Musk suspende la compra de Twitter hasta conocer el número de bots y cuentas falsas
El millonario estadounidense ha anunciado la decisión en su cuenta de la red social y afirma esperar el informe de la dirección de la compañía al respecto
Enésimo sobresalto en la compra de Twitter. Elon Musk ha anunciado en su cuenta de la red social que la adquisición, acordada en casi 44.000 millones de dólares, está en punto muerto hasta nuevo aviso. El motivo que ha desencadenado esto han sido los bots, uno de los asuntos que el magnate ha convertido en una de sus prioridades desde que anunciase su intención de hacerse con la plataforma. Ha explicado que se encuentra a la espera de informes de la compañía que confirmen el número real de cuentas falsas o de spam que existen realmente y, sobre todo, si se ajustan a ese 5% que la dirección 'vendió' a principios del mes de mayo.
Twitter deal temporarily on hold pending details supporting calculation that spam/fake accounts do indeed represent less than 5% of usershttps://t.co/Y2t0QMuuyn
— Elon Musk (@elonmusk) May 13, 2022
Hace apenas una semana, la compañía hizo público un comunicado en el que hablaba de que tenía 229 millones de usuarios activos cada día y que menos de cada 5 de cada 100 de estos perfiles correspondían a cuentas falsas o dedicadas al spam y, por tanto, no monetizables.
La lucha contra los bots no es algo exclusivo de esta plataforma, sino que es algo que afecta prácticamente a cualquiera que opere en internet. Sin embargo, Musk lo ha hecho una de las piedras angulares de su plan para Twitter, que todavía llama más la atención por la falta de concreción de medidas que por su definición. Otra de las banderas que ha enarbolado para su mandato al frente de la compañía es la de la "libertad de expresión", que prácticamente ha monopolizado la conversación sobre esta megaoperación desde que se pusiese sobre la mesa.
La plataforma lleva años modulando medidas para ordenar la conversación y evitar la proliferación del discurso del odio. Algo que no era compartido al 100% por Musk, que no comparte los vetos y las suspensiones indefinidas de cuentas, como la que sufrió el expresidente de EEUU, Donald Trump. Una expulsión que el millonario pretende revocar si finalmente se hace con la batuta de mando.
A pesar de la indefinición, el multimillonario ha dejado caer algunas de las ideas que la rondan la mente. La más ambiciosa: una meta de 931 millones de usuarios para 2028. Eso sería cuadriplicar la cifra actual en apenas 6 años. También ha deslizado su intención de que la gasolina financiera de la multinacional no sea la publicidad y se ha abierto a explorar nuevas vías de ingresos, con modelos de suscripción, aunque de momento todo parecen ideas peregrinas como el pago por embeber contenido y tuits en sitios de terceros.
Cláusula de 1.000M
Pero todo esto podría quedar en papel mojado si la compañía no logra dar evidencias de cumple con ese 5% de bots y la situación no está descontrolada. Las consecuencias de que el acuerdo de compra se rompa tampoco está clara. Elon Musk firmó una cláusula que debería abonar 1.000 millones de dólares si cancelaba unilateralmente. La cuestión es que no se conoce la letra pequeña y si hay algún tipo de disposición adicional si los números que ofrecía Twitter no se ajustaban a la realidad.
No hay que olvidar que Musk ha puesto sobre la mesa gran parte de su fortuna personal, algo que le ha obligado a poner un número importantísimo de títulos de Tesla sobre la mesa como garantía de los créditos y préstamos para ejecutar la compra. Acciones que, por cierto, han caído un 30% en las últimas semanas. Dependiendo la resolución de este conflicto, Musk se podría encontrar con que necesitar recurrir a más títulos de la compañía para garantizar la financiación y podría verse mermada su capacidad financiera.
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Enésimo sobresalto en la compra de Twitter. Elon Musk ha anunciado en su cuenta de la red social que la adquisición, acordada en casi 44.000 millones de dólares, está en punto muerto hasta nuevo aviso. El motivo que ha desencadenado esto han sido los bots, uno de los asuntos que el magnate ha convertido en una de sus prioridades desde que anunciase su intención de hacerse con la plataforma. Ha explicado que se encuentra a la espera de informes de la compañía que confirmen el número real de cuentas falsas o de spam que existen realmente y, sobre todo, si se ajustan a ese 5% que la dirección 'vendió' a principios del mes de mayo.