Has comprado un móvil y viene sin cargador. ¿Y ahora qué? Estos son los que debes mirar
Comprar un cargador para móvil es fácil. Comprar el cargador adecuado ya no lo es tanto. En esta guía te ayudamos a elegir
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Algún día les contaremos a nuestros nietos que, cuando éramos jóvenes, los móviles nuevos venían con cargador incluido en la caja, y no nos creerán. Lamentablemente cada vez hay más teléfonos nuevos que se venden sin el componente necesario para mantenerlos funcionando. La idea detrás de esta ausencia tiene tintes medioambientales. Se supone que quitando el cargador se generan menos residuos. Por supuesto, la parte de obligar al consumidor a rascarse el bolsillo un poco más no fue mal recibida por los fabricantes. El primero en apuntarse al carro fue Apple con el iPhone 11, y Samsung no tardó en seguir a su eterno rival con sus Galaxy ya desde la familia S21. Los Google Pixel no llevan cargador desde el 7. Tampoco encontrarás cargador en los Nothing Phone, ni en los Nokia más recientes.
El último clavo en el ataúd de los móviles sin cargador viene en una caja de Xiaomi, que no ha incluido este accesorio en la reciente gama media Redmi 13 (no confundir con el Redmi Note 13). Lo peor del asunto es que la tendencia ha llegado para quedarse, y pronto abarcará a todos los fabricantes que venden teléfonos móviles en la Unión Europea, porque detrás de la decisión hay una directiva comunitaria avalada por España. El mismo reglamento europeo para impulsar el USB-C como estándar único de carga introduce la obligatoriedad de ofrecer el dispositivo sin el cargador, y de ofrecer el cargador aparte. Que los fabricantes lo acaben quitando de todos sus móviles es una cuestión de tiempo.
La normativa comunitaria también contempla que se armonice la velocidad de carga rápida, de manera que cualquier cargador sirva para cargar cualquier dispositivo USB-C. Lamentablemente, a día de hoy esa bonita idea del cargador universal aún no se ha hecho realidad y cada fabricante tiene diferentes estándares de carga rápida que no siempre son compatibles con los del fabricante de enfrente.
Podríamos despotricar del tema durante horas, pero en esta casa nos gusta más tratar de sacar el lado positivo de las cosas. Piensa en ello de la misma forma que con los auriculares con cable que traían algunos móviles y que hacían gala de un sonido espantoso solo superado por los míticos auriculares de Renfe. Estás mucho mejor con unos buenos auriculares con cancelación de ruido comprados aparte, ¿verdad? Pues también vas a estar mejor con un buen cargador elegido con mimo.
Los buenos cargadores de terceros suelen ofrecer varios puertos de carga a diferente potencia para que puedas cargar varios dispositivos diferentes, independientemente de los vatios que demanden. Esto permite, por ejemplo, que tu compañero de viaje y tú podáis cargar vuestros móviles con un solo cargador cuando salís de vacaciones, ya que cada gramo cuenta en el equipaje de mano de Ryanair.
A menos que tu móvil sea realmente viejo, tu conector de carga será, casi con toda seguridad, un USB-C. Por eso vamos a centrarnos en los cargadores en ese formato que ya incluso se usa como método de carga en los ordenadores portátiles. La excepción más común al USB-C es que tengas un iPhone 14 o más antiguo. En ese caso, el cable que necesitas es el Lightning de Apple, pero esa distinción no afecta mucho a la hora de elegir cargador porque los puertos de este siempre suele ser USB-A o USB-C independientemente de en qué este rematado el cable por el extremo que se conecta al móvil.
Hablando de cables, un detalle antes de continuar. No todos los cables USB-C están diseñados igual. Asegúrate de que el cable soporte la potencia de carga que vas a usar. En sistemas eléctricos, la calidad del sistema siempre es la del componente de peor calidad. Si tu cable soporta menos vatios de lo que ofrece el cargador, no es que este o el móvil vayan a explotar, pero estarás cargando a la velocidad máxima del cable, no a la máxima del cargador.
