Esta empresa ya hizo funcionar el metaverso en 2016. El problema es que no sabe repetirlo
Niantic saltó a la fama gracias al lanzamiento de 'Pokémon Go'. La compañía, que repudia los planes de futuro de Zuckerberg, cree que aquel juego puede ser la base del metaverso. Sin embargo, no todo es tan bonito como parece
Hasta hace seis años, Niantic significaba la nada más absoluta para el público en general. Pero todo cambió con 'Pokémon Go', ese juego para móviles que se convirtió en un fenómeno de masas instantáneo, enganchando a niños y no tan niños. Lo hizo convirtiendo nuestro entorno en un escenario del famoso juego nipón y retando al personal a capturar a estas criaturas mientras paseaba, pero también invitaba a pelear con otros miembros de la comunidad para hacerse con el control de los gimnasios que estaban repartidos por diferentes puntos del mapa de nuestras ciudades y pueblos. Y lo hacía apoyándose en cosas como el GPS y la cámara de nuestro 'smartphone'. A día de hoy, nadie niega que aquel desarrollo fue un auténtico pelotazo, como tampoco nadie niega que este estudio de desarrollo californiano sea uno de los máximos referentes de la realidad aumentada. Una tecnología sobre la que la NBA quiere ahora construir su 'metaverso en el mundo real', un trabajo que ha encargado a Niantic.
Aunque falta estandarizar qué entendemos por metaverso, si lo entendemos como un entorno digital en el que los usuarios se conectan a través de avatares para interactuar entre ellos con algún fin, 'Pokémon Go' sería el primer caso de éxito de lo que ahora muchos creen que será la próxima gran revolución tecnológica. Por tanto, se puede colegir que Niantic fue la primera empresa que hizo funcionar un metaverso.
Eso es algo que ocurrió mucho antes de que Mark Zuckerberg cambiase el nombre a la matriz de Facebook para bautizarla como Meta y subirse al púlpito de Silicon Valley para dar un sermón sobre las bondades que nos deparará esta nueva realidad. El problema es que la compañía ha sido simplemente incapaz de repetir aquel éxito y todo no es tan bonito como pueda parecer. Anuncia un acuerdo con la mejor competición de baloncesto del mundo, pero, en paralelo, cancela algunos de sus proyectos más emblemáticos y ambiciosos y, recientemente, anunció el despido de unas 90 personas, lo que supone cerca del 8% de su fuerza laboral.
'One hit company'
Niantic no está en ruinas. Ni mucho menos. El problema es que sigue viviendo de las rentas de 'Pokémon Go'. Es lo que los anglosajones denominan como 'one hit company' que, en una traducción un poco gruesa, vendría a ser como empresa de un solo éxito. Este triunfo no fue menor, ya que desde su lanzamiento le ha supuesto ingresar, nada más y nada menos, que 1.000 millones de dólares anuales gracias a un juego, no se puede olvidar, que se puede jugar gratuitamente.
Aquella fórmula de exploración del entorno al aire libre, la geolocalización, la realidad aumentada y una marca de éxito no parece tan fácil de replicar como todos pensaban. Es cierto que la de 'Pokémon' es la franquicia más rentable de todos los tiempos, pero el estudio estadounidense ha tenido acceso a otras licencias de primer nivel. Obtuvo por parte de Warner los permisos para desarrollar un proyecto similar basado en 'Harry Potter'. El juego, llamada 'Wizard Unite', fue presentado a bombo y platillo, pero nunca llegó a carburar. Los malos resultados hicieron que la compañía echase la persiana a principios de este año y desconectase los servidores en enero, terminando con el soporte y las esperanzas de los pocos jugadores que se habían enganchado a esta historia basada en el universo de JK Rowling.
La empresa intentó replicar el éxito con 'Harry Potter' o 'Catán', pero fracasó
No es lo único que se ha mandado al cajón. Pocos meses antes, también pusieron el punto final a la app de realidad aumentada que crearon basada en 'Catán', uno de los juegos de mesa más populares de la industria. Ahora también han cancelado un total de cuatro proyectos que tenían en el horno. El más significativo, uno que estaba basado en la saga 'Transformers'.
Además del encargo de la NBA y 'Pokémon Go', solo tienen sobre la mesa 'Ingress' (su primer lanzamiento, un juego también basado en RA) y 'Pikmin Bloom', un juego basado en el videojuego de Nintendo que básicamente consiste en un juego de bonificación por caminar. También tienen entre manos un juego de mascotas, que sería su primera producción propia, sin recurrir a franquicias de terceros, desde 2012.
