RTVE fichó a Cabify para ahorrarse dinero. Ahora el nuevo contrato le va a salir muy caro

RTVE ha tenido que sacar un nuevo concurso para el transporte de sus empleados e invitados, tan solo tres meses después de adjudicar un contrato a Cabify, que hizo una oferta un 32% más baja a la ofertada por el ente público. Pero la llegada de esta tecnológica a la corporación fue acompañada de una avalancha de quejas de trabajadores y directivos. Ahora, esta licitación adicional –de 90.000 euros más impuestos– busca poner un parche a la situación, según comentan fuentes de la corporación, que destacan que se acabará gastando más dinero, además de los quebraderos de cabeza logísticos correspondientes.

"Es una licitación complementaria para hacer el servicio al que no llega a Cabify, que no puede cubrir todos los servicios que necesitamos en una empresa tan grande como esta", explican fuentes de la corporación, que aseguran que "es inexplicable cómo se está gestionando esto". En este sentido, detallan que tenían un contrato menor con varias empresas de taxi que dependía de un saldo que se acabó antes de lo previsto. "Se consumió mucho más ese saldo desde que está Cabify", continúan antes de lamentar que "el resultado es que se está gastando más en transporte". Al cierre de este artículo, RTVE no ha contestado a los mensajes de este periódico.

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Eso sí, hay varias indicaciones que hacen muy difícil que una empresa como Cabify pueda optar al contrato. Entre ellas, tener un mínimo de 10 paradas autorizadas en Madrid capital, aparte de estaciones de tren y aeropuerto. Además, se especifica que "el servicio tiene que ser solicitado telefónicamente" y se deja como opción "valorable" el uso de herramientas digitales como las aplicaciones.

También aparece de forma destacada que tiene que haber "un tiempo de espera entre que se solicita el servicio hasta que se presta no superior a 10 minutos". Este era uno de los aspectos más criticados por los empleados del servicio, que comentaban situaciones en las que se les dejaba "tirados" porque los conductores cancelaban los viajes porque les surgía algún otro servicio más rentable. Lo sorprendente, y lo que también recalcan estas fuentes, es que en los pliegos anteriores no se habían tenido en cuenta este tipo de consideraciones, que son clave para el servicio que necesita RTVE, que generalmente se basa en el transporte de equipos para hacer determinadas coberturas.

La licitación, que está abierta hasta el próximo 27 de abril, es de 90.000 euros (impuestos no incluidos), aunque el coste final será previsiblemente mayor, ya que el contrato no es una barra libre: tiene un tope de gasto y hay que abonar cuando se supera.. Fuentes de la corporación explican que lo reducido de la cuantía se explica por la duración del contrato, de un año –el de Cabify es de dos–, y aseguran que ya se está preparando otro más ambicioso. "Están intentando salir del paso y corrigiendo errores", apuntan. Sea como sea, se tratará de un acuerdo marco que se repartirá entre tres empresas. "Es una forma de garantizarte que vayas a tener el servicio por una vía u otra una vez se han fijado las tarifas", añaden.

El servicio solo será, eso sí, para la Comunidad de Madrid, algo que no resuelve otro de los problemas del transporte en RTVE: la pernoctación fuera de la Comunidad de Madrid, ya que el contrato solo abarca los servicios en esta región. "Es algo pensado para no gastar dinero. Ir a Málaga en taxi son unos 1000 euros, porque son tarifas reguladas y no las podemos pactar, y en VTC, con el contrato que teníamos antes, salía por 260. El problema es que ahora las VTC no pueden estar una noche fuera de la región", explican estas fuentes, que aún no saben cómo se resolverá este punto, consecuencia del conocido como decreto Ábalos.

"Los cambios se hacen para mejorar"

La licitación de RTVE se ha publicado apenas 48 horas después de que se presentara una queja formal dirigida a la dirección de RTVE. "Desde la entrada en funcionamiento de esta empresa [Cabify], ha habido bastantes incidencias a diario", dicen en la carta, a la que ha tenido acceso El Confidencial, y que está firmada por cerca de 300 productores y redactores del ente público. En ella, también afean que la corporación "la no renovación" del contrato con RadioTaxi.

Además, señalan una serie de situaciones que se han vivido desde la llegada de Cabify a RTVE, como "no recoger a compañeros que venían de madrugada de un Festival, no recoger a los invitados que tienen que venir a los estudios a grabar entrevistas o en directo y cuando no llegan hay que anular los esquemas de programación con los problemas que conlleva, no querer entrar al recinto de RTVE porque no están dispuestos a que Seguridad revise el coche, llamar al conductor y no contestar". En este sentido, inciden en que "al final, si quieres realizar tu trabajo", tienes que "llamar a un taxi (con un coste añadido)".

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Las críticas son las mismas que ya había adelantado este periódico hace semanas. "Respecto al servicio en sí, se está prestando con absoluta normalidad. Hemos de recordar, además, que se trata de los primeros meses de la colaboración entre ambas compañías, donde siempre hay algún ajuste para la adaptación del servicio", explicaron entonces desde Cabify, que minimizaron estos episodios a situaciones muy puntuales.

Otro de los puntos que destacan es que tengan que utilizar la plataforma de Cabify "y facilitarles datos de los invitados, que muchas veces son remisos con el teléfono y la dirección", al tratarse de personajes públicos como empresarios, políticos, cuerpos de seguridad del estado, científicos o actores. También critican que se ha dejado "de lado" la plataforma propia, GETRA, "que lleva funcionando años, y que es de RTVE, segura, ágil, de trato directo con los compañeros". Sobre este punto, fuentes de la corporación ponen en duda que "vaya a haber realmente una aplicación integrada de Cabify que funcione". Por ahora, la firma de VTC le queda un mes para entregar esa parte del contrato adjudicado. En Cabify, por su parte, aseguran que están adaptando su plataforma "a las necesidades de RTVE".

"Trabajamos en una empresa pública que se dedica a la comunicación y, como tal, tenemos que ser los mejores en todo. Su imagen tiene que ser intachable", dicen en la carta, donde también afean: "¿Saben cómo funciona TVE y RNE? ¿Se han preocupado por saberlo? La respuesta es no. Porque estamos seguros de que si fuera así, no estaríamos hablando de esto y haciendo este escrito. Los cambios se hacen para mejorar, nunca para empobrecer un buen servicio".