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El futuro de Silicon Valley está en manos de este ingeniero que dijo "no" a 200 millones
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GARRY TAN, NUEVO JEFE DE YCOMBINATOR

El futuro de Silicon Valley está en manos de este ingeniero que dijo "no" a 200 millones

Garry Tan es el nuevo jefe de YCombinator, la aceleradora de 'startups' más prestigiosa del mundo. Allí crecieron empresas como Airbnb o Twitch, pero ahora tienen que afrontar una de las situaciones más complicadas de su historia

Foto: El nuevo presidente de Y Combinator, Garry Tan. (Web Summit)
El nuevo presidente de Y Combinator, Garry Tan. (Web Summit)

Dropbox, Coinbase, Twitch, Airbnb, Reddit, Stripe, DoorDash… Todas estas empresas (y unas cuantas más) tienen algo en común, y no es (solo) ser parte del sector tecnológico. En su día, cuando eran startups con apenas decenas de empleados, fueron apadrinadas por Y Combinator, que les dio el empujón para llegar a lo más alto. De aquello ha pasado más de una década y, ahora, otras incubadoras han replicado ese modelo, pero ellos tienen algo que pocos pueden aportar: una red de contactos envidiable. Ahora Garry Tan, su próximo presidente y director ejecutivo, tiene el reto de mantener el proyecto en lo más alto en un momento en el que las inversiones flaquean.

Foto: Klarna, mayor unicornio de Europa y quinto del mundo, anunció fuertes recortes. (Reuters/Dado Ruvic)

Su historia en el sector comenzó con un episodio que podía haber hecho que nunca hubiera asomado la cabeza. "Trabajar para Microsoft me costó 200 millones de dólares", ha contado el propio Tan sobre un episodio. Tras licenciarse en ingeniería informática en la Universidad de Stanford, comenzó a trabajar como programador para la compañía de Bill Gates. Era el año 2003 y, cuando llevaba poco tiempo, algunos de sus amigos fueron llamados por el fundador de PayPal, Peter Thiel, para trabajar en la que era su nueva empresa, Palantir. El propio Thiel, uno de los pesos pesados en Silicon Valley, le dijo que estaba perdiendo el tiempo porque, entonces, su sueldo era de 72.000 dólares al año —"el más bajo entre los bajos"—, así que le puso un cheque de medio millón sobre la mesa. Tan, que entonces tenía 23 años, lo rechazó por la sencilla razón de que esperaba ser ascendido al año siguiente.

Una lección de 200 M de dólares

"Era muy útil, pero no estaba claro que fuera a hacer dinero", recuerda al respecto. "Fue un gran error y me costó 200 millones en acciones, al menos", dice en referencia a la valoración de Palantir, que ha llegado a estar valorada en 20.000 millones de dólares, aunque ha perdido algo más del 20% tras el bajón de los últimos meses. Tan, que también es 'youtuber', ha contado esta historia en su canal de YouTube, donde tiene 225.000 suscriptores. Aquella lección, eso sí, cambiaría su forma de ver las cosas para el resto de su carrera.

"Hay un montón de razones para trabajar en Facebook, Apple, Microsoft, Amazon o Google", reconoce también este ingeniero e inversor, que lo contrapone a un hecho evidente. "Aunque estas compañías paguen un montón de dinero, la realidad es que el 'software' crea más valor del que te pagan". En este sentido, hace cuentas con el caso de Google y explica que, una vez descontados los gastos, Google gana una media 1,6 millones de dólares por cada empleado. "La única forma de tener acceso a ese dinero es teniendo acciones. Eso significa que bien eres fundador o trabajas en una 'startup' desde el inicio y recibes un número significante de títulos", argumenta sobre este punto.

Pese a aquel rechazo inicial, Tan no tardó en acudir a la llamada de Thiel y se convirtió en el décimo empleado de Palantir, pero ya había perdido la oportunidad de hacerse con parte de la empresa a bajo precio. Allí estuvo trabajando un par de años y fue miembro fundador del equipo de ingeniería del producto financiero —además de diseñar el logotipo de la firma—, pero pronto se dio cuenta de que era mejor montárselo por su cuenta y, en 2008, creó Posterous.com, una plataforma que permitía enviar un post a un blog —y luego a redes sociales— con solo enviar un e-mail.

Fue así como tuvo su primer contacto con Y Combinator, donde su 'startup' fue una de las primeras en ser seleccionadas por el que para muchos es el oráculo del sector. Cuatro años más tarde, Twitter compró Posterous.com por 20 millones de dólares, y aquello fue la primera confirmación de que si era él quien fundaba el negocio, su bolsillo podía engordar mucho más que trabajando para otros. Tras aquello, en 2010 se convirtió en socio de Y Combinator, donde trabajaba como asesor para las empresas que entraban en el programa. Según la incubadora, colaboró con más de 700 'startups' en cinco años, el tiempo que estuvo en la empresa, además de desarrollar algunas piezas de 'software' para consumo interno, como redes y foros.

placeholder La salida a bolsa de Coinbase, el negocio que hizo millonario a Garry Tan. (Reuters / Shannon Stapleton)
La salida a bolsa de Coinbase, el negocio que hizo millonario a Garry Tan. (Reuters / Shannon Stapleton)

Tras aquello, Tan prefirió centrarse en Initialized Capital, un fondo que había creado en 2012 y que tiene un cometido muy parecido al de la incubadora. "Ambos proyectos están muy alineados: YCombinator me hizo, pero yo hice Initialized", ha explicado el propio Tan tras el anuncio de su nuevo cargo. Según sus datos, las inversiones de esta cartera —que hoy maneja 3.200 millones de dólares— durante la última década han ido a parar a 'startups' que han generado un valor de mercado de 200.000 millones de dólares. Entre ellas, la empresa de vehículos autónomos Cruise —adquirida en 2016 por General Motors—, la plataforma de micromecenazgo Patreon o el 'exchange' de criptomonedas Coinbase, el tercero más importante del mundo.

