En robots de limpieza, cada prestación cuenta (y sale cara): cómo librarte de fregar en casa

Hace cosa de 10 años escribí un artículo titulado: He probado siete aspiradoras robot y ahora solo quiero barrer con escoba. En aquel texto explicaba que tener un robot de limpieza era como tener un gato. Tiran cosas por toda la casa, esparcen porquería, se lían con los cables, sufren crisis existenciales ante obstáculos absurdos y se quedan ahí pitando desconsoladamente, arañan las alfombras, y en general vandalizan la casa que da gusto. Por supuesto, eso era hace muchos años. Los fabricantes llevan tiempo afinando sus dispositivos, y hemos llegado a un punto en el que los robots de limpieza por fin hacen lo que su nombre sugiere de ellos: limpian.

Si estás mirando robots de limpieza probablemente te estés preguntando por qué hay modelos de 200 euros y modelos de 1.000. No todo reluce en el impoluto mundo de las aspiradoras (y fregadoras) robot. Bajo la alfombra sigue habiendo un problema subyacente que tarde o temprano acaba apareciendo. Los robots de limpieza limpian, sí, pero ¿quién los limpia a ellos?

La respuesta a esa pregunta es obvia. Los limpias tú. Resulta que muchos robots de limpieza requieren tanto mantenimiento que uno llega a preguntarse si no será mejor barrer y fregar el suelo como se ha hecho toda la vida y dejarnos de monsergas electrónicas. Y esa es precisamente la razón por la que existen robots de limpieza de más de 1.000 euros. Esos modelos son los que tienen (casi) todas sus tareas automatizadas de manera que realmente hacen lo que se espera de ellos, que es quitarte tareas, no cambiar unas tareas por otras.

Antes de seguir es bueno hacerse una pregunta… ¿Robot Aspirador, robot fregador, o robot aspirador y fregador? Sí. Existen los tres tipos de robots en el mercado, y la respuesta depende mucho de tu presupuesto y preferencias. Los robots aspiradores son baratos, pero te dejan con la obligación de fregar. Los que solo friegan son incluso peores, porque estás obligado a barrer o aspirar antes de usarlos. En general, y si puedes permitírtelo, los robots que aspiran y friegan son, de largo, la mejor opción para dejar el suelo como los chorros del oro. Esa es la razón por la que, en este artículo nos vamos a fijar solo en esos modelos mixtos que hacen ambas cosas.

Una advertencia por si estás mirando modelos antiguos para ahorrarte unos euros. Hace apenas cinco años, los robots aspiradores y fregadores no hacían ambas cosas a la vez. O sea, que o bien aspiraban o barrían. Por fortuna, los modelos más modernos pueden efectuar ambas tareas a la vez si es necesario, lo que nos quita uno de los trabajos de los modelos antiguos, que era quitar y poner los discos de fregado manualmente cada vez que cambiábamos de tarea.

Al término de este artículo haremos un repaso a los robots de limpieza que menos guerra dan, pero antes hablaremos de las cosas que es bueno que tengas en cuenta en uno de estos dispositivos antes de comprarlo, incluyendo las tareas de mantenimiento que requieren. Y que mejor manera de comenzar ese repaso hablando de los robots de limpieza que esparcen caca por la casa.

La importancia de los sensores

Lo de esparcir heces no es una forma de hablar ni un chiste. Ojalá lo fuera. Allá por 2016, los ingenieros de iRobot, la marca que fabrica las populares Roomba, admitieron que sus robots de limpieza tenían la desagradable tendencia a ignorar la presencia de excrementos de perro, lo que a veces se traducía en que pasaban por encima de estos y los esparcían por el resto de la casa. Imagina un cuadro de Jason Pollck, pero hecho de asco, y te harás una idea.

Por supuesto, iRobot no tardó en dotar a sus robots de tecnologías para detectar zurullos. Algo que llevan haciendo desde el lanzamiento de la Roomba J7+. Otras marcas ofrecen también prestaciones similares, pero esto no tiene por que ser cierto para los cientos de robots de marcas ignotas procedentes de China que se venden en Amazon. La clave está en una frase: reconocimiento de objetos por IA.

Típicamente, para que un robot limpiador reconozca obstáculos debe estar dotado de sensores ópticos capaces de fotografiar objetos, o sea, cámaras. Estas cámaras envían información a la aplicación móvil a la que se conecta, y una serie de algoritmos (llámalos IA si quieres) se encargan de identificar los diferentes objetos en el camino del robot. La tecnología se llama VSLAM (visual simultaneous localization and mapping por sus siglas en inglés) y es barata de implementar; o al menos es más barata que su alternativa que veremos a continuación. El problema de los robots con VSLAM es que sus sensores se pueden ver afectados en zonas con malas condiciones de iluminación, como debajo de la cama o el sofá. También pueden confundirse con reflejos. Algunos robots de limpieza hasta equipan faros para ayudar a sus sensores en zonas oscuras, lo que da la divertida sensación de que tienes por casa uno de los adorables extraterrestres de Batteries not Included, traducida en España con el desopilante título de Nuestros maravillosos aliados.

