El 'misterio' de las piedras esféricas gigantes repartidas por el mundo
Estas piedras se hicieron muy populares en el año 2016, tras el hallazgo de una gigante en Bosnia y Herzegovina. Sin embargo, hay más en muchos otros países
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En abril de 2016, un arqueólogo bosnio llamado Semir Osmanagic encontró la que, supuestamente, era la esfera de roca más grande y antigua del mundo. Con un radio de entre 1,2 y 1,5 metros, su peso superaba con creces las 30 toneladas. En declaraciones a la BBC, el conocido como el Indiana Jones de Bosnia contó que permaneció mucho tiempo oculta en un bosque cercano a la villa de Podubravlje y que era “la prueba de la existencia de civilizaciones avanzadas que vivieron en los Balcanes en un pasado lejano”, aunque de ellas “no queda registro alguno”.
Además, añadió que en la década de 1930 había en torno a 80 de estas rocas esféricas. Sin embargo, la mayoría de ellas se perdieron “arrastradas por el río Bosna, destruidas como consecuencia de los rumores de que albergaban oro en su interior o usadas como elementos decorativos en jardines por los pobladores locales”. Una historia que, como contamos en El Confidencial, no estuvo exenta de polémica y que fue puesta en duda por arqueólogos y científicos de todo el mundo.
Ahora, Edit Szalai, que participó en las excavaciones arqueológicas encabezadas por Semir Osmanagic en 2016, ha concedida una entrevista al medio Index. En ella asegura que hay formaciones parecidas repartidas por todo el mundo. De hecho, cita el caso de Costa Rica e, incluso, el de la Antártida: “algunas de las esferas de piedra se formaron mediante procesos geológicos y otras fueron creadas artificialmente”, indicó al respecto.
Naturales o artificiales, pero sin misterio
En este sentido, asegura que la piedra de Bosnia es artificial, ya que las diferencias respecto a una esfera geométrica perfecta “es de solo uno o dos grados”. También habla de que la primera bola de piedra apareció en Costa Rica en la década de 1940 y que, en los siguientes años, salieron a la luz otras 400. También habla de que en México hay en torno a 250 estructuras similares.
“Bosnia, Serbia, Albania, Croacia, Rusia, Egipto... a principios de siglo también se encontraron bolas de piedra en la Antártida”, afirma el arqueólogo, para después hacer hincapié en que pudieron ser creadas “por una civilización de cien mil años de antigüedad o más que habitase la Antártida cuando no era un continente helado”.
A pesar de sus aseveraciones, diversos estudios han determinado que las rocas esféricas artificiales apenas cuentan con 1.500 años de antigüedad, en el caso de aquellas que tienen orígenes más remotos. Es más, un profesor de geología de la Universidad de Manchester explicó que la mayoría de ellas podrían debido a un proceso llamado “concreción”.
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En abril de 2016, un arqueólogo bosnio llamado Semir Osmanagic encontró la que, supuestamente, era la esfera de roca más grande y antigua del mundo. Con un radio de entre 1,2 y 1,5 metros, su peso superaba con creces las 30 toneladas. En declaraciones a la BBC, el conocido como el Indiana Jones de Bosnia contó que permaneció mucho tiempo oculta en un bosque cercano a la villa de Podubravlje y que era “la prueba de la existencia de civilizaciones avanzadas que vivieron en los Balcanes en un pasado lejano”, aunque de ellas “no queda registro alguno”.
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