Elon Musk tiene nuevo enemigo: Europa revoluciona su artillería contra las 'big tech'

"No dejes que la puerta te golpee al salir". La noticia de la renuncia de Thierry Breton de la Comisión Europea era demasiado jugosa para que el multimillonario Elon Musk no saltara a la yugular. Ambos habían librado una larga batalla en redes sociales por temas regulatorios. “Es un gran día para la libertad de expresión", señalaba también la cuenta de la directora de la red social tras el anuncio. El francés fue un peso pesado del Ejecutivo comunitario, y defendió con uñas y dientes la Ley de Servicios Digitales (DSA), convirtiéndose en un dique de contención contra las big tech y sus plataformas online. Sin embargo, su marcha y el reciente nombramiento de Henna Virkkunen para llevar la cartera de Soberanía Tecnológica remueve los cimientos del sector tecnológico.

La renuncia del francés pilló por sorpresa tanto a empresas como a instituciones. En junio, el presidente francés Emmanuel Macron había dejado claro que era su hombre en Bruselas para los próximos cinco años. Aunque los que conocen la difícil relación entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y Breton no se asombran tanto por el desenlace: una carta pública en la que el francés, en un tono muy duro, critica a la alemana por haber maniobrado a sus espaldas, por pedir sustituirle por motivos personales y señalando su “cuestionable” método de gobernanza.

La franqueza fue una de las cosas que más han caracterizado las andaduras del político en Bruselas, sobre todo en materia de regulación. En los cinco años que estuvo al frente de su cartera, ha estado a la vanguardia de la Ley de Servicios Digitales (DSA), que se introdujo en 2022 con el objetivo de crear igualdad de condiciones en el mercado digital europeo frente a los grandes gigantes tecnológicos, así como de moderar el contenido ilegal y la desinformación. Breton ha estado desde entonces aplicando sus heterodoxos métodos de gestión, publicando cartas a los CEO de compañías como TikTok o X, aplicando la lija y la seda.

Eso le llevó irremediablemente a una cruzada contra empresarios como Elon Musk desde que el magnate se hizo cargo en 2022 de X, cuando aún se llamaba Twitter. El comisario le llegó a enviar una carta al multimillonario instándolo a garantizar que cumpliera con la ley de moderación de contenidos cuando éste tuvo una entrevista con el candidato presidencial estadounidense Donald Trump. Musk respondió a Breton con un meme de la película 'Tropic Thunder' diciéndole que “se alejara”. La acción del francés no sólo irritó a Musk, sino también a la Comisión Europea en aquel momento por supuestamente no haberse coordinado antes con Von der Leyen. Breton quería ser el héroe sin capa de Europa, aunque no haya resultado.

Los funcionarios de la UE, hasta ahora liderados por el francés, aún creen que X está infringiendo la DSA por lo que el bloque considera prácticas engañosas de verificación de usuarios (sugieren que las marcas azules habían otorgado una credibilidad falsa a algunas cuentas), falta de transparencia publicitaria y un incumplimiento de los requisitos de que la empresa proporcione a los investigadores acceso a algunos de sus datos. Musk siempre ha mantenido que impugnaría cualquier decisión de la UE contra X. "Esperamos una batalla muy pública en los tribunales, para que la gente de Europa pueda saber la verdad".

La dimisión de Breton también supone que los operadores de telecomunicaciones de la UE pierdan a su mayor escudero. Breton había mostrado su apoyo a algunas de las reivindicaciones de las principales telecos: desde cambiar una regulación que se ha quedado "obsoleta" hasta la necesidad de crear un entorno digital en el que todos los actores tengan "los mismos derechos y obligaciones".

Para cambiar la conectividad europea impulsó un Libro Blanco que sienta las bases para la elaboración de la Ley de Redes Digitales (DNA, por sus siglas en inglés) con el fin de invertir en investigación y despliegue tecnológico, proteger la infraestructura digital e impulsar un mercado único digital que facilite un campo de juego equilibrado: "La igualdad de condiciones implica derechos y obligaciones similares para todos los agentes y usuarios finales de las redes digitales", recalcaba.

