El mapa de la esperanza de vida en la UE: esta vez sí hay buenas noticias para España

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Hay muchos aspectos que influyen en la esperanza de vida de los seres humanos. Es el caso, por ejemplo, de la práctica de ejercicio diario, de la alimentación saludable y equilibrada y de la ausencia de hábitos perjudiciales, como es el tabaquismo. Todo ello puede hacer no solo que vivamos más, sino también mejor.

En este sentido, hay muy pocas regiones del mundo en las que la esperanza de vida de sus habitantes sea superior a los 80 años. Es el caso, por ejemplo, de Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Japón y el conjunto de la Unión Europea. En el Viejo Continente, la cifra se ha incrementado en más de 20 años desde 1960. Dentro de ella, el caso de España merece una mención especial.

El mapa ha sido elaborado por Celia Hernando a partir de datos de Eurostat correspondientes al año 2022. Lo primero que llama la atención es que, a pesar de que el promedio de esperanza de vida dentro del territorio comunitario es de 80,6 años, en 2019 era superior (81,3 años). Algo que, sin duda, se ha debido al impacto de la pandemia de COVID-19 sobre las personas de la tercera edad.

Estos son los países de Europa que encabezan la lista

España e Italia se sitúan a la cabeza en cuanto a esperanza de vida en Europa, con la Comunidad de Madrid liderando la clasificación al registrar 85,2 años. Le siguen de cerca la Provincia Autónoma de Trento en Italia, con 84,4 años, y la región de Isla de Francia, que alberga a París, con 84,1 años. Este alto nivel de longevidad se atribuye a factores como el acceso efectivo a sistemas de salud pública y los beneficios de la dieta mediterránea, reconocida por sus efectos positivos en la salud.

Por el contrario, las regiones del este de Europa presentan los valores más bajos en la UE. Las áreas búlgaras de Severozapaden, Severen Tsentralen y Yugoiztochen registran cifras que oscilan entre 72,3 y 73,7 años, situándose en el extremo inferior del espectro. Estas diferencias se relacionan con factores como el menor desarrollo económico, la mayor incidencia de enfermedades crónicas y estilos de vida menos saludables, caracterizados por una mayor prevalencia de hábitos como el tabaquismo y el consumo elevado de alcohol.

Un aspecto adicional a considerar es la marcada brecha de género en la esperanza de vida dentro de la UE, donde las mujeres viven, en promedio, 5,4 años más que los varones. Esta disparidad es particularmente notable en países del este, como Letonia, donde la diferencia alcanza los 10 años. Esta brecha se explica por una combinación de factores biológicos y conductuales que afectan de manera diferente a la longevidad de hombres y mujeres.