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Las gafas de Apple son espectaculares, pero tienen el mismo problema que Google y Meta
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GOLPE A META POR EL FUTURO DE LA INFORMÁTICA

Las gafas de Apple son espectaculares, pero tienen el mismo problema que Google y Meta

¿Basta con demostrar que tu invento funciona mejor que los de quienes lo intentaron antes? Esa es la gran duda que acompaña a las Vision Pro, el visor de realidad mixta de Apple. Estas son las bazas que tiene para triunfar

Foto: Tim Cook. (Reuters/Apple)
Tim Cook. (Reuters/Apple)

Lo que la pasada década se conocía como realidad virtual o aumentada pasó a conocerse popularmente como metaverso una vez Mark Zuckerberg se apropió del término, hasta el punto de que a finales de 2021 decidió que Facebook ya no se iba a llamar Facebook e iba a ser conocida como Meta. Lo que hasta hace 24 horas se conocía como metaverso es probable que, a partir de ahora, muchos lo conozcan como computación espacial.

O al menos así pretende llamarlo Apple, ahora que el término metaverso está tan denostado y suena un tanto a vendeburrismo. La compañía presentó, después de muchos años de especulaciones, Vision Pro, su apuesta para reinventar la informática personal, liberándola del yugo inclemente de las pantallas físicas. "Nunca más estarás limitado por una de ellas", anunciaba Tim Cook con un tono entre épico y victorioso durante la apertura de la WWDC, su gran cumbre de desarrolladores, que también sirvió para poner iOS 17 y un puñado de nuevos Macs en órbita.

Foto: Probablemente, Sony siga siendo la única empresa que ha dado en el clavo. (M. McLoughlin)

No es fácil etiquetar las Vision Pro. Seguramente si preguntas por el invento, obtengas respuestas diferentes. Algunos se referirán a ellas como gafas de realidad aumentada, otros hablarán de visor de realidad mixta y otros dirán que es un casco de realidad virtual. En los comunicados de la multinacional estadounidense, se refieren a la criatura como "un ordenador espacial". Detrás de este término lo que se esconde es un aparato de llevar todo lo que hacíamos a través de una pantalla a nuestro entorno e integrarlo en la realidad que nos rodea a través de interfaces y objetos en tres dimensiones.

Independientemente del lío de definiciones que no es en absoluto nuevo, los de Cupertino han puesto sobre la mesa la propuesta con la que pretenden triunfar en el terreno donde Google o Magic Leap (que llegó a ser el unicornio más valorado de Silicon Valley) fracasaron con estrépito. Un terreno que se ha convertido en fangoso para Facebook, donde por ahora solo ha cosechado números rojos y collejas por parte de los inversores para que se deje de distracciones y preste más atención a sus menesteres habituales, que no son otros que los anuncios y la publicidad.

5.000 patentes y siete años de trabajo…

La primera patente de lo que serían las Vision Pro con el paso del tiempo apareció en 2008. Steve Jobs todavía estaba vivo. Sin embargo, no fue hasta mediados de la pasada década cuando Tim Cook, actual CEO de la compañía, decidió poner en marcha su desarrollo. Cook, según han contado fuentes conocedoras en los últimos meses, vio en este dispositivo la oportunidad de dejar un legado en forma de producto exclusivo, algo que hubiera sido íntegramente creado bajo su mandato. El Apple Watch o los AirPods habían empezado a tomar forma antes de que ocupara el puesto de mando.

Esta apuesta personal se ha traducido en más de siete años de trabajo para crear un dispositivo que, al menos en lo técnico, es tremendamente impresionante. Es cierto que si algo hemos aprendido con el paso de los años es que los renders y las recreaciones virtuales los carga el diablo, pero lo visto este lunes no deja indiferente a nadie. Como muestra de todo el esfuerzo que ha puesto la multinacional, basta un lunar: las Vision Pro se sustentan sobre más de 5.000 patentes y registros de propiedad intelectual.

Lo que Apple enseñó es a todas luces superior a lo que han enseñado Pico, el brazo de la VR de Tencent, HTC o Meta hasta el día de hoy. Las comparativas son odiosas, porque el concepto de Apple va un paso más allá, pero son necesarias.

