El mayor 'criptojuego' se desmorona y es un augurio de lo que viene en el mundo digital
La economía interna de Axie Infinity se ha desplomado en las últimas semanas, al igual que ha ocurrido en algunos metaversos y el mercado de NFT. Hay quien augura que la 'criptoburbuja' ha explotado, ¿pero es así?
El rápido ascenso de todo lo relacionado con las criptomonedas ha ido acompañado de una misma advertencia: cuidado con lo que se infla tanto y tan rápido, porque explota. Algunos quisieron ver que la burbuja había reventado cuando se produjo la caída generalizada de estas divisas digitales de hace unos meses, un envite que parecen haber resistido. El problema ahora son las otras patas del sector, los NFT (token no fungible, por sus siglas en inglés) y los juegos y plataformas relacionadas con estos activos. Todo tiene una misma causa: la pérdida de interés en ellos y los escándalos que rodean a las plataformas más importantes.
Desde que Mark Zuckerberg anunció el giro de Facebook hacia el metaverso, todo el mundo se pregunta cómo pondrá en marcha ese espacio virtual y, también, si no se parecerá demasiado a proyectos fracasados como Second Life. Hoy en día, lo más cercano a un universo de este tipo son los juegos 'play to earn' como Axie Infinity, el más conocido, y plataformas como Decentraland o The SandBox. Todas ellas funcionan con una criptomoneda propia, algo que les obliga a tener un cuidado diseño económico que cumpla distintas características.
“Tiene que ser estable o creciente en el tiempo, ya que de lo contrario no tendrá valor en el mundo real. La inflación no puede ser superior al crecimiento de la actividad en esa plataforma”, explicaba José Antonio Bravo, economista especializado en criptodivisas, en un reportaje de Teknautas sobre esta cuestión. Ahí también señalaba que una mayor oferta que demanda de esas monedas, haría que “perdieran su valor y utilidad”, algo que se puede solucionar aumentando la circulación, de modo que “la gente las gaste en el juego con una economía interna que lo alimente gracias a la atención constante, pero es algo muy complicado, casi prácticamente imposible”.
Esa es la encrucijada en la que están las tres iniciativas mencionadas. Pasado el bombazo inicial, cada vez acuden menos usuarios y su economía interna se ha desplomado. El valor de una de las monedas de Axie Infinity, Smooth Love Potions (SLP), ha pasado de valer 0,4 dólares a 0,01 en unos meses, un nivel muy similar al que tenía cuando apenas era conocido, allá por 2018. Otra de sus monedas, AXS, llegó a cotizar en 160,36 dólares al cambio. Hoy ya está en 45 euros, según datos de Coin Market. Las otras dos plataformas, Decentraland y The SandBox, han visto cómo sus monedas (Mana y Sand, respectivamente) se hundían en este mismo tiempo.
¿Una burbuja explotando?
La cascada de caídas de valorización ha hecho que muchos se hagan la gran pregunta: ¿ha llegado la explosión de la burbuja 'cripto'? Fernando Gutiérrez, inversor y especialista en criptoactivos, muestra cautela sobre una hipotética explosión de la burbuja. "No creo que se esté rompiendo, o al menos no se puede deducir eso de la bajada de precios, porque está generalizada en criptomonedas en general, aunque no tengan relación con NFT o metaverso, y todas las clases de activos de riesgo. En un contexto de subida de tipos e inflación, todo el mundo tiende a reducir riesgos", explica en conversación con este periódico, donde también recalca que "Nasdaq ha perdido un 14% y hay mucha simetría: los mejores valores no están tocados, pero otros sí".
Por su parte, Fernando Castelló Sirvent, economista y profesor en ESIC, agrega que "ha habido una gran burbuja y falta mucho para que se estabilice". Además, estas suelen tener una explosión total, no un pequeño pinchazo que las va desinflando poco a poco. "Es más un agotamiento porque la demanda no acompaña al activo. Es algo que debería corregirse con la purificación del mercado para expulsar aquellos activos que no tengan continuidad y también revalorar el resto", comenta en conversación con este periódico, donde destaca que "la economía está mal, pero los criptoactivos no están consiguiendo reconducir capital al mercado, como sí está pasando con otros activos".
