Facebook despedirá el 1 de enero al 18% de su plantilla en España: "Nos han engañado"

Entre 30 y 35 trabajadores de Meta España (Facebook) comenzarán el 2023 sin empleo aunque con una buena indemnización bajo el brazo. Es el resultado de semanas de negociación entre la empresa y los empleados que se ha saldado con el ERE de alrededor del 18% de la plantilla, según ha podido confirmar este diario. Meta emplea a unas 200 personas en nuestro país, entre puestos en remoto y presenciales. De ellas, la compañía va a prescindir de entre 30 y 35, a las que cortará el acceso a sus sistemas el 1 de enero. El acuerdo entre las partes, cerrado en la víspera de Nochebuena, incluye una generosa indemnización, tres meses extra de sueldo y remuneración en acciones. Pese a ello, los empleados despedidos aseguran sentirse traicionados.

La plantilla de Meta España vivía en el limbo desde que Mark Zuckerberg anunció el pasado 9 de noviembre el despido de 11.000 empleados a nivel mundial, un 13% del total. La decisión llegó meses después de que la compañía quemara 15.000 millones de dólares en su apuesta por el metaverso, una tecnología que ni sus propios empleados quieren usar y que, de momento, ha supuesto uno de los mayores blufs de los últimos años. Era cuestión de tiempo que la oleada de despidos llegara a España. Tras semanas de negociaciones, se ha alcanzado un acuerdo que, pese a ser muy ventajoso para los afectados, no esconde la realidad que vive la empresa.

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Varias fuentes conocedoras de la situación señalan a El Confidencial que ninguno de los empleados despedidos esperaba un acuerdo tan bueno. "Las condiciones son inmejorables. En este sentido, se han portado muy bien. Facebook tiene mucho miedo a la mala publicidad y habrán querido evitar problemas", explican. Los empleados han firmado acuerdos de confidencialidad que les impiden hablar con medios sobre cualquier asunto interno. Consultados sobre el ERE, portavoces de Facebook no han ofrecido ninguna explicación.

Las fuentes consultadas señalan que Meta, además de las generosas indemnizaciones (muy superiores a las de EEUU, donde pagó 16 semanas más dos adicionales por cada año de servicio), ha ofrecido a los despedidos tres meses adicionales de sueldo. Se trata de una práctica conocida como garden leave, usada para evitar que los empleados se lleven consigo información confidencial actualizada que pueda perjudicar a la compañía en caso de que se vayan a un competidor. De esta forma, dejarán de tener acceso a los sistemas a partir del 1 de enero de 2023, pero seguirán cobrando en nómina hasta el 1 de abril, con los mismos beneficios que si continuaran en plantilla. Para completar, Meta ha incluido en el paquete del ERE remuneración en acciones.

Entre los empleados afectados hay perfiles de todo tipo: especialistas en marketing, en RRHH, comerciales, ingenieros... Aproximadamente la mitad tenía una experiencia de tres años o superior, el resto llevaba un año o menos en el puesto. Estas últimas contrataciones formaban parte del ambicioso plan anunciado en marzo en el que Meta se había comprometido a fichar a 2.000 personas en España en los próximos cinco años en su apuesta por el metaverso.

Así se lo confirmó el español Javier Oliván, jefe mundial de Operaciones en Meta, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien aseguró que abrirían también un centro de datos en Talavera de la Reina, Toledo (emplearía a 250 personas), duplicarían el espacio de sus oficinas en Madrid y conectarían España con el primer cable submarino transatlántico de medio petabit del mundo. El despido del 18% de la plantilla supone paralizar estos planes, según diversas fuentes consultadas, ya que parte de esa plantilla se iba a encargar de ponerlos en marcha.

Las buenas condiciones que ofrece Meta han logrado endulzar el ERE, pero varios empleados consultados a través de fuentes intermediarias señalan que el balance final es de profundo malestar. "Mucha gente dejó muy buenos trabajos para venir aquí. A finales del año pasado, se lanzaron a realizar contrataciones masivas en todos los países, Alemania, Israel, Holanda, Reino Unido, Portugal, España... Ahora, meses después, nos han echado otra vez a todos. Nos dijeron que veníamos a trabajar en la mejor compañía del mundo y a las primeras de cambio prescinden de nosotros. Nos han engañado", explican.

La sensación entre la plantilla de Meta España es que tanto Mark Zuckerberg como la jefa mundial de Recursos Humanos, Miranda Kalinowski, han cometido un error garrafal de planificación por el que ahora están pagando miles de empleados en todo el mundo. El propio Zuckerberg entonó el mea culpa en noviembre al anunciar los 11.000 despidos. "Me he equivocado y asumo la responsabilidad por ello", aseguró. Sin embargo, a la hora de dar explicaciones, señaló a la situación macroeconómica, al aumento de la competencia y la caída de la publicidad como principales causas de los despidos, pero no dijo ni una sola palabra sobre cómo la empresa estaba quemando millones de dólares en el metaverso, una apuesta que hasta ahora no ha sido más que un estrepitoso fracaso.

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Durante los nueve primeros meses de 2021, Reality Labs, el equipo de realidad virtual y aumentada de Meta responsable de la estrategia del metaverso, acumuló unas pérdidas de 7.000 millones de dólares. En lo que va de 2022, la cifra ha aumentado hasta los 10.000 millones y va camino de superar los 15.000 millones. Estas cifras chocan con lo expresado por algunos inversores.

Brad Gerstner, CEO de Altimeter Capital, uno de los accionistas de referencia en Meta, pidió en una carta pública reducir los gastos y la plantilla en un 20% y limitar la inversión en el metaverso a los 5.000 millones al año. Según Gerstner, los inversores, los empleados y la comunidad tecnológica han perdido la confianza en Zuckerberg. El valor de la acción está en mínimos desde 2016 y los usuarios más jóvenes (por debajo de los 25 años) hace tiempo que se han ido a TikTok, Twitch, Snapchat o BeReal. Facebook es como el Titanic camino del iceberg, y el único bote salvavidas que ha encontrado, el metaverso, ni siquiera flota. Mark va a necesitar algo más que una tabla de surf para no hundirse aún más en 2023.