Por encima de la tecnología VSLAM esta la Láser SLAM o Lidar. En lugar de cámaras, los robots con Lidar tienen sensores que emiten pulsos láser de infrarrojos (invisibles al ojo humano e inofensivos para la salud). El robot registra el tiempo que tardan estos haces en rebotar sobre las superficies y volver al sensor, y de esta manera determina con exactitud la posición de los objetos a su alrededor. Es una tecnología mucho más precisa que VSLAM, y además no depende de la luz ambiental para funcionar. Sien embargo, también más cara, por lo que suele verse sobre todo en los robots de limpieza de alta gama.

En realidad la lista se sensores internos de un robot limpiador es bastante más larga e incluye desde acelerómetros y sensores inerciales para detectar caídas o golpes, a sensores ToF (Time of flight) para detectar el tipo de suelo. Estos son especialmente importantes en los robots fregadores porque ayudan a detectar alfombras. Lo que el robot hace al llegar a una alfombra depende mucho del modelo. Los más sencillos pueden configurarse para evitar la alfombra completamente de manera que no dejen un rastro húmedo al tocarla con los discos. Los modelos mejores tienen un sistema que retrae los discos de fregado al pasar por encima de la alfombra de manera que estos no la toquen.

Eliminando tareas

Decíamos arriba que los robots de limpieza requieren de cierto mantenimiento y que cuánto más caro es el el robot, menos mantenimiento requiere. La primera de estas tareas es quitar los pelos que se hayan enrollado en los cepillos. Lamentablemente, aún no hay robot que haga esto sin ayuda. Lo que sí hay son modelos que hacen esta tarea más fácil con sistemas de extracción sencillos de usar y hasta herramientas especiales para ello.

Un segundo detalle es el depósito interno del robot, que suele ser muy pequeño y se llena de polvo y pelusas muy rápido. Los mejores robots aspiradores tienen una base de carga de gran tamaño por una buena rezón. En su interior hay un sistema que aspira el contenido del depósito y lo deja en una bolsa de papel desechable. De esta manera nuestra única labor será cambiar de bolsa cada cierto tiempo.

La parte de fregado también tiene su misterio. Normalmente los robots fregadores desempeñan esta labor mediante dos discos giratorios rematados en mopas. La estación de carga inyecta agua limpia en las mopas para humedecerlas y el robot sale a limpiar. Cuando detecta que las mopas están secas o se han ensuciado mucho regresa a la estación de carga para limpiarlas antes de continuar. El mismo sistema que inyecta agua limpia en los discos aspira el agua sucia y la deja en un depósito que hay que vaciar periódicamente.

En los mejores modelos, nuestra única tarea será vaciar la bolsa de aspirado cuando se llene (puede tardar meses), rellenar el depósito de agua limpia, y vaciar el de agua sucia. Una vez a la semana más o menos conviene limpiar la zona donde se lavan y aclaran las mopas y revisar estas para ver si están muy sucias. Las mopas van adheridas mediante velcro y se pueden extraer completamente para meterlas en la lavadora, cosa muy recomendable si no quieres que tu casa acabe oliendo a perro mojado. Los mejores modelos, no obstante limpian sus mopas con agua caliente y después las secan con aire caliente para que no se queden húmedas.

Antes de que preguntes, la mayor parte de fregadoras no permiten usar detergente, aunque hay algunos modelos como la serie Ultra de Dreame que integra sus propias botellas de detergente. Huele de maravilla, pero te deja con la pega de tener que comprar recambios oficiales cada cierto tiempo.

Potencia, batería y extras

A partir de aquí, solo el cielo (o quizá habría que decir el suelo) es el límite. Hay robots fregadores como la Dreame X40 Ultra o la Ecovacs Deebot X2 Omni que permiten seleccionar la temperatura del agua para lavar los discos con agua más caliente y así evitar los gérmenes. Ambas retraen sus mopas cuando detectan alfombras y la Dreame hasta las instala y desinstala sola.

La capacidad de succión también es importante, porque las primeras aspiradoras eran más bien barredoras y en lugar de aspirar las partículas, tenían tendencia a esparcirlas, sobre todo si eran grandes. Los modelos más potentes rondan entre los 9.000 y 12.000 pascales (Pa). En general conviene no elegir modelos por debajo de los 4.000 Pa.

La batería es otro factor importante porque determina la superficie que un robot podrá limpiar antes de tener que interrumpir la limpieza y regresar a la base a recargar. Por desgracia no es fácil de medir, porque cada robot tiene diferente consumo eléctrico. ¿Qué puedes esperar de un buen robot limpiador de gama media? Pues alrededor de 200 metros cuadrados con una sola carga. La Dreame L10S Ultra, por ejemplo es capaz de aspirar y fregar un área de 210 metros con una sola carga. Las cifras de autonomía, como con los móviles, siempre son algo más bajas de lo que especifica el fabricante, sobre todo si activas funciones extra como la que hace bascular los discos hacia afuera para llegar bien a todos los rincones.

