Llevo años acumulando baterías portátiles. Por fin, hay unas para cargar todo lo que necesito

Les voy a confesar que tengo cierto talento para construir cajas de cosas completamente inservibles. Lo hago como quien no quiere la cosa, poco a poco, con el paso del tiempo. Y al final, ordenando el armario o haciendo una limpieza general, me encuentro con una caja de cables y conectores del año de la polka que un día guardé pensando que no les había llegado la hora y que, en algún momento, tarde o temprano, les sacaría partido.

Otra cosa que he acumulado en estos años son baterías portátiles. Aparecen en cualquier cajón o estantería de casa. Las tengo de todo tipo: de esas compradas en el bazar del barrio para salir de un apuro, de esas que te pueden regalar una noche en una promoción por tomarte una copa de vaya a saber usted qué ginebra, o que podrían venir en un paquete de diez kilos de Cola Cao, y algunas más pintonas que en algún momento debí pensar que era una compra que iba a amortizar.

La cuestión es que suelen acabar en el fondo de un cajón, de una mochila o una estantería una vez las uso un par de veces, si es que llega. Ya saben a qué me refiero, que quien más, quien menos, ha echado mano de una powerbank para una escapada, un festival o similar. El problema que tengo es que se me quedan cortas. Tengo un móvil de gran tamaño que suele darme buen servicio y rara es la vez que me ha dejado tirado a horas inoportunas.

Por eso tengo la sensación de que esas baterías compactas han sido, en mi caso, una pérdida de dinero porque se me quedan siempre cortas. Y se me quedan cortas porque lo que yo necesito es una batería que me permita dar un chute de energía al portátil en medio de una jornada de trabajo, si no encuentro una cafetería con enchufe, que me permita cargar todos mis dispositivos en un viaje de un par de días y cosas así.

Una nueva generación de powerbanks

La generalización del puerto USB tipo C y la popularización de la carga rápida han alumbrado una nueva generación de powerbanks todoterreno capaces de llenar el tanque de tu ordenador, de tu Switch, de tu cámara o de lo que haga falta.

Recientemente, ha caído en mis manos uno de los últimos lanzamientos de Anker, una marca que está haciendo fortuna en Amazon vendiendo accesorios como este, enchufes, cables y otros tantos gadgets. Se trata de una enorme powerbank de más de 27.600 mAh que puede cargar casi 4 veces un teléfono como un Galaxy Ultra o un iPhone Pro Max, y darte una carga y pico larga de un MacBook Pro de 16 pulgadas.

La hemos puesto a prueba para recordar en qué hay que fijarse cuando se vaya a comprar uno de estos aparatos. Además de la guía, también exploramos varias alternativas de diferente precio y naturaleza.

Aunque no lo es todo, la capacidad es uno de los factores fundamentales de estos aparatos. No estamos hablando de algo pensado para llevar en un bolsillo y conseguir un 60% de carga del móvil. Aquí hablamos de revivir hasta un portátil grande. Por eso, es recomendable que el mínimo sea de 20.000 mAh. ¿El máximo? El cielo es el límite. Esto no significa que tengas barra libre, sino que debes tener cuidado con tus compras, especialmente si vas a llevarla en avión.

Más que la capacidad

La normativa varía dependiendo del país, pero está terminantemente prohibido llevar en el equipaje de mano una batería de más de 160Wh. El problema es que si supera los 100Wh, en muchos sitios te obligan a pedir autorización a la compañía con la que vuelas. El equivalente ronda los 28.000 mAh, aunque esto puede variar dependiendo del modelo. Por ejemplo, la powerbank de Anker que mencionábamos antes cuenta con 27.650 mAh y 99,54Wh. Así que es importante fijarse en esas dos medidas.

La potencia de salida es otro punto clave. Hay que fijarse en varios valores, tanto en la batería que vamos a comprar, como en el ordenador o equipo que vayamos a cargar. Por ejemplo, si nuestro portátil ofrece carga rápida por USB tipo C, necesitaríamos un puerto con una salida de 60 o 70 vatios para aprovecharla.

Si nos quedamos con 30 o 40 vatios, podríamos cargarlo, pero más lento y no sacaríamos tajada de esta función. Es importante también fijarnos en la potencia total y simultánea que puede ofrecer, para aprovechar la carga rápida de varios dispositivos cuando queremos tenerlos listos en poco tiempo.

Hay opciones que pueden proporcionar valores de 200 o 250 vatios. Relacionado con este punto, también es clave disponer del máximo número de puertos USB-C PD, que es compatible con una transmisión mayor de energía, tanto para la salida como para la entrada. Esto quiere decir que tendremos más velocidad de carga de nuestros dispositivos y de recarga de nuestra powerbank.

En este punto, cabe también destacar que está bien que haya variedad de conexiones. Las principales deben ser USB tipo C, pero un puerto tipo A, aunque más lento, puede salvarte de un apuro o puede servirte para dar un chute de emergencia cuando no tengas otro cable disponible. Otra cosa interesante es que, si tenemos, por ejemplo, un móvil y un ordenador conectados o una cámara y un PC, nos sirva para conectarlos y cargar ambos al mismo tiempo.

