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El gatillazo de Amazon tiene una explicación: tras la fiesta, llega la resaca de las 'big tech'
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SUS PEORES RESULTADOS DESDE 2001

El gatillazo de Amazon tiene una explicación: tras la fiesta, llega la resaca de las 'big tech'

El gigante del comercio electrónico no cumple las expectativas, pierde 4.000 millones y sus ventas crecen al menor nivel desde la burbuja de las 'puntocom'. El último eslabón de un rosario de decepciones de las tecnológicas

Foto: Foto: P. Rossignol. (Reuters)
Foto: P. Rossignol. (Reuters)
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En mayo de 2021, cuando había pasado poco más de un año desde que el coronavirus se convirtiese en una pandemia mundial y dejase de ser una extraña gripe que andaba haciendo estragos únicamente en China, daba igual qué cuartel general de Silicon Valley se visitase. Todo eran alegrías en la meca mundial de la tecnología, una de las grandes beneficiadas de toda esta crisis. Entre Apple, Amazon, Microsoft, Google y Facebook, los conocidos como 'GAFAM', ganaban 74.700 millones de dólares.

El comercio electrónico, el teletrabajo (que por aquel entonces parecía algo perenne y no caduco) y la publicidad 'online' eran la gasolina perfecta para aumentar casi un 45% los ingresos agregados de estas compañías. Nadie se imaginaba que Netflix acabaría perdiendo abonados más pronto que tarde y pondría, de rebote, en jaque a toda la economía de suscripción. Empresas como Zoom o Peloton, 'dopadas' por las restricciones, marchaban a buen ritmo a pesar de no vivir los días de vino y rosas que supusieron para estas plataformas los confinamientos estrictos en medio mundo.

Foto: El cofundador y CEO de Netflix, Reed Hastings. (Reuters)

Doce meses después, la fotografía ha cambiado radicalmente. Las botellas de champán que se descorchaban para celebrar los buenos resultados han sido sustituidas por el paracetamol y las coca-colas propias de alguien que busca aliviar el despertar después de un fiestón antológico. Desde principios de año, los GAFAM y Netflix han visto cómo sus capitalizaciones se teñían de rojo hasta sumar entre todos ellos un retroceso colectivo que asciende hasta suponer un retroceso coral de casi 1,8 billones de dólares.

Obviamente, hay quien lleva peor la resaca que otros. El peor castigo, por ahora, se lo lleva el 'rey del streaming', que ha perdido prácticamente el 68% de su valor en bolsa desde principios de enero. Facebook, la empresa ahora conocida como Meta, también se ha llevado un buen varapalo por parte de los inversores (-47,5%), que no son capaces todavía de ver el metaverso como algo más que un pozo de pérdidas, quién sabe si con el retorno esperado. La factura para Zuckerberg de una transición que se antoja vital para el decadente imperio que montó supuso solo 3.000 millones de dólares en los últimos tres meses.

El último en sumar una cuenta al rosario de decepciones fue Amazon. El gigante del comercio electrónico presentó este jueves el peor balance de resultados desde 2001. Es decir, a los de Seattle no les había ido tan mal desde la burbuja de las 'puntocom'. Eso se ha traducido en 3.800 millones de dólares de pérdidas. Desde mediados de la pasada década no tenían un balance en rojo y, en aquella ocasión, el agujero fue de menores dimensiones.

A Amazon le cuesta más ser Amazon

El problema de la multinacional no es que haya ingresado menos en sus cuentas corrientes. Todo lo contrario. Las ventas supusieron 116.400 millones de dólares. Casi nada. Un 7% más que lo que se vio en el primer trimestre de 2021. El problema es que la desaceleración ha sido enorme. Hace 12 meses, el crecimiento había sido del 44% frente al mismo periodo un año antes. Es decir, el covid tuvo un efecto similar al de la hormona del crecimiento. Cuando el covid desaparece (o se normaliza, mejor dicho) este efecto lo hace en un grado parecido. Ya son demasiadas cosas que llegaron para quedarse (teletrabajo, 'delivery', compras en diez minutos...) que cuando se han levantado las restricciones, se ha visto que eran mucho más efímeras de lo que se esperaba.