Tal y como apuntan en el medio especializado CoinDesk, el rendimiento de las divisas de Axie Infinity, Decentraland y The Sandbox ha sido “significativamente inferior” al de bitcoin, y eso que la criptomoneda por excelencia tampoco ha tenido sus mejores cifras este año (ha perdido un 25% de su valor en los últimos doce meses). "Históricamente, bitcoin aguanta mejor que el resto de mercados a la baja; cuando las cosas van mal, suele convertirse en un valor refugio dentro de las criptomonedas", responde Gutiérrez sobre esta cuestión. "La volatilidad no me chirría porque es lo de todos los días, pero menos en este contexto: los criptoactivos están cada vez más relacionados con otros activos, como los tradicionales".
Por si fuera poco, Axie Infinity ha protagonizado el robo más grande hasta la fecha en este ámbito. En concreto, un atacante consiguió acceder al sistema que valida las transferencias para sustraer cerca de 173.600 ethers –la segunda 'cripto' más relevante–, que tienen un valor cercano a los 600 millones de dólares, y 25,5 millones de USDC, una 'stablecoin' que siempre mantiene el mismo valor que el dólar estadounidense. Tardó una semana en ser descubierto por un usuario que no pudo retirar su dinero.
Sobre este punto, Gutiérrez recuerda que las medidas de seguridad tras el robo han impedido que se puede jugar con normalidad. "Van a tardar semanas en rehacerlo y operar con normalidad. Si quieres jugar es más difícil y, encima, a mucha gente le va a apetecer menor, así que en el corto plazo es un problema". La empresa responsable, Sky Mavis, aseguró que repondría la cantidad robada a los afectados, para lo que lanzó una ronda de 150 millones, que fue liderada por Binance y también participó A16z. Por ahora, ya ha lanzado una versión del juego llamada Origin y que permite un modo de juego gratuito. Días después, Estados Unidos ha acusado a Corea del Norte de estar tras los ataques, señalando directamente a los grupos Lazarus y APT38, vinculados a las instituciones estatales del país.
Eso sí, la información disponible apunta a que la debacle de Axie Infinity empezó mucho antes. Los datos de Sky Mavis recogidos por 'Bloomberg' indican que en marzo tuvieron cerca de 1,5 millones de usuarios mensuales, un 45% menos que en verano, su mejor momento. Por otro lado, DappRadar calcula las 'wallet' que interactúan con el 'smart contract' de este 'criptojuego'; es decir, que incentivan la economía del juego, pero no todos aquellos que están en él. Según esta estimación, nunca ha tenido más de 63.000 usuarios diarios activos y, además, habría sufrido una caída del 11% en el último mes. Cuando se habla de Decentraland y Sandbox, que han recibido inversiones cuantiosas de todo tipo de marcas, los datos son aún peores. En su mejor momento, apenas consiguieron superar los 200 jugadores activos, pero hoy apenas tienen medio centenar diario.
En el caso de Axie Infinity, hay que tener en cuenta que una parte importante de ellos está en Filipinas, donde trabajan a tiempo completo a través de un sistema de "becas": alguien que se puede permitir la inversión inicial que exige el juego les ofrece acceso a su cuenta a cambio de las ganancias. ¿Cuántos juegan porque les gusta y cuántos por el dinero? Es un misterio y, en cualquier caso, los datos de uso están muy por debajo de los de videojuegos tradicionales como Counter Strike o FIFA. "El modelo 'pay to earn' tiene rasgos piramidales, aunque no lo sea al 100%. Como no organices muy bien la economía, cuando deje entrar de gente nueva tienes un gran problema, que es que no puede seguir siendo 'play to earn'", expresa Álex Granados, responsable de Comunidad NFT en Español, un colectivo de divulgación.
