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Este proyector de menos de 500 euros me ha permitido montarme un cine en cualquier lugar
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Las pulgadas que se llevan

Este proyector de menos de 500 euros me ha permitido montarme un cine en cualquier lugar

El MoGo 3 Pro de XGIMI es uno de los proyectores compactos más completos y de mejor calidad que he probado. Y sirve para mucho más que ver películas en la pared

Foto: XGIMI MoGo 3 Pro (Foto: Carlos Martínez)
XGIMI MoGo 3 Pro (Foto: Carlos Martínez)
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Los proyectores siempre han sido dispositivos que reunían una serie de condiciones bastante complejas. Eran productos caros, que requerían un espacio considerable para su instalación y cuyo cableado necesitaba en la mayoría de instalaciones prácticamente un estudio arquitectónico para encontrar la manera de llevar el cable de vídeo y el de alimentación al rincón deseado.

Pero todo eso ha ido cambiado a medida que la tecnología ha avanzado, y aquellos productos voluminosos que intentaban pasar desapercibidos en el techo de manera fallida se han reconvertido en propuestas de diseño que puedes llevar en cualquier mochila o bolso. Eso es justo lo que ofrece el nuevo MoGo 3 Pro de XGIMI, un proyector Full HD compacto, de calidad y completamente independiente que permite montar sesiones de cine en cualquier lugar.

El fabricante ha renovado su catálogo con el lanzamiento de seis nuevos modelos destinados a todo tipo de perfiles, pero es este MoGo 3 Pro el que probablemente llame más la atención por su versatilidad y su facilidad de uso. Y es que esa minoría amante de la imagen y el sonido seguirá decantándose por grandes modelos con resolución 4K, pero la mayoría de usuarios buscará soluciones prácticas que poder usar en cualquier habitación, y si encima te lo puedes llevar a cualquier parte, mejor que mejor.

Y como he tenido la oportunidad de probar esta nueva versión, te voy a contar las ventajas e inconvenientes de este sorprendente dispositivo que podría convertirse en tu próximo capricho. Porque créeme, vas a querer uno.

No parece un proyector

placeholder XGIMI MoGo 3 Pro (Foto: Carlos Martínez)
XGIMI MoGo 3 Pro (Foto: Carlos Martínez)

Las marcas a día de hoy tienen serios problemas a la hora de buscar una identidad para su producto. Los niveles de exigencia relacionados con el diseño están altísimos, y si un producto no entra por los ojos, podría tener sentenciado su éxito. Ese es un problema que en XGIMI han querido zanjar por lo sano, y para ello han olvidado por completo las líneas de la anterior generación (que lucía como un altavoz portátil de Sonos) para reformular sus formas y dar vida a algo completamente diferente.

Pero sería injusto no mencionar lo que en un principio parece una clara fuente de inspiración. Y es que el MoGo 3 Pro se parece bastante al The Freestyle de Samsung, un proyector con base pivotante que imitando el aspecto de un foco de estudio logró llamar la atención con una propuesta fresca y llamativa. El producto de XGIMI se basa en la misma idea, aunque completa el diseño con toques adicionales y funciones que lo hacen todavía más interesante.

Por un lado, una vez que sacas el proyector de la caja, observas que no tiene intenciones de lucir como lo que es. Una cuerda de transporte a modo de llavero invita a colgarlo de una mochila, aunque la idea me parece un tanto arriesgada por su peso y dimensiones, ya que no deja de pesar 1,1 kilos y mide 30 centímetros de alto. Aun así, podría pasar perfectamente como un altavoz portátil de esos potentes y compactos.

La sorpresa está cuando elevamos la parte superior y la giramos desde su eje. El producto cobra un nuevo sentido, y ahora se aprecia a la perfección su verdadero cometido. Es una lámpara de proyección con cámaras integradas que serán capaces de ajustar el enfoque y el tamaño de la pantalla en función de hacia dónde estemos proyectando. Este sistema de calibrado automático es seña de identidad de la marca, y tras varias versiones de desarrollo, la que incorpora este modelo funciona francamente bien.

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XGIMI MoGo 3 Pro (Foto: Carlos Martínez)

Basta con apoyarlo en la mesa y conectarle el cable USB-C de alimentación para que comience a funcionar. Tras encenderlo, las cámaras calculan la distancia de proyección y la desviación respecto a la pared o la pantalla, y en unos segundos modifica la imagen para que luzca como un perfecto rectángulo frente a nuestros ojos. Esto hace que la colocación del dispositivo se haga de manera natural y sin procedimientos complejos. El software se encarga del resto.

A nivel de sonido, Harman Kardon vuelve a dejar su sello de la misma manera que lo hace en otros modelos de la marca. Lamentablemente, el diseño del altavoz integrado no llega a ser tan efectivo como en la generación anterior, donde tenía más protagonismo a nivel sonoro. En el MoGo 3 Pro el altavoz no deja de ser la base del proyector, y el diseño interior ha debido de sacrificar bastantes factores, ya que suena peor que el MoGo 2, llegando a ofrecer cierta distorsión cuando superamos el 50% del volumen del sistema.

