Cómo un "don nadie" de 23 años se ha convertido en el mejor amigo de Elon Musk

Pranay Pathole, un adolescente indio obsesionado con todo lo que rodea a Elon Musk, decidió comentar en Twitter un defecto de los coches de Tesla. Ni siquiera era un caso que conociera de cerca, sino que lo había visto en Reddit. Es decir, hizo lo mismo que cientos de seguidores de la marca en todo el mundo, pero, por alguna razón que nadie conoce, el hombre más rico del mundo le hizo caso y, a partir de ahí, empezó a responder a sus tuits. Fue el inicio de una relación que ha hecho que acumule 181.000 seguidores en esta red social y que ha llegado a su punto más álgido este lunes. Tras cuatro años de conversaciones virtuales, el magnate y su fan, que ahora tiene 23 años, se han conocido en persona en la sede de Tesla en Austin, Texas. Ni el propio Pathole se explica lo ocurrido: "Básicamente, soy un don nadie".

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Pathole aún estaba en el instituto cuando se desató su pasión por Musk. Era abril de 2016 y SpaceX acababa de lograr uno de sus grandes hitos, consiguiendo el primer aterrizaje exitoso de un cohete parcialmente reciclable —el Falcon 9— en una plataforma que estaba flotando en el océano Atlántico, algo en lo que había fallado en los cuatro intentos anteriores. Hasta aquí, parece una historia más para explicar cómo el multimillonario ha atraído a toda una legión de acérrimos seguidores en todo el planeta. Sin embargo, todo cambió el 9 de junio de 2018.

En aquel momento, Pathole ya era estudiante de ingeniería informática en la Universidad de Pune (India) y, simplemente, destacó en un tuit un comentario de un usuario de Twitter que se quejaba de un problema con su Tesla. "Al entrar en el coche cuando está lloviendo, los limpiaparabrisas se activan automáticamente al abrir la puerta, así que vierte toda el agua. Esperemos que la futura actualización lo solucione", decía la parte que decidió destacar. La sorpresa fue que tuvo respuesta del propio fundador de Tesla: "Estará arreglado en el próximo lanzamiento".

Es cierto que Musk responde de vez en cuando a sus fans, pero no ha habido un caso ni remotamente parecido a este. Desde aquel momento, la relación entre ambos fue cada vez a más. Una breve búsqueda en Twitter sirve para dar cuenta de la magnitud de esta relación. En concreto, y según un análisis realizado por BuzzFeed, la cuenta de Pathole está entre las cinco con las que más interactúa Musk, que lo ha mencionado más de 400 veces en este tiempo. En la mayoría de ocasiones, sobre asuntos relacionados con Tesla y SpaceX. Aquel análisis se hizo en mayo y, desde entonces, el joven indio ha sumado otros 26.000 seguidores.

Quién es el nuevo mejor amigo de Musk

"Me quedé alucinado. Pensé: 'Esto es surrealista", ha recordado Pathole en una entrevista con el medio estadounidense. "Empezó a leer mis tuits, le empezaron a gustar y los retuiteó. Y así fue como empezamos a tener muchas interacciones entre nosotros", ha detallado el veinteañero, que intercambia mensajes privados con Musk, algo que ha hecho que reciba bastantes mensajes de otros seguidores que quieren contactar como sea con el magnate.

Pero ¿de qué habla un fan de 23 años con el hombre más rico del mundo? "Nuestras conversaciones en privado van sobre cómo hacer que la vida sea multiplanetaria, por qué ir a Marte es esencial para la supervivencia central de la humanidad. También hemos hablado de su pasado, de su infancia. Me contó cómo voló de Sudáfrica a Canadá con solo 2.000 dólares y una maleta llena de libros", ha comentado al respecto, recalcando que "parece que no estás hablando con un multimillonario que posee múltiples empresas tecnológicas", sino que "es muy natural, como si estuvieras teniendo una conversación con un amigo lejano tuyo". En este sentido, cuenta que apenas tarda "un par de minutos" en responder uno de sus mensajes privados.

