200 pasajeros pagaron 900.000 € para subir a este barco. Llevan atrapados desde mayo

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Viajar en un crucero ya no es un plan solo para ricos y se pueden encontrar ofertas más económicas. Sin embargo, aquellas embarcaciones más lujosas al estilo Titanic son las que más atraen y generan más curiosidad. Estas comodidades eran las esperadas por los pasajeros del Odyssey de Villa Vie Residences. Sin embargo, lo que prometía ser una aventura épica a bordo de un lujoso crucero alrededor del mundo se ha convertido en una experiencia inesperada.

El barco, que debería haber zarpado el 30 de mayo para un viaje de tres años que recorrería 147 países, sigue atracado en el puerto de Belfast debido a problemas mecánicos que han dejado a sus ocupantes atrapados durante meses.

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Mónica Millán Valera

El Odyssey, con más de 30 años, fue adquirido recientemente por la compañía Villa Vie Residences, que lo presentó como la opción perfecta para quienes buscaban una vida de lujo en alta mar. La posibilidad de comprar un camarote para vivir a bordo durante 15 años atrajo a numerosos interesados, quienes invirtieron sumas que oscilan entre 99.000 y 899.000 dólares. Sin embargo, la realidad ha sido muy distinta de lo que imaginaron cuando embarcaron en esta aventura.

Una vida en el puerto de Belfast

Desde su llegada al astillero Harland & Wolff en Belfast, el barco ha permanecido anclado mientras los técnicos intentan solucionar los problemas en los timones y la caja de cambios. Durante este tiempo, los cerca de 200 pasajeros, que esperaban estar explorando destinos exóticos, han tenido que conformarse con las vistas repetidas de la capital de Irlanda del Norte. Aunque pueden disfrutar de las instalaciones del barco durante el día, cada noche deben desembarcar por motivos de seguridad y ser trasladados a hoteles en la ciudad o en otras localidades europeas, según detallan en The Irish News.

El Odyssey fue concebido como una experiencia única, con escalas en 425 destinos y la posibilidad de vivir a bordo durante años. El barco cuenta con múltiples comodidades, incluyendo restaurantes, bares, piscinas, un spa, un gimnasio y hasta oficinas para aquellos que quieran trabajar de forma remota mientras navegan por el mundo. Sin embargo, los problemas técnicos han dejado en suspenso el sueño de sus residentes.

La incertidumbre sobre cuándo podrán finalmente zarpar aumenta cada día, pero la compañía sigue trabajando en las reparaciones necesarias. Mientras tanto, algunos de los afectados disfrutan de la ciudad. Es el caso de Holly Hennessy, una jubilada de Florida que, acompañada por su gato Capitán, ha decidido aprovechar al máximo su estancia forzada en Belfast. "Me encanta Belfast. La gente aquí es maravillosa", comentó Holly a Daily Mail.