placeholder Foto: M. Blake (Reuters)
Foto: M. Blake (Reuters)

La clave está en el beneficio operativo. El dinero que le queda después de restar los costes para mantener en marcha su negocio, es mucho menor que hace un año, cuando fue de 8.900 millones de dólares. El mercado daba por supuesto un retroceso, pero no que sufriese un descalabro hasta situarse en 3.900 millones. En resumen, a Amazon le cuesta hoy en día hacer más de Amazon que lo que le costaba hace un año. Y aquí no se puede achacar únicamente a un factor. Son muchos originados, en primer lugar, por las secuelas de la pandemia, pero también por la reciente guerra de Ucrania. Los problemas de suministro globales y la tensión incesante en la cadena logística son algunas de las razones. La inflación y el mayor coste del combustible son otras. Pero también lo son los costes laborales.

Atracón laboral en pandemia

Cuando se habla de este asunto, todo el mundo tiene en mente la ingente masa de empleados que necesita para mantener bien engrasada la maquinaria que hace funcionar la plataforma de comercio online más conocida del planeta. Sí, ese es uno de los problemas. La empresa dirigida ahora por Andy Jassy necesitó redimensionarse para hacer frente al aumento de la demanda. Un atracón laboral que se tradujo en miles de contrataciones no previstas.

Foto: Jeff Bezos abandona la dirección de Amazon. Foto: EC Diseño.

España puede ser un buen botón que sirva como muestra. Al finalizar 2020, en nuestro país había 12.000 personas trabajando para la compañía. Eso suponían 5.000 más. La historia es que solo pretendía que fueran 2.000. Según los resultados de la compañía, en ese año, contrató a más de medio millón de trabajadores en todo el mundo. El ritmo no bajó. De enero a noviembre de 2021 fueron otros 170.000 puestos los que tuvo que crear a lo largo y ancho del planeta.

Este incremento se ha producido en un momento complicado. En Estados Unidos se está viviendo lo que, en una traducción gruesa, se ha venido a llamar como 'La Gran Dimisión'. Miles de personas que abandonan sus puestos de trabajo. Y esto no afecta únicamente a mozos de almacén. También a perfiles cualificados, tan demandados como necesarios para Amazon Web Services (la división más rentable de la compañía), que ha tenido que poner en marcha ambiciosos planes de remuneración para no claudicar en la guerra de talento. Por cierto, que el agujero podía haber sido mayor si no llega a ser por esta rama del negocio. AWS aumentó sus ingresos hasta los 18.500 millones de dólares, de los que 6.500 fueron ganancias limpias.

Un huevo pocho llamado Rivian

Pero si AWS ganó ese dineral, ¿de dónde salen los números rojos? Es sabido que la empresa de Jeff Bezos es de colocar sus huevos en múltiples cestas buscando sinergias y beneficios en alguno de los múltiples frentes en los que actúa. Se gastó un dineral, por ejemplo, en la Metro Goldwyn Mayer para reforzar Prime Video, uno de los principales argumentos de venta de Prime. Pues una de esas inversiones se le ha torcido. Se trata de Rivian. Esta 'startup', de origen estadounidense, es una de esas empresas que se ha vendido durante mucho tiempo como un eventual competidor para Tesla en lo que se refiere a furgonetas y camiones eléctricos. Antes de la pandemia, en 2019, Amazon decidió invertir en este fabricante. La motivación fue el deseo de sustituir su flota y que sus vehículos de reparto fuesen cien por cien eléctricos. Hizo un pedido de 100.000 vehículos.

El problema es que Rivian se ha visto muy afectada por la crisis de los semiconductores. Algo que repercutió en los precios de sus automóviles, con subidas de hasta un 20%. La producción se ha visto lastrada. Desde enero hasta marzo solo han conseguido ensamblar y entregar cerca de 2.500 coches. Una décima parte de los 25.000 que pretendían construir en todo el año. Que los planes de este fabricante hayan saltado por los aires ha salpicado a Amazon, pero también a otras compañías como Ford, que ha reportado pérdidas de hasta 5.000 millones por esta razón.