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Hasta este verano, Pathole —que según su perfil en LinkedIn está especializado en 'machine learning'— trabajaba como ingeniero de sistemas en la firma india Tata Consultancy Services. Ahora ha comenzado un máster en Business Analytics en la facultad de Dallas en la Universidad de Texas, en Estados Unidos. Está a poco más de 300 kilómetros de Austin, donde está la sede central de Tesla y una de sus principales factorías. Es precisamente allí donde se ha encontrado con Elon Musk, algo que ha supuesto un paso necesario para conseguir su gran cometido. “Quiero trabajar para él y con él. Es superinteligente y su corazón está en el lugar correcto", reconoció en una entrevista para el periódico indio 'Hindustan Times'. "Definitivamente, sería una oportunidad increíble de aprendizaje para un joven como yo. Eso es a lo que aspiro y pienso hacer en el futuro”.

Su interés es evidente, pero lo que nadie se acaba de explicar es por qué el propietario de empresas como Tesla, SpaceX, Starlink o Neuralink se ha volcado con este chaval. "El hecho de que Elon, un tipo rico y superfamoso, saque su tiempo libre para interactuar con un tipo como yo —que no es nadie— te inculca la cualidad de que debes ser humilde, debes tener los pies en la tierra, no importa lo grande que seas". En cambio, hay una explicación menos romántica, y la da el propio protagonista: "El algoritmo de Twitter es tal que las personas con las que más interactúas aparecen automáticamente y de forma mucho más diferenciada en tu 'feed' de Twitter".

"Elon, ¿cuántas cuentas falsas hay en Twitter?"

No es el único movimiento de Musk que nadie entiende del todo. Ahí está el caso de la compra de Twitter, una firma que acordó comprar a un precio muy por encima de mercado sin que nadie supiera el motivo. Él mismo se acabó arrepintiendo, así que buscó un motivo un tanto extraño para tratar de romper el trato. Nada más y nada menos que demostrar que Twitter miente sobre el número de cuentas falsas que proliferan en la plataforma. De hecho, en la contrademanda que ha presentado contra Twitter, los acusa de haber engañado a sabiendas a los inversores y a la Comisión de Valores y Bolsa (SEC).

En uno de los rifirrafes previos al juicio, Musk acusó a Parag Agrawal, CEO de Twitter, de negarse a "mostrar pruebas" de que los 'bots' están por debajo del 5% del total de las cuentas. En esta ocasión, Pathole también compró el discurso de su ya amigo. "Elon, ¿cuál crees que podría ser la estimación más alta de cuántas cuentas falsas hay? ¿50%?", le preguntó al magnate antes de afirmar que "hay una alta posibilidad de que el número de cuentas falsas, 'spam' o 'bots' podría ser muy superior al 50%". "Exacto", respondió el multimillonario.

El problema es que es muy difícil establecer qué es y qué no es una cuenta falsa, algo que depende del criterio y la metodología. Pese a ello, y tras meses de encontronazos con la dirección de Twitter, Musk paralizó la compra formalmente. Fue lo que provocó que Twitter le demandara el pasado 12 de julio, algo que ya ha tenido su correspondiente contrademanda. Según la red social, los argumentos del magnate son "objetivamente inexactos, legalmente insuficientes y comercialmente irrelevantes".

Ahora la junta directiva de Twitter ha establecido el 13 de septiembre como el día en que sus accionistas tendrán que votar sobre la compra. Eso será justo un mes antes del juicio, que tendrá lugar a partir del 17 de octubre en Delaware y durará cinco días. Tanto por la magnitud del acuerdo como por el culebrón que ha supuesto y las personas involucradas, será un proceso judicial histórico para el sector. Y, por si acaso, Musk ya se ha cubierto las espaldas y ha vendido acciones de Tesla por valor de 7.000 millones de dólares. Es una parte de lo que necesitaría para afrontar los 44.000 millones que, deprisa y corriendo, se comprometió a pagar por la red social.