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Musk agita el fantasma de la bancarrota de Twitter mientras le abandonan ejecutivos clave
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DOS SEMANAS AL FRENTE DE LA RED SOCIAL

Musk agita el fantasma de la bancarrota de Twitter mientras le abandonan ejecutivos clave

En el primer mensaje a lo que queda de la plantilla de la compañía, el multimillonario reconoce que la quiebra es una posibilidad. Mientras, cuatro de los pocos directivos que no despidió han renunciado a su puesto

Foto: Foto: Reuters/Dado Ruvic.
Foto: Reuters/Dado Ruvic.

No han pasado ni 15 días desde que pagase 44.000 millones de dólares por hacerse con Twitter y Elon Musk ya ha conseguido sumergir a la red social en un constante estado esquizofrénico, donde los sobresaltos se han convertido en la tónica habitual. En el primer discurso pronunciando ante lo que queda de plantilla —la otra mitad fue despedida caóticamente el pasado viernes—, el nuevo dueño ha reconocido abiertamente que la bancarrota es una posibilidad que está sobre la mesa y que se avecinan tiempos complicadísimos, según ha informado Bloomberg, que ha citado a fuentes familiarizadas con este asunto.

Foto: Elon Musk entrando en la sede de Twitter. (@elonmusk)

Además, agitar el fantasma de la quiebra no ha sido el único mal trago que ha tenido que enfrentar el hombre más rico del mundo. Musk ha tenido que ver cómo le han abandonado cinco ejecutivos clave para la compañía. Los primeros han sido los máximos responsables de Privacidad (Damien Kieran), Seguridad de la Información (Lea Kissner) y Cumplimiento Normativo (Marianne Fogarty). Ahora les habrían seguido Yoel Roth y Robin Wheeler, jefe de Trust & Safety y vicepresidenta de Ventas, respectivamente.

Ambos presentaron su dimisión este jueves, aunque el multimillonario acabó convenciendo a Wheeler para que no se bajara del barco, ya que es un perfil clave –y, al igual que Roth, difícilmente reemplazable– para tratar de solventar la complicada situación que atraviesa Twitter, un negocio ya maltrecho que lleva una semana perdiendo anunciantes, debido a sus planes inconclusos en materia de libertad de expresión y desinformación en la plataforma. De hecho, la directiva es la encargada de negociar con estas empresas o con aquellas que estaban a punto de cortar el grifo.

Roth, por su parte, estaba al mando de los asuntos relacionados con la moderación de contenidos y la verificación de cuentas, que está suponiendo uno de los principales frentes de la caótica implementación de Twitter Blue, la suscripción de pago con la que quieren sustituir los ingresos publicitarios.

Tanto Roth como Kieran, Kissner y Fogarty habían sido de los pocos directivos que sobrevivieron a la gran purga que ejecutó al magnate en su primer día al frente de la compañía, cuando decidió expulsar a la mayoría del consejo de dirección, que se marchó con unas jugosas indemnizaciones debajo del brazo. Así, habían formado parte de su equipo de confianza hasta ahora. De hecho, Roth entrevistó este miércoles al propio Musk en una sesión de preguntas y respuestas en Twitter Spaces.

Por otro lado, Musk también ha anunciado el fin de determinados beneficios empresariales, como el día de comida gratis del que disfrutaba la plantilla. Horas antes, ya había aprovechado su primer correo electrónico dirigido a los empleados para comunicarles la prohibición del teletrabajo en Twitter, salvo excepciones revisadas y aprobadas personalmente por él mismo. "Se avecinan tiempos difíciles", les avisó.

No han pasado ni 15 días desde que pagase 44.000 millones de dólares por hacerse con Twitter y Elon Musk ya ha conseguido sumergir a la red social en un constante estado esquizofrénico, donde los sobresaltos se han convertido en la tónica habitual. En el primer discurso pronunciando ante lo que queda de plantilla —la otra mitad fue despedida caóticamente el pasado viernes—, el nuevo dueño ha reconocido abiertamente que la bancarrota es una posibilidad que está sobre la mesa y que se avecinan tiempos complicadísimos, según ha informado Bloomberg, que ha citado a fuentes familiarizadas con este asunto.

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