Un metaverso en dirección opuesta
Probablemente, el desarrollo que realicen junto a la NBA sirvan para entender realmente qué visión tienen de lo que puede llegar a ser el metaverso. Aunque haya muchas conjeturas y posibilidades abiertas, hay algo que está meridianamente claro: no va a ser parecido a lo que tiene Mark Zuckerberg en la cabeza. El fundador y CEO de Niantic, John Hanke, definió los planes de Meta como "una pesadilla distópica" en una carta abierta que publicó hace meses en la página web de la compañía. En ese mismo texto anunciaba el inicio de una colaboración con Qualcomm para construir unas gafas de realidad aumentada, algo que también andan persiguiendo otras compañías como Apple o Snapchat.
El propio Hanke reconocía que, aunque ya tenía las primeras pruebas de concepto, sería algo en lo que habría que trabajar años y "que avanzaría a trompicones". Una predicción que parece, por movimientos como la compra de Activision-Blizzard por parte de Microsoft, estar cumpliéndose es la de que los juegos servirían como vía de exploración de esta nueva "frontera tecnológica". "Los juegos han estado a la vanguardia de la adopción de tecnología desde que Atari introdujo algunos de los primeros microprocesadores en el hogar con Pong", aseguraba el gerifalte de la compañía". "Este trayecto continuó con innovaciones como Nintendo Gameboy (quizá la primera computadora portátil exitosa para el consumidor) y juegos de computadora como 'Quake' y 'World of Warcraft', que impulsaron la demanda de conectividad a internet en el hogar", resumía.
Aunque remarca la importancia de los videojuegos, Niantic sabe que el metaverso, para ser algo masivo, tiene que involucrar muchos más sectores. "Si bien esperamos que los juegos y el entretenimiento sean los impulsores clave de esta nueva plataforma, los canales de realidad son una forma de ver el mundo que impulsará más actividades que nos entretengan, eduquen, guíen, expliquen y ayuden, desde las líneas de montaje y los sitios de construcción hasta el trabajo de conocimiento más complejo, todo ello sin apartarnos de lo que mejor sabemos hacer: la realidad", explicó el CEO sobre sus planes de futuro.
El CEO de Niantic definió los planes de Meta como una "pesadilla distópica"
Pero todo no puede depender de ellos. Por eso, lanzó hace unos meses un 'kit de desarrollo' que ayude a desarrolladores independientes a crear aplicaciones para un 'metaverso real'. La herramienta en cuestión se conoce como Lightship, incluye una serie de herramientas que impulsan los tres grandes ejes de la realidad aumentada. Esto es, el uso en tiempo real, la comprensión y el mapeo de la realidad. Estas herramientas se adaptan automáticamente a la cámara de cualquier móvil, bien funcione con iOS o con Android, explotando las virtudes tanto de sensores tradicionales como esos sensores con tecnología LiDAR, que ya se han visto en los iPad, los iPhone e incluso algunos Pixels. Gracias a estas herramientas, Lightship crea un mapa 3D dinámico que a su vez permite crear vistas realistas teniendo en cuenta la ubicación y el contexto.
El planteamiento de Niantic es sencillo y probablemente más pragmático que el de Meta. ¿Por qué? Mientras la empresa antes conocida como Facebook apuesta por los cascos de realidad virtual o realidad mixta como primera puerta de entrada al metaverso, los creadores de 'Pokémon Go' apuestan por que esta llave sea algo que ya está instalado en nuestra vida diaria: el móvil. Eso haría mucho más natural el primer contacto con esta nueva realidad, a la espera de que la industria a su vez explore y consiga por fin dar forma a unas gafas de realidad aumentada que sean algo más que un experimento fallido como las Google Glass.
Hasta hace seis años, Niantic significaba la nada más absoluta para el público en general. Pero todo cambió con 'Pokémon Go', ese juego para móviles que se convirtió en un fenómeno de masas instantáneo, enganchando a niños y no tan niños. Lo hizo convirtiendo nuestro entorno en un escenario del famoso juego nipón y retando al personal a capturar a estas criaturas mientras paseaba, pero también invitaba a pelear con otros miembros de la comunidad para hacerse con el control de los gimnasios que estaban repartidos por diferentes puntos del mapa de nuestras ciudades y pueblos. Y lo hacía apoyándose en cosas como el GPS y la cámara de nuestro 'smartphone'. A día de hoy, nadie niega que aquel desarrollo fue un auténtico pelotazo, como tampoco nadie niega que este estudio de desarrollo californiano sea uno de los máximos referentes de la realidad aumentada. Una tecnología sobre la que la NBA quiere ahora construir su 'metaverso en el mundo real', un trabajo que ha encargado a Niantic.
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