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¿Hay alguna manera de comprobar la velocidad de carga? La manera más precisa es usar un voltímetro USB-C como este. Si no quieres llegar a tanto, hay un puñado de aplicaciones que miden los parámetros de carga desde el propio móvil. Las más populares son Accubattery, Ampere o Inware, pero hay otras. Lo único a tener en cuenta es que estas aplicaciones miden la corriente por software a su llegada a la batería, lo que puede no ser cien por cien exacto.
¿Qué pasa si utilizo un cargador con más vatios?
Respuesta corta: que carga con normalidad. La idea de que los móviles pueden sufrir daños si los conectas a un cargador con más vatios es un mito azuzado por los incidentes de los primeros días de la carga rápida en la que algunos móviles tuvieron a bien explotar o incendiarse. La potencia eléctrica es algo que el móvil toma del cargador, no que este le mete a la fuerza en la batería como si le diera de comer con un embudo. Si conectas un móvil que carga a 30W a un cargador de 100W, el móvil simplemente tomará los 30W que necesita para cargar.
Pero todos los mitos nacen de algún sitio. En este caso, el mito de la potencia del cargador nace de otra medida, la de los voltios. Los vatios miden la cantidad de energía eléctrica que circula por un sistema en un tiempo determinado. Los voltios miden la tensión o diferencia de potencial entre dos puntos de ese sistema. Antiguamente, si conectabas a un móvil un cargador con más voltios de los debidos, sí que se podían producir daños en la batería. Hablamos en pasado porque necesitarías un cargador realmente viejo y sin funciones inteligentes. Los cargadores USB-C modernos, que disponen de varios voltajes de salida, seleccionan automáticamente el voltaje adecuado en función del dispositivo.
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En otras palabras, si el cargador es moderno y soporta los estándares de carga actuales, no dañarás tu móvil, ni aunque la potencia de salida del cargador sea superior a la que acepta el móvil, sencillamente porque ambos dispositivos se comunican entre sí para negociar la carga óptima. Para saber a qué voltajes opera un cargador solo necesitas leer la etiqueta del mismo (probablemente necesites una lupa). En ella deberían venir los diferentes voltajes y amperajes de salida (una inscripción que reza: OPUTPUT seguido de cifras tipo 5V 2A, 9V 2A, 12V 2A, o 15V 2A). Por cierto, si quieres saber a qué potencia en vatios carga un cargador, solo tienes que multiplicar la tensión (voltios) por la intensidad (amperios). Un cargador de 5V y 2A carga a 10W. Uno de 20V y 3,25A carga a 65W.
Elegir el estándar de carga rápida correcto
Hasta ahora sabemos que hay que chequear cuál es la potencia de carga de nuestro móvil, el formato del cable, y elegir un cargador que alcance esa potencia o la supere por si más adelante compramos un móvil más potente. Es hora de repasar los estándares de carga rápida. Estos estándares, normalmente propietarios de un fabricante o grupo de fabricantes, ajustan la velocidad de carga en tiempo real para llenar la batería lo más rápido posible. Normalmente, la velocidad de carga más rápida tiene lugar entre el cero (batería totalmente vacía) y el 50 % de carga. Del 50 al 80 %, la velocidad de carga baja un poco, y a partir del 80 hasta el 100 % se vuelve aún más lenta para no dañar la batería.
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Elegir un cargador compatible con el estándar de carga de nuestro móvil es importante porque este estándar es el que permite, por así decirlo, que el móvil y el cargador se pongan de acuerdo entre ellos. Si usamos un cargador con un estándar de carga diferente, es posible que el móvil no cargue tan rápido o la carga rápida ni siquiera funcione.
Los estándares más extendidos son Quick Charge, creado por el conocido fabricante de procesadores móviles Qualcomm, y Power Delivery, un estándar de carga creado por el USB Implementers Forum, un consorcio de compañías que trabajan sobre el estándar USB-C. Ahora mismo, Quacomm Quick Charge o QC, para abreviar, está ya en su versión 5, que es retrocompatible con todas las anteriores. Power Delivery, también llamado USB PD, está en su versión 3.0. Al igual que Qualcomm, el fabricante de procesadores Mediatek ha desarrollado su propio estándar en sus chips: Pump Express.
