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Inscribirte en la lista Robinson sí sirve para algo: esta multa lo demuestra
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10.000 euros de sanción

Inscribirte en la lista Robinson sí sirve para algo: esta multa lo demuestra

La credibilidad de la lista Robinson ha caído en picado durante los últimos meses, ya que muchos operadores de marketing directo la ignoran. Sin embargo, no deberían

Foto: Las llamadas a personas inscritas en la lista Robinson pueden salir muy caras (Pexels)
Las llamadas a personas inscritas en la lista Robinson pueden salir muy caras (Pexels)

La lista Robinson es un directorio que, en España, fue creado por la Federación de Comercio Electrónico y Marketing Directo (FECEMD) y que está gestionado por la Asociación Española de Economía Digital (Adigital). Debe su nombre al protagonista de la novela Robinson Crusoe de Daniel Defoe, que vivió aislado de la sociedad tras naufragar en una isla desierta. Su objetivo es ayudar a los usuarios particulares a librarse del acoso publicitario a través del correo electrónico, los mensajes SMS y las llamadas telefónicas.

Sin embargo, la popularidad y credibilidad de la lista Robinson ha caído en picado a lo largo de los últimos años. ¿El motivo? A pesar de los repetidos intentos por parte del Gobierno de España de darle relevancia y poner coto a las robollamadas y llamadas de spam, lo cierto es que los consumidores las están sufriendo con mayor frecuencia que nunca.

Por suerte, estar inscrito en la lista Robinson no es inútil. De ello habló Alba del Campo (@alba_delcampo) en X, quien se declara “apasionada del derecho y de la tecnología”. En este sentido, citó dos artículos legales que todos los usuarios deben conocer: el artículo 48 de la Ley General de Telecomunicaciones (LGT), que establece el derecho a no recibir llamadas automatizadas, y el artículo 21 del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que regula el derecho de oposición.

Una multa que demuestra su utilidad

Posteriormente, Alba del Campo cita el artículo 23.4 de la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales (LOPDGDD), que obliga a los operadores de mercadotecnia directa a “consultar los sistemas de exclusión publicitaria”, como es el caso de la lista Robinson. La mayoría de los afectados por las robollamadas y llamadas de spam no hace nada, de lo cual se benefician algunos operadores comerciales. Sin embargo, hay quienes deciden denunciar el hecho ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).

El mejor ejemplo es una mujer que denunció ante la AEPD que, en primer lugar, recibió una robollamada. Al cabo de unos días, recibió una llamada de un operador comercial de un minuto de duración. Esta última fue realizada por la empresa Tecnocube Marketing SL, que se encontraba realizando una campaña publicitaria para Vodafone.

Finalmente, la AEPD sancionó a Tecnocube Marketing SL con una multa de 10.000 euros por esa llamada comercial a una persona cuyo nombre figuraba en la lista Robinson. Es posible que parezca una cifra pequeña, pero si todos los consumidores afectados por este tipo de prácticas presentasen denuncias, el daño económico a ciertas compañías de marketing directo haría que se lo pensaran dos veces antes de ignorar este directorio de exclusión publicitaria.

La lista Robinson es un directorio que, en España, fue creado por la Federación de Comercio Electrónico y Marketing Directo (FECEMD) y que está gestionado por la Asociación Española de Economía Digital (Adigital). Debe su nombre al protagonista de la novela Robinson Crusoe de Daniel Defoe, que vivió aislado de la sociedad tras naufragar en una isla desierta. Su objetivo es ayudar a los usuarios particulares a librarse del acoso publicitario a través del correo electrónico, los mensajes SMS y las llamadas telefónicas.

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