25.000€ en toros mecánicos y pintacaras: cabreo por los contratos "inexplicables" del Incibe

Al nuevo Ministro de Transformación Digital, Óscar López, nombrado esta semana por Pedro Sánchez en sustitución de José Luis Escrivá, se le va a añadir un nuevo frente en una larga lista de proyectos en marcha dentro de su cartera. El Instituto Nacional de Ciberseguridad, el Incibe, con sede en León y punta de lanza de la estrategia tecnológica del Gobierno, vive una época de "alta tensión", como describen fuentes consultadas conocedoras de la situación interna, por una mezcla de precariedad laboral, supuestas irregularidades en los procesos de selección y dudas en la adjudicación de contratos. La última polémica apunta a la firma de tres contratos menores por un total de 25.410 euros para la organización de unas fiestas locales en las que el Incibe pretende "concienciar en ciberseguridad" financiando orquestas y atracciones de "toros mecánicos, pintacaras y futbolines". "Es una tomadura de pelo", explican a este diario.

Las adjudicaciones, firmadas por Luis Hidalgo Gutiérrez, responsable de relaciones institucionales del Incibe y aprobadas entre el pasado 21 y 29 de agosto, van destinadas a sufragar las fiestas del barrio de La Lastra (2.000 habitantes), en León, donde se ubica la sede del organismo público, dependiente de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA) y, a su vez, del ministerio de Transformación Digital. Se trata de tres pagos por debajo de 15.000 euros cada uno, el límite legal para usar el contrato menor y designar a dedo en lugar de abrir concurso abierto y transparente. La cuantía no sorprende tanto como el motivo de la misma.

En los pliegos, publicados en la plataforma de contratación del Estado, el Incibe asegura que su misión es "formar y concienciar a la ciudadanía en materia de ciberseguridad y desarrollar su confianza digital, siendo clave poner el foco en los menores". Explica, además, que las actividades introducirán "conocimientos de ciberseguridad en los menores y sus familias" durante las fiestas, que se celebran en el barrio de La Lastra esta semana desde el jueves 5 hasta el domingo 8. ¿Cómo? Con actividades como "patruya canica (sic), ludoteca, multisaltos, angry birds, minion, super mario, pista americana, futbolín, toro y pintacaras". Por esto, el Incibe aporta 4.100 euros para cubrir todos "los medios materiales y personales (monitores titulados) necesarios para la realización de las actividades".

En un segundo documento, el Incibe contrata a la orquesta leonesa La última legión por 8.000 euros. "La actuación musical favorecerá el desarrollo de una cultura de ciberseguridad y afianzará el compromiso social de Incibe con su entorno. Los artistas interpretarán diversas canciones, entre las cuales recordarán al público la importancia de la ciberseguridad", explican. El tercer documento, el de mayor cuantía, 13.310,66 euros, refleja la contratación de un "taller grafiti". "La actividad consta de un taller donde los menores aprenderán a utilizar los materiales propios de la técnica grafiti para la realización de dibujos y personajes con apariencia de digitales y a través de la cual se introducirán conceptos de ciberseguridad", indican los escritos.

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Los 25.000 euros en total han sido la gota que ha colmado el vaso de parte de la plantilla actual del Incibe, con 160 empleados. Varias fuentes consultadas conocedoras de la situación interna señalan que la financiación de las fiestas locales con dinero estatal público ha causado "incredulidad". "Se están usando fondos del contribuyente de forma irregular y sin ningún tipo de control. Es surrealista cómo el Incibe trata de justificar en los contratos que esos gastos tienen algo que ver con la ciberseguridad. ¿Cómo fomentas los conocimientos digitales de los niños subiéndolos a un toro mecánico o jugando al futbolín? Y lo de la orquesta, ¿van a recordarnos entre canción y canción que cambiemos la contraseña? ¿En serio? Esto pasa en Madrid, en las fiestas de algún barrio, y es un escándalo. Pero como ocurre en León y nadie se fija, aquí nunca pasa nada", explica una fuente que pide mantener su anonimato.

"¿Cómo fomentas los conocimientos digitales de los niños subiéndolos a un toro mecánico?"

El asunto no es baladí. A finales del año pasado, el Incibe era el tercer receptor en España de fondos Next Generation UE, con más de 170 millones adjudicados. Por encima solo estaba el Ministerio de Transportes, con más de 300 millones, y Adif, por encima de 2.500 millones. Estos tres organismos acapararon casi el 9% del total de fondos recibidos por España hasta ese momento.