Nueva alineación, nuevas competencias

Tan solo un día tras la marcha de Breton, Von der Leyen ha anunciado una reestructuración de su colegio de comisarios con seis nuevas vicepresidencias. Con la nueva alineación, el antiguo rol de Breton recaerá en manos de la finlandesa Henna Virkkunen, del Partido Popular Europeo (PPE), que tendrá un cargo de vicepresidenta de la Comisión Europea bajo un nuevo título que muestra la nueva importancia que Bruselas da a todo lo digital: “Soberanía Tecnológica, Seguridad y Democracia”.

En la carta de misión que Von der Leyen ha enviado a Virkkunen señala que debe “adoptar medidas de ejecución rápidas y eficaces en virtud de la DSA y DMA, establecer diálogos de cumplimiento a largo plazo con las entidades reguladas (es decir, los gigantes digitales) y contribuir al trabajo sobre desinformación”. Si los cargos a los que se enfrenta X se confirman, Virkkunen también se haría cargo de las investigaciones formales de la DSA sobre Meta y AliExpress.

De igual manera, la finlandesa también tendrá que seguir de cerca los desarrollos en el ámbito de la Inteligencia Artificial y poner la lupa en cada intersección entre tecnología y seguridad nacional. En un momento en el que la Comisión Europea quiere establecerse como objetivo el trabajar en cerrar la “brecha digital” con Estados Unidos o China, Von der Leyen también encarga a Virkkunen intensificar los “esfuerzos e inversiones en la próxima oleada de tecnologías de vanguardia, en particular la supercomputación, los semiconductores, la Internet de las cosas, la genómica, la computación cuántica, la tecnología espacial y otras”.

Como ha venido ocurriendo durante los últimos años en el caso de Breton, Virkkunen compartirá su supervisión de la DMA con la persona a cargo de Competencia. En este último lustro esa ha sido Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva, y a partir de ahora será la también vicepresidenta Teresa Ribera, que se hará cargo de la cartera de Transición Justa, Limpia y Competencia de la Comisión Europea. A Ribera, la alemana le indica que debe encargarse de “los retos y la dinámica de los mercados digitales, incluidas las economías de plataforma y los modelos empresariales basados en datos” garantizando que se cumple la DMA. En esta nueva posición, Ribera tendrá el papel de enfrentarse a las grandes empresas con el objetivo de hacerles cumplir las reglas del juego.

La antecesora de Ribera, la liberal Margrethe Vestager, se ha convertido en los últimos años en el azote de las big tech, a las que ha puesto el cerco por el abuso de su posición dominante en el mercado europeo. Justo antes de abandonar el puesto, tuvo dos grandes victorias en los tribunales: la devolución de 14.000 millones de euros por parte de Apple a la Hacienda irlandesa y la confirmación de una multa de 2.400 millones a Google. Es también una cartera esencial en un escenario casi belicoso por la imposición de los aranceles a los coches eléctricos chinos.

Henna Virkkunen, la 'capo' digital de Bruselas

Virkkunen se convierte así en la ‘zarina’ digital de la nueva Comisión Europea, aunque su estilo no tiene demasiado que ver con el de Breton. La nueva comisaria europea Henna Virkkunen lleva bastante tiempo lejos de las tierras altas de Finlandia, donde se describía a sí misma como la "chica de los caballos". Cuando era niña, su trabajo soñado era trabajar en un establo, ahora lo es convertir al continente en número en innovación digital. 

Estudió periodismo y fue copropietaria de una agencia de comunicaciones, aunque ha pasado desde entonces la mayor parte de su vida laboral en la política, ocupando puestos ministeriales de educación, administración pública y transporte antes de ser elegida para el Parlamento Europeo en 2014, donde ha ganado tres mandatos.

En el parlamento, Virkkunen ha sido miembro de la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo y de la Comisión de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo. En 2022, se unió a la Comisión de Investigación del Parlamento Europeo para investigar el uso de Pegasus y otros software espía similares. Desde el principio, ha trabajado para reforzar la Ley de Servicios Digitales para el Partido Popular Europeo de centroderecha, ayudando a dar forma a las normas de moderación de contenidos.