha informado de que también algunos paneles solares instalados en casas han detonado, aunque no hay más información. Podría ir más allá: imágenes de pequeñas explosiones de lectores de huellas e incluso electrodomésticos, han circulado por las redes sociales, aunque no está claro si explotaron solos o simplemente estaban cerca de 'walkie-talkies'.

Al igual que con los ‘buscas’, nadie ha reclamado la autoría de estos nuevos ataques, pero el refinamiento y la precisión de esta operación sigue apuntando al Mossad, la agencia de inteligencia de Israel. En un primer momento, una de las teorías más compartidas fue que la deflagración de los dispositivos había sido causada por un sobrecalentamiento de sus pilas o baterías. Esto podría haberse conseguido mediante algún tipo de hackeo o ciberataque. Sin embargo, la intensidad de las explosiones levantaba demasiadas dudas. Pronto la hipótesis de que la agencia de espionaje israelí pudo haber colocado microexplosivos, interviniendo físicamente los aparatos, se hizo más fuerte.

Ahora parece que podría estar ocurriendo lo mismo pero con 'walkie-talkies'. Consultado por El Confidencial, el especialista en seguridad y radiocomunicaciones David Marugán, explica que “cualquier artefacto que pueda activarse u ocultar un detonador o carga explosiva podría hacerse estallar de manera remota”, al igual que hemos visto con los ‘buscas’. También apunta a que “no sería la primera vez que se ve un caso de explosión de 'walkie-talkies' similar en otros conflictos de Medio Oriente".

Foto: Cientos de operativos de Hezbolá hospitalizados tras estallar sus 'buscas' (Reuters/Mohamed Azakir)

Según el experto, lo que pasó con los 'beepers' da una pista de lo que ha podido pasar con estos nuevos dispositivos: “La explosión que se ve en las imágenes parece proceder de una carga explosiva, no de una batería”. Y añadía: “Todavía no sabemos qué aparato fue en concreto, pero los modelos más habituales llevan baterías de litio o, los más viejos, pilas. El LiPo (polímero de litio) arde y genera humo, pero no suelen explotar de la forma que se ha visto en algunos vídeos. Así que una posible explicación, sin descartar otras, es que los aparatos fueran intervenidos, de alguna forma, antes de llegar a su destino".

La pregunta que se hacen los Gobiernos de todos los países ahora es cómo podrían haber sido interceptados estos aparatos para llegar a los operativos con una carga explosiva dentro. Es decir, ¿cómo se introdujeron los caballos de Troya? Varios testimonios de fuentes familiarizadas con la ofensiva, señalaban a The Wall Street Journal que provenían de un cargamento recibido hacía pocos días. Otros funcionarios estadounidenses aseguraban a The New York Times que se tratan de unos 3.000 mensáfonos fabricados en Taiwán por la compañía Gold Apollo e importados por Líbano.

placeholder Algunas personas donan sangre después del estallido simultáneo de dispositivos en el sur de Beirut. (EFE)
Algunas personas donan sangre después del estallido simultáneo de dispositivos en el sur de Beirut. (EFE)

La clave de este ataque reside en un cambio de maniobra por parte de Hezbolá a principios de este año, cuando su líder, Hassán Nasrallah, sugirió cambiar el método con el que hasta entonces se comunicaban los miembros (los teléfonos móviles). El motivo, claro está, era la preocupación de ser interceptados por Israel. Por eso, el grupo ha tenido que adquirir miles de aparatos alternativos para sus miembros, como los ‘buscas’ o 'walkie-talkies' que hemos visto en los vídeos. Si se confirmara la autoría por parte del Mossad, también se haría evidente que, primero, estaban al tanto del cambio de estrategia del grupo libanés en cuanto a sus comunicaciones y, segundo, averiguaron cómo introducirse en la cadena de suministro.

Una tecnología que viene de lejos

Lo que acontece ahora viene de lejos. Se trata de una tecnología que lleva en desarrollo desde los años 60, cuando EEUU los creó para fabricar minas antipersona diminutas durante la guerra del Vietnam y que la Unión Soviética llevaría aún más allá en su invasión de Afganistán. Desde entonces, las mejoras de estos microexplosivos ha continuado en secreto. Uno de los primeros usos lo vimos en durante la guerra de Vietnam, cuando Estados Unidos desarrolló la mina BLU-43, conocida como Dragontooth. Era muy pequeña y estaba diseñada para dispersarse desde el aire, cargadas con un explosivo líquido llamado nitroparafina. Apenas pesaban 20 gramos, pero su impacto era devastador. El objetivo era lesionar e incapacitar al enemigo sin llegar a matarlo. Al ser tan pequeñas y difíciles de detectar, convertían los caminos en trampas mortales.

La Unión Soviética quiso imitar estos modelos y acabó desarrollando la mina PFM-1, también conocida como "pétalo" o "loro verde" por su peculiar forma y colores llamativos. Estos mecanismos contenían una pequeña cantidad de explosivo líquido y estaban hechas de plástico, lo que las hacía incluso más difíciles de detectar. Su diseño las hacía un imán para los civiles, especialmente los niños. Gino Strada, médico de la Cruz Roja Internacional, lo relataba así: "En Afganistán, mis compañeros y yo escuchamos en varias ocasiones que un niño había tomado una de estas minas y jugado con ella durante horas antes de que ocurriera una explosión". El ataque a Hezbolá con microexplosivos ocultos en ‘walkie-talkies’ o ‘buscas’ es solo una vuelta de tuerca de esta estrategia, solo que esta vez ha llegado como un verdadero caballo de Troya.

El mundo pareció paralizarse este martes cuando, a las 15:30 hora local de Líbano, más de 3.000 ‘buscas’ estallaron simultáneamente, matando a al menos 12 personas e hiriendo a miles de gravedad. Los vídeos en los que veíamos a operativos de Hezbolá con extremidades mutiladas y ropas llenas de sangre se sucedían durante los momentos siguientes al ataque, en una de las operaciones militares encubiertas más ingeniosas y destructivas de los últimos tiempos. Nadie esperaba que se fuera a repetir, pero eso es justo lo que acaba de ocurrir en las últimas horas, solo que ahora con ‘walkie-talkies’ y otros dispositivos inalámbricos. ¿Es el mismo sistema de explosión simultánea? ¿Podría afectar también a móviles corrientes? ¿Qué está pasando?

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