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El sueño secreto del fundador de Google son estos zepelines (y ya los tiene casi listos)
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MÁS DE 250 MILLONES DE INVERSIÓN

El sueño secreto del fundador de Google son estos zepelines (y ya los tiene casi listos)

Sergey Brin lleva años obsesionado con los dirigibles. Tras haber invertido cientos de millones en resucitar estos vehículos, ahora parece estar más cerca que nunca

Foto: Pathfinder 1, el zepelín fabricado por LTA y apoyado por Sergey Brin. (LTA)
Pathfinder 1, el zepelín fabricado por LTA y apoyado por Sergey Brin. (LTA)

El regreso de los zepelines puede estar más cerca de lo que parece. El fundador de Google, Sergey Brin, lleva años intentando modernizar estos vehículos voladores en la sombra, pero es ahora cuando parece que está más cerca de materializar su idea. Es algo que ha conseguido a través de Lighter Than Air (más conocida por sus siglas LTA), un fabricante de zepelines fundado en 2016 que ha estado apoyando activamente. Según fuentes de Bloomberg, ya se habría dejado más de 250 millones de dólares en esta compañía, que pretende ser una alternativa a los transportes de mercancías convencionales y, también, para situaciones de emergencia.

Por ahora, han construido un primer vehículo, bautizado como Pathfinder 1, dentro de un inmenso hangar en el Centro de Investigación Ames de la NASA, situado en Mountain View (California), apenas a tres kilómetros de la sede central de Google. Este prototipo tiene 122 metros de largo y 20 de diámetro en su parte más ancha, aunque su idea de fondo es construir otros dirigibles mucho más grandes una vez se haya testado este.

Foto: El dirigible Airlander 10 tiene capacidad para 90 personas (HAV)

"Desde fuera, se parece mucho a cualquier zepelín que hayas visto en fotos. Es blanco y cónico por delante y por detrás, y tiene una docena de hélices y una góndola. Pero, en su interior, hay patrones complejos de tubos de fibra de carbono y juntas de titanio que le dan estructura y resistencia, además de 13 bombonas de helio que le proporcionan sustentación no inflamable", ha comentado Ashlee Vance, el único periodista que ha podido visitar y contar qué se cuece en este hangar

Lo más chocante de todo esto es que se trata de vehículos que desaparecieron completamente hace casi un siglo, cuando se produjo el desastre de Hindenburg (1937). Hoy en día, su uso es poco más que pasear con alguna pancarta publicitaria o los viajes recreativos. Pero ¿para qué quieren resucitar ahora estos vehículos? Brin no ha dado ninguna explicación sobre este asunto, ni tampoco ha hablado en entrevistas de ello. "Simplemente, le gustan los zepelines", ha comentado Vance. El fundador de Google, cabe recordar, tiene un patrimonio de unos 106.000 millones de dólares y es la novena mayor fortuna del mundo.

placeholder Sergey Brin en una imagen de archivo. (Reuters/Yudhi Mahatma)
Sergey Brin en una imagen de archivo. (Reuters/Yudhi Mahatma)

Además, ya financió una startup similar —en este caso, solo para viajes turísticos— en 2008. Su nombre era Airship Ventures y acabó cerrando cuatro años más tarde por no contar con la inversión suficiente para infraestructuras y vehículos. No está claro por qué Brin decidió dejarles caer y no inyectar más capital para que sobrevivieran. De hecho, durante los años siguientes estuvo contactando a distintas empresas, como Lockheed Martin, para explorar más posibilidades con estos vehículos.

Según han explicado en LTA, la idea es utilizarlos para transportar cargas de todo tipo de manera ecológica. De hecho, creen que pueden competir con aviones, trenes y barcos, aunque se centran en el uso que podría tener en situaciones de desastres medioambientales, ya que no necesitan pistas de aterrizaje ni apenas ninguna infraestructura para llevar suministros.

Foto: Eric Schmidt. (Reuters/Mike Blake)

"Cuando llegas al sitio de un desastre, el lugar suele estar destrozado", ha recordado Alan Weston, de 66 años, es el CEO de LTA. "Ahí es donde una aeronave puede ayudar". Por ahora, Pathfinder 1 funciona con un par de generadores diésel que envían energía a los bancos de baterías de iones de litio que hacen funcionar las hélices. Asimismo, cuenta con paneles solares para dar energía adicional, además de que sus controles son electrónicos.

El otro uso en el que han hecho más hincapié es en ofrecerse como una opción exótica para el transporte de turistas. Según sus estimaciones, podría volar de Londres a Nueva York en unas 48 horas. "Las ventajas de viajar en dirigible son obvias desde el momento en que despegas", ha dicho Vance, que también ha probado el Pathfinder 1. "A diferencia de un avión, donde te empujan contra tu asiento, o en un helicóptero, donde rezas a algún dios para que no pase nada, el ascenso inicial en una aeronave es lento y suave. Una vez en altura, flota suavemente, sin esfuerzo. La experiencia parece una especie de magia. Incluso puede abrir las ventanas, asomar la cabeza y disfrutar del glorioso paisaje que se encuentra debajo".

El regreso de los zepelines puede estar más cerca de lo que parece. El fundador de Google, Sergey Brin, lleva años intentando modernizar estos vehículos voladores en la sombra, pero es ahora cuando parece que está más cerca de materializar su idea. Es algo que ha conseguido a través de Lighter Than Air (más conocida por sus siglas LTA), un fabricante de zepelines fundado en 2016 que ha estado apoyando activamente. Según fuentes de Bloomberg, ya se habría dejado más de 250 millones de dólares en esta compañía, que pretende ser una alternativa a los transportes de mercancías convencionales y, también, para situaciones de emergencia.

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