La Justicia europea anula la multa de 1.500 M a Google por abusos en publicidad online
El fallo confirma "la mayor parte" de los argumentos, pero tumba la decisión que impuso la sanción por no tener en cuenta "el conjunto de las circunstancias"
El Tribunal General de la Unión Europea (TUE) ha anulado este miércoles la decisión por la que la Comisión Europea impuso en 2019 una multa de 1.480 millones de euros a Google por abusos en la publicidad online de la plataforma, conocido como AdSense. La derrota del Ejecutivo comunitario llega una semana después de haber obtenido dos sonadas victorias en la justicia europea en el caso del acuerdo fiscal entre Irlanda y Apple y en el caso de otra multa contra Google. Ante esta decisión cabe un recurso ante el más alto tribunal, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
El TUE considera que la "mayoría de las conclusiones" de la investigación realizada por el departamento dirigido por la danesa Margrethe Vestager son correctas, pero anula la multa “debido, entre otras cosas, a que (la Comisión) no tuvo en cuenta todas las circunstancias pertinentes en su apreciación de la duración de las cláusulas contractuales que la Comisión había considerado abusivas”. Las cláusulas que establecía Google con las webs que utilizaban su sistema de publicidad están en el centro de la investigación y del caso ante la alta corte de Luxemburgo.
Según la investigación de la Comisión, Google es el principal actor en el campo de la publicidad online, controlando más del 70% entre 2006, cuando comenzó el sistema que investigó el Ejecutivo comunitario, y 2016. Y Bruselas considera que la empresa norteamericana se aprovechó de esta posición para abusar y reforzarse. El equipo de Vestager señaló que en 2006 Google había establecido una cláusula de exclusividad a sus contratos, es decir, que las webs que utilizaban el sistema de AdSense tenían prohibido situar anuncios de competidores.
Tres años después, la gigante tecnológica comenzó a cambiar las cláusulas de exclusividad por un nuevo tipo de cláusula denominada “Ubicación Premium”, que hacía que las webs que utilizaran el sistema de AdSense tuvieran que reservar las mejores posiciones en su web para publicidad de Google, estableciendo también cuotas para asegurarse una presencia mínima de anuncios de su sistema. En la última fase de lo que Bruselas ha considerado un comportamiento anticompetitivo de más de una década, Google incluyó en sus contratos cláusulas que daban a la empresa poder para dar su visto bueno a cómo las webs mostraban anuncios de los competidores, de forma que la compañía norteamericana podía decidir el tamaño de los anuncios, el color o dónde se situaban.
El TUE considera que la Comisión “cometió errores en su apreciación de la duración de las cláusulas controvertidas, así como del mercado cubierto por las mismas en 2016”. La Comisión Europea había identificado esas tres cláusulas consecutivas, la de 2006, 2009 y la cláusula de supervisión como contrarias al derecho de competencia, pero para la alta corte de Luxemburgo el Ejecutivo comunitario “no ha demostrado que las tres cláusulas que había identificado constituyeran, cada una de ellas, un abuso de posición dominante y constituyeran conjuntamente una infracción única y continuada del artículo 102 TFUE”.
“La Comisión no ha demostrado que las cláusulas en cuestión hayan podido disuadir a los editores de abastecerse de los competidores de Google o que hayan sido capaces de impedir que dichos competidores accedieran a una parte significativa del mercado de la intermediación publicitaria de búsquedas en línea en el Espacio Económico Europeo y, por consiguiente, que esas mismas cláusulas habían podido producir el efecto de exclusión declarado en la Decisión impugnada”, señala el TUE en su decisión.
Según la justicia europea, uno de los principales errores de Bruselas fue no tener en cuenta que muchos de los contratos entre Google y las webs “tenían, individualmente, una duración de solo unos pocos años”, aunque después se hubieran renovado de manera sucesiva. El TUE critica a la Comisión “por haberse limitado, en su resolución, a tener en cuenta la duración acumulada de los contratos a los que habían estado sujetos dichos editores, sin verificar también si los editores habían tenido la oportunidad de abastecerse a través de los intermediarios competidores de Google”.
El Tribunal General de la Unión Europea (TUE) ha anulado este miércoles la decisión por la que la Comisión Europea impuso en 2019 una multa de 1.480 millones de euros a Google por abusos en la publicidad online de la plataforma, conocido como AdSense. La derrota del Ejecutivo comunitario llega una semana después de haber obtenido dos sonadas victorias en la justicia europea en el caso del acuerdo fiscal entre Irlanda y Apple y en el caso de otra multa contra Google. Ante esta decisión cabe un recurso ante el más alto tribunal, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
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