Otros aspectos

¿En qué otras cosas fijarse? No son tan centrales como las anteriores, pero el diseño siempre es algo a lo que prestar atención. Algo de tanta capacidad no va a ser especialmente compacto, pero hay que vigilar que el peso no se dispare en exceso. El factor de forma puede ser el de un rectángulo, lo que puede ser idóneo para llevar en un bolsillo pequeño de una mochila o en un bolso. Si estás pensando en guardar la batería en la funda del portátil o en algún estuche o maletín fino, igual te conviene buscar un modelo que sea más largo o ancho pero más fino.

Muchas de estas baterías incluyen también una pantalla en la que se puede consultar el voltaje que está empleando o una estimación del tiempo de carga que queda en el dispositivo, entre otros datos. Particularmente, me resulta mucho más cómodo, por ejemplo, que los típicos pilotos luminosos que te dan una idea pero no un porcentaje exacto. Hay algunas, incluso, que tienen una app que te permite controlar la salud de las celdas, los ciclos de carga consumidos y otras estadísticas que pueden servir para alargar la vida útil del aparato.

Contado todo esto, voy a hacer algunas recomendaciones de baterías externas todoterreno. Además de la Anker, que he mencionado anteriormente, hemos escogido un modelo de Baseus, así como un modelo de Samsung, como opción para los que tengan presupuestos más cortos y ajustados.

Anker Prime 27.650 mAh

Es la joya de la corona del catálogo de Anker. Se trata de una batería con mAh para aburrir y que es capaz, como explicábamos más arriba, de cargar varias veces dispositivos de todo tipo. Su peso supera los 600 gramos y el diseño es rectangular, pudiendo llevarla fácilmente en un bolsillo pequeño de la mochila. Además de la pantalla, la información se puede controlar desde la aplicación de la marca, que también nos permite, por ejemplo, priorizar un puerto de carga sobre otro. La conexión se realiza en unos pocos segundos por Bluetooth.

Cuenta con un total de dos puertos USB Tipo C (con tecnología PD 3.1) y un puerto USB Tipo A. Puede ofrecer 250 vatios de carga simultánea, lo que te permitirá cargar rápidamente varios dispositivos. Un MacBook Pro de 16 pulgadas puede recuperar la mitad de la carga en menos de media hora. Mi Lenovo de 13 pulgadas solo necesitó 20 minutos para alcanzar ese porcentaje. Otra buena noticia es que cuenta con una carga rápida de 170W, así que con el cable incluido y un adaptador adecuado, en media hora la puedes tener lista para llevártela de viaje. Es el modelo más caro de esta selección, con un precio de 169 euros y un año de garantía. La guinda es un diseño que se siente robusto.

En este sentido, el de tener la batería siempre lista, Anker cuenta con un accesorio muy curioso. Se trata de una base que ofrece una potencia de 100W para cargar inalámbricamente la powerbank. Cuesta menos de 50 euros y puede ser una alternativa si no quieres tener cables por todos lados y prefieres tener un sitio en el escritorio para dejarla y tenerla siempre disponible. En este caso, nos permite usar el dispositivo como concentrador e intercambiar archivos.

Baseus Laptop Powerbank

Este modelo destaca por su diseño. Algo más ancho y largo que el anterior, es extremadamente fino con menos de 2 centímetros de grosor. Esto es ideal para llevarlo junto al portátil en la funda que tengas. Cuenta con una capacidad de 20.000 mAh, que es el mínimo recomendable cuando hablamos de baterías portátiles de este tipo. Su peso es de poco más de 400 gramos. En la parte superior tiene una pequeña pantalla que te muestra el porcentaje restante, la potencia de carga, así como el tiempo restante para que se complete.

En este caso, contamos con un total de cuatro puertos: dos Tipo A y dos Tipo C, que son tanto de salida como de entrada. La potencia máxima suma 100Wh, así que no hay problemas, por poco, para llevarlo en el equipaje de mano. La carga que pueden soportar sus puertos USB Tipo C (PD 3.0 y estándar Quick Charge 4.0) es de 100W o 60W, así que podrás aprovecharlo para cargar también un portátil grande en apenas 30 minutos. Lo bueno es que la base, a su vez, permite cargar otros dispositivos con carga rápida y funciona como concentrador.

El tiempo para pasar de cero a cien y tenerla disponible de nuevo es de 90 minutos, si utilizas un adaptador de 60W. Permite cargar hasta 4 dispositivos al mismo tiempo. Su precio suele estar por encima de los 100 euros, pero se puede encontrar por poco más de 80 en Amazon.

Samsung Powerbank 20.000 mAh

No todo el mundo quiere gastarse 80 o más euros en una buena batería para cargar el portátil. Además, quizá no necesiten tanta parafernalia y solo busquen un salvavidas con el que cargar el portátil durante una larga jornada fuera de la oficina. Si eso es lo que buscas, por 45 euros puedes encontrar un modelo muy competitivo de Samsung, que te ofrece 20.000 mAh y una potencia de hasta 45W.

Se trata de una powerbank sencilla, con tres puertos USB Tipo C con PD 3.0 y con un indicador de luces para conocer más o menos cuánta energía queda en el depósito. Lo bueno, es que es más transportable que otros modelos.

Hay letra pequeña en lo de los 45W, ya que esa velocidad solo se puede obtener si se tiene un único aparato conectado. Si quieres cargar, por ejemplo, dos móviles o un smartphone y tu portátil al mismo tiempo, ese ritmo de carga se reducirá. El número de dispositivos que se pueden conectar al mismo tiempo es de tres. No hay mucho más que destacar en este modelo. No se puede pedir más por 45 euros.

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