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Las asesoras de Twitter que han plantado a Elon Musk: "Está siendo irresponsable y peligroso"
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"HEMOS SUFRIDO EL ODIO COMO NUNCA"

Las asesoras de Twitter que han plantado a Elon Musk: "Está siendo irresponsable y peligroso"

El multimillonario ha eliminado el órgano que llevaba seis años asesorando gratis a la red social, aunque estas tres consejeras decidieron bajarse del barco unos días antes. "El odio ha aumentado de forma preocupante", avisan

Foto: Foto: Reuters/Brendan McDermid.
Foto: Reuters/Brendan McDermid.
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El Consejo de Trust & Safety de Twitter, encargado de asesorar a la dirección de la red social, debería haberse reunido el pasado lunes. Una hora antes de que se celebrara el encuentro, la empresa mandó un correo electrónico en el que les explicaban que no tenían que acudir ni a esta ni a ninguna otra convocatoria. Elon Musk había decidido prescindir de este organismo, formado por cerca de un centenar de especialistas de dilatada trayectoria. No era un nuevo episodio de reducción de costes —ninguno de ellos recibe remuneración alguna—, sino más bien de cerrar la puerta a quienes les sugerían cómo mejorar la moderación de contenidos. Sin embargo, hubo tres miembros de este ente que se decidieron de bajar del barco poco antes de que el nuevo dueño acabara con él.

"Queríamos abrir un debate dentro de Twitter y que Musk reconsiderara lo que está haciendo", comenta Anne Collier, una de estas asesoras, en conversación con El Confidencial. Hace unos días, publicaron una carta en la que explicaban sus motivos para dejar de colaborar con ellos. "La seguridad y el bienestar de los usuarios de Twitter está en declive", rezaba la misiva. Sin ir más lejos, el magnate ha suspendido este viernes las cuentas de varios periodistas que se encargaban de cubrir todo lo relacionado con sus empresas para medios como The Washington Post, The New York Times o CNN. También ha hecho lo propio con el perfil de su principal competidor, Mastodon. Incluso ha prohibido que se puedan publicar enlaces a esta red social, ya que lo considera un sitio "potencialmente dañino".

Collier era miembro del Consejo de Safe & Trust desde su fundación, allá por 2016. Aquel año supuso un punto de inflexión para el control de los contenidos en las plataformas, que estaban completamente enfangadas entre los problemas de desinformación y la creación de espirales de odio. Fue así como las empresas decidieron crear estos entes, donde suelen contar con todo tipo de especialistas en la materia. De hecho, esta ex asesora es una veterana de los asuntos relacionados con la protección de colectivos vulnerables en internet desde 1999, mucho antes de que Facebook o Twitter fueran siquiera un embrión. Es más, ella también forma parte de los consejos de YouTube y Meta. "Mis experiencias allí han sido muy diferentes a lo que he visto ahora en Twitter", apunta.

Lo habitual es que también se buscaran perfiles provenientes de distintos países, de modo que la dirección tuviera una visión que fuera más allá de Estados Unidos. Es el caso de Eirliani Abdul Rahman, natural de Singapur, que renunció junto a Collier y Lesley Podesta, la tercera asesora en discordia. "Musk es una persona impredecible, temperamental", deja caer esta economista y politóloga, que admira su trabajo en Tesla o SpaceX, pero cree que ahora está equivocado y, además, tiene clara una de las razones. "Ha querido gestionar igual una empresa dedicada a las redes sociales, donde el papel del consejo asesor es clave, porque trabaja para que las conversaciones sean sanas y se favorezca el bienestar de los usuarios". Con todo, reconocen que le ha "sorprendido mucho" que el magnate haya echado el cierre, algo que hizo al más puro estilo Musk. "Ni siquiera esperó a que hubiera una reunión, solo mandaron un correo de tres párrafos".

Foto: Foto: Dado Ruvic (Reuters)

"Musk nunca quiso reunirse con el consejo"

Musk lleva poco más de seis semanas al frente de Twitter, pero eso ha bastado para que estas ex consejeras hayan visto cómo ha hecho todo lo que no les habría gustado ver nunca en la red social. "Tras su llegada, el discurso del odio ha aumentado de forma preocupante", continúa Abdul Rahman, que también está doctorando en la Universidad de Harvard. "Cuando Musk empezó la operación de compra, una de mis principales recuperaciones era esa. Ahí decidí que, si pasaba unos límites, abandonaría el consejo. Y lo hizo", critica. Sobre este punto, cita las investigaciones de la Liga Antidifamación y el Centro Contra el Odio Digital, según las cuales los insultos contra estadounidenses negros y homosexuales han aumentado un 202% y un 58%, respectivamente. "Son datos muy alarmantes de organizaciones independientes, no nuestros ni de Twitter", remachan las entrevistadas.