Las Meta Quest Pro, el modelo más puntero desarrollado por la compañía de Zuckerberg, cuestan 1.300 euros. Las diferencias son abrumadores en precio, pero también en lo que se refiere a las especificaciones. Mientras el modelo de los de Menlo Park funciona con dos LCD de 1800 x 1920 puntos para mostrar las imágenes, las gafas de Apple tienen dos pantallas del tamaño de un sello que contienen 23 millones de píxeles cada una para ofrecer a cada ojo una resolución superior a 4K. Las primeras optan por un procesador Snapdragon, mientras que las Vision Pro montan un M2 (además de un nuevo chip de diseño propio) uno de los motores con más fuerza bruta que se pueden encontrar a día de hoy en la industria de la electrónica de consumo. Estos dos detalles, a falta de meter mano al dispositivo, hacen presuponer que la experiencia será mucho mejor a lo experimentado en el pasado reciente.

Si hay algo donde se plasma la superioridad tecnológica y el músculo de la manzana creando hardware, su gran especialidad, es en la forma en que se interactúa con este dispositivo. Además de que todo parece perfectamente incrustado e integrado en nuestro entorno, lo sorprendente es que no hace falta mando ni control físico ninguno como sí necesitan los productos de su competencia. Los ojos nos servirán para señalar con qué queremos interactuar. Las 12 cámaras y los cinco sensores serán capaces (además de capturar imágenes en 3D) de detectar e interpretar el movimiento de nuestras manos para saber si queremos hacer clic o scroll.

placeholder Tim Cook, junto a su nuevo invento. (Reuters/Loren Elliot)
Tim Cook, junto a su nuevo invento. (Reuters/Loren Elliot)

La guinda es que no tendremos que tener las manos levantadas. El sistema también las reconocerá si las tenemos apoyadas sobre las rodillas, lo que a todas luces es mucho más cómodo. También se podrán utilizar comandos de voz. Para buscar en Safari, por ejemplo, bastará con mirar a la barra de búsqueda y empezar a hablar para que los términos aparezcan en la caja. El audio dependerá de dos altavoces con sonido espacial incrustados en los laterales y el único control físico que habrá será una corona digital similar a la de los Apple Watch, que permitirá oscurecer el ambiente para obtener mayor inmersión.

Existen otros detalles destacables, como la ausencia de latencia o la capacidad del cristal delantero de 'aclararse' si hay personas a nuestro alrededor, permitiendo que vean una proyección de nuestros ojos y evitando la sensación de aislamiento. Este punto parece que lo haber resuelto con bastante acierto. Si alguien se te acerca mientras estás viendo una película o una pantalla virtual, sus silueta aparecerá ante tí y podrás interactuar de forma bastante natural y realista, según lo visto en las demostraciones.

Entre sus puntos fuertes se podría mencionar también el sistema de reconocimiento de iris, que servirá para saber si eres el propietario del dispositivo y poder desbloquearlo. Después de tanto tiempo, se esperaba que la compañía demostrara su dominio en la parte más física de la tecnología: los componentes. Sin duda, lo ha logrado.

... pero la misma gran duda

A pesar de todo esto y la evidente superioridad de especificaciones de las Vision Pro (superioridad que también se refleja en su costo), la pregunta sigue siendo la misma: ¿qué hará que compremos unas gafas de este tipo a Apple cuando no lo hicimos con Google o Facebook? ¿Nos ofrecerá algo nuevo o simplemente mejorará lo que hacían las alternativas del pasado? ¿Es posible que esta empresa tenga éxito donde otras grandes tecnológicas fracasaron? Es imposible dar una respuesta, y aquel que lo haga será un temerario.

Foto: Foto: Apple.

El argumento más común es que la tecnología está mucho más avanzada en comparación con el tropiezo de las Google Glass. Está más desarrollada que cuando Zuckerberg irrumpió en una presentación de Samsung en el Mobile World Congress de Barcelona, donde todos los asistentes estaban viendo un vídeo a través de unas Oculus para móviles. Incluso está más madura que hace dos años, cuando Meta o Sony, con su PlayStation, intentaron vendernos dispositivos similares.

