Musk es un soldado de Trump o por qué Silicon Valley ya no se fía del Partido Demócrata
Aunque la meca tecnológica haya sido históricamente pro-demócrata, cada vez más millonarios de la industria están dando su apoyo a Donald Trump. Ahora todo cambia con la llegada de Kamala Harris y hay que elegir bando
Silicon Valley se encuentra más dividida que nunca en el espectro político. Durante muchos años, el expresidente Donald Trump no ha sido bien recibido en el sector tech, pero eso ha cambiado este último año, con un creciente hastío hacia las políticas de Joe Biden y su mano derecha, Lina Khan, en temas regulatorios. Eso ha provocado un cambio fundamental: han comenzado a alinearse con Trump en un movimiento liderado por Musk, a pesar de la larga tradición que había en la meca tecnológica de apoyar a los demócratas. Con Biden retirado, el debate se ha tensado, ya que Kamala Harris también tejió fuertes lazos con la industria cuando fue fiscal general de California. Ahora toca elegir bando.
Residencia de los presidentes Ronald Reagan y Richard Nixon, California fue alguna vez un Estado republicano. Pero ningún candidato de ese partido ha ganado ahí desde la década de 1980. Casi todos los dólares gastados por las élites de Silicon Valley en 2016 fueron para la demócrata Hillary Clinton. En 2020, gastaron aún más para derrotar a Trump. Los pocos que le apoyaron, como el capitalista de riesgo Peter Thiel, se contaban con los dedos de la mano e incluso algunos nunca lo dijeron abiertamente. Pero aunque los millonarios tech consideraban a la Casa Blanca de Barack Obama como un aliado, la administración Biden ha enfadado a muchos en el sector con su mano dura en las regulaciones, las megafusiones y la inteligencia artificial.
En los últimos meses, han sido muy pocos los empresarios tech entusiasmados con el Partido Demócrata. O mejor dicho, "con el excandidato Joe Biden", como señalaba el influyente inversor David Sacks en su popular podcast All In. El que antaño votaba por los azules celebró hace unas semanas en su mansión de San Francisco un inesperado evento de recaudación de fondos a favor de Trump. Las entradas se vendieron por hasta 300.000 dólares. Este ha sido el primero de muchos eventos para recaudar fondos a favor del expresidente desde que fuera declarado culpable de 34 cargos penales relacionados con pagos ilegales durante la campaña de 2016 que lo llevó a la presidencia.
Los motivos están bastante claros. El presidente Joe Biden ha adoptado una línea férrea contra las grandes tecnológicas que algunos perciben como una amenaza. La administración ha presentado demandas antimonopolio contra cuatro grandes empresas tecnológicas: Apple, Google, Meta y Amazon. Desde la caída de la plataforma de intercambio de criptomonedas FTX y su fundador Sam Bankman-Fried, Biden también ha tomado medidas contra las criptovidisas, posicionándose contra Coinbase y Binance. Algunos analistas creen que el apoyo a Trump en San Francisco también radica en el miedo de los "súperricos" a que los demócratas les aumenten los impuestos.
Eso ha originado cierto éxodo en el sector. Chamath Palihapitiya, otro inversionista de Silicon Valley que ha donado a candidatos demócratas en el pasado, ahora muestra su apoyo a Trump. "Le he donado a Bobby Kennedy. Le he donado masivamente a los demócratas. Y ahora le donaré a Donald Trump". El inversor Shaun Maguire, de la firma de capital de riesgo Sequoia, señaló en X: "Acabo de donarle 300.000 dólares a Trump". Al igual que Palihapitiya, él también había hecho anteriormente grandes donaciones a los demócratas. Los grandes nombres de la tecnología se están decantando por el republicano, un cambio que probablemente se vea acelerado por la incorporación del excapitalista de riesgo y nueva mano derecha de Trump, JD Vance, a la candidatura. "Al final, la gente vota lo que tiene en el bolsillo", señalaba Boris Feldman, abogado de empresas tecnológicas.