No fue lo único que las animó a dar el paso. La amnistía de las cuentas suspendidas también les empujó a la puerta de salida. "Sobre todo aquellas relacionadas con el asalto al Capitolio", recalcan. Además, la semana pasada Twitter anunció que la moderación de contenidos dependerá ahora de procesos automatizados, algo que acabó siendo la puntilla para abandonar a la red social. "Los sistemas algorítmicos solo pueden llegar hasta cierto punto en la protección de los usuarios, ya que los patrones detectables están en constante evolución", decían en la carta. Ahora Collie subraya que es una consecuencia lógica del "despido de miles de personas, porque no hay suficiente personal".

placeholder Anne Collie. (Cedida)
Anne Collie. (Cedida)

De todos modos, no han tenido ni el más mínimo contacto con Musk. "Se negó a reunirse con nosotros. Nunca quiso conocer a las personas que habían estado trabajando para él", lamenta Collie, que insiste que el papel de los consejeros es "totalmente voluntario y sin remuneración, tiene cero coste para ellos". Eso sí, la forma en la que el nuevo dueño despidió a la mitad de la plantilla ya le dio algunas pistas de lo que estaba por venir. "Podía haberlo hecho de otra forma. Si trataba así a sus trabajadores, ¿qué iba a pasar con los usuarios?", se pregunta.

Hasta la llegada del ahora segundo hombre más rico del mundo, lo normal es que el organismo se reuniera de forma telemática cada trimestre, aunque de vez en cuando se veían en la sede de Twitter en San Francisco. "Coincidí un par de veces con el anterior CEO, Jack Dorsey, y tenía una forma muy diferente de dirigir la compañía", incide su compañera. "Hablábamos de cómo mejorar los productos y explicábamos qué nos parecía antes de que los lanzaran. Era un trabajo muy cuidado sobre moderación, nada que ver con lo que estamos viendo ahora, con cambios de políticas que suponen una barra libre".

En este sentido, no auguran nada bueno para una de las principales bazas de Musk, la suscripción de pago Twitter Blue. "Musk quiere monetizar el negocio porque está perdiendo anunciantes. La cuestión es que ahora solo aquellos que pagan van a tener más visibilidad en las búsquedas", explica Abdul Rahman, que lamenta que la red social se vaya a dividir según el bolsillo (o la disposición a pagar) de cada cual. Así, tiene claro que "la plataforma ya no es segura". "La trayectoria de las últimas semanas no augura nada bueno para el futuro de Twitter".

Cuando la renuncia acaba en acoso

La peor parte de la renuncia de estas asesoras llegó con la reacción del propio Musk. En un tuit publicado entre las respuestas de la renuncia, el jefe de Twitter aseguró que "es un crimen que se negaran a hacer algo contra la explotación infantil durante años", solo que no quedaba del todo claro a quien estaba señalando (solo utilizó el pronombre "ellos", sin especificar más). "Fue muy extraño, porque hizo una referencia muy vaga. Jack Dorsey, ha interpretado que se refería a las personas que habían estado al frente de Twitter antes de la compra, así que le respondió que eso era mentira", desliza Collie. De hecho, acabaron protagonizando un rifirrafe en la propia red social.

Además, destaca en que ellos no tenían "ningún poder de decisión en la empresa". "Musk debería saber que un grupo de asesores no puede hacer nada relacionado con la explotación sexual infantil o cualquier otro contenido en la plataforma, así que imaginamos que no se refiere a nosotras", desarrolla esta veterana del sector, que aprovecha para disparar: "Si lo hiciera, mostraría una ignorancia total sobre cuál era nuestro trabajo, algo llamativo, teniendo en cuenta que lleva ya seis semanas al frente de la compañía".

Foto: Oficinas de Twitter en San Francisco. (Getty/David Odisho)

Más allá de este punto, la cuestión es que han quedado expuestas "a todo el discurso del odio que ha venido después y que lo estamos recibiendo por Twitter, Facebook, LinkedIn e incluso correo", lamenta Abdul Rahman. "El pasado domingo recibimos algo que no era exactamente una amenaza de muerte, porque no nos decía que nos quería hacer daño directamente, pero sí nos explicó de forma bastante gráfica cómo nos quería ver morir", relata para decir que es algo "inaceptable" por parte de Musk, sea por activa o por pasiva. "Está siendo muy irresponsable y peligroso, porque está dando munición a sus seguidores para que vayan a por determinados usuarios".

Collie asegura que ella nunca había estado de acuerdo con quienes consideraban que esta red era una suerte de "pozo negro", como dicen muchos de sus críticos, pero lo ocurrido en los últimos días ha cambiado su visión. "Desde que nos fuimos, hemos sufrido el discurso de odio como nunca", reconoce. En cualquier caso, ellas tienen claro que lo ocurrido solo les da la razón: "Nuestra experiencia ha sido la confirmación de las preocupaciones por los que decidimos irnos".

El Consejo de Trust & Safety de Twitter, encargado de asesorar a la dirección de la red social, debería haberse reunido el pasado lunes. Una hora antes de que se celebrara el encuentro, la empresa mandó un correo electrónico en el que les explicaban que no tenían que acudir ni a esta ni a ninguna otra convocatoria. Elon Musk había decidido prescindir de este organismo, formado por cerca de un centenar de especialistas de dilatada trayectoria. No era un nuevo episodio de reducción de costes —ninguno de ellos recibe remuneración alguna—, sino más bien de cerrar la puerta a quienes les sugerían cómo mejorar la moderación de contenidos. Sin embargo, hubo tres miembros de este ente que se decidieron de bajar del barco poco antes de que el nuevo dueño acabara con él.

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