Demostrar que tu invento funciona no es suficiente argumento para evitar que un dispositivo como este quede relegado a ser un juguete al alcance solo de aquellos que se lo puedan permitir o para actividades muy específicas. Esto es lo que sucedió con las Magic Leap, que se alejaron de un público general que no se convenció y buscaron oportunidades en empresas e industrias dispuestas a pagar el precio. Nadie duda la excelencia en la ejecución de las diferentes experiencias dede el plano técnico. La cuestión es que si son suficiente para convencer al gran público de que las use a diario, de que las exprima y así justificar los 3.499 dólares.

placeholder La histórica imagen de Zuckerberg en el MWC de Barcelona hace años. (Reuters)
La histórica imagen de Zuckerberg en el MWC de Barcelona hace años. (Reuters)

En la presentación, se mostraron ejemplos impactantes. Es rídiculo recordar ahora los avatares animados que Facebook mostró cuando presentó su proyecto de metaverso. En la keynote inaugural de la WWDC, se vio cómo se podía hacer una videollamada y tener una presentación flotando en el aire mientras se interactuaba con los demás interlocutores que también flotaban frente a ti. Se vio cómo se podía convertir tu escritorio en un amplio espacio de trabajo con pantallas virtuales donde revisar correos electrónicos, utilizar la aplicación de mapas o la de mensajería.

También se mostró cómo tu sala de estar podría convertirse en un cine donde ver todo el contenido de Apple TV+ en una pantalla flotante gigantesca. Bob Iger, CEO de Disney, subió al escenario para hablar del futuro de las transmisiones deportivas con un vídeo que mostraba un partido de rugby, desdoblándose para ofrecer también la carrera de Fórmula Uno y donde las estadísticas y las repeticiones de las jugadas aparecían de la nada.

Todo fue impresionante. El efecto wow se logró. Pero luego surgieron las dudas, y los ejemplos de consumo de contenido con las Vision Pro son muy significativos. Ver partidos o películas generalmente se hace en compañía, son actividades sociales. ¿Nos imaginamos a dos o tres personas en casa con tres cascos de 3.400 dólares viendo un derbi? Parece bastante improbable.

A pesar de que se hizo hincapié en la productividad, también existen dudas sobre si este dispositivo logrará ganar tracción en entornos laborales en el día de hoy. Después de todo, sigue siendo un dispositivo individual, con todas las implicaciones que eso conlleva.

placeholder Foto: Reuters/Loren Elliott.
Foto: Reuters/Loren Elliott.

El diseño también es un punto de debate. A algunos les pareció icónico, pero a muchos otros les parecerá que están usando unas gafas de esquiar o una escafandra. Los productos de Apple siempre se han caracterizado por tener un diseño sinónimo de lujo, exclusividad y elegancia. Prueba de que marcan el ritmo es cómo decenas de fabricante han copiado a lo largo de los años muchas de sus propuestas. Algunas veces, incluso, de forma clónica. Sin embargo, es posible que las Vision Pro adolezcan de un problema común en los productos de gaming: su estética las aleja del gran público. Un motivo más para utilizarlas en la intimidad.

¿Nos imaginamos utilizando un dispositivo así en medio de la oficina? Seguro que hay empresas que no dudarán en adoptarlo rápidamente. Incluso muchas podrían aprovechar la inversión, pero la sensación que prevalece es que todavía existen muchas dudas pendientes y una gran barrera: dejar claro qué es lo que se va a poder hacer con estas gafas de forma mucho más rápida y útil que con una pantalla.

La vía del Apple Watch

El desafío, por lo tanto, es que las Apple Vision Pro logren dar con las teclas adecuadas que las conviertan en un producto masivo. También es cierto que para lograr esto, indudablemente, tendrán que reducir su precio. Apple sabe que lo primero no es fácil. Lo segundo, probablemente, llegará con el tiempo si su propuesta va superando etapas con éxito. Que el primer modelo haya sido un modelo Pro hace pensar que hay un modelo más mundano entre los planes de la compañía. Sea como sea, todo esto no va a ocurrir en un años o dos. Es una carrera más larga.

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

En este punto, es interesante detenerse en el lanzamiento del Apple Watch, que se presentó por primera vez en 2014. Al igual que ocurrió con los AirPods, no tuvo la mejor recepción inicial. Muchos encontraron inconvenientes. Sin embargo, en el caso del reloj inteligente, que se ha convertido en uno de los wearables más exitosos del mundo, esto es bastante ilustrativo de por dónde pueden ir los tiros. Inicialmente, se vendía para diversos usos, y aunque hoy en día todavía es utilizado por diversos perfiles, ha ganado terreno especialmente en lo relacionado con el bienestar, el fitness y la salud.