Esa última apuesta es, hasta la fecha, su mayor pelotazo. En 2012, cuando bitcoin aún era algo de entornos muy minoritarios, decidió invertir 300.000 dólares en Coinbase, que también fue acogida por Y Combinator cuando apenas daba sus primeros pasos. Aquellas acciones se dispararon y, en 2021, llegaron a valer 2.400 millones de dólares. Es decir, 6.000 veces más de lo que había aportado en un primer momento. De todos modos, Tan explicó aquel movimiento poco antes de la salida a bolsa de la firma. Desde entonces, al igual que el resto de los valores tecnológicos, su cotización se ha desplomado hasta cerca del 80%.

Hacer flotar 'startups' en mitad de la tempestad

Este último dato es bastante ilustrativo de cómo Tan ha llegado en uno de los momentos más complicados para el mundo de las 'startups', donde se ha acabado el dinero fácil que las regó durante años, como ya explicó este periódico. Y Combinator ya ha avisado de que la situación es bastante complicada. "No se puede predecir cómo irá la economía, pero lo más sensato es ponerse en lo peor", comentó Michael Seibel, hasta ahora director ejecutivo de Y Combinator, en una carta dirigida a su comunidad a principios de verano. "Si tu plan es recaudar dinero en los próximos 6 o 12 meses, es posible que lo hagas en el pico de la recesión. Eso hace que tus posibilidades de éxito sean extremadamente bajas, incluso si a tu empresa le está yendo bien. Te recomendamos que cambies de idea", indicaba.

Foto: Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial de 2018. (Aly Song/Reuters)

Ahora Tan asumirá tanto las funciones de Seibel como las de Geoff Ralston, presidente desde 2011. "Garry, un 'hacker' visionario, ha descrito cómo YCombinator está "grabada en su corazón", cree en su futuro y es la persona adecuada", ha explicado Ralston en su anuncio del relevo, donde le invitaba a "a ayudar a construir empresas emblemáticas para las próximas décadas". Hasta hace no tanto, tomar posesión de un cargo así era un reto mucho menos ambicioso delo que lo es hoy, y el motivo va más allá de la situación macroeconómica.

Cuando Y Combinator nació, allá por 2005, era un proyecto único en su especie o, como les gusta decir a sus creadores, "un antídoto a los fondos clásicos de capital riesgo". Pero con el paso de tiempo, la competencia ha aumentado después de que decenas de firmas hayan seguido su modelo, mientras que ellos también han ido variando su idiosincrasia. Por ejemplo, en sus primeros años, ser seleccionado era un distintivo mucho más exclusivo de lo que lo es hoy. Apenas unas decenas de 'startups' eran seleccionadas para sus prestigiosos programas trimestrales pero, poco a poco, esa cantidad fue aumentando hasta llegar a alcanzar a más de 400 firmas en cada tanda, algo que ahora han reducido a poco más de la mitad. No obstante, también han multiplicado la inversión estándar a principios de este año, pasando de 125.000 dólares a medio millón por empresa.

Y es que el valor principal de Y Combinator sigue estando en algo tan clásico como crucial: las redes de contactos, sobre todo después de más de una década de alumnos exitosos. Es lo que ha hecho que levanten algunas críticas como las de Ryan Breslow, CEO de la plataforma de 'ecommerce' Bolt —no confundir con la firma de VTC—, que los definió como "los jefes de la mafia de Silicon Valley". La rajada la hizo a través de un hilo de Twitter, donde les acusaba de perjudicar a todo aquel que no formara parte de este clan. Aunque hubo quien le afeó algunas inexactitudes (como el propio Tan), otros le recordaron que los datos de su firma "nunca habían sido lo suficientemente buenos", en palabras de Shaun Maguire, socia de Sequoia Capital.

Más allá de la polémica, lo cierto es que en la incubadora ya se están preparando para reforzar esos lazos. Para ello, una de las claves va a ser recuperar la presencialidad, que había alcanzado cotas mínimas tras los años de pandemia, pero que el nuevo jefe tiene claro que deben recuperar. "No hay nada como el contacto en persona", ha explicado Tan en una entrevista con 'Wired', donde lanzaba un aviso a navegantes: "¿Necesitas estar en un lugar concreto durante 12 semanas? Tal vez no, pero los equipos más exitosos reúnen a todos sus miembros de manera regular".

Dropbox, Coinbase, Twitch, Airbnb, Reddit, Stripe, DoorDash… Todas estas empresas (y unas cuantas más) tienen algo en común, y no es (solo) ser parte del sector tecnológico. En su día, cuando eran startups con apenas decenas de empleados, fueron apadrinadas por Y Combinator, que les dio el empujón para llegar a lo más alto. De aquello ha pasado más de una década y, ahora, otras incubadoras han replicado ese modelo, pero ellos tienen algo que pocos pueden aportar: una red de contactos envidiable. Ahora Garry Tan, su próximo presidente y director ejecutivo, tiene el reto de mantener el proyecto en lo más alto en un momento en el que las inversiones flaquean.

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