Cuidado con la factura este verano: esto es lo que cuesta dejar un ventilador encendido toda la noche
El calor puede ser enfrentado durante el día mediante actividades al aire libre y refrescante chapuzones. Al anochecer, las dificultades para conciliar el sueño nos obligan a recurrir a estos dispositivos.
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El verano es una etapa del año que trae consigo muchas cosas positivas. Debido al calor, se hacen típicas las visitas a la playa o la apertura de las piscinas municipales. En general, el clima permite un mayor disfrute de las actividades al aire libre, lo que genera que muchos españoles decidan tomarse unos días de vacaciones y viajar tanto dentro de España, como a otros lugares del mundo.
Sin embargo, las altas temperaturas conllevan diversos inconvenientes a los que debemos enfrentarnos durante gran parte de la época estival. Una de ellas es la sensación de incomodidad que nos provoca el calor, la cual podemos combatir durante el día mediante baños refrescantes. Sin embargo, por la noche es difícil conciliar el sueño debido a esta sensación térmica. Y aunque en muchas ocasiones, abrir las ventanas puede suponer una solución, en otras no nos queda más remedio que recurrir al ventilador.
Este electrodoméstico puede convertirse en uno de nuestros mejores recursos para disfrutar de un verano mucho más fresco. Sin embargo, el precio que podemos pagar a cambio por emplearlo puede resultar un inconveniente, especialmente visible en la factura de la luz que nos llega a final del mes y que puede suponer un verdadero problema a tener en cuenta.
Cómo calcular el consumo de nuestro ventilador
Lo primero que debemos tener en cuenta con respecto al ventilador es que su consumo energético variará dependiendo de la marca a la que pertenezca. Con esto en mente, podemos calcular cuánto nos cuesta mantener este dispositivo encendido toda la noche con una fórmula muy sencilla. Consiste en convertir el consumo del ventilador, como pueden ser unos convencionales 55 W a la medida que aparece en la factura de la luz, la cual es kWh. Esto se realiza mediante la división de los vatios-hora entre 1.000.
Una vez hecho esto, se debe multiplicar el resultado por el total de horas que dormimos al día. Para ello, tomaremos de ejemplo 8 horas, formando estas una sesión de sueño recomendable. La cifra obtenida será de 0,44 kWh. Tras ello, deberemos multiplicar esta por el precio medio de la luz en ese preciso momento. Si ese coste es, por ejemplo, de 0,15 euros por kWh, la operación resultante sería 0,44 x 0,15 euros.
El resultado de esta operación significará el precio por mantener el ventilador encendido durante las horas de sueño, el cual nos dará un coste en céntimos. Para conocer el consumo al mes que conlleva esta acción, si la realizamos de manera diaria, tan solo habrá que multiplicar esa cifra por el número de días que tiene el mes en cuestión. Con las cifras del caso hipotético, el gasto mensual no superará los dos euros en la factura de la luz. A partir de ese momento dependerá del usuario establecer si dicho gasto le merece la pena.
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