Hay modelos en los que se puede acceder a la cámara desde la app móvil y hasta se puede pilotar el robot como si se tratara de un auto de control remoto. No es algo que vaya a servirte para limpiar, pero a veces viene bien para fisgar la casa o qué está haciendo el perro.

Otros robots limpiadores son compatibles con asistentes de voz como Alexa o Google Home. Personalmente no los uso mucho, pero si eres de los que gusta de dar órdenes de viva voz permite hasta seleccionar áreas de limpieza como si lo hiciéramos desde la propia app.

La moraleja de esta historia es que no hay robot limpiador que te quite completamente el trabajo de limpiar los suelos. Ayudan, y mucho, a mantenerlos limpios, pero no evita que de vez en cuando tengas que fregar tú mismo más en profundidad. Tampoco están libres de ciertas tareas de mantenimiento (limpiar los cepillos, vaciar las bolsas y rellenar y vaciar los depósitos de agua) cuyo número es inversamente proporcional a lo que pagues por ellos. A continuación hemos seleccionado los mejores robots limpiadores en diferentes rangos de precio.

Dreamebot X40 Ultra

Para mi gusto, el mejor robot de limpieza que puedes comprar ahora mismo en relación precio-calidad. Lo tiene todo, desde vaciado automático del depósito, hasta mopas autoinstalables para la limpieza de alfombras, limpieza de mopas con agua caliente a 70 grados con dispensador de detergente, y una potencia de succión de 12.000Pa. El cepillo es basculante para llegar a lugares de difícil acceso, detecta objetos y mascotas, y hasta puedes controlarla manualmente y ver a través de su cámara. El colmo es un sistema de tubos que se vende por separado y que permite rellenar el depósito de agua limpia y vaciar el de agua sucia para minimizar el mantenimiento. El paquete L40 Ultra Complete, que viene con un generoso conjunto de repuestos, cuesta 1.399 euros.

Ecovacs Deebot X2 Omni

El X2 Omni es como una versión algo menos poderosa del X40, pero más asequible. Tiene las mismas prestaciones con unas cifras solo algo menores. La temperatura de limpieza de las mopas, por ejemplo, es de solo 55 grados, y su potencia de succión es de 8.000Pa. Sin embargo, tiene algunos detalles de diseño muy agradables, como los bordes en ángulo que ayudan a limpiar mejor las esquinas, o sus mopas retráctiles, que se elevan hasta 15mm para no mojar alfombras. Cuesta 999 euros.

Roborock S8 MaxV Ultra

El tope de gama de Roborock en robots limpiadores que aspiran, friegan y dan esplendor es el S8 MaxV Ultra. Cuenta con 10.000Pa de potencia de succión y cepillo extensible. Su enorme base de carga limpia las mopas a 60 grados y las seca con aire caliente. Como los anteriores, es prácticamente perfecto esquivando obstáculos y puede elevar sus mopas para respetar alfombras. Su precio, eso sí, es elevado: 1.499 euros. Una buena opción con básicamente lo mismo, pero menos potencia de succión es el Roborock S8 Pro Ultra, que cuesta 1.095 euros. La versión anterior, el S7 Pro Ultra cuesta un poco menos: 999 euros.

Dreamebot L10 Ultra

Seguimos bajando la montaña de los precios con el L10 Utra. No es el modelo más reciente de Dreame, y su potencia de succión baja a unos suficientes pero no espectaculares 5.300Pa. En el lado positivo, tiene las mejores prestaciones de los grandes, con vaciado automático del depósito y lavado automático de mopas. Eso sí, sin detergente. Su precio es de 749 euros. Una alternativa similar en ese rango de precios es el Roborock Qrevo S por 799 euros.

Yeedi Cube

Aunque no es el modelo más moderno de Yeedi, sus 5.100Pa de potencia de succión no son mala oferta para su precio. En lugar de dos mopas rotatorias, este robot integra una única mopa que viba y también se retrae hasta 8mm para evitar alfombras. Su base cuenta con vaciado automático del depósito de polvo y limpieza de mopas con dos depósitos de agua. Cuesta 699 euros.

Proscenic Floobot M9

El M9 es tan barato por una buena razón. Su base de carga solo sirve para vaciar el depósito, pero no cuenta con depósitos de agua limpia y sucia o sistema limpiador de mopas como los anteriores. En su lugar, las mopas se alimentan de un pequeño deposito situado en el propio robot que hay que rellenar a cada poco, y mopas que hay que lavar a mano. No es que sea para nada un mal dispositivo, pero ilustra perfectamente el inicio de este post. En los robots limpiadores, las prestaciones hay que pagarlas. Cuesta 356 euros.

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