La mayor parte de los móviles Android son compatibles con QC o con PD salvo los Pixel de Google, que operan sobre PD junto a los iPhone. Si la cosa se detuviera aquí ni tan mal, pero cada fabricante no ha tardado en desarrollar su propio estándar de carga rápida. Oppo, por ejemplo, usa VOOC (siglas de Super Voltage Open loop multi-step Constant-current charging), que a su vez tiene una versión inalámbrica y una mejorada llamada Super VOOC que es la que usan los OnePlus. Xiaomi usa el estándar propietario HyperCharge. Samsung usa Super Fast Charging, Motorola dota a sus móviles de Turbopower, Huawei usa SuperCharge. Realme lo llama Dart Charge. La lista de nombres molones de marketing es infinita.
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Todos estos estándares son propietarios, pero normalmente se basan en QC o PD. Motorola TurboPower, por ejemplo, se basa en QC y es compatible con este. Huawei SuperCharge es compatible con PD. Hay algunos, como el Dart de Realme o el Warp de OnePlus que en realidad no son más que variantes del VOOC de Oppo, que es su compañía matriz. El problema suele ser averiguar qué estándar concreto usa nuestro móvil. Normalmente, los móviles Android son compatibles con el estándar propietario del fabricante, y el estándar general en que se basa (no siempre a la misma velocidad). Esa información debería estar en la caja o en la web de cada fabricante, pero no siempre.
A veces podemos encontrar el logotipo del sistema de carga rápida en el propio cargador, y otras tendremos que bucear en los ajustes de batería del teléfono, o en páginas con fichas técnicas de móviles para encontrar el dato. Lamentablemente, no hay una lista unificada o una app que te ofrezca este dato. Una vez lo tengas, tan solo hay que elegir un cargador compatible. En Internet hay cientos de cargadores de marcas ignotas, pero nuestra recomendación es que te gastes un poco más y compres un cargador de una marca reconocida. Las marcas más veteranas se aseguran de contar con las certificaciones de carga rápida oficiales, algo que es especialmente importante en los iPhone. Para estos últimos es bueno buscar el logotipo de la certificación "Made for iPhone" o MFI.
Cargadores de nitruro de galio y cargadores inalámbricos
Imprescindible mencionar unas siglas que llevan sonando mucho los últimos años. Se trata de los cargadores GaN, siglas en inglés de Galium Nitride. Se trata de cargadores que llevan dentro componentes fabricados con una aleación llamada Nitruro de Galio. El compuesto no es nuevo (lleva usándose en LED lectores láser de Blu-ray y paneles solares desde hace muchos años), pero su incorporación al mundo de los cargadores es relativamente reciente.
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El nitruro de Galio es una alternativa al silicio que permite miniaturizar aún más los componentes. Eso se traduce en cargadores mucho más pequeños, o cargadores del mismo tamaño que los convencionales, pero mucho más eficientes. El nitruro de galio permite transferir más electricidad, reduce el calentamiento, y resiste mayores voltajes.
En cuanto a los cargadores sin cables, poco a poco han ido adoptando estándares de carga rápida. El más popular ahora mismo (aparte del Magsafe de los iPhone) es Qi2, un estándar desarrollado por el Wireless Power Consortium que iguala los 15W de Magsafe. Hay compañías como Xiaomi que han mostrado prototipos de carga rápida inalámbrica mucho más rápidos, pero ahora mismo la carga sin cables es mucho más lenta que la normal. Todo depende de si prefieres dejar el móvil toda la noche en el cargador inalámbrico, o necesitas un sistema de carga capaz de llenar la mitad de la batería en apenas media hora mientras picas algo.
Finalmente, considera la opción de un cargador de sobremesa. Los hay que se instalan en los muebles y quedan ocultos o simplemente que se posan sobre una mesa. No son la mejor opción para salir de viaje, pero permiten centralizar la carga en una mesa y tus visitas lo amarán si lo dejas a mano en el salón.