Elon Musk y la "mafia PayPal", al frente
El CEO de Tesla, Elon Musk, ha anunciado y aireado que donará cerca de 45 millones de dólares al mes a un supercomité de acción política pro-Trump llamado America PAC. Esta organización también ha recibido el apoyo de socios del multimillonario, entre ellos el inversor tecnológico Joe Lonsdale; Antonio Gracias, antiguo director de Tesla y actual miembro del consejo de SpaceX; el inversor Kenneth Howery; y el socio de Sequoia Capital, Doug Leone, este último incluso había denunciado públicamente a Trump en el pasado. Musk ha dicho que va a trasladar la sede de dos de sus empresas, X y SpaceX, a Texas debido a una nueva ley en su actual Estado natal, California, que impide que las escuelas obliguen a los profesores a notificar a las familias si los estudiantes cambian su identidad de género. También ha devuelto al expresidente republicano su cuenta de Twitter y ha criticado duramente al presidente Biden, llamándolo "títere de calcetín".
Biden is treating the American public like fools
— Elon Musk (@elonmusk) January 27, 2022
No podemos olvidarnos de mencionar el apoyo a Trump de un grupo de ejecutivos e inversores conocidos como la "Mafia PayPal", que ayudaron a poner en marcha la empresa de pagos en los 2000. Entre ellos están Musk, Peter Thiel, antiguo CEO de PayPal y Ken Howery, antiguo CFO y el inversor al que citábamos antes, David Sacks, que han estado solicitando donaciones para Trump tanto en público como en privado.
Vance, el candidato a la vicepresidencia de EEUU, es bien conocido por la mafia de PayPal, ya que trabajó para Thiel en Silicon Valley antes de fundar su propia firma de capital riesgo llamada Narya Capital. En 2022, Thiel apoyó la candidatura de Vance al Senado por Ohio y antes de unirse a la candidatura presidencial, Vance ayudó a conectar a Trump con el dinero de Silicon Valley. Vance se dedicó a vender y propagar la idea de un gobierno más flexible con las regulaciones de las criptomonedas y otros temas que preocupan a los inversores.
Por último, en este bando también nos encontramos a Marc Andreessen y Ben Horowitz. Aunque los fundadores de la poderosa firma de capital riesgo apoyaron a Hillary Clinton en las presidenciales de 2016, diciendo en ese momento que se oponía a las posturas de Trump sobre la inmigración, ahora aseguran que la industria tecnológica, California y todo EEUU están condenados si no votan al expresidente. Ya han confirmado que tienen la intención de contribuir con dinero de su bolsillo para apoyarle, pues "hará más que Biden para apoyar a las startups".
Según una exclusiva de The Information, critican que la administración esté vigilando las criptomonedas y la tecnología blockchain, un área en la que tienen grandes inversiones. También su propuesta presupuestaria que gravaría con un 25% las plusvalías no realizadas, afectando a los ciudadanos con un patrimonio superior a 100 millones de dólares. "Número uno, matas a las startups y al capital de riesgo. Número dos, matas a la industria tecnológica. California está acabado", decían.
Entonces llegó Kamala…
Hace unos días, el presidente Joe Biden hacía un histórico anuncio: no se presentará a las elecciones para renovar su mandato y ofrecerá todo su apoyo en la carrera a la Casa Blanca a la demócrata Kamala Harris. Y eso ha trastocado todas las posturas políticas en Silicon Valley. De hecho, un gran número de inversores y líderes tecnológicos que rechazaban a Biden y que incluso se habían decantado por votar a Trump, ahora quieren volver al lado azul, a favor de Harris. La vicepresidenta comenzó su carrera política en San Francisco y algunos líderes de Silicon Valley creen que podría restaurar la relación y parte de la buena voluntad que existía durante la administración Obama, dados sus lazos con la región como exfiscal general de California.