Tampoco es la primera vez que surge esta polémica. El año pasado, el Incibe pagó 14.900 euros (justo por debajo del límite de 15.000 para no hacer concurso) a un artista local, el bañezano Antonio Prada, el mismo que este año realiza el "taller grafiti". El encargo sirvió para dibujar un mural al pie de la sede del centro. Según ellos, el gasto estaba justificado porque "favorece la concienciación en ciberseguridad". El mural final, del que se puede ver una imagen debajo antes de su finalización, muestra a gran tamaño a Bob Esponja, Scooby-Doo, Perry el Ornitorrinco, Shinchan, el Oso Yogui o Mochilo, entre otros ídolos de dibujos animados. En una esquina (en su versión final) aparece la mascota del Incibe, el Incibot, la "figura heroica de la ciberseguridad". ¿Qué se aprende exactamente sobre ciberseguridad con esto?

Consultado al respecto, un portavoz del Incibe explica que estas actividades son solo "la punta del iceberg" de un sinfín de iniciativas que realizan para fomentar la ciberseguridad en España. "Parte de lo que hacemos es concienciar a todo tipo de público, desde gente mayor a niños, y para eso hay que captar su atención. Si les haces el típico taller de ciberseguridad, es más difícil. Intentamos ampliar la forma en la que llegamos a este público con estas actividades. Nos podemos equivocar, como todos, pero creemos que funcionan. Además, entra dentro de nuestras labores de responsabilidad social corporativa. Eso no quita que organicemos otro tipo de campañas, talleres con empresas, roadshows por toda España hablando de realidad virtual etc", explica.

Es el segundo año que el Incibe sufraga con fondos estatales las fiestas del barrio de La Lastra bajo el lema "Tu barrio ciber". En 2023, además de los 14.900 euros por el mural, pagó 12.396 euros a dos orquestas, La Línea Rock Band y, nuevamente, La Última Legión. Meses después, en la Navidad de 2023, otorgó otro contrato menor por 14.575 euros para celebrar la fiesta de Navidad de los empleados, a la que en realidad se invitó también a todos los vecinos del barrio, "paella, picoteo y postre incluidos", para un total de "400 comensales de pie", tal y como reza el contrato. La plantilla del Incibe no supera los 160 empleados. Para esa fiesta se contrató además a la orquesta Grupo Gaudí por otros 6.987 euros extra.

Precariedad laboral "insoportable"

Según diversas fuentes consultadas dentro y fuera del Incibe, la continuidad en el tiempo de este tipo de contratos de difícil justificación es una muestra de la "deriva del organismo y de su credibilidad", y señalan como responsable al director del centro, el leonés Félix Barrio, al frente del organismo desde junio de 2022, y antes directivo del mismo (cuando se denominaba Inteco) durante 15 años. "Es el típico ejemplo de chiringuito y caciquismo local con fondos estatales y sin ningún control", apuntan.

La polémica por estos contratos se une a las denuncias por precariedad laboral realizadas por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), quien el año pasado ya tachó de "insoportable" la situación laboral de los empleados del Incibe. CSIF asegura que el actual convenio colectivo vigente, que data del 2011, "maltrata" a los empleados en rangos salariales y beneficios, ambos sin actualizar, y acusa a la directiva de la empresa de negarse a negociar una actualización. La organización sindical llegó a demandar al Incibe ante el juzgado de lo social de León en 2023 por vulneración de los derechos de libertad sindical.

Estas denuncias se unen también a otras por supuestas irregularidades en los procesos de selección de personal. En la convocatoria más reciente, para puestos de gerente, responsables de operación y gerente económico financiero, aprobaron los exámenes apenas un 10% de los presentados. Entre ese 10%, la mayoría fueron candidatos "que no trabajan aquí ni han gestionado fondos europeos de Incibe en su vida", explicaba un candidato a la prensa local. CSIF denuncia que hay amaño en las plazas, concedidas de antemano a personas afines a la dirección. El Incibe siempre ha negado cualquier tipo de irregularidad.

El resultado de este ambiente de "tensión" es, según fuentes consultadas por este diario, un goteo de salidas de empleados. Entre el 2023 y lo que va de año, señalan, se han producido cerca de 30 salidas, entre despidos y bajas voluntarias. Un portavoz del Incibe asegura a este diario que los datos de despidos y bajas son totalmente normales y niega que haya una rotación preocupante. "En lo que va de año hemos tenido solo 2 despidos y 5 bajas voluntarias. En 2023, 3 despidos y 6 bajas voluntarias. En el 2022, 1 despido y otras 6 bajas. Eso sin contar que algunas de estas bajas son por enfermedad y regresan, y que a finales de 2021 incorporamos a 35 nuevas personas. Hay visiones que son muy interesadas. ¿En qué empresa no hay rotación?", apuntan desde el centro.

Más allá de la pelea de cifras, hay algo irrefutable. Este domingo, a las 20:00 horas, la orquesta leonesa La Última Legión clausurará las fiestas "ciber" del barrio leonés de La Lastra a golpe de clásicos de Miguel Ríos, Loquillo o Mónica Naranjo. La diversión está asegurada y el presupuesto también: lo habrá pagado usted.