Solo un tercio de los NFT vale algo
Los 'criptojuegos' solo han sido una parte de esta caída de los criptoactivos. La otra gran pata ha sido la de los NFT, que fueron la gran fiebre en la red durante buena parte de 2021. En marzo, el diseñador Beeple vendió una de sus obras digitales por 69 millones de dólares, algo que hizo despertar el interés en el sector. Después, le siguió el lanzamiento de colecciones como CryptoPunks o Bored Ape Yacht Club, que cautivaron a famosos y multiplicaron su precio por decenas y, en algunos casos, centenares, en cuestión de meses. Aquello fueron sus días de gloria, aunque ya había un alto número de escépticos que advertían de que todo esto era una nueva burbuja especulativa, si no algo peor, con el fantasma del esquema Ponzi siempre flotando cerca. Incluso hay medios que publican regularmente un listado sobre las estafas que captan en el sector.
En el último mes, la capitalización de los mercados de NFT se ha reducido cerca de un 80% y ronda los 10.000 millones, según datos de Coin Market. Además, un informe de Nansen ha revelado que solo un tercio de los NFT tiene algún tipo de valor. En las otras dos partes, muestra un panorama desolador: un 33% no valdría nada y los otros tantos tendrían un precio por debajo de lo que costó acuñar el propio token. De hecho, hasta las colecciones más exitosas están viendo cómo sus precios parecen haberse estancado o, incluso, comenzar a caer.
Esto se suma a que, en enero, el 'marketplace' OpenSea –la mayor web de compraventa de NFT– reconoció que el 80% del contenido que alojaban eran obras falsas, plagiadas o, directamente, relacionadas con algún tipo de estafa. Además, los distintos problemas técnicos que habían facilitado robos y ventas muy por debajo del precio de mercado. Unas circunstancias que avivaron a competidores como LooksRare, que ya le estaban superando en volumen de ventas. El problema es que ahora se ha revelado que el 95% de las transacciones que tienen lugar en esta plataforma eran de personas que se vendían NFT a sí mismos para inflar precios, algo que puede haber provocado que la caída de los NFT no se vislumbre con toda su crudeza.
De hecho, aunque algunas de las empresas más importantes de videojuegos, como Ubisoft o Electronic Arms, han amagado con incorporar los NFT en sus creaciones, al final se han echado a un lado. Durante la última Game Developers Conference, los organizadores realizaron una encuesta para preguntar sobre la posibilidad de incluir criptoactivos en sus desarrollos: 7 de cada 10 dijeron que no estaban interesados. No son los únicos que han perdido interés. Basta echar un vistazo a las búsquedas en Google para observar cómo ha caído el interés tanto en estos tokens como en el metaverso entre el público general. También hay quien sigue viendo potencial a esta tecnología. Y Combinator, una de las aceleradoras de 'startups' más potente del mundo, anunciaba hace unas semanas sus apuestas para este año y casi todas estaban relacionadas con el mundo de los NFT y los metaversos.
Granados, de Comunidad NFT en Español, achaca gran parte de la caída de los NFT a la situación de la economía mundial. "Esto es algo más secundario y novedoso, así que le puede afectar más el miedo a una crisis. Además, la situación en Ucrania ha hecho que todo lo demás pase a un segundo plano". En cambio, sí reconoce que "hay problemas internos en el sector que se tienen que ir solucionando", pero le quita hierro al asunto: "Parece que cada cierto tiempo el mercado se viene a bajo, pero luego vuelve a crecer".
El economista Castelló Sirvent es menos optimista pues, señala, "ahora mismo no tienen la demanda suficiente para mantener el precio del activo, porque aún no es un estable y menos aún en la incertidumbre en la que nos movemos". Y, por último, recalca la clave de todo esto: "Hoy no hay una masa crítica para que sean activos estables, así que a poco que caiga esa demanda, el precio también".
El rápido ascenso de todo lo relacionado con las criptomonedas ha ido acompañado de una misma advertencia: cuidado con lo que se infla tanto y tan rápido, porque explota. Algunos quisieron ver que la burbuja había reventado cuando se produjo la caída generalizada de estas divisas digitales de hace unos meses, un envite que parecen haber resistido. El problema ahora son las otras patas del sector, los NFT (token no fungible, por sus siglas en inglés) y los juegos y plataformas relacionadas con estos activos. Todo tiene una misma causa: la pérdida de interés en ellos y los escándalos que rodean a las plataformas más importantes.
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