Todos los delirios de Elon Musk sobre su bloqueo en Brasil (y lo que ha pasado en realidad)
La prohibición de X en Brasil ha llevado al empresario a elevar su retórica exagerada al extremo y a lanzar decenas de afirmaciones sin contrastar. Estos son algunos de sus delirios más recientes
"Nunca dejes que la verdad se interponga en el camino de una buena historia". Con esa frase, el escritor estadounidense Mark Twain venía a decir que para qué insistir en los hechos, si son las exageraciones las que hacen que una historia llame la atención. Esta idea podría aplicarse perfectamente a lo que Elon Musk lleva haciendo durante meses en X con consecuencias en todo el mundo. Al CEO de Tesla se le vio decir hace poco que estamos "ante una encrucijada de la civilización", que “la guerra civil es inevitable” o que "Reino Unido se está convirtiendo en la Unión Soviética". Esta retórica de la exageración ha adquirido una nueva velocidad tras el éxodo de su compañía en Brasil, y ahora lo está llevando al extremo.
Brasil ha bloqueado la red social del multimillonario. El mazazo llega después de que la compañía se negara a cumplir con la orden de Alexandre de Moraes, un juez de la Corte Suprema de Brasil. El magistrado había advertido a Musk del destino al que se enfrentaba su plataforma si no nombraba a un representante legal, estableciendo un plazo de 24 horas que nunca se cumplió. “Elon Musk mostró su total falta de respeto por la soberanía brasileña y por el poder judicial, al erigirse como una verdadera entidad supranacional e inmune a las leyes de cada país”, dijo el juez.
El origen de todo este embrollo lo encontramos en una solicitud de hace unos meses del Gobierno de Brasil a X para que eliminara ciertas cuentas por "difundir desinformación y propaganda política". La red social se negó escudándose en la libertad de expresión, hasta que el mencionado juez advirtió que detendría al responsable de la empresa en el país para que rindiera cuentas. Elon Musk, en respuesta, anunció la salida del país de la representación legal de X mientras continuaba operando. Eso ha llevado al bloqueo reciente y a una encarnizada batalla entre Brasil y Elon Musk en la que el mandatario no ha tenido reparos en realizar todo tipo de afirmaciones sin contrastar.
"Es un dictador y un fraude, no un juez"
El empresario ha ido combinando su animadversión personal con burlas hacia el juez Moraes. En una publicación, le califica de "dictador malvado disfrazado de juez" y a amenazarle con publicar una lista de supuestos delitos que el juez ha cometido al dictar sentencia: “Obviamente, no necesita acatar la ley estadounidense, pero sí debe acatar las leyes de su propio país”.
Sin embargo, las acciones dirigidas a X han sido legales, apoyadas por la mayoría del tribunal. Su fallo se basa en la ley brasileña que requiere que las empresas de servicios de internet tengan representación en el país para que puedan ser notificadas cuando haya decisiones judiciales relevantes y tomen las medidas necesarias, especificando la eliminación de contenido ilícito publicado por los usuarios y una ola de desinformación durante las elecciones municipales de octubre.
De hecho, mediante mecanismos similares, Brasil ya cerró WhatsApp, de Meta, varias veces en 2015 y 2016 debido a la negativa de la empresa a cumplir con las solicitudes de la policía de datos de los usuarios. En 2022, De Moraes también amenazó a Telegram con un cierre nacional, argumentando que había ignorado repetidamente las solicitudes de las autoridades de proporcionar información. Ordenó a Telegram que nombrara un representante legal, pero la empresa cumplió y sí permaneció a flote.
"Nos amenazó porque no censuramos a sus oponentes"
La red social del multimillonario publicó en su página oficial de Asuntos Gubernamentales Globales que ya esperaba que De Moraes cerrara X: “Pasa porque no cumpliríamos con sus órdenes ilegales de censurar a sus oponentes políticos. Cuando intentamos defendernos en la corte, el juez amenazó a nuestra representante legal brasileña con prisión. Incluso después de que ella renunció, congeló todas sus cuentas bancarias”.
Sin embargo, De Moraes ya incluyó a Musk como objetivo en una investigación en curso sobre la difusión de noticias falsas y abrió una investigación separada sobre el ejecutivo por presunta obstrucción. Antes de las elecciones de 2022 en Brasil, el tribunal ya autorizó al juez Moraes a ordenar unilateralmente el cierre de cuentas que considerara amenazas.
De hecho, cuando el juez Moraes incluyó a Musk en esa investigación por desinformación y comenzó a amenazar a X con multas, la empresa envió una carta conciliatoria en la que se comprometía a cumplir con las órdenes del juez. Luego, sin avisar, dejó de cumplir. Después de que el juez amenazara al representante legal de la empresa en Brasil con arrestarlo, Musk cerró la oficina de X.