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¿Quieres tener todas tus necesidades de carga reunidas sobre la mesa del despacho? El Ugreen Nexode 300W tiene lo que necesitas. Es una estación de carga de sobremesa y su tamaño no la hace ideal para viajes, pero lleva dentro tecnología GaN y es compatible con PD 3.1 (y, por tanto, con todo lo Apple). Sus cinco puertos (4 USB-C y un USB de tamaño convencional) entregan un total de 300W repartidos en puertos de 140W, 100W, 65W, 45W y 30W (Si los usas todos a la vez, la velocidad será algo menor). Cuesta 169 euros.
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La estación de carga Anker Prime GaN es similar al Ugreen Nexode, pero tiene sus propias ventajas muy interesantes. Para empezar, tiene más puertos. Cuatro USB-C en el frontal, y dos USB-A en el lateral para un total de 250W. Al igual que el modelo de Ugreen, el Anker Prime tiene tecnología de Nitruro de Galio, y su puerto con más potencia es capaz de cargar a 140W. Por si esto fuera poco, todos los datos de carga se muestran en una pantalla LCD de 2,26 pulgadas y hay un dial en el lateral que permite elegir la prioridad de carga cuando tenemos varios dispositivos enchufados. Cuando no lo usas, da la hora. ¿Se puede pedir más? Su precio es de 159 euros.
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El Satechi GaN USB-C se cuenta entre los mejores cargadores de viaje que existen. No es particularmente pequeño, si es tamaño lo que te importa, pero sus cuatro puertos entregan un total de 145W compatibles con Power Delivery 4. Eso significa que podemos cargar cuatro dispositivos de 65W, 30W, 25W y 20W de manera simultánea. La parte que más me gusta es que cuenta con clavijas intercambiables para cualquier país del mundo. Cuesta 105 euros.
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¿Tienes el enchufe justo detrás de la cama y cada vez que enchufas un cargador tienes que dejarla separada de la pared? El Ugreen Nexode Pro es ultraplano y cuenta con clavijas intercambiables para viaje. Su potencia máxima es de 65W en uno de sus dos puertos USB-C, pero es compatible con PD 3.0 y QC 4.0. También soporta la carga rápida de Apple y de Samsung. Cuesta 49 euros.
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Si solo quieres cargar un iPad o un iPhone y buscas el menor tamaño posible, el Anker GaN de 30W es una excelente opción. También es compatible con los Galaxy y los Pixel gracias al soporte PD y cuesta solo 13 euros. Por un poco más tienes un modelo con dos puertos y 47W que cuesta 20 euros. Otra opción interesante en este mismo rango de precios es el Belkin BoostCharge de 42W, que trae un puerto USB-C y otro USB-A para mayor versatilidad.
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El Anker Prime GaN de 100W cuenta con dos puertos USB-C y un USB-A en la mitad de espacio que los cargadores típicos de portátil. Su clavija es plegable para facilitar el transporte y es compatible con dispositivos tanto de Apple como de Samsung y otras marcas de portátiles. Cuesta 80 euros. Una buena alternativa algo más voluminosa, pero dotada de un cable extensor, es el Satechi GaN de 100W, que cuesta lo mismo.
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Los accesorios oficiales para Apple no son baratos. Buena prueba de ello es esta base de carga Magsafe con certificación MFI. Permite cargar simultáneamente el iPhone, el Apple Watch y los AirPods. La Nomad Stand One Max cuesta 281 euros. Si lo que buscas es carga inalámbrica para Android compatible con el estándar QI2, esta base de Anker es una estupenda opción por solo 25 euros.
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Algún día les contaremos a nuestros nietos que, cuando éramos jóvenes, los móviles nuevos venían con cargador incluido en la caja, y no nos creerán. Lamentablemente cada vez hay más teléfonos nuevos que se venden sin el componente necesario para mantenerlos funcionando. La idea detrás de esta ausencia tiene tintes medioambientales. Se supone que quitando el cargador se generan menos residuos. Por supuesto, la parte de obligar al consumidor a rascarse el bolsillo un poco más no fue mal recibida por los fabricantes. El primero en apuntarse al carro fue Apple con el iPhone 11, y Samsung no tardó en seguir a su eterno rival con sus Galaxy ya desde la familia S21. Los Google Pixel no llevan cargador desde el 7. Tampoco encontrarás cargador en los Nothing Phone, ni en los Nokia más recientes.