Aquí ocurre algo similar. A excepción de los videojuegos (y ni siquiera ha habido una adopción masiva en ese campo), nadie sabe señalar cuál es el punto de inflexión para que la realidad mixta se convierta en algo que pueda ser consumido y utilizado por cualquiera. Por eso, Apple apunta con cañón gordo y en múltiples direcciones, y serán los desarrolladores y los early adopters quienes indiquen los caminos más prometedores para hacer crecer este producto. También hay que señalar una diferencia. El Apple Watch surgió como un accesorio del móvil, un aparato con el que estábamos acostumbrados a trabajar y relacionarnos. En el caso de las Vision Pro esa relación está por construirse.

Foto: La conferencia mundial de desarrolladores de Apple. (Reuters / Loren Elliot)

Los desarrolladores desempeñan un papel clave en este camino. Ya lo hicieron en el iPhone, el dispositivo que llevó la compañía a convertirse en la más valiosa del planeta, con una capitalización de casi tres billones de dólares. Si bien iOS es una parte importante de la ecuación, aún más importantes son esas aplicaciones que demostraron lo que se podía hacer con la cámara, el GPS u otros componentes.

Ahora les toca a otros romperse la cabeza para descubrir cómo pueden aprovechar la potente tecnología que Tim Cook y su equipo han desarrollado. La empresa siempre ha cuidado el entorno de desarrollo, especialmente el de sus dispositivos móviles y tabletas, para que esto ocurra. Para facilitar el trabajo han creado un kit de desarrollo específico para las Vision Pro y han anunciado una colaboración con Unity, la empresa creadora de uno de los mayores motores gráficos del mundo. Esta compañía se disparó casi un 20% tras el anuncio.

Si alguien tiene una comunidad de desarrollo fuerte detrás de sus productos es Apple

Si el milagro sucede una vez más, será un negocio redondo para ellos. No hay que olvidar que su segunda división más rentable es Servicios. La piedra angular de este departamento es la App Store, que se ha convertido en una mina de oro, al comisionar las descargas y suscripciones que se realizan en los dispositivos.

Los 3.499 dólares tienen más lógica de lo que parece

El precio es astronómico. Es lo que suele ocurrir cuando una tecnología disruptiva llega al mercado. Ocurrió con las teles OLED en su momento. Y lo que se encuentra detrás de las Vision Pro es precisamente eso, aunque no esté claro de qué manera concreta podrían acabar formando parte de nuestro día a día.

placeholder Vision Pro, de Apple. (Apple)
Vision Pro, de Apple. (Apple)

Obviamente, con este costo, está claro que Apple no pretende vender muchas unidades. Se ha hablado de una producción limitada. Algunas estimaciones hablan de 250.000 unidades, mientras que otras hablan de hasta un millón de unidades. En cualquier caso, serán pocas en comparación con otros productos como el iPhone, del cual se venden 200 millones cada año.

El Apple Watch o los AirPods no tuvieron la misma situación, y esto se debe a una simple razón. Eran accesorios para el teléfono de la compañía, que fue un éxito casi instantáneo desde su lanzamiento.

Sin embargo, la demanda de todo lo relacionado con la realidad virtual y aumentada está a la espera de un impulso. Es comprensible tener expectativas moderadas, ya que aunque nos hayan hablado del metaverso hasta el cansancio, esta industria aún está en sus primeras etapas.

Es necesario poner la tecnología en manos de un grupo de desarrolladores y entusiastas dispuestos a explorar, investigar y dar forma al futuro de esta tecnología. Y son precisamente estas personas las dispuestas a pagar estas cifras por acceder a estos productos. ¿Por qué no hacerlo al revés? Un visor más económico hubiese supuesto una tecnológia de menor rendimiento, una experiencia menos convincente. Apple no tiene ni quiere un plan para estar en millones de hogares desde el primer día. Es un plan a años vista. Ahora acceden al dispositivo un grupo reducidos de usuarios y desarrolladores que pueden permitírselo. A pesar de lo inasumible para el bolsillo corriente, las Vision Pro al imaginario colectivo. A muchos usuarios ya les ha generado el deseo y ya esperan a que baje el precio dentro de dos o tres años, incluso más, con el fin de que se las puedan permitir.

Lo que la pasada década se conocía como realidad virtual o aumentada pasó a conocerse popularmente como metaverso una vez Mark Zuckerberg se apropió del término, hasta el punto de que a finales de 2021 decidió que Facebook ya no se iba a llamar Facebook e iba a ser conocida como Meta. Lo que hasta hace 24 horas se conocía como metaverso es probable que, a partir de ahora, muchos lo conozcan como computación espacial.

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