Portabilidad como seña de identidad

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XGIMI MoGo 3 Pro (Foto: Carlos Martínez)

Si hay algo que define al MoGo 3 Pro es que puedes llevarlo a cualquier parte. Pese a contar con un cargador de 65W para su funcionamiento, existe una batería externa opcional que hace las funciones de trípode. Es un diseño muy original, ya que esconde una batería en su cuerpo tubular y al mismo tiempo puedes colocar el proyector en una posición elevada. Este accesorio tiene un precio de 129 euros y es bastante útil si planeas llevarte el proyector al exterior.

De todas formas, es posible utilizar cualquier batería externa para encender el proyector, pero deben de contar con una potencia superior a 65W, o de lo contario el equipo no se iniciará.

Google TV es el centro de control

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XGIMI MoGo 3 Pro (Foto: Carlos Martínez)

El sistema operativo elegido es Google TV, y llama muchísimo la atención por su fluidez. Navegar por los menús es cómodo e intuitivo, y el mando responde a la perfección, siendo la experiencia bastante superior a la que ofrecen otros modelos de la marca de mayor calibre (estos montan una versión más antigua de Android TV).

No hay que navegar mucho por los menús para recordar que Google TV es una de las interfaces más completas y con más opciones que existen, así que tenerla en este dispositivo es una magnífica noticia. Tienes total libertad para instalar aplicaciones, y su rendimiento es simplemente perfecto.

Netflix como sello de calidad

Que un dispositivo multimedia sea compatible con Netflix no debería de ser noticia, pero el caso es que muchos modelos no cuentan con la certificación adecuada para poder instalar la aplicación desde la tienda de aplicaciones. Eso ocurre lamentablemente en muchos modelos de XGIMI, pero no en el caso de este MoGo 3 Pro gracias a la integración de Google TV.

Se trata de una funcionalidad bastante celebrada en la web oficial del producto, y es que es algo que, de no estar disponible, fastidia bastante la experiencia de usuario, ya que este se ve obligado a instalar el servicio a través de prácticas complejas y poco seguras que no garantizan el perfecto funcionamiento de la aplicación. Por suerte, con el MoGo 3 Pro, Netflix ya viene instalado de serie y se podría volver a descargar sin problemas desde la Play Store.

El proyector compacto más completo
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Noches de chill

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XGIMI MoGo 3 Pro (Foto: Carlos Martínez)

Pero no todo va a ser ver películas en grandes pulgadas. El proyector cuenta con una función que permite convertirlo en una lámpara decorativa con sólo orientar la lámpara hacia la base. Así, el dispositivo activará el modo de altavoz ambiental, que emitirá una agradable luz de color con posibilidad de modificarla desde el mando a distancia mientras es capaz de reproducir música que enviemos desde nuestro teléfono a través de Bluetooth.

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XGIMI MoGo 3 Pro (Foto: Carlos Martínez)

Pero todavía hay más, ya que, si lo que quieres es conseguir un ambiente diferente, puedes colocar la lente de filtro creativo que se vende por separado. Este accesorio es algo así como una lente gran angular que amplía el rango de proyección, difuminando la imagen en los extremos, dando una sensación de vista en primera persona que llama especialmente la atención con contenidos paisajísticos y de realidad virtual. No es una función especialmente imprescindible, pero no deja de ser interesante y le aporta una funcionalidad más al equipo, ya que podrías cubrir el techo de tu salón con una Vía Láctea bastante impresionante. Es tan sencillo como acoplar la lente y que la aplicación se ejecute de manera automática.

Un proyector para disfrutar

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XGIMI MoGo 3 Pro (Foto: Carlos Martínez)

La buena calidad de imagen y el excelente funcionamiento del sistema operativo convierten a este proyector en una solución genial para todo aquel que busque algo relativamente económico para montar un cine en casa. Pero lo mejor es su portabilidad, ya que permite llevarlo dónde quieras y con la posibilidad de colocarlo en cualquier lugar gracias a su trípode con batería integrada.

Con un precio de 499 euros, es un equipo de magnífica calidad que merece mucho la pena si estás buscando un proyector, siempre teniendo en cuenta que los precios de estos siguen siendo más elevados que los de cualquier otro dispositivo electrónico.

La alternativa más directa

Es imposible no pensar en el Samsung The Freestyle. Es un proyector que tiene un diseño muy similar al de XGIMI, algo que le hizo ganar mucha popularidad por su originalidad. Con un sensor Full HD, la imagen que ofrece es de calidad, pero sin ser 4K, y la plataforma de entretenimiento es la misma de los televisores de la marca basada en Tizen, por lo que no habrá problemas de compatibilidad con la mayoría de servicios de streaming.

Su único inconveniente es que su precio se eleva hasta los 800 euros, por lo que supera muchísimo el precio de lanzamiento del MoGo 3 Pro y sus 500 euros, contando este además con Google TV.

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Los proyectores siempre han sido dispositivos que reunían una serie de condiciones bastante complejas. Eran productos caros, que requerían un espacio considerable para su instalación y cuyo cableado necesitaba en la mayoría de instalaciones prácticamente un estudio arquitectónico para encontrar la manera de llevar el cable de vídeo y el de alimentación al rincón deseado.

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