La última pieza del puzle ha sido también quedarse por debajo en lo que se refiere al mercado publicitario. Su división de publicidad, que compite con las de Google o Meta, entre otras, tuvo unos ingresos de 7.880 millones, menos de los 8.100 que pronosticaban los analistas. Este pesimismo, que podría prolongarse en el próximo trimestre vistas las proyecciones a la baja que han realizado en Amazon, no es exclusivo de esta compañía. Alphabet, la matriz de Google, cosechó un beneficio de más de 14.000 millones desde que arrancó el año.

placeholder Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

Esas cifras serían motivo de alegría para cualquier empresa, pero en el caso de una de las mayores corporaciones del mundo y una de las tecnológicas más punteras, esos guarismos son una amarga cucharadita de ricino por no cumplir expectativas. Y es que el dato supone una caída del 8,3% interanual. El palo más gordo llegó en los ingresos publicitarios de YouTube: 6.870 millones de dólares, cuando se esperaba una cifra superior al menos a los 7.510 millones, según la CNBC. El grueso de este retroceso se achacó a la retirada de Rusia. Pero también es cierto que tienen un rival más fuerte que nunca: TikTok.

No solo es el verde, es crecer mucho

Un rival más y en mejores condiciones y menos dinero a repartir. El pastel no aumenta al mismo ritmo que aumentan los comensales o el apetito de los mismos. El propio Zuckerberg lo confirmaba en la llamada con los inversores para presentar los resultados de Meta. El directivo aseguró que la guerra de Ucrania ha afectado a la publicidad digital, pero también admitió que existe una notable desaceleración en el gasto en comercio electrónico en comparación con principios de la pandemia. Y ese, las ventas por internet, es uno de los principales combustibles de este gremio.

Foto: Ilustración: Irene de Pablo (@trementine)
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“Con nuestros niveles actuales de crecimiento comercial, ahora estamos planeando reducir el ritmo de algunas de nuestras inversiones”, dijo Zuckerberg. Sorprendentemente, Meta se ha salvado del castigo de los mercados, que le han dado un respiro. Después de un informe decepcionante en febrero, donde se vio el primer retroceso de la historia en el número de usuarios, su parroquia ha vuelto a crecer, aunque lentamente. Las ganancias superaron lo esperado, con 7.500 millones de ingresos. La respuesta fue un rebote del 20% en sus acciones, muy tocadas desde finales del pasado curso.

Ni Apple, con más récords, escapa de la incertidumbre que rodea a las tecnológicas

Eso sí, no todo son buenas noticias. El crecimiento ha sido solo de un 7%, el más bajo desde que salió a Bolsa. No hay que olvidar que a las tecnológicas no se les juzga como a las demás: no basta únicamente con estar en verde, lo que se valora es que tengan capacidad de batir sus propias plusmarcas.

En esta desaceleración tiene mucha responsabilidad Apple y el nuevo sistema de privacidad que lanzó el pasado año y que ha afectado a estas compañías, pero también a Twitter o Snap, al permitir a los usuarios elegir si se les rastrea o no. Ni la manzana, que es la que mejores resultados ha vuelto a mostrar y que ha conseguido esquivar la crisis logística y de componentes, ha escapado de la incertidumbre tras un trimestre récord. Las acciones retrocedían este viernes ligeramente después de una advertencia de lo que puede ocurrir en las próximas semanas. El conflicto en Ucrania seguirá, pero su atención parece fijada en China, que está encontrándose con una difícil situación tras el repunte de casos de coronavirus, con los efectos que eso puede tener para su producción y el comercio mundial.

En mayo de 2021, cuando había pasado poco más de un año desde que el coronavirus se convirtiese en una pandemia mundial y dejase de ser una extraña gripe que andaba haciendo estragos únicamente en China, daba igual qué cuartel general de Silicon Valley se visitase. Todo eran alegrías en la meca mundial de la tecnología, una de las grandes beneficiadas de toda esta crisis. Entre Apple, Amazon, Microsoft, Google y Facebook, los conocidos como 'GAFAM', ganaban 74.700 millones de dólares.

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