"Un pseudojuez está destruyendo la libertad de expresión"
En docenas de publicaciones, Musk presenta al juez Moraes como uno de los mayores enemigos de la libertad de expresión: “La libertad de expresión es la piedra angular de la democracia y un pseudojuez no electo en Brasil la está destruyendo con fines políticos”. El empresario dice que el magistrado está censurando ilegalmente las voces conservadoras. Esta postura de Musk contra lo que él considera “censura” y “ataque a la libertad de expresión”, viene reforzándose desde su compra de X.
Desde que Elon Musk ha abierto la veda, gran cantidad de anunciantes han abandonado el barco debido al aumento de los discursos de odio y la desinformación presente en la plataforma. El magnate defiende la libertad de expresión a toda costa, pero mientras varios países le piden tomar medidas estrictas contra bulos, acoso y estafas. También Musk prometió que limpiaría la red social de bots que esparcen bulos y spam cuando la compró y aún no ha cambiado nada. Lo hemos visto con todo el odio vertido en España por el crimen de Mocejón.
De hecho, Bruselas le ha exigido a Musk recientemente que cumpla con la legislación europea digital. En una carta pública, el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, le recordaba que todavía no cumple con el reglamento comunitario de servicios digitales en relación con aquellos contenidos que pueden atizar la violencia.
"El pueblo de Brasil no está contento con el régimen actual"
Musk ha utilizado su mimada plataforma como un látigo político. Ante sus casi 200 millones de seguidores, ha apoyado a Trump y otros líderes de derecha, mientras se burla de políticos como la vicepresidenta Kamala Harris y el presidente Lula da Silva de Brasil. El empresario ha empezado a inmiscuirse en política, mucho más que otros líderes tech. Ya no es sólo un empresario, sino un activista digital. Se posiciona a favor de los gobiernos y políticos que defienden la poca o nula regulación en su red social. Es decir, los que le ponen menos barreras a su negocio.
Y claro, ese tipo de decisiones no las apoyan gobiernos como los de Milei o Bukele, con los que ahora tiene mayor cercanía ideológica. Este último choque en Brasil lo inició después de que Jair Bolsonaro y su círculo íntimo fuesen señalados de usar ilegalmente recursos públicos para orquestar campañas de desinformación y fake news en internet durante su presidencia. "Musk ha comenzado una serie de ataques a la Justicia brasileña de un modo extremadamente concertado con personalidades de la extrema derecha brasileña alegando una defensa intransigente de la libertad de expresión, pero es necesario recordar que él mantiene negocios con China y la cada vez más autocrática India, y allí no tiene problemas en obedecer órdenes de censura mucho más drásticas de las que él denuncia en Brasil", señalaba a este diario Clayton Cunha, politólogo de la Universidad Federal de Ceará (UFC).
Sobre congelar las cuentas de Starlink en Brasil
La empresa de internet satelital dirigida por el millonario ha señalado que el juez De Moraes ha congelado sus finanzas, lo que le impide realizar transacciones en un país donde tiene más de 250.000 clientes: “Esta orden se basa en una determinación infundada de que Starlink debería ser responsable de las multas impuestas, de manera inconstitucional, contra X. Se emitió en secreto y sin otorgarle a Starlink ninguno de los debidos procesos legales garantizados por la Constitución”.
La decisión de congelar las cuentas de Starlink llega porque X no tenía suficiente dinero en sus cuentas para cubrir las multas crecientes y el razonamiento del tribunal de que las dos compañías son parte del mismo grupo económico. También, según el magistrado, como una forma de asegurarse de que X paga por desobedecer decisiones previas. Musk publicó más tarde que SpaceX, que administra Starlink, igualmente brindará servicio de Internet gratuito en Brasil “hasta que se resuelva el asunto”.
Todas estas exageraciones que hoy dominan la conversación en las redes sociales son, en cierto modo, peligrosas. Principalmente, porque de los 22 millones de personas que utilizan X, hay un gran porcentaje que le compra esos argumentos. Esta cosmovisión de Musk, presentada con un sentido casi exagerado de autoconfianza y egocentrismo, conquista a la gente. Sus declaraciones y memes funcionan, y él lo sabe muy bien.
"Nunca dejes que la verdad se interponga en el camino de una buena historia". Con esa frase, el escritor estadounidense Mark Twain venía a decir que para qué insistir en los hechos, si son las exageraciones las que hacen que una historia llame la atención. Esta idea podría aplicarse perfectamente a lo que Elon Musk lleva haciendo durante meses en X con consecuencias en todo el mundo. Al CEO de Tesla se le vio decir hace poco que estamos "ante una encrucijada de la civilización", que “la guerra civil es inevitable” o que "Reino Unido se está convirtiendo en la Unión Soviética". Esta retórica de la exageración ha adquirido una nueva velocidad tras el éxodo de su compañía en Brasil, y ahora lo está llevando al extremo.
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