Tanto es así que más de 100 capitalistas de riesgo se han comprometido a votar por la vicepresidenta en noviembre y están haciendo campaña para aumentar las donaciones al partido bajo el nombre de VCsForKamala.org. Este grupo incluye a Reid Hoffman, fundador de LinkedIn; Reed Hastings, propietario de una estación de esquí y cofundador de Netflix; Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI; Vinod Khosla de Khosla Ventures; Marissa Meyer, exdirectora ejecutiva de Yahoo; Mark Cuban, el ex propietario principal de los Dallas Mavericks; Ron Conway, un conocido inversor ángel; y el multimillonario Chris Sacca. "Somos pro-negocios, pro-sueño americano, pro-espíritu emprendedor y pro-progreso tecnológico", decían en una publicación.
Reid Hoffman se ha puesto manos a la obra y ahora mismo se está dedicando a una sola tarea: llevar a Kamala Harris a la Oficina Oval. Sólo él ha donado más de 8 millones de dólares para la campaña. Desde que Biden abandonó la carrera, el cofundador de LinkedIn ha dicho que ha pasa la mayor parte de sus noches "trabajando los teléfonos". Reed Hastings también ha hecho lo suyo con siete millones.
La exdirectora de operaciones de Meta, Sheryl Sandberg, publicó en Instagram que estaba "encantada" de apoyar a Harris: "La vicepresidenta @kamalaharris ya hizo historia una vez, al convertirse en la primera mujer negra y del sur de Asia en ocupar su cargo, y lo volverá a hacer en noviembre". En la misma línea se pronunciaba la filántropa Melinda Gates, quien la apoyará porque "se opuso firmemente a la violencia sexual en todas sus formas y defenderá los derechos de las mujeres (y los derechos de todos los estadounidenses) desde la Oficina Oval con un enfoque decidido y compasivo".
Mientras activan sus redes, se pronuncian en contra de Trump y se preparan para una feroz batalla pública, este antiguo bastión demócrata se enfrenta a algo nuevo: bandos políticos enfrentados que ponen sus nombres y su dinero detrás de dos candidatos. Y claro, han surgido disputas personales. Musk se burló de Vinod Khosla, el inversor y donante demócrata que cofundó Sun Microsystems, alentándolo a apoyar a Trump en X hace unas semanas: "Es difícil para mí apoyar a alguien sin valores, que miente, engaña, viola, degrada a las mujeres y odia a los inmigrantes como yo. Puede que me reduzca los impuestos o alguna regulación, pero eso no es motivo para aceptar la depravación en sus valores personales", le respondió Khosla.
El ejecutivo tecnológico y principal recaudador de fondos demócrata Steve Spinner señalaba que el objetivo ahora es el de "hacer retroceder la narrativa de que Silicon Valley ahora está dividido". Argumenta que los partidarios de Trump siguen siendo excepciones en la industria tecnológica: "Aquí todavía hay un Estado muy, muy demócrata, y ahora es el de Harris. El hecho de que haya un par de inversores de renombre y gran ego que estén a favor de Trump no habla en nombre de toda la comunidad tecnológica ni de la comunidad de capital de riesgo. Por cada persona que respalda a Trump, hay 20 que respaldan a Kamala". La batalla política ha llegado a Silicon Valley. Y hay mucho, mucho, dinero en juego.
Silicon Valley se encuentra más dividida que nunca en el espectro político. Durante muchos años, el expresidente Donald Trump no ha sido bien recibido en el sector tech, pero eso ha cambiado este último año, con un creciente hastío hacia las políticas de Joe Biden y su mano derecha, Lina Khan, en temas regulatorios. Eso ha provocado un cambio fundamental: han comenzado a alinearse con Trump en un movimiento liderado por Musk, a pesar de la larga tradición que había en la meca tecnológica de apoyar a los demócratas. Con Biden retirado, el debate se ha tensado, ya que Kamala Harris también tejió fuertes lazos con la industria cuando fue fiscal general de California. Ahora toca elegir bando.
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