Adiós a las ruedas de tu coche o bici: estos neumáticos sí son realmente antipinchazos

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Las ruedas antipinchazos llevan bastante tiempo en el mercado. De hecho, son popularmente conocidas como runflat o tubeless, según la tecnología a partir de la cual hayan sido fabricadas. Sin embargo, en caso de producirse un pinchazo, únicamente permiten recorrer una cantidad determinada de kilómetros antes de ser sustituidas o reparadas en un taller especializado.

En este sentido, un grupo de científicos del Instituto Coreano de Maquinaria y Materiales (KIMM) ha desarrollado unas ruedas completamente invulnerables a los pinchazos, un avance que podría revolucionar el transporte. Estas ruedas, diseñadas para ajustarse automáticamente a las condiciones del terreno, permiten superar obstáculos sin perder velocidad ni estabilidad. Se trata de una solución tecnológica que promete importantes aplicaciones en diversos sectores, como los robots y las sillas de ruedas.

El sistema está basado en una estructura de cadena inteligente que rodea el núcleo de la rueda. Este mecanismo, conectado a los radios, ajusta la rigidez según las variaciones del terreno. Así, cuando la rueda encuentra un obstáculo, se deforma de forma controlada para adaptarse a su forma, recuperando su rigidez una vez superado. Este proceso permite mantener una conducción eficiente, incluso en superficies irregulares.

Cómo funcionan estas ruedas

Los autores de la investigación, que fue liderada por Sung-Hyuk Song y que se puede consultar en la revista Science Robotics, aseguran haberse inspirado en el fenómeno de la tensión superficial de las gotas de agua para desarrollar esta tecnología. Según explican, "al aumentar la cohesión entre las moléculas externas de una gota, se incrementa la fuerza que las empuja hacia el interior, lo que provoca que después recupere su forma original". Esta idea fue clave para lograr que las ruedas puedan deformarse y volver a su forma rígida rápidamente.

Tras realizar simulaciones por ordenador, el equipo ha fabricado varios prototipos para evaluar su rendimiento en condiciones reales. Durante las pruebas, un vehículo equipado con estas ruedas demostró ser capaz de superar rocas y escalones de hasta 18 centímetros de altura, un dato 1,2 veces superior al radio de las ruedas. Además, la tensión de cada neumático se ajustaba de manera independiente para adaptarse a las condiciones del terreno.

Uno de los desafíos más importantes que han enfrentado sus creadores ha sido la mejora de la estructura interna de las ruedas, cambiando los materiales de soporte para aumentar la durabilidad. Para ello, el equipo reemplazó la esponja inicial por una estructura de uretano en forma de nido de abeja, lo que permitió un mejor rendimiento en pruebas de velocidad y resistencia.

Aunque el proyecto aún está en fase experimental, sus aplicaciones son numerosas. Estas ruedas podrían utilizarse en vehículos destinados a terrenos difíciles, como los exploradores lunares o marcianos, así como en sillas de ruedas para personas con movilidad reducida, eliminando barreras arquitectónicas. También en coches y bicicletas. Los investigadores afirman que siguen trabajando para mejorar la durabilidad de los materiales y proteger las ruedas del polvo y otros elementos que puedan afectar su funcionamiento.