Las telecos enfrían el 'low cost': las subidas de precios que verás en tu factura de fibra y móvil

Nadie puede escapar a una espiral inflacionista que cada vez atrapa a más sectores, con el perjuicio que ello supone para el bolsillo del común de los españoles. Las últimas en ser arrastradas por las subidas de precios van a ser las operadoras. Y esta noticia llama la atención porque hasta ahora el gremio se encontraba atrapado en una guerra de precios desde hace años, algo debido, principalmente, a la feroz competencia de rivales que han inundado el mercado con ofertas y paquetes low cost de fibra y móvil. Pero, tras una larga década donde la norma ha sido la de los precios a la baja, se toman un respiro y preparan una subida de precios que pronto se materializará en la factura de millones de usuarios.

Una subida que será generalizada entre los grandes nombres del sector. Telefónica, Vodafone y MásMóvil han anunciado cambios en sus tarifas que entrarán en vigor este mes, si no lo han hecho ya a estas alturas. Orange ha descartado incrementar sus cuotas en los próximos meses, pero lo cierto es que la firma gala ya lo hizo el pasado verano, compensando a sus usuarios con más servicios y más datos.

La respuesta de los pesos pesados de este negocio fue fomentar y centrarse en los llamados paquetes convergentes

Estos movimientos llegan después de muchos años en los que los operadores no han tenido en cuenta ni el IPC ni su evolución interanual para fijar su oferta, algo que ha sido beneficioso para los clientes. Una prueba de ellos es que en los últimos ocho años, el precio medio de los planes que incluyen teléfono fijo, internet y móvil no es que se haya mantenido, sino que se ha abaratado. En 2014, según la CNMC, suponía un gasto de unos 46 euros al mes. Ahora mismo, según esos mismos datos, esa inversión es de 45 euros. Es en este tipo de servicios donde se ha concentrado la guerra de precios y donde los operadores móviles virtuales, como Digi o Fi Network, se han hecho fuertes.

La respuesta de los pesos pesados de este negocio fue fomentar y centrarse en los llamados paquetes convergentes, que no solo incluyen el teléfono fijo, el móvil y el internet doméstico, sino que también incluye televisión de pago. Son estos productos los que les permiten fijar mayores precios y, por tanto, tener mayor rentabilidad. Aquí se han producido ligeros incrementos de precio. Un hogar que quería contratar uno de estos planes hace 8 años, pagaba unos 70 euros. Ahora se sitúa al borde de los 80 euros. Aunque el incremento sea notable, lo cierto es que se mantiene por debajo de los niveles de inflación en los últimos años.

La repetida guerra de precios es algo perenne desde hace mucho tiempo, pero lo cierto es que se ha intensificado desde la pandemia. Algo que ha sucedido a pesar de que estas compañías han tenido que enfrentar mayores inversiones para mantener, renovar y dimensionar su infraestructura para adaptarse a los requerimientos del confinamiento, cuando se consumían más servicios digitales que nunca. Pero apenas podían rascar beneficio de esta situación, ya que la generalización de tarifas planas de datos y llamadas no les daban margen para ello. Fuentes de la industria consultadas por este periódico explican que las subidas "iban a ocurrir tarde o temprano" y que con los "niveles de inflación actuales se han vuelto inevitables".

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Telefónica ajusta por todos lados

Movistar es la que empezó a agitar el árbol con más fuerza. Anunció ya hace varias semanas que a partir del 13 de enero ejecutaría una subida de precios que afectaría a todos los paquetes de fibra y móvil. Unos cambios que ya han sido comunicados a los usuarios y que pueden suponer un gasto extra de hasta 13 euros al mes, dependiendo el plan que se tenga contratado.

Los que todavía son clientes de Movistar Fusión sufrirán los mayores incrementos. Pero también afectará a miMovistar, el nuevo catálogo que presentó en mayo de 2022 para sustituir, precisamente, a Fusión.

El paquete básico (miMovistar Max, con fibra a 300 Mbps y 30 GB de datos móvil) costará ahora 57,90 euros, tras una subida de 3 euros. El paquete intermedio (miMovistar ilimitado, con fibra a 1.000 Mbps y GB ilimitados) sufre un incremento de 5 euros, pasando a costar 74,90 euros al mes. miMovistar ilimitado, el paquete superior, pasa a 90,90 euros al mes, tras un incremento de seis euros. Si se quiere contratar alguna línea adicional, este proceso se incrementará un euro, costando ahora 15,90 o 20,90 euros al mes, dependiendo la tarifa.

Las marcas caras de Vodafone y Telefónica serán más caras. Las 'low cost', también

Movistar, la marca cara de Telefónica, será más cara en 2023. Pero también lo será O2, la opción asequible de la firma española. Y es que en octubre decidió eliminar su tarifa más barata, que por 30 euros al mes daba fibra de 100 Mbps y 10 GB de datos. Ahora sube hasta los 35 euros a cambio de aumentar la velocidad y los datos (300 Mbps y 30 GB de datos).

Vodafone sigue a Telefónica

La empresa dirigida por Jose María Álvarez Pallete no se ha quedado sola. Vodafone no ha dudado en seguir la senda abierta por Telefónica. La teleco británica, que en 2022 sufrió un importante varapalo al quedarse fuera de la gran fusión española que acometerán finalmente Orange y MásMóvil, ya dejó ver en la vuelta al cole que cambiaría su filosofía de precios. En septiembre deslizaron que, a partir de ahora, actualizaría sus tarifas con base en el IPC.

La subida del operador rojo se aplicará a partir del 23 de enero, una vez se cierre el vigente ciclo de facturación. El aumento será de un 8,1%, con base en el cálculo de la inflación en los 12 meses previos a septiembre de 2022. Nuevamente, dará igual que estés en una tarifa antigua o una nueva. Afectará a todos aquellos que tengan un contrato con ellos.

Aquellos que tengan un paquete Vodafone One (fibra más móvil) contratado a partir de julio, cuando se presentaron las nuevas tarifas, verán cómo su factura se incrementa entre 3,90 y 7,20 euros, siendo los planes más completos los más castigados. Aquellos que tengan solo la línea móvil contratada también tendrán un ajuste que oscilará entre 1,20 euros y 2,60 euros. Las subidas serán todavía más duras para los clientes más antiguos, ya que los planes presentados por Vodafone en verano suponían un recorte de precios. En este caso, las subidas mensuales alcanzarán hasta 8 euros.

El brazo low cost de la compañía, Lowi, se ha movido de forma idéntica a O2. Eliminó su plan de entrada, que costaba menos de 30 euros. Ahora su oferta más básica costará cinco euros más, 34,95 €, ofrecerá la misma velocidad de internet (300 Mbps) pero pasará de 10 a 50 GB de datos móviles.

MásMóvil, el cuarto operador, también ha aplicado incrementos a algunos servicios de las múltiples marcas que gestiona en España. Primero lo hizo con Yoigo, donde aplicó un incremento de dos euros a su tarifa Infinita, que incluye una barra libre de llamadas y datos.

Sin embargo, no ha existido contrapartida alguna. Las alzas, que alcanzaron los 3 euros, se extendieron después a segundas líneas en este marca o en otras como Virgin. La empresa afirma que estos cambios afectan a menos del 20% de sus clientes y que los usuarios PepePhone, Lebara o Lyca se libran de la revisión de precios.

Orange, por abajo; y Digi, la excepción

Aunque Orange ha salido a la palestra diciendo que no se sumará a la ola inflacionista (ya subió precios en verano sin tener en cuenta la variación del IPC), lo cierto es que en las últimas semanas sí que ha reajustado parte de su oferta. Concretamente, la de su marca barata, Simyo, que también cancelaba su plan más asequible, que costaba 26,50 euros. Aplica un incremento de 6,50 euros al mes para ofrecer 300 Mbps de fibra óptica y 40 GB de datos. Si se quiere las llamadas ilimitadas habrá que pagar 3 euros extra.

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Habrá una sonada excepción, la de Digi. El operador de origen rumano ha asegurado que en el corto plazo no seguirá la senda de sus competidores, ya que considera que aún tiene margen para no subir precios. Más que un compromiso con los usuarios, parece una apuesta por afianzar su crecimiento y consolidarse como la teleco que más crece en el mercado patrio en los últimos años. Solo entre enero y septiembre, consiguió sumar casi un millón de líneas, entre